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132 aniversario del Grito de Lares

BOLETÍN ESPECIAL

GRITO DE LARES: 132 ANIVERSARIO

23 de septiembre de 2000

Editorial

En esta fecha histórica conmemoramos el 132 aniversario de aquella gesta que marcó de manera definitiva e indestructible, nuestra plasmación como nación y existencia puertorriqueña. Los Macheteros nos unimos a nuestro pueblo presente en este altar de la Patria al cual, al decir de don Pedro Albizu Campos, tenemos que venir de rodillas. Lares es, y tiene que ser, sinónimo de lucha decidida, popular, sacrificada, desprendida y profundamente revolucionaria.

Sin duda alguna, el desarrollo de nuestro proceso libertario ha estado plagado de numerosos problemas que han entorpecido el camino hacia la conquista de nuestros derechos fundamentales a la independencia y a la justicia social. La imposibilidad histórica para desarrollar una unidad revolucionaria entre todas las fuerzas que tenemos como meta no sólo la independencia, sino también las más profundas conquistas en torno a los derechos humanos, civiles, de sobrevivencia, ha imposibilitado avances de carácter estratégico para nuestro pueblo. La gran mayoría de los elementos que han imposibilitado un sano proceso unitario han sido promovidos -directa o indirectamente- por los colonialistas yanquis y sus serviles administradores del patio. Otros elementos, quizás los menos, surgen como resultado de nuestras deficiencias humanas que emanan del propio sistema económico y político que establece el marco de relaciones sociales que enmarcan nuestra formación y comportamiento individual.

Es, precisamente, un sistema que coloca al individuo por encima de la colectividad como factor fundamental para las relaciones sociales. En otras palabras, el individualismo, con todos los elementos negativos que le dan cuerpo (egoísmo, arrogancia, soberbia, protagonismo, etc.), es no sólo promovido por los colonialistas yanquis; es, a su vez, utilizado como uno de los fundamentales mecanismos divisionistas. Sus operativos de inteligencia, documentados por estudios investigativos realizados por personas como doña Carmen Gautier Mayoral, e históricamente impulsados por el FBI, así lo demuestran con toda claridad. Igualmente, las miles de carpetas levantadas por los cuerpos de inteligencia policiaca dirigidos por el FBI lo corroboran.

No obstante, los pueblos vamos aprendiendo las lecciones históricas. Y, sobre todo, es inevitable que nuestros enemigos, dada su naturaleza de manipulación y mentiras, puedan mantener ese estado de situación sin entrar en contradicciones. Vieques constituye una de esas situaciones en las cuales se les ha hecho difícil romper el espíritu unitario que ha sacudido la fibra más profunda de la conciencia puertorriqueña.

Por primera vez en muchas décadas, pudimos ver cómo los sectores religiosos más avanzados asumieron unas responsabilidades en torno a lograr satisfacer la paz para Vieques, mediante el llamado a todo el pueblo en una lucha antisectaria para sacar a la Marina de Guerra yanqui de esa abusada isla puertorriqueña. La respuesta de nuestro pueblo fue inmediata y masiva. El sector independentista, quizás por primera vez en nuestra historia, respondimos sin protagonismos a ese llamado y, durante largos meses, nuestro pueblo se escuchó con una sola voz. Es para todos muy claro, que el almirantazgo tembló, y Washington intensificó su estrategia orientada hacia dividir la voz del pueblo.

Las ofertas monetarias para la compra de conciencias, las mentiras en términos de "devolución de tierras", las promesas de desarrollo económico, de limpieza ambiental, etc., por parte de la Marina, no se han hecho esperar. Washington reclutó al gobernador y a su partido como vanguardia para corromper a los puertorriqueños, y su consiguiente división. Han obtenido algunos avances en esa dirección, pero, en el fondo, lo único que han logrado es aclarar, para beneficio de todos los puertorriqueños, quiénes están verdaderamente a favor del pueblo, y quiénes en contra. No hay duda alguna de que el gobierno de Rosselló, sus portavoces en las cámaras legislativas capitaneados por Edwin Mundo, Orlando Parga y compañía, se van por la borda actuando como apologistas y defensores de sus benefactores.

Por otro lado, los diversos sectores independentistas, a mayor o menor grado, hemos hecho todo lo que está a nuestro alcance particular para que el proceso unitario no se malogre. No podemos dejar de reconocer que los dirigentes del Partido Independentista han respondido con fervor a las reclamaciones no sólo de los líderes espirituales, sino también a las voces de su propia base que, por regla general, ha sido unitaria. Han establecido una política de desobediencia civil que se conforma perfectamente a lo que son las proyecciones ideológicas de dicho partido, y han sido muy consecuentes con ella. Su liderato, y una buena parte de sus cuadros intermedios y de base, "han violado la ley del imperio para cumplir la ley de la patria". Ese esfuerzo tiene que ser reconocido por todos.

