Comunicado 1

Al pueblo de México
A los pueblos del mundo
A las organizaciones revolucionarias


El país se encuentra en una profunda crisis política, agravada hoy por diversos conflictos sociales y políticos recientes, aún no resueltos, como el de Sicartsa, Pasta de Conchos, Atenco, Oaxaca y el fraude electoral.

En todos los casos, el gobierno ha intentado desprestigiarlos utilizando los argumentos de siempre: no son trabajadores, no son pobladores del lugar, no son maestros, no son oaxaqueños los que desarrollan y participan en los movimientos y protestas sino “provocadores”, “golpeadores”, o “individuos ajenos a los conflictos” que “están atentando contra la paz social”, afectando a los “verdaderos oaxaqueños”, a los “ciudadanos pacíficos” que no tienen nada que ver en el asunto, “ocasionando la pérdida de millones de pesos”, etcétera, etcétera. Todo esto indudablemente busca justificar la represión del gobierno foxista que a toda costa quiere acabar con el movimiento político de distintos sectores sociales que hartos de la injusticia e impunidad con que actúan los malos gobernantes, se organizan y luchan de diferentes maneras para cambiar la realidad del país.

En este contexto se sitúa la desinformación y la campaña de descalificación y desprestigio que sobre el movimiento de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) instrumenta el Estado a través de Televisa y TV Azteca (que así corresponden a la aprobación de la llamada “ley Televisa” que les da todas las concesiones y privilegios), además de la colaboración de las radiodifusoras subordinadas y coludidas a sus intereses para crear una corriente de opinión contraria a la protesta popular y a las movilizaciones sociales, así como preparar las condiciones favorables para tratar de justificar la represión, intimidar a quienes protesten y obtener el respaldo de una parte de la sociedad.

Desde los inicios de su movimiento los maestros de la sección 22 y la APPO han declarado de manera permanente el carácter pacífico de su lucha y han actuado en consecuencia. Situación que ha sido aprovechada por el Estado federal para asesinar a luchadores sociales, además de provocar y agredir al movimiento no sólo en el aspecto declarativo sino en los hechos mismos, al enviar a la Policía Federal Preventiva (PFP, -la misma que entro a Atenco a reprimir, a violar, a detener, a catear domicilios, a robar-), para supuestamente reestablecer la paz cuando en realidad la orden era ocupar la ciudad de Oaxaca, reprimir a la población, y sitiar materialmente al estado.

Fox, Ulises Ruíz y el PRIAN calcularon que podían actuar con toda impunidad, pues si la APPO y el magisterio se autodefinieron como un movimiento pacífico, esperaban que no contestarían a la represión, y que con el asesinato o la desaparición forzada de algunos participantes y la detención de sus dirigentes, el movimiento entraría en una situación de intimidación, de frustración y desánimo que les hiciera abandonar sus demandas y su lucha, permitiéndoles así, seguir imponiendo como gobernador de Oaxaca al cacique, represor y asesino, Ulises Ruíz.

Pero la historia del pueblo de Oaxaca, como el de la mayoría de los mexicanos ha sido de injusticia, de miseria, de marginación; de vivir y padecer la arbitrariedad y la impunidad de los ricos, de la elite política y empresarial que gobierna en nuestro país. Y los problemas en Oaxaca no se iniciaron con las demandas magisteriales de rezonificación ocasionadas por la profundización de la carestía de la vida; ni las organizaciones integradas a la APPO surgieron a raíz de la represión instrumentada el 14 de junio por el gobierno de Ulises Ruiz. No, la lucha y resistencia del pueblo de Oaxaca es de muchos años atrás, en los que se le ha mantenido sojuzgado, marginado y sometido a los intereses de los caciques y de las élites políticas de los gobernantes a quienes sólo les interesa el poder para llenar sus bolsillos de jugosas riquezas a costa de mantenerlo en la miseria y la marginación.

En esa larga lucha de resistencia el pueblo oaxaqueño ha comprendido que sólo con su organización y movilización puede defender sus intereses y lograr arrancar a los gobiernos en turno, la solución de sus demandas.

