Comunicado 12

44 ANIVERSARIO DEL ASESINATO DE RUBEN JARAMILLO


COMUNICADO No. 12


"…El pueblo, y más las futuras generaciones, no podrán vivir
esclavos y será entonces cuando de nueva cuenta nos pondremos en
marcha, y aunque estemos lejos los unos de los otros no nos
perderemos de vista y llegado el momento nos volveremos a reunir.
Guarden sus fusiles, cada cual donde lo pueda volver a tomar..."
(Rubén Jaramillo, 1918).

Al pueblo de Morelos.
Al pueblo de México.
A los pueblos del mundo.

Compañeras y compañeras:


Apenas dos años atrás, el día 23 de mayo de 2004, revelamos públicamente nuestra existencia política e ideológica. Hoy, a dos años de distancia, confirmamos que pese a la torpe y necia incredulidad del señoritingo del narcomenudeo y la frivolidad, así como de sus compinches que dicen gobernar nuestra entidad, estamos presentes, aunque ustedes no lo crean.

Al manifestar públicamente nuestro pensamiento y acción, hacíamos un reconocimiento y homenaje a quien hace 44 años –el 23 de mayo de 1962—fuera asesinado arteramente por el Estado y sus operadores criminales. Y rendimos el homenaje poniendo su nombre a nuestro Comando Revolucionario.

Decíamos que Don Rubén Jaramillo fue asesinado arteramente por el ejército federal. Fue asesinado junto con toda su familia. Y la orden infame y criminal llegó de arriba, de los poderosos de siempre, a través del presidente en turno y su grupo de incondicionales –nos referimos al priísta Adolfo López Mateos--.

Rubén Jaramillo, como es reconocido por la historia nacional, fue el único oficial del Ejército Libertador del Sur que volvió a tomar las armas, una vez concluida la etapa de la lucha armada de 1910-1917. Y, señalábamos, que no tomó nuevamente las armas porque le gustara la guerra o porque deseara ser un guerrero eterno; ¡¡¡No!!!

Lo hizo porque los motivos que llevaron a la constitución del Ejército Libertador del Sur permanecían vivos; entonces, como dirigente agrario que necesitó combinar la lucha política, la autodefensa popular y la lucha armada, determinó proseguir con la lucha por conquistar los ideales del General Emiliano Zapata y del pueblo de México.

Don Rubén Jaramillo fue un dirigente que salió, una y otra vez, en defensa de las conquistas populares y en contra de las injusticias cometidas por los cacicazgos viejos y nuevos que, después de la revolución, siguieron asolando al pueblo de Morelos, pero no sólo a él.

Rubén Jaramillo, sereno y optimista, confió en la palabra de los poderosos, dejando de protegerse en el poder popular que estaba construyendo. Y eso le costó la vida. Con el asesinato a mansalva de Don Rubén el Estado mexicano mostró el rostro de la traición, del engaño y de la criminalidad.

Hoy, 44 años después, podemos reconocer que tras el asesinato de Don Rubén no pudieron sepultar más que su cuerpo físico; sus ideales, sus sueños, su convicción, su determinación de lucha y su presencia imborrable, cabalgan al lado nuestro, montados en corceles que trotan por el estado y que nos permiten mirar la calamidad que enfrenta el pueblo hoy, hoy, hoy.

Hoy, observamos que los feminicidios, asesinatos, secuestros, robos e inseguridad general en el estado campea de la mano de Sergio Estrada Cajigal, gobernador en turno y prominente ejemplar del PAN, y promete continuar de la mano de quien quiere suplirlo en el puesto: Marco Antonio Adame, prominente espécimen del Yunque.

Hoy, observamos el crecimiento galopante de una walmartización, costcotización, Gigantización y la tercerización económica del estado que solamente promete más desempleo y migración.

Hoy observamos la liquidación de la vida agrícola en el estado, de la eliminación de vida de los ingenios azucareros, de la agonía del deseo de los jóvenes de permanecer en sus lugares de origen y del deseo creciente de escapar de aquí para cualquier otro lugar.

Vemos cómo incrementa el alcoholismo, la drogadicción, la prostitución y la lumpenización de nuestra juventud porque no encuentra alternativas de desarrollo y de recreación.

El narcomenudeo señorea su política de narcoejecuciones y la impunidad de los delincuentes, como Sergio Estrada y sus compinches, campea flameando al horizonte.

Parece que los motivos que llevaron a la constitución del Ejército Libertador del Sur, que las razones que impusieron a Don Rubén la lucha política armada, permanecen vivas aquí en Morelos y en el resto del país.

Bástenos recorrer la situación de los mineros de Coahuila, Zacatecas, San Luís Potosí y Lázaro Cárdenas, Mich; o la situación de los comuneros y trabajadores de Atenco (Edomex.), de la Parota (Guerrero) y de muchos otros lugares y centros de trabajo en Oaxaca, Chiapas, Puebla, Cuautla, Tlanepantla, Yautepec y Cuernavaca para darnos cuenta de que existimos porque no nos queda de otra.

Existimos para responder a las agresiones y violencia terrorista oficial; nos encontramos en Estado de Alerta y de un momento a otro estaremos en la actividad que nos demande la progresiva fascistización de la política criminal y delincuencial de todos los funcionarios del PAN y del PRI que saquearon a la patria e hicieron de nuestra entidad un lugar de esparcimiento suyo.

Estaremos dispuestos a enfrentar a los saltimbanquis y oportunista de la política que saltan del PRI al PAN o al PRD, del PAN al PRI o al PRD y de este último al PAN o al PRI. Saltan y saltan buscando el puesto hecho a la medida de su ambición y oportunismo y esperan, como lo hizo el Presidente municipal de Texcoco, un perredista, aliarse con el PRI y con el PAN, Peña Nieto y Fox, para mantener su gran vida.

Para quienes formamos parte del México profundo, para quienes nos resistimos a perder la capacidad humana de asombro e indignación ante el dolor, la humillación y la injusticia, para quienes ya no queremos sostener el peso vicioso y parasitario del poder y del dinero, para los que hemos emprendido solidariamente la realización de un nuevo proyecto de nación, para los condenados a la opresión, explotación y miseria endémicas; en resumidas cuentas, ¡para el pueblo hoy en lucha!, la abusiva y deshonesta gestión del gobierno neoliberal-fascista de Vicente Fox y, en particular, la criminal represión contra los mineros de Sicartsa y el infame ultraje de que fueron objeto los macheteros de Atenco y grupos sociales solidarios, constituye la más grave e ignominiosa provocación política de que tenga memoria, en los últimos tiempos, el pueblo mexicano.

Por lo que hoy, una vez más, les recordamos a los que arriba sesolazan en el ejercicio infecto e indecente del poder capitalista y neoliberal, que crecemos y esperamos el momento oportuno para actuar. No se desesperen, ya sonarán los sonidos inconfundibles de nuestro actuar.


¡¡¡POR EL SOCIALISMO: VIVIR, LUCHAR, VENCER!!!

COMANDO JARAMILLISTA MORELENSE 23 DE MAYO
CJM-23M


¡¡¡CONTRA EL NEOLIBERALISMO, EL PODER POPULAR!!!

TENDENCIA DEMOCRÁTICA REVOLUCIONARIA - EJÉRCITO DEL PUEBLO
TDR-EP


Campamento Revolucionario, estado de Morelos, a 23 de mayo de 2006.