La línea adoptada al no reconocer la corte federal y su aplicación de leyes en nuestra patria, es cónsona con el pensamiento albizuista. Si bien es cierto que el gran patriota e ideólogo puertorriqueño, don Pedro Albizu Campos, denunciaba la participación, inclusive, en el sistema electoral impuesto por los colonialistas en Puerto Rico, no lo es menos que esa política de "no reconocer la corte federal" es sumamente positiva y constituye otro paso de avance orientado hacia la unidad del movimiento independentista puertorriqueño.

El avance es indudablemente positivo, y así lo es reconocido por el Ejército Popular Boricua - Los Macheteros. Aun cuando existen otros elementos político-ideológicos que son de naturaleza clasista y de aspiraciones sociales orientadas hacia la condenación del sistema capitalista y sus innumerables injusticias a que somete a los pueblos, particularmente a los humildes, estamos confiados en que el acercamiento se irá profundizando en tanto y en cuanto la lucha sea masivamente ampliada, y las reclamaciones de justicia sean adoptadas como elementos de causa común. Esperamos esos días que sabemos están cerca.

Quizás el 132 aniversario del Grito de Lares, que en sí mismo constituye el último del siglo XX, constituya el portal hacia un proceso renovado, masivo, unitario y de amplio respeto entre todos los que, desde diversas perspectivas, participamos en este proceso de lucha libertaria.

¡QUE VIVA PUERTO RICO LIBRE!
¡HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!
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Septiembre

Más que un mes es una ruta sagrada en donde hemos ido, por diversas razones, a cobijarnos como pueblo. Por eso no viene mal identificar la senda, dejar señales que nos orienten hacia hoy. Este viaje es profundo pero simple, es un viaje de ida, el regreso es responsabilidad de cada quien. Como único depósito debe dejar sus huellas en el camino. Le agradecemos su compañía. Comenzamos...

Primero, supere el 30 de agosto mientras recuerda el patético espectáculo de los arrestos. Siga adelante... Manténgase a la izquierda y encontrará un letrero que dice: Levántate y anda... Ahí encontrará a un hombre acostumbrado a luchar contra el dolor, conocedor del milagro bifásico de la vida y la muerte. Observe como empuña una luna nueva mientras cumple su juramento hipocrático en la cabecera de la Patria. Ese hombre de pulso firme sutura la herida de los montes cauteriza al miedo, extirpa la sumisión y trae a la luz la insurrección en Lares.

Continúe caminando según su ritmo. Más adelante encontrará una enorme Piedra tallada en donde se lee, con alguna dificultad por el limo: Sobre esta Piedra edificaré mi Templo... Observe bien el mapa que tiene al frente. Localice el sector de Tenerías. Descanse un poco, en Ponce siempre hace mucho calor. Ahora observe el agosto de este pueblo cuando nace el pequeño mulato. Se da cuenta que es genial, pues ese niño de luz es un modelo cotizado de sacrificio y valor para resucitar. Así como Jesús sacrificó su vida material para que su pueblo alcanzara la inmortalidad del espíritu, así también Don Pedro, diezmó su vida toda para que continuara vivo en el espíritu, la libertad.

Ahora con mucho cuidado suba un poco, siempre a su izquierda, deje que los vientos lo lleven hasta la ciudad. Le advertimos que hace muchísimo frío, abríguese bien, no vaya a resfriarse y tengamos problemas con conseguir servicios de salud... Hace frío verdad, ¡¡se lo dije!! En esta casa no hay calefacción, sólo la pobreza gerena calor. Tenga, aguánteme a este muchachito, verdad que tiene ojos de victoria. Al cabo de algún tiempo será el más buscado por siete millones de razones, será el nunca hallado por setenta veces siete razones de luchas. Ahora mientras lo acuna, observe bien la luna, alcanza a entender su brillo tenue: Vende lo que tienes, y dalo a los pobres.


Mucho cuidado, si acaso le preguntan si lo ha visto hágase el cuerdo y diga que no. Compórtese natural, haga como él, que sigue tranquilito caminando sobre Ríos. Hay una recompensa pendiente para quien lo chotee, pero eso no es con nosotros. Ya estamos en el territorio. Él conoce cada pedazo de esta tierra, las nubes lo cobijan con lluvias torrenciales. Cuando va caminando la yerba crece rápido para ocultar sus pasos, no hay forma de que lleguen hasta aquí, estamos tan cerquita que parece que es lejos.

1,2,3,4,5,6,7,8,9,10 años es la mitad de nada, pero es un todo de batallas y victorias. ¡Alto! ¡Atención! Venga ese abrazo, en este ejército el saludo es fraternal. Ahí está él, que no lo conoce, pues acerque más el espejo, fíjese bien en los ojos, ahora sí lo conoce, claro ese es usted Ojeda. Me alegra tanto verlo y sabe qué me pasa que cada vez que me miro en su espejo veo escrito en mi frente: Ven y sígueme.