Oaxaca de Juárez, 27 de junio de 2007

AL PUEBLO DE MEXICO
AL PUEBLO DE OAXACA
A LOS ORGANISMOS NO GUBERNAMENTALES DEFENSORES DE LOS DERECHOS HUMANOS
A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN NACIONALES E INTERNACIONALES
A LAS ORGANIZACIONES SOCIALES, POLITICAS Y POPULARES
A TODOS LOS OPOSITORES DE ESTE REGIMEN NEOLIBERAL

¡HERMANAS, HERMANOS, CAMARADAS!


Por el trato que la mayoría de los medios impresos y electrónicos están dando a nuestros comunicados existe la seguridad de que nuevamente la censura y la autocensura se aplique por comisión, omisión o convicción, sin embargo, por ética profesional no deberían de detenerse en cumplir su importante labor de difundir nuestra postura ante los acontecimientos del país, y mucho menos cuando está en juego la vida de dos luchadores sociales, sin importar la forma de lucha de la cual sean partícipes. Pero también se ha contado con la solidaridad de gente honesta y con un alto valor civil. Para quienes se guían en los marcos del periodismo mercantil preguntamos ¿Qué necesitamos hacer para ser considerados noticia?, ¿O será necesario que aparezcan los cuerpos de nuestros compañeros para que esto sea primicia?

Ya son 33 días los que llevan nuestros camaradas Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez o Raymundo Rivera Bravo en calidad de detenidos desaparecidos por este gobierno criminal; 33 días de tortura física y psicológica; 33 días de estarse ensañando los torturadores mientras los hombres del sistema siguen buscando las argucias legaloides para presentarlos como delincuentes o terroristas; 33 días de incertidumbre y dolor para amigos y familiares.

La detención-desaparición de nuestros camaradas se da dentro del contexto de la criminalización de la lucha y protesta social que se ha venido impulsando por todos los medios desde el sexenio foxista, que con cantos de sirena deslumbró a ingenuos haciendo creer que México transitaba por la democracia, pero ¡Ho! sorpresa, se estaban sentando las bases para instaurar un Estado policíaco-militar, en pocas palabras una dictadura policíaco-militar como rostro o forma de la dictadura del capital. Esa es la esencia de la involución democrática que vive el país, que hoy se vive con más crudeza la guerra sucia.

La pretensión de este gobierno es negar la existencia del repudio hacia su gobierno, el cuestionamiento por su carácter ilegítimo, la existencia de un amplio descontento popular hacia el régimen neoliberal, la existencia de presos políticos y de conciencia porque han estado insistiendo en “modernizar” el estado de derecho, en modificar la constitución, las leyes para que al luchador social, al activista político, los defensores de los derechos humanos sean procesados y encarcelados como delincuentes del fuero común. Esa política de criminalización es para todos, nadie está exento de sufrir la represión.

La política de criminalización de la lucha y la protesta social es parte de la Guerra de Baja Intensidad, la cual va acompañada del accionar de los cuerpos policíaco-militares para imponer el terrorismo de Estado que el gobierno ilegítimo de Calderón está empeñado en seguir impulsando a pesar de los crímenes de lesa humanidad que cometen las fuerzas represivas en nombre de la ley. Pero ante el constante cuestionamiento y en una maniobra sucia se están promoviendo desde la protección oficial la creación de grupos paramilitares arropados ya sea por el PRI, el PAN, la CNC, Antorcha Campesina e incluso por las transnacionales en un intento por lavar la imagen del ejército y eludir su responsabilidad en los actos de represión.

Desde esta nuestra trinchera de lucha advertimos al pueblo de México, al pueblo de Oaxaca que el gobierno de Ulises Ruiz y las fuerzas federales están preparando una nueva ofensiva represiva contra el movimiento magisterial-popular. Parte de ese plan es el “ablandamiento” o “acondicionamiento” de la opinión pública a través de las “filtraciones” que hace el CISEN e inteligencia militar en medios periodísticos dando a conocer supuestas reuniones de nuestro partido con diferentes activistas políticos y organizaciones con el claro propósito de justificar numerosas detenciones en puerta, asesinatos políticos de aquellos activistas u opositores que no se han doblegado.

