La nueva escena contemporánea

LA NUEVA ESCENA CONTEMPORANEA

¡Sierra de mi Perú, Perú del mundo,
y Perú al pie del orbe; yo me adhiero!

César Vallejo

La Escena Contemporánea es el nombre con el que nuestro Amauta José Carlos Mariátegui denomina al espectro mundial, al conjunto de experiencias y situaciones que, articuladas, daban forma al abanico complejo de la realidad mundial. Así, bajo esta perspectiva, el MRTA, los tupacamaristas, queremos exponer nuestra visión de la actual o de la Nueva Escena Contemporánea. Esto porque consideramos fundamental tener un marco de análisis a partir del cual desarrollar nuestra acción político-militar.

Visión mundial y nacional que se articulan y se encuentran en dialéctica colisión. Como revolucionarios y siguiendo nuestra tradición internacionalista no podemos dejar pasar por alto el panorama actual que vive la humanidad más aun cuando el desarrollo de las fuerzas del capital y su despliegue militar mundializan como nunca antes la necesaria resistencia de los pueblos.

El capitalismo necesita de su expansión constante e incesante para poder circular el capital acumulado. Para ello necesita de la anexión o control de vastas extensiones de la tierra; regiones donde viven seres humanos, sus culturas y tradiciones, espacios que encierran historias y mitos, concepciones diversas y maravillosas de la vida en la cual hay millones de formas vivas de la naturaleza. A todo ello los capitalistas denominan simplemente “mercados”.

El capitalismo es fruto de una forma de concebir y pensar el mundo; una forma que no nos es propia o inherente. Es la lógica occidental, la civilización occidental y sus formas de entender la vida, los saberes, la que ha generado lo que conocemos como capitalismo. El capitalismo es un fruto histórico concreto y no una inevitabilidad de la historia. Por eso ya tempranamente Mariátegui, cuando el Perú era aun un país predominantemente semi feudal, tuvo la sagacidad de plantear el socialismo para nuestro país. Enfrentándose a lógicas empobrecedoras del marxismo logró construir una visión propia de nuestra realidad rompiendo así con el yugo colonial, europeizante. Planteó por ello un zanjamiento frontal con la unilinealidad de la historia y puso en el centro a la acción de las fuerzas sociales como constructoras de su porvenir.

Vivimos tiempos donde los antagonismos son terriblemente trágicos. Por causa del desarrollo capitalista el mundo se ve forzado a producir un conjunto de mercancías que satisfacen sólo a un porcentaje mínimo de la población mundial y que, sin embargo, implica el deterioro acelerado y apocalíptico de la tierra, trayendo como consecuencia lógica la puesta en peligro de toda la humanidad.

Y lamentablemente no es ficción. No es ficción la destrucción de la capa de ozono; no es ficción de derretimiento de