Colombia entre la Paracrisis y el entreguismo

COLOMBIA ENTRE LA PARACRISIS Y EL ENTREGUISMO

Quiroz (Frente Internacional ELN)

Para el país e incluso la comunidad internacional, que asiste “impávida” dentro de lo que cabe, no existe ninguna duda sobre el nuevo “proceso 8000 pero de Uribe".
Efectivamente es el escándalo de la llamada parapolitica, donde muchos congresistas se ha comprobado su vinculación de cerca del 35% del congreso, de funcionarios, políticos y medios con el paramilitarismo. Por no mencionar a la cúpula de las Fuerzas militares, el das, y demás organismos e instituciones del estado colombiano.

La oligarquía terrateniente, históricamente ha defendido la figura presidencial, y ha sido muy cuidadosa por conservarla y protegerla como institución, por eso andan de tumbe en tumbe buscando salidas a la crisis, como lo han hecho en otras ocasiones, algunos expresidentes y jefes caciques de los partidos tradicionales han respaldado al jefe de Paraestado, salpicado hoy por la mas desvergonzada e impune complacencia con el narcoparamilitarismo.Pero la salida que busca la oligarquía transita por mejorar la correlación de fuerzas dentro del bloque dominante y pro imperialista, sin que se afecte la estabilidad de la institución burguesa.



Todos los caminos del escándalo de la narcopolitica, conducen al palacio de gobierno, pues, para nadie es un secreto que la familia Uribe Vélez esta emparentada con el narcotráfico desde el mismo nacimiento del cartel de Medellín.El presidente AUV-AUC, desde su lugar como gobernador de Antioquia logra de manera legal la forma de multiplicar las bandas paramilitares en el departamento y por ende en el país, responsables de la enorme crisis humanitaria que el país vive hoy. El exitoso Narcojefe de Estado, se convirtió en el mejor representante de la extrema derecha, capo del narcotráfico y cabecilla del paramilitarismo.

A todo esto debemos agregarle, que su estrategia guerrerista a la luz de este 2007 no ha arrojado ningún “resultado”, sino por el contrario ha disparado, la insostenibilidad, del sistema imperante, que se refleja en un sistema de los mas injustos e inequitativos del continente; de una economía soportada, por el lavado de los narcodólares producto del negocio del narcotráfico.

El gobierno de Colombia hoy, esta sustentado, bajo la imposición cínica y criminal de un estado edificado sobre las bases de una fuerza narcoparamilitar que impuso en las ultimas elecciones a funcionarios de los cuerpos legislativos y ejecutivos en municipios, departamentos y en lo nacional, por tanto estas elecciones son ilegales e ilegitimas.

Ante la cruda realidad colombiana y esta crisis es imprescindible buscarle desde los sectores populares, entre tod@s salidas posibles y realizables. Y en este propósito una de las tareas hoy debe ser la de profundizar la crisis de la gobernabilidad, al calor de la lucha política para exigir a todas voces la verdad ,la justicia y la reparación, para desenmascarar las mentiras, la impunidad y que realmente se conozca la verdad sobre el Terrorismo de Estado y su narcoparamilitarismo.

Los Señores de la guerra paraestatal no tienen futuro en un país que transita por varios escenarios, uno de ellos el de la protesta social, que se desarrolla y avanza como un gran torrente de lucha por el cambio. Que expresa el anhelo de miles de colombianos, por la justicia, la dignidad y la soberanía.

El segundo mandato de Uribe, estará marcado, por el desarrollo de una agenda neoliberal, autoritaria y antipopular, y ante esto las fuerzas populares debemos anteponer la revitalización de la protesta social y popular que permita, protagonizar grandes movilizaciones nacionales e incontables jornadas por la tierra, la vida, los derechos sociales, económicos y políticos, y contra el entreguismo del patrimonio nacional a las grandes trasnacionales.

La defensa de la Soberanía Nacional, El rechazo a la venta de ECOPETROL, al proceso de liquidación del área de salud del ISS (Instituto del Seguro Social) , y el refrendar la firma del tratado de libre comercio TLC, con Estados Unidos, deben constituirse en banderas de lucha y resistencia capaz de unificar y movilizar el movimiento popular a nivel nacional que potencie la búsqueda de la paz nacional, como una estrategia de paz desde las grandes mayorías y la construcción de la democracia para el pueblo. A estos retos nos sumamos los elenos, con la responsabilidad suficiente para construir la Nueva Colombia que anhelamos todos y todas.

De la Resistencia al Poder Popular…