Hidalgo, 27 de noviembre de 2006

AL PUEBLO DE MEXICO
AL PUEBLO DE HIDALGO
A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN NACIONALES E INTERNACIONALES
A LOS ORGANISMOS DEFENSORES DE LOS DERECHOS HUMANOS

¡HERMANAS, HERMANOS, CAMARADAS!


Hermanos oaxaqueños, el auge y algidez de su digna lucha que mantienen por medio año, es parte del proceso de transformación revolucionaria a la que nos encaminamos y empujamos los oprimidos y explotados por construir una patria sin desigualdades.

En las distintas regiones de nuestro estado, campesinos-indígenas, trabajadores del campo y la ciudad, al igual que ustedes, enfrentamos en un pasado reciente principalmente en el campo los embates frontales del ejército federal y bandas paramilitares que protegían y servían a sanguinarios caciques, estos subhumanos de la horca y cuchillo que despojaban de sus tierras a sus legítimos dueños, acasillaban a familias enteras para explotarlas hasta la muerte, torturaban y asesinaban a todo aquel que levantara la vista y la voz ante sus verdugos, ellos eran la autoridad, la ley, la opresión política y la barbarie era su justicia.

En las colonias populares de las principales ciudades y en los centros de trabajo se repetía lo mismo, marginación, sobreexplotación y represión como el proceso de usufructuar y apropiamiento de la riqueza producida por todo un pueblo para beneficio de la elite gobernante, una burguesía de carácter caciquil que ha detentado el poder desde siempre, es por eso que el ejecutivo estatal y principales círculos del poder han estado sólo en manos de unas cuantas familias de origen priísta fundamentalmente.

Por ello en Hidalgo, como en Oaxaca y a todo la ancho y largo del país y en sus distintas etapas históricas, la lucha de clases siempre ha estado viva de manera real, aunque conceptualmente pretenda tergiversarla y formalmente anularla del contexto sociopolítico actual, pero sus manifestaciones son de lo más diverso y desigual, que cruza por momentos de “calma” hasta su agudización como la etapa que hoy vivimos, que al pueblo se le pretende vencer con violencia y el pueblo responde con la violencia en uso legítimo de la autodefensa.

Muestra de que la lucha de clases no puede dejar de existir en el capitalismo por decreto del imperialismo, ni con los más “variados” relevos de las diferentes raleas del gobierno burgués, como tampoco puede ser sustituida con la limitada y elitista actividad de los políticos de oficio en su lucha del poder por el poder, menos aun por acomodaticias conclusiones de algunos intelectuales, estudiosos y periodistas que se indignan y ofenden cada vez que el movimiento popular o revolucionario hace valer sus derechos y defiende sus intereses.

La lucha de clases se concretiza por una parte en la implementación de las distintas formas de lucha, organización, movilización y acción de los distintos sectores del pueblo en la conquista por sus demandas inmediatas e históricas, en los ámbitos legal y clandestino; la otra parte se compone de la burguesía que mediante sus diferentes formas antipopulares y represivas siempre estará empeñada en negarse a resolver satisfactoriamente nuestras legítimas demandas e imponer sus mezquinos intereses.

Como elemento engendrado por el injusto sistema capitalista, por su probada capacidad de justicia popular y transformador social, la lucha de clases siempre ha estado ahí -en Oaxaca- al igual que se encuentra viva en las distintas regiones del país, con dinámicas y desarrollo propio. Su notoriedad masiva y trascendencia histórica depende de la relevancia política, económica y social que tengan las demandas enarboladas con respecto al régimen imperante, pero sobre todo, si las reivindicaciones y las formas de lucha impulsadas están trastocando las corruptas, espurias y por tanto caducas instituciones del poder burgués, porque de ello depende con la rabia y saña con que responda éste al pueblo en lucha.

Contrario a la “optimista” opinión de líderes neoportunistas, la parte gubernamental y la prensa comprometida con la oligarquía: el regreso a la “normalidad”, la “distensión”, “reconciliación” e “instauración del estado de derecho”, son sólo autojustificaciones para imponer un estado de sitio militar-policíaco, falsas declaraciones que utilizan como coartada para encubrir la etapa más crítica y riesgosa para el movimiento popular.

