La unidad independentista en el pensamiento de Filiberto Ojeda

LA UNIDAD INDEPENDENTISTA EN EL PENSAMIENTO DE FILIBERTO OJEDA*

30 de agosto de 2006
Héctor L. Pesquera Sevillano

En su mensaje en Lares el pasado 23 de septiembre, haciendo referencia a como Ramón E. Betances combatía las ideas contrarias a su parecer de algunos sectores independentistas, Filiberto Ojeda Ríos afirmaba:

“Lo hacía con firmeza, pero con la caballerosidad y respeto que imponía su condición revolucionaria y en la cual la ofensa personal y el insulto no tenían cabida. En otras palabras, en nuestra tradición de lucha también se forjaron unos estilos de conducta para los revolucionarios y patriotas, estilos que abrían puertas a la comunicación entre aquellos que promovían tendencias contrarias a las ideas betancinas, siempre manteniendo con firmeza la fidelidad a las concepciones libertarias revolucionarias.”

Nos decía Filiberto más adelante en su discurso:

“Sin lugar a dudas, en el seno de las fuerzas patrióticas de nuestro pueblo existen diversas tendencias ideológicas y concepciones de lucha. Eso es natural. Tiene que ser así porque el independentismo en su heterogeneidad clasista tiene que responder conforme a lo que son los intereses de cada componente social patriótico. Los trabajadores, que constituyen la inmensa mayoría de nuestra nación, tienen unos intereses muy particulares. Los comerciantes y sectores de la pequeña burguesía puertorriqueña tienen otros. Y aun aquellos sectores de profunda conciencia puertorriqueñista y que son intelectual y materialmente privilegiados, pueden proyectar otras tendencias.”

“No obstante, existe algo en común entre todos los sectores sociales que he mencionado, y es que todos somos independentistas. Es por eso que existe un partido independentista que cree en la participación electoral. Es por eso que existen sectores independentistas que creen en la legalidad, y es por eso que existen sectores obreros que también son poseedores de sus propias concepciones de orientación de naturaleza socialista. Igualmente, es por eso que existen fuerzas que organizamos la lucha anticolonial desde el clandestinaje. Todos tenemos una visión y entendimiento de nuestra realidad colonial determinada por unos objetivos finales al igual que por esos intereses de clase. Ésa es parte de nuestra realidad. Pero lo más importante, lo tácticamente y estratégicamente fundamental, es que todos somos independentistas y nos corresponde a todos, luchar por la independencia.”

Esos dos pensamientos de Filiberto recogen, a mi juicio, aspectos muy importantes sobre los cuales se debe cimentar la construcción de la unidad independentista: la comprensión de la diversidad de clases sociales en el movimiento patriótico y la necesidad de tratar con respeto las diferencias en las concepciones de lucha de cada sector.

Sin esconder la necesidad del debate ideológico franco y abierto frente al pueblo (“… saber llevar nuestras concepciones a quien tiene la última palabra, que es nuestro pueblo.“), tenemos que descartar el insulto y el ataque personal de nuestro debate ideológico. Cuestionar la integridad política, la honestidad y el compromiso patriótico de un compañero o compañera independentista o de una organización patriótica porque no compartamos su posición política, es algo que ha obstaculizado las posibilidades de comunicación y el debate franco entre los distintos sectores del movimiento patriótico. Sin dudas recurrir al insulto en sustitución del debate le ha hecho mucho daño a la lucha en su conjunto. En el pensamiento de Filiberto, la firmeza en nuestros planteamientos no está reñida con el respeto a las diferencias políticas.

Reconociendo esas diferencias y esa rica diversidad en el seno del movimiento independentista, Filiberto nos recomienda que cada quien y cada organización haga su trabajo de la forma más honesta y eficiente. En ese sentido nos decía en su mensaje en Lares:

“Es por eso que hacemos un amplio llamado a los hermanos del PIP a activar sus denuncias en la Legislatura, educando y con el pueblo; a los hermanos y hermanas del MINH en la denuncia de la inmoralidad del sistema, en defensa de todos nuestros derechos y con el pueblo; a los hermanos y hermanas socialistas con los obreros, con la nación, y con el pueblo. Los Macheteros estaremos insertados en esos procesos como lo hemos estado: como retaguardia defensiva y también apoyando los esfuerzos organizativos de nuestro pueblo en lucha a quienes lo hacen desde la legalidad; como retaguardia defensiva y también organizativa de nuestros obreros, organizados como retaguardia defensiva de nuestra nación, tal y como nos ha caracterizado y todo conforme a lo que es la letra de nuestros respectivos programas patrióticos. Así nos encontraremos en el camino y al decir de Antonio Machado, se hará camino al andar. Y el proceso de unidad patriótica y revolucionaria, ejecutado correctamente, abrirá camino a la unidad fundamental, que es la unidad que el propio pueblo va forjando en torno a nuestro futuro.”