La detención del concejal de la APPO César Luis Díaz, el cerco policíaco contra el pueblo de Santiago Xanica, las agresiones a los habitantes de San Isidro Aloapan por paramilitares de la CNC-Antorcha Campesina, la militarización en Totolapa, las amenazas del Consejo Ciudadano como punta de lanza del gobierno de URO contra el plantón magisterial-popular, las amenazas de muerte o encarcelamiento contra defensores de los derechos humanos son parte de esa ofensiva represiva en donde los grupos paramilitares creados y amparados por este gobierno criminal serán uno de los instrumentos represivos.

El gobierno de Carderón sigue sosteniendo contra viento y marea al de Ulises Ruiz, ambos se identifican por sus ambiciones y sus profundos resentimientos sociales, por sus aficiones fascistas, a ambos los hacemos responsables de la detención-desaparición de nuestros camaradas y las consecuencias que deriven, pero en especial hacemos responsable personal y directamente a Ulises Ruiz, recordándole que la protección desde el Estado no es eterna. Sabemos perfectamente que a nuestros camaradas hasta el 28-29 de mayo los estuvieron torturando brutalmente en las instalaciones de la procuraduría del estado, ¡No trate de eludir su responsabilidad!

Si la represión es para todos los opositores del régimen, abarcando las diferentes expresiones de organización y lucha de nuestro pueblo todos debemos reflexionar y hacer los esfuerzos necesarios para poder instrumentar un plan nacional contra la represión, contra la criminalización de la lucha y la protesta social. Y si la política de este gobierno ante la protesta social es la represión, todos, sin excepción debemos empezar a contemplar la necesidad urgente de la autodefensa en todas sus modalidades.

Este gobierno apoyado por las fuerzas policíaco-militares pretende paralizar la protesta, callar e ignorar la denuncia a través del miedo, del terror. Eso no debe ser, la desmovilización nunca debe ser una opción para nuestro pueblo, menos callar ante las injusticias o los crímenes de lesa humanidad. La exigencia de la presentación de todos los detenidos-desaparecidos, de la libertad de todos los presos políticos y de conciencia debe ser no sólo una consigna sino la tarea a impulsar permanentemente, deben ser superados los conceptos y actitudes localistas, la lucha debe ser de carácter nacional.

Desde nuestras diferentes trincheras de lucha tenemos que impulsar la resistencia popular para exigir en el plano estatal la renuncia de Ulises Ruiz y el castigo a los responsables de la represión y a nivel nacional exigir junto con quienes votaron en contra del PAN y los abstencionistas la renuncia del gobierno ilegítimo de Calderón.

Desde la masacre de Aguas Blancas hasta los resientes hechos represivos que ha vivido el país la política del régimen ha sido la represión sistemática, Aguas Blancas: ¡Ni olvido, ni perdón!, Más que un minuto de silencio, ¡Toda una vida de lucha contra el régimen de explotación y opresión!

¡POR LA PRESENTACIÓN INMEDIATA DE NUESTROS CAMARADAS!
¡VIVOS SE LOS LLEVARON, VIVOS LOS QUEREMOS!
¡LIBERTAD INMEDIATA DE LOS PRESOS POLÍTICOS Y DE CONCIENCIA DEL PAIS!

¡POR NUESTROS CAMARADAS PROLETARIOS!
¡RESUELTOS A VENCER!
¡POR LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA!
¡VENCER O MORIR!

¡CON LA GUERRA POPULAR!
¡EL EPR TRIUNFARÁ!
COMITÉ ESTATAL
DEL
PARTIDO DEMOCRATICO POPULAR REVOLUCIONARIO
PDPR

COMANDANCIA MILITAR DE ZONA
DEL
EJERCITO POPULAR REVOLUCIONARIO
EPR

Año 43.

Oaxaca de Juárez, a 27 de junio de 2007.