Porque bajo el supuesto “estado de derecho” y que las “aguas vuelven a su nivel” comunmente el movimiento en un exceso de confianza se desmovilizan de manera relajada; bajan la guardia en las medidas esenciales de protección personal y colectiva; la atención nacional e internacional de la prensa, de los diferentes organismos gubernamentales y no gubernamentales disminuye notablemente, creándose con ello el momento idóneo para que los distintos cuerpos policíacos, militares y paramilitares, abiertos y clandestinos del Estado intensifiquen de manera selectiva, sistemática y jerárquica la guerra sucia contra el pueblo, mediante la desaparición forzada y asesinato en base a lista proporcionada por los infiltrados del movimiento, visores y orejas que merodean a los distintos núcleos de activistas de la APPO y organismos solidarios, que no necesariamente serán quienes figuraron como voceros y la dirección colectiva del movimiento, el objetivo es destruir a los más consecuentes y avanzado del movimiento, es decir a los que no se corrompan ni claudiquen.

La alerta es para todos quienes se mantienen movilizados en resistencia activa, cumpliendo las nuevas tareas y comisiones que la actual etapa exige, deben conservar la unidad orgánica y funcionalidad como organización popular, actualizar y revisar la lista de brigadistas y comisionados corroborando que estén en sus lugres de origen, que llegaron a la tarea encomendada, hay que proceder ya de manera acorde con los infiltrados y delatores; continuar con la exigencia de cancelación definitiva de las órdenes de aprehensión, libertad a los presos políticos y presentación con vida a los detenidos desaparecidos. A proteger a los hombres y mujeres de avanzada, a revolucionarios y manteniendo estricto control en nuestras comunidades.

A los distintos medios de comunicación masiva y organismos defensores de los derechos humanos, les decimos que es este el peor momento para retirarse de Oaxaca, pues deja brecha libre para la guerra sorda y que imperen a sus anchas la impunidad; las corresponsalías de la prensa deben mantenerse y las misiones de ONG tiene que intensificarse, ambas por ética y solidaridad, los llamamos a seguir brindando la solidaridad, la venta de la nota debe quedar rebasada al igual que los protagonismos es la hora de la verdad.

Retomando el punto de la situación local de nuestra entidad federativa, nos enfrentamos a un demagogo gobernador que se proclama junto con de su gabinete partidario por una reforma de Estado, pero en realidad es una actitud oportunista secundado a la línea del PRI de darle un espaldarazo a Felipe Calderón para obtener prebendas económicas, sobre todas las cosas, y políticas para su partido y administración.

De esta manera es que la fiebre de “demócratas de discurso” exigidos por la crisis política actual, llega hasta nuestras tierras, pero que se evidencía que es sólo una política mediática. ¿Un paladín de la “democracia y justicia”? no debería tener a la gran mayoría de sus “gobernados” con grandes e irreversibles rezagos en los aspectos económicos y sociales, resultado de la continuidad de una administración que ya duró más de siete años cuyo carácter caciquil-empresarial podría obtener otros resultados que puras injusticias.

Hidalgo, de manera acelerada y continua se encuentra entre los principales estados de la República con más emigración, cambiando radicalmente los destinos de nuestros hermanos que normalmente eran Nuevo León, Tamaulipas, DF y Coahuila, por los Estados Unidos profundizando aun más el drama social que representa la emigración de un miembro de la familia y varios del núcleo de población.

Como consecuencia de la marginación y miseria que prevalece en el campo, en un estado donde el más del 60 por ciento de sus poblaciones son rurales y de éstas casi la mitad pertenecen a una etnia, la mayoría de las poblaciones en la actualidad son caseríos en los que la desolación y la miseria cunden por doquier resultado de falta de oportunidades o despojos. En estos pueblos hay coraje e indignación, que no cabe en los estudios de politólogos posmodernista y molesta a políticos coyunturales.

