Chiapas, 19 de mayo de 2003

COMUNICADO


AL PUEBLO DE MEXICO.
AL PUEBLO DE CHIAPAS.
A LOS MEDIOS DE COMUNICACION NACIONALES E INTERNACIONALES.
A LAS ORGANIZACIONES DEFENSORAS DE LOS DERECHOS HUMANOS NO GUBERNAMENTALES.

HERMANAS, HERMANOS, CAMARADAS.


Hace más de dos años nuestro PDPR-EPR dijo, cuando los seguidores eufóricos celebraban el “triunfo” electoral de Pablo Salazar Mendiguchía en el estado de Chiapas, que este personaje no representaba los intereses del pueblo, pero sí los de la burguesía local y nacional, teniendo como objetivo cooptar dirigentes, dividir y terminar con las organizaciones sociales que históricamente han cuestionado la actitud represiva del gobierno y su posición respecto al desarrollo del capitalismo voraz.

Nada positivo podía esperar nuestro pueblo de un hombre que siempre ha estado vinculado al PRI-PAN-GOBIERNO, continuador directo de la política económica neoliberal en donde cumple los designios de la oligarquía, lo que se quería lograr con su llegada al poder, era restablecer el clima de confianza política para los inversionistas extranjeros y empresarios locales y nacionales.

El pueblo chiapaneco ha comprobado en carne propia la política represiva del “mecías” como en el caso de la Selva y los colonos Emiliano Zapata con el MOCRI; Puerto Madero, con las bases del EZLN; en Venustiano Carranza con la OCEZ, dejando a su paso decenas de presos políticos que a algunos los ha liberado bajo condiciones de arrodillarse a sus pies.

El llamado “círculo de la esperanza” llegó del centro del país como parte integrante del plan general de Guerra de Baja Intensidad (GBI) luego de varios años de inestabilidad política en el estado donde los gobiernos estatales en turno no terminaban su gestión, surgiendo los interinatos frecuentes producto de las pugnas interburguesas.

Llegó según para salvar a los chiapanecos de los malos gobiernos priístas bajo fuertes compromisos con empresarios y se rodeó de partidos de oposición, de “dirigentes” de organizaciones sociales y de miembros de Organismos de Derechos Humanos no Gubernamentales (ONG), algunos creados por la CIA con antelación y con el propósito de infiltrar al movimiento social en su conjunto.

A todos ellos los utilizó para que lo llevaran al poder, logrado su objetivo los desechó como si fueran objetos y los intimidó si no acataban las disposiciones del gobierno; a otros muchos los incorporó a su gabinete en puestos de segundo y tercer nivel, teniendo claro que con ellos dentro del gobierno y fuera de él no habría oposición que cuestione sus acciones represivas.

Desde la integración de su gabinete de gobierno, Salazar Mendiguchía sacó a relucir los intereses que representa, coloca en la Secretaría de Gobierno y en la Procuraduría de Justicia a dos “personajes” traídos del centro del país, al priísta-perredista Emilio Zebadua y Mariano Herrán Salvati, grandes “conocedores” de la realidad chiapaneca y con un pasado turbio como es el caso del segundo, involucrado en delitos como el narcotráfico. Aquí se refleja el Mendiguchía priísta con ropaje democrático que lo mismo simulaba cuestionar la política oficial de Zedillo y de Albores Guillén que apoyar las causas del EZLN y de organizaciones sociales democráticas.

Hoy a la vez que controla a la oposición oficial y algunas organizaciones sociales mediante lo que fue la “alianza”, mantiene fuertes ligas con Vicente Fox y el PAN, a ello obedece su comportamiento voluble dentro de la Asociación Nacional de Gobernadores, pretende seguir navegando con las dos banderas pero su política represiva lo va poniendo en el lugar que le corresponde.

Su verdadero rostro fascista se manifiesta cuando quiere tener el control absoluto de las organizaciones sociales más combativas, infiltrando y metiendo cizaña para generar desconfianza y divisionismo, cooptando líderes seudoizquierdistas que utilizan como punta de lanza para contener el descontento social, todo ello combinado con la represión masiva y selectiva para crear terror en el pueblo.

Pablo Salazar Mendiguchía como digno representante de la oligarquía es acérrimo defensor y ejecutor del Plan Puebla Panamá (PPP), entrega los recursos naturales a las transnacionales estadounidenses, japoneses y alemanes, por ello pretende expulsar a pueblos-campesinos de la Selva Lacandona que llevan años viviendo en esas tierras como única alternativa que les han dejado los dueños del poder, para que libremente sigan explotando y se lleven al extranjero la flora y la fauna de nuestro estado.

El PPP es impuesto por el imperialismo yanqui a los gobiernos de los países dependientes y de éstos hacia sus respectivos pueblos, que lejos de propiciar el desarrollo económico-social genera más explotación y miseria en las comunidades indígenas y campesinas, tal es el caso del gobierno chiapaneco que simula estar a favor de las causas populares y en los hechos procede a favor de las exigencias del capital transnacional.

En ese afán ha incorporado al proyecto globalizador del PPP a los viejos caciques de “horca y cuchillo” que históricamente gobernaron a Chiapas y que aún controlan el poder en algunos municipios, reconciliando así los intereses de éstos con los de los empresarios agrícolas que ahora son ellos los que controlan el poder central estatal y pretenden modernizar a Chiapas desarrollando el capitalismo en todos los rincones del estado y con ello las formas de explotación.