Por ello, y contrariamente a lo que esperaban los gobiernos federal, estatal, las fuerzas represivas (PFP, paramilitares e incluso miembros de La Marina y del ejército) y los medios informativos (¿o des informativos?), el operativo policíaco ordenado por el gobierno de Fox e iniciado el 29 de octubre que tiene como precedente el caso de Atenco (en donde al igual que en Oaxaca se cercó y actuó contra un pueblo empleando la represión, la detención arbitraria, el allanamiento, los cateos, la guerra sucia y la impunidad), se ha enfrentado a la resistencia y autodefensa, no sólo de la APPO y del magisterio, sino de la mayoría de la población oaxaqueña quien ha desarrollado una lucha heroica, valiente, de mucha riqueza en sus formas, producto de la creatividad y experiencia histórica de un pueblo indignado al ser ultrajado y ofendido por el gobierno federal, estatal y la clase política que los secunda.

La resistencia del pueblo de Oaxaca ante la ocupación militar y policíaca es un ejemplo de lo que es capaz de hacer un pueblo en la defensa de la libertad, la justicia y la democracia de su estado y de su patria.

Por lo que a nosotros se refiere, también somos pueblo organizado en una fuerza político-militar que luchamos por construir una mejor sociedad, con democracia, justicia y libertad. Ante la falta de espacios políticos de cauces para la democracia en el país; ante la militarización, la represión y la guerra sucia como respuesta del Estado a toda protesta popular organizada, hemos optado por la lucha armada para enfrentar la violencia del Estado y participar y aportar a la lucha libertaria del pueblo mexicano. Entendemos que se puede o no estar de acuerdo con esta forma de lucha, pero de eso no depende ni su validez, ni nuestra existencia como fuerza o fuerzas revolucionarias.

Hemos asumido el compromiso de contribuir a impedir se siga reprimiendo impunemente a la población que se organiza, moviliza y manifiesta políticamente en contra de la injusticia, la inequidad y la impunidad del mal gobierno que pretende aniquilar la conciencia y la capacidad creativa del ser humano.

Las acciones que realizamos no buscan los reflectores. Son manifestación de una forma de lucha de los pueblos que empleamos para enfrentar a los malos gobiernos, explotadores y represores, cuando no escuchan nuestras voces ni nuestras demandas; cuando no se interesan por dar solución a nuestros problemas y satisfacción a nuestras necesidades mínimas de alimentación, salud, vivienda, educación, agua, luz, etc.; cuando nos quieren mantener sometidos a la arbitrariedad, la injusticia, la violación de nuestros derechos, la marginación y la miseria. No podemos enfrentarlos sólo con la palabra, ni de tratar de convencerlos de que el sistema capitalista y su modelo neoliberal no tienen futuro –a pesar de todos los argumentos científicos que podamos emplear para ello-. Tampoco se trata de apelar a su buena voluntad para que abandonen sus prácticas de explotación e injusticia. Ellos cuentan con todos los medios (económicos, políticos, militares, tecnológicos, de comunicación) para conservar y reproducir el sistema económico capitalista, el predominio de su ideología y sus privilegios de clase dominante. Por eso, reconociendo la validez e importancia de todas las formas de lucha, hemos optado por la lucha armada.

Forma de lucha que no es ajena a las demás formas de lucha ni tampoco se reduce a las acciones armadas en contra del enemigo de clase. Que, por el contrario, nos exige la preparación, el desarrollo y la construcción en todos los aspectos (político, científico, ideológico, cultural) y no sólo en el aspecto militar. Por lo que nuestro actuar no sólo se manifiesta en las acciones armadas que realizamos sino en un trabajo de organización y construcción política más amplio con y desde el pueblo.

Las acciones armadas que realizamos la madrugada del lunes 5 de noviembre en coordinación con otras organizaciones revolucionarias son una forma de expresión política dirigida a objetivos elegidos por tratarse de instituciones que han contribuido desde tiempo atrás y ahora de una manera más abierta al resquebrajamiento de la democracia al cerrar los cauces de participación legal y ser instituciones representativas de la ultraderecha que gobierna en el país a través de una política económica y unas leyes que en nombre de una supuesta paz y un “Estado de derecho”condenan todo acto de inconformidad y rebeldía del pueblo que viene organizándose y creando diferentes formas de resistencia para oponerse y enfrentar la violencia del Estado ejercida en su contra.