Reproduciendo a calca las políticas neoliberales instalan maquiladoras como solución a la grandes carencias de empleo, que en sí, son medidas que sólo benefician a la oligarquía nacional y extranjera, y a los trabajadores les impone como única alternativa, inhumanas e injustas condiciones de trabajo por salarios de hambre y por su puesto sin seguridad ni garantía de empleo permanente. Eso sí cada maquiladora que se instala es motivo de encendidos discursos por políticos de toda laya en donde se “combate” al desempleo, discursos que la misma realidad se encarga de mandarlos al basurero porque esos empleos que dicen generar son remunerados con salarios miserables y jornadas de explotación sobrehumana.

Que decir de la educación como en el resto del país se aplican políticas neoliberales tendientes a la privatización de ella, con la característica de sumar formas caciquiles-empresariales de gobernar que se amalgaman para allanar el camino de la privatización de la educación, en donde ésta cada vez es más un privilegio y no un derecho, para los hijos de los oligarcas y de los caciques-empresarios las instituciones que los capaciten para que el día de mañana asuman el poder y administren las riquezas mal habidas, para el pueblo instituciones educativas de mala calidad, es decir patito como dice el pueblo, que producen año con año un ejército de desempleados porque ya ni en el nivel técnico se encuentra trabajo, a lo sumo producen mano de obra semicalificada para las maquiladoras.

El atraso cultural, educativo y económico se acentúa en la medida de la aplicación de las políticas neoliberales a las que recurren los diferentes grupos de poder caciquil, independientemente del color partidista con el que envuelvan, sus pugnas son conciliables y qué importa entre ellos si ayer Guadarrama era priista y hoy es perredista, por lo que hace sigue siendo priista sólo que con camiseta amarilla, caso que condensa la verdadera esencia de los diferentes grupos caciquiles-empresariales que hoy detentan la administración pública y el poder económico como siempre.

La pobreza y la miseria en nuestro estado cada vez son más inocultables que hipócritamente reconocen funcionarios y políticos que de siempre han vivido del erario público, rasgándose las vestiduras pero que en cada medida política de este gobierno no hacen más que reproducir el régimen neoliberal que engendra a diario miseria y pobreza que se expresa en la voz del pueblo cuando dice que “no tenemos ni qué comer”.

A estos políticos de derecha y centro de diferentes matices es a quien les preocupa y aterroriza que el pueblo se organice, que pida y exija sus derechos por la vía de la organización y la movilización, a todos ellos les asusta el cuestionamiento de estas instituciones, sus instituciones que sólo sirven para legitimar el régimen de opresión política que vivimos, por eso condenan toda manifestación popular que atente contra sus mezquinos intereses y exigen “todo el peso de la ley”, que no es otra cosa que la aplicación de más medidas fascistas.

Sólo así se puede explicar el secuestro del zócalo de Oaxaca por la PFP y su actuar mancomunado con los grupos de paramilitares formados con funcionarios priistas; sólo así se puede comprender el cerco policíaco-militar en torno al congreso del estado para que el 1º de diciembre se pueda realizar la ceremonia de imposición de Felipe Calderón quien sólo podrá permanecer en el anhelado puesto con los puntales del aparato represivo constituido precisamente por esas instituciones que destilan podredumbre y los cuerpos policíaco-militares.

La polarización de nuestra sociedad es inocultable y Oaxaca es uno más de los síntomas del estallido social que se gesta en el país, ¡A prepararse conscientemente!, ¡A buscar contacto con los revolucionarios del PDPR-EPR!, ¡A leer y distribuir la propaganda revolucionaria!

¡POR LA REVOLUCION SOCIALISTA!
¡VENCER O MORIR!
¡POR NUESTROS CAMARADAS PROLETARIOS!
¡RESUELTOS A VENCER!
¡CON LA GUERRA POPULAR!
¡EL EPR TRIUNFARA!
COMITÉ ESTATAL
DEL
PARTIDO DEMOCRATICO POPULAR REVOLUCIONARIO
PDPR
COMANDANCIA MILITAR DE ZONA
DEL
EJÉRCITO POPULAR REVOLUCIONARIO
EPR

Año 42
Hidalgo, a 27 de noviembre de 2006