Es lógico que el gobernador “aliancista”-foxista-panista logrado el objetivo de ser gobernador del estado no se acuerde de los compromisos que hizo con comunidades de ganaderos, agricultores y pescadores cuando anduvo peregrinando por el voto, satisfaciendo en su lugar los intereses de grupos empresariales como: Soriana, Comercial Mexicana, Office Depot, Arnecom, etc., que llegaron a Chiapas para hacer fortuna, explotando con salarios miserables y largas jornadas laborales la reducida fuerza de trabajo que ocupan en sus establecimientos.

El gobierno “democrático” de Mendiguchía ha intensificado la GBI aplicándola primero sutilmente, posteriormente abierta y descaradamente, ha desmovilizado a las organizaciones sociales cooptando a sus “dirigentes”, mismos que ahora se convierten en fieles servidores del gobierno y aplican conscientemente la GBI a través del Procede, Procampo, Progresa y una serie de proyectos “productivos” que son parte de la contrainsurgencia.

El gobierno que encabeza Mendiguchia ha impulsado la división en las comunidades y organizaciones, proporcionando proyectos productivos a unos y a otros no, pretendiendo sembrar la discordia y despertando los más bajos instintos en aquellos que están propensos a la descomposición.

Su política se ha caracterizado por la represión selectiva y masiva, ha reprimido a los maestros democráticos que decididamente enfrentan, resisten al control charril y luchan por mejorar sus condiciones de vida y laborales; también lo hecho con los estudiantes normalistas y les niega plaza de trabajo bajo el falso argumento que no hay lugar que requieran sus servicios, cuando en el estado existe un alto índice de analfabetismo.

En otros sectores la táctica seguida es confrontar y atomizar al movimiento estudiantil, con el programa del Consejo Nacional de Fomento Educativo, utiliza jóvenes sin la preparación profesional como instructores comunitarios quienes por la necesidad de un ingreso se ven explotados por el gobierno con una miserable remuneración, a la vez que son coartados sus derechos de organización para defenderse de las vejaciones de que son objeto.

La represión del gobierno también ha llegado a campesinos de la Organización Campesina Emiliano Zapata (OCEZ) en Venustiano Carranza, deteniendo a su dirigente Angel Hidalgo Espinosa y a 48 comuneros a los cuales se les instruyó un juicio penal lleno de aberraciones jurídicas que entran dentro de la criminalización del descontento popular.

El discurso en el sentido de que “el reparto agrario en Chiapas ha concluido, no hay tierra que repartir”, es a todas luces demagógico pues lo cierto es que existen grandes latifundios simulados en manos de extranjeros y caciques tradicionales de “horca y cuchillo”, como se puede comprobar en los archivos muertos de la Secretaría de Reforma Agraria, de la Procuraduría Agraria, y del Registro Agrario Nacional donde existen grandes cantidades de solicitudes de tierra y expedientes agrarios almacenados todo por no afectar intereses de los dueños del poder. Tierras que el campesino chiapaneco organizado y no organizado debe recuperar por la vía del hecho, no obstante las leyes burguesas y la ausencia de la justicia oficial que tiende a proteger los intereses de los modernos terratenientes.

Las acciones conjuntas de los campesinos, obreros, maestros, estudiantes son apremiantes toda vez que el campo chiapaneco se encuentra en una situación de crisis, que aunado a la descapitalización está la entrada al país sin aranceles de once productos del campo de EU y Canadá contemplados en el TLCAN, situación que el gobierno ha manipulado creando falsas expectativas de desarrollo en el sector.

La muerte por desnutrición de niños en Comitán, la marginación de las comunidades, el desempleo, el bajo salario, la opresión, la migración, el analfabetismo, la drogadicción, el Alcoholismo, la prostitución, etc., son algunas consecuencias de la aplicación de la política económica neoliberal.

Esta realidad chiapaneca es el reflejo de una economía capitalista sujeta al capital transnacional, en donde la aplicación de la política económica neoliberal y específicamente la ideología conservadora ha sido una prioridad para la clase en el poder.

Ante la política de Mendiguchía de represión y contrainsurgencia es necesario desenmascarar a todos aquellos que lucran con la miseria de nuestro pueblo; a denunciar a los oportunistas que propalan la buena nueva del gobierno “democrático” y que se pliegan a las acciones de contrainsurgencia; a desenmascarar la política represiva del gobierno del estado de Chiapas.

Ante la dispersión del movimiento de masas a construir y consolidar una estructura amplia donde confluyan todos aquellos que estén comprometidos con la causa justa de nuestro pueblo para desconocer el TLCAN, el PPP y el ALCA.

No permitamos más agresiones, organicemos y desarrollemos la defensa de nuestros derechos y desenmascaremos el estado policiaco-militar que Mendiguchía y Fox mantienen en el sureste de México.


¡POR LA REVOLUCION SOCIALISTA!
¡VENCER O MORIR!
¡POR NUESTROS CAMARADAS PROLETARIOS!
¡RESUELTOS A VENCER!
¡CON LA GUERRA POPULAR!
¡EL EPR TRIUNFARA!

COMITE ESTATAL DEL
PARTIDO DEMOCRATICO POPULAR REVOLUCIONARIO
P D P R
COMANDANCIA MILITAR DE ZONA
DEL
EJERCITO POPULAR REVOLUCIONARIO
E P R

Chiapas, a 19 de mayo de 2003.