Como podemos apreciar, en su último mensaje en Lares Filiberto nos invitaba a todos a hacer el trabajo desde la perspectiva de cada cual. Señalaba en su mensaje que la lucha armada y clandestina constituye en este momento la retaguardia defensiva de la lucha por la liberación de Puerto Rico. Ese aspecto de la lucha es necesaria e importante, según Filiberto, pero no constituye la vanguardia de la lucha. Nos apuntaba el Patriota que la vanguardia de nuestra lucha libertaria es la educación del pueblo, con el pueblo, sobre la necesidad de la independencia y la viabilidad de la República de Puerto Rico. El mensaje de Filiberto fue claro: es fundamental la masificación de la lucha por la independencia para que sea posible su conquista.

Coincidimos plenamente con esa visión. No hay atrechos, caminos fáciles ni fórmulas mágicas. La independencia no vendrá desde afuera, ni de Comités creados por el imperialismo, y mucho menos se logrará por combustión espontánea. La conquista de la independencia será obra de todo el pueblo, por lo que el pueblo tiene que sentir la necesidad de la misma para que se disponga a luchar por ella.

De esa concepción de lucha nacen diversas propuestas de echar a andar proyectos de educación popular, dirigidos a discutir con todos los sectores de la sociedad puertorriqueña la urgencia y la necesidad de la independencia. Pero sobre todo hay que entrar en contacto y educar a la mayoría del país –los marginados, los pobres, los trabajadores y trabajadoras- para que se convenzan de que la República de Puerto Rico es especialmente importante para el desarrollo y progreso de las grandes mayorías marginadas y excluidas del proceso de producción. El proyecto independentista solo tendrá sentido para el pueblo si el mismo posee un alto contenido de justicia social; si es un proyecto para combatir y erradicar la pobreza y la desigualdad en la utilización de los recursos de la sociedad.

Partiendo del principio de que la República de Puerto Rico no es un capricho sino una necesidad, el proyecto de educación popular deberá desarrollar temas diversos y prácticos, tales como los indicadores de desarrollo (economía, salud, educación y seguridad) en el Puerto Rico de hoy; dependencia en Fondos Federales ¿mito o realidad?; la viabilidad económica de la República de Puerto Rico; la agricultura y los proyectos de autogestión; la Constitución y las Leyes en la República de Puerto Rico; los derechos humanos y civiles en la República; protección de la vejez y Seguridad Social; propiedad privada y pública; el Servicio Postal en la República; el fondo para el manejo de emergencias y desastres naturales en la República; protección ambiental y desarrollo sustentable y muchos otros temas de utilidad práctica para la adecuada capacitación de los educadores y educadoras.

El proyecto educativo que de diversas formas se propone presenta las bases para un trabajo coordinado y unitario entre diversos sectores del independentismo. La Nueva Escuela ya está dando pasos muy concretos en esa dirección; el Partido Independentista Puertorriqueño publicó un documento de fácil lectura para distribución masiva titulado “Todo lo que debes saber sobre la Independencia”; el Partido Nacionalista hace esfuerzos en ese sentido con su programa radial semanal “Sala Nacional”; el Frente Socialista tiene su proyecto educativo y de capacitación política; el MINH tiene en su programa político la educación popular como una de sus principales tareas políticas. En el MINH estamos trabajando para la pronta creación del Instituto de Capacitación Patriótica, con un currículo dirigido a preparar los voluntarios que estarán en la calle divulgando el proyecto independentista.

Dentro del reconocimiento a nuestra diversidad y en el marco de respeto a las diferencias, no hay dudas que el proyecto educativo que prácticamente la totalidad del movimiento patriótico ha identificado como necesario, no entra en contradicción con ninguna de las organizaciones existentes y nos provee un gran potencial para la unidad en la acción. A ello nos invitaba Filiberto Ojeda Ríos en lo que podemos llamar su testamento político contenido en su mensaje en Lares el pasado 23 de septiembre.
Muchas gracias.

*Simposio sobre el pensamiento político de Filiberto Ojeda Ríos celebrado el 30 de agosto de 2006 en la Universidad de Puerto Rico, Rio Piedras.