Las acciones realizadas son también el resultado de un proceso de articulación de múltiples voluntades y esfuerzos de la militancia para abrir otros cauces políticos para la lucha. Porque si bien hay diferencias que van a persistir entre las diversas organizaciones revolucionarias que nos coordinamos, esto no ha impedido sino ha enriquecido la articulación para un proceso de mayor alcance con un objetivo común: contribuir a la transformación de la sociedad mexicana y la construcción de una nueva, basada en la libertad, la democracia y la justicia social.

En Oaxaca, como en otras partes del país, los asesinatos, las detenciones y desapariciones forzadas van en aumento, sin contar los amenazados con una orden de aprehensión en su contra. Todos los mexicanos que nos oponemos a la injusticia tenemos la obligación de buscar información sobre los detenidos, hacer un recuento de los que están desaparecidos, estar alertas con respecto a los que tienen orden de aprehensión para impedir que los detengan. Pero sobre todo, tenemos la obligación de no dejarlos en el olvido, de luchar por ellos y por todos los presos políticos del país hasta lograr su libertad.

Lo que están viviendo nuestros hermanos oaxaqueños es una muestra de lo que se propone instrumentar como práctica corriente el gobierno panista entrante para tratar de imponerse y contener el descontento y la protesta popular que día con día crece y se profundiza ante el fraude electoral, y la continuidad de un gobierno servil a los intereses del imperialismo a quien no le interesa solucionar las demandas y necesidades de los mexicanos.

Por nuestra parte seguiremos actuando como medida de autodefensa contra la represión y la guerra sucia del Estado, que viola la voluntad y los derechos de todos los mexicanos. Estamos dispuestos a seguir actuando contra todos aquellos que pretendan seguir atentando contra el pueblo que lucha por una mejor sociedad, por la democracia, la libertad y la justicia. No permitiremos que se trate de utilizar nuestra participación en la lucha por la transformación del país, que también es nuestra lucha porque somos parte de ese pueblo marginado y oprimido, para tratar de justificar lo injustificable: la represión del pueblo.

Hacemos un llamado a todas las fuerzas insurgentes y libertarias de nuestro país y a todos nuestros hermanos: hombres, mujeres, jóvenes, de la tercera edad, campesinos, obreros, amas de casa, colonos, estudiantes, maestros, intelectuales, pequeños y medianos comerciantes, homosexuales, lesbianas, y a todos aquellos que se han visto obligados a ocultar su rostro por la infamia de la clase dominante en este sistema capitalista que, al marginarnos, pretende negar nuestra existencia. Les hacemos un llamado a desarrollar todas las formas de lucha, a participar y unir nuestros esfuerzos en este proceso histórico cultural para construir nuevas formas de relación social; a realizar un Nuevo Constituyente, a construir una nueva república y elaborar una nueva Constitución que emane de la participación y la voluntad de todas las fuerzas progresistas del país.


¡FUERA ULISES RUIZ ORTIZ Y LAS FUERZAS FEDERALES DEL ESTADO DE OAXACA1

¡PRESENTACIÓN INMEDIATA DE LOS DESAPARECIDOS Y LIBERTAD DE LOS CIUDADANOS PRESOS EN ATENCO, OAXACA Y TODO EL PAÍS!

¡CASTIGO A LOS RESPONSABLES INTELECTUALES Y MATERIALES DE LAS TORTURAS, VIOLACIONES Y ABUSOS SEXUALES CONTRA LOS Y LAS ACTIVISTAS DE LOS DISTINTOS MOVIMIENTOS SOCIALES DEL PAÍS!

¡POR LA UNIDAD DEL PUEBLO Y LA COORDINACIÓN REVOLUCIONARIA!


¡JUSTICIA, TIERRA, TRABAJO, DEMOCRACIA Y LIBERTAD!

ORGANIZACIÓN INSURGENTE 1º DE MAYO.