Ni el ELN ni el Gobierno nos debemos a nosotros mismos

PALABRAS DEL COMANDANTE ANTONIO GARCÍA CON MOTIVO DE LA INSTALACIÓN DE LA CUARTA RONDA DE DIÁLOGOS EXPLORATORIOS ENTRE EL EJÉRCITO DE LIBERACIÓN NACIONAL -ELN- Y EL GOBIERNO

COLOMBIANOS

Ni el ELN ni el Gobierno nos debemos a nosotros mismos.

Estamos reunidos en la patria del Comandante en Jefe Fidel Castro, queremos desearle y le auguramos salud y bienestar, agradecemos su empeño y solidaridad en este trabajo por la paz de Colombia.

Ni el ELN ni el Gobierno nos debemos a nosotros mismos, recae sobre nosotros una responsabilidad social. Por encima del ELN y del gobierno nos espera un país con expectativas de paz y que urge salidas efectivas a su crisis humanitaria y de violencia. Los diversos encuentros que hemos desarrollado con sectores de la sociedad así lo ratifican. La importancia de este diálogo con la sociedad es el carácter vigilante que ella mantiene sobre el rumbo que debe tener cualquier intento de construcción de futuros para Colombia.

Obstáculos no superados nos miran amenazantes sobre el camino que hemos emprendido. Cambiar la visión y los esquemas equivocados sobre la paz sigue siendo uno de los retos mayúsculos.

Reducir la salida política sólo a la superación del conflicto armado es volver a editar de manera retardada una versión de procesos fracasados anteriormente.

El país espera que le demos certezas diseñando un proceso de paz, entendido como proyecto de sociedad, como proyecto de nación, no un diseño al estilo de una colcha de retazos. Tampoco la sociedad espera ser convidada de piedra, en este sentido el ELN se la juega por la paz, por una paz con sentido de nación que nos incluya a todos. Colmar las expectativas de un proceso de paz más estable requiere que propiciemos un ambiente favorable hacia el país, pero no solo favorable para algunos sectores de lasociedad, sino para las mayorías y sobre todo para quienes soportan los más grandes dolores.

Traemos como mandato del Cuarto Congreso del ELN la construcción de una nación en paz y equidad. Este reto significa avanzar hacia la democratización del país, implica marchar hacia un nuevo momento para Colombia, necesitamos colocarnos sobre el camino de un verdadero Estado Social de Derecho que permita la transición hacia transformaciones largamente aplazadas y esquivadas, pero que la sociedad las necesita para existir como futuro, de lo contrario sobreviviremos como fracaso repetido. Para la presente ronda de conversaciones con el Gobierno, tenemos como marco común cuatro ejes temáticos establecidos, como agenda abierta para la construcción de un acuerdo base: la participación de la sociedad en el proceso, la acción política, la generación de un ambiente para la paz nacional y la participación de la comunidad internacional.

En cuanto a participación de la sociedad en este proceso, reiteramos que es nuestra voluntad generar las condiciones propicias para la construcción de paz con la participación de la gente, para ello se requiere de un diseño que propenda por una participación nacional incluyente y ascendente, que articule los procesos regionales a la convocatoria de una Convención Nacional. La participación de la sociedad es esencial en una estrategia de paz.

La experiencia de Casa de Paz, desde donde se han desplegado estas iniciativas de participación, debe extenderse a otras ciudades y regiones del país, hacer de la paz una realidad presencial y cotidiana, que sea la casa donde debemos habitar, donde nunca falte comida, abrigo, solidaridad y respeto por el ser humano.

Aspiramos a dejar allanado los caminos para la construcción de una agenda humanitaria que articule la posibilidad de un cese al fuego y las hostilidades con la pronta atención de la urgencia humanitaria, haciendo énfasis en la solución del drama de los cuatro millones de desplazados, así como la amnistía para los presos políticos y sociales. Un ambiente favorable para el país también exige que el gobierno sintonice su agenda legislativa con estas iniciativas de paz.

El ELN trabajará para que las banderas de la paz y la democratización se conviertan en los ejes sustanciales de la política del país. Este proceso, si ha de ser verdadero, debe propiciar las garantías para que todos los sectores sociales y políticos se conviertan en actores y puedan participar sin miedos por las amenazas contra sus vidas.

Construir paz y democracia requiere de información objetiva y responsable. Más que exigencias a este proceso se requiere de comprensión y compromiso, Colombia agradecerá a los medios de comunicación que le ayuden a rodear de verdad el camino hacia el futuro.

Los militares no pueden estar ausentes de la construcción de la paz; se requiere pensar una nueva doctrina de seguridad con criterio nacional, soberano y patriótico que rescate la dignidad, la vida del ser humano y se aleje de las prácticas del terrorismo de estado que les han sido impuestas.

Hacemos votos porque se logre avanzar en el acuerdo humanitario y un proceso de dialogo y solución política que se ha venido anunciando desde las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC y aspiramos en el futuro a converger en un proceso de paz que nos interprete a todos los colombianos.

Agradecemos a todos los colombianos que han participado y acompañado este proceso, los invitamos a continuar enriqueciéndolo con ideas y nuevos procesos participativos.

Agradecemos el aporte solidario de la comunidad internacional y en particular de Cuba, Venezuela, España, Noruega y Suiza, quienes han contribuido para que las delegaciones de la sociedad se hicieran presentes en este encuentro con el ELN.