De TDR-EP al PDPR-EPR (II)

A la tendencia agrupada en torno al CC(p):

Compañeros:


Es verdaderamente increíble la forma como pretenden eludir por enésima ocasión la discusión política y la lucha ideológica al interior del partido. Apenas enviamos dos documentos con propuestas concretas para dar pie a la discusión y superar la crisis partidaria, cuando ya de su parte surge la “invitación” a marchar por separado. ¡Aquí existe gato encerrado! diría hasta el más despistado. Pero si la dialéctica nos sirve para algo, ese ‘algo’ no es otra cosa que para esclarecer misterios y dar paso a la transformación revolucionaria.

No fuimos nosotros los que violentamos la legalidad partidaria, sino ustedes al pasar por alto el proceso político que dio lugar a la última plenaria del exCC y desconocer los acuerdos de unidad y disciplina partidaria contenidos en su resolutivo final establecidos para superar la crisis partidaria y garantizar la realización del Congreso. Eso ustedes lo saben bien, aunque no acaben de calibrar las consecuencias lamentables de sus actos.

Por eso resulta fuera de lugar que nos pidan reconocer que en todo este proceso ha existido una mayoría (¿la de ustedes?) y una minoría (¿la de nosotros?). Se alegran que reconozcamos que ha habido lucha ideológica, cuando que ésta apenas comienza. En todo caso, si ustedes se consideran dueños de la verdad absoluta (por aquello de que sus ‘argumentos se basan en el análisis objetivo de todo este proceso’) ¿a qué le tienen miedo? ¿No será a ser desenmascarados y quedar en minoría? ¿Ya hicieron un recuento real de los militantes que bajo su conducción han quedado fuera del partido? ¿Se quedaron los ‘puros’ y se fueron los ‘malos’? ¿Quiénes han resultado ser los fraccionalistas y los liquidacionistas del partido en todo este proceso? Ustedes dicen que nosotros y nosotros que ustedes. Pero ahora están obligados a probar su ‘verdad’, pero no desacreditando ni torciendo los hechos; tampoco intentando predisponer en contra nuestra a la militancia, sobre todo, si se consideran a sí mismos y a la militancia dignos de respeto.

Hoy deben intentar probar que no hay dogmatismo ni intolerancia en su versión teórica de la revolución y del partido. Pero deben hacerlo apegándose estrictamente a los principios y a la práctica revolucionaria. Y no como hasta ahora lo han hecho. Aunque ello les resulte sumamente difícil. Como difícil resulta sin duda negar su intolerancia frente a una tendencia recién articulada para debatir teóricamente y restablecer el principio de dignidad y de respeto al interior del partido, como única vía posible para restablecer la legalidad partidaria y superar nuestras diferencias. ¿Será mucho pedir que acepten el debate?

Ustedes saben que la legalidad partidaria a la que aluden es ilegítima y que la ‘voluntad de las bases’ que argumentan no es del todo cierta, por la práctica cupular a la que dieron lugar y las irregularidades que han ido acumulando desde que quedó en sus manos el proceso de transición hacia el Congreso. Pero resulta más fácil fincar responsabilidades sobre quienes les resultan a ustedes más incómodos y tratar de eludir el proceso de evaluación política del proceso que somos, que ser autocríticos frente a la crisis partidaria.

Crisis que es resultado no sólo del pasado sino también de dos modos diferentes de concebir y de realizar el proyecto de emancipación revolucionaria. Pasado que ustedes glorifican y se niegan a asumir autocríticamente y modos de concebir y realizar el proyecto de emancipación que se han negado a discutir abiertamente.

Y ya encarrerados en el mandar, que no en el obedecer, pretenden no sólo desconocer el derecho de agruparnos como tendencia sino incluso nuestros derechos como militantes, intentando determinar quienes de nosotros tendrían que haber asistido a una reunión de la CN, en una demostración –según ustedes- de voluntad política verdaderamente indescriptible y magnánima de su parte. Cuestión que agradecemos.

Pero resulta que cuando median juicios sumarios, expulsiones, acorralamientos y actos humillantes contra quienes ustedes consideran responsables de sus desatinos, sería un acto de lessa cordura suponer que ustedes podrían ser capaces de actuar con justeza y dignidad. ¿O qué nos dicen del trato humillante al que fueron sometidos Poncho y Ricardo del zonal de SLP, quienes sin formar parte de la TDR - pero por mantener una actitud crítica hacia ustedes - fueron acorralados, viéndose obligados a renunciar por dignidad?

De ahí que para evitar mayores enconos y tratar de establecer verdaderos acuerdos, hayamos decidido declinar su “invitación a platicar”, optando por un intercambio epistolar, pues éste invita a la prudencia y a la reflexión. Pero no para renunciar o salir del partido como ustedes lo suponen y hasta de modo indecoroso lo proponen, sino para encontrar la mejor forma de cumplir nuestro compromiso con el pueblo y con la militancia.

No se trata, por tanto, de eludir responsabilidades individuales ni de preservar intereses personales o de grupo. No lo pretenden y no lo aceptarían ni Jorge ni José Arturo (como quedó demostrado al no aceptar participar en la irregular e impugnada elección del CCp), ni cualquier otro miembro de nuestra tendencia, como ustedes lo afirman. Y sobre los compañeros Victoria, Omar y Juan, no necesitan indicarnos qué hacer; pues dada la virtual escisión política al interior de nuestras filas, la TDR es momentáneamente responsable de sus integrantes así como de los recursos bajo su custodia; así mismo, consideramos inaceptable por falsa y dolosa, la acusación de filtrar información y la de supuestas conductas inadecuadas que ustedes levantan en su contra; aunque finalmente todo esto sirve para poner en claro su acepción abstracta y fetichizada de lo que es un partido revolucionario. ¿O se trata de una amenaza?.

¿Por cierto, no le daría mayor nivel y transparencia al debate teórico si éste fuese de algún modo público? ¿No sería más ético?. Desde luego, manteniendo la compartimentación y la plena disposición a rendir cuentas de frente a la militancia; pero, puntualizamos, no en las condiciones de virtual linchamiento moral y político que ustedes han procurado al interior del partido. Ni ocultando nuestras contradicciones políticas o estableciendo componendas, como ustedes dolosamente acusan y lucubran que hacemos.

Por todo lo anterior no aceptamos su ‘convocatoria’ de que hagamos otro proyecto, ni de marchar con otro nombre, porque el que encarna nuestras concepciones políticas es el del PDPR-EPR que, como parte de la militancia, es producto nuestro, no exclusivo, pero también nuestro. Tampoco aceptamos su pretensión de ser ustedes los que proporcionen información a la militancia que representamos, no sólo en Guerrero, pues no proponen asumir una actitud recíproca. Y no es cierto que las zonas y sectores históricos que dieron origen a nuestro proyecto hayan reiterado su compromiso con el partido. Porque ustedes, como fracción, no son el partido, como pretenden erigirse y, además, porque su actitud irreflexiva, también en dichas zonas y sectores, ha dado lugar a una actitud crítica que pronto habrá de extenderse al resto de la militancia.

Por cierto, que bueno que mencionan lo de la lucha fraticida y ponen distancia con respecto a ella, pues fue un acuerdo de dirección, después del proceso autocrítico del 97, no cometer los errores del pasado. De nuestra parte, por principio, no daremos pie a enfrentamiento alguno entre revolucionarios.

Y con respecto a los recursos económicos y materiales, exigimos abandonen el método de centralización que desde hace más de 20 años reprobamos y hasta calificamos como “troskista”, para redistribuir equitativamente dichos recursos, pues constituyen un patrimonio de toda la militancia de la cual, tanto ustedes como nosotros, formamos parte.

Por último, si tan graves han sido, según ustedes, ‘los resultados negativos que hemos tenido en los últimos años’, como PDPR-EPR, retomen de los agrupamientos que nos dieron lugar, el nombre del que más se acerque a su versión doctrinaria sobre la revolución y el partido, y marchen ustedes por su cuenta; o en última instancia, discutamos con respeto los puntos necesarios y arribemos a acuerdos de principio aceptables para todos. Esperamos su contestación por el mismo medio.

Fraternalmente:


¡POR LA VIA DEMOCRATICA REVOLUCIONARIA,
TODO EL PUEBLO AL PODER!

¡POR LA REPUBLICA DEMOCRATICA POPULAR,
EL PUEBLO UNIDO TRIUNFARA!

¡CON LA LUCHA POPULAR, EL EPR TRIUNFARA!


TENDENCIA DEMOCRATICA REVOLUCIONARIA
DEL
PARTIDO DEMOCRATICO POPULAR REVOLUCIONARIO
PDPR
EJERCITO POPULAR REVOLUCIONARIO
EPR

Octubre 2 de 1999.


c.c.p. Los Comités Estatales
c.c.p. Los Comités Zonales.
c.c.p. La militancia del PDPR.
c.c.p. Los mandos y combatientes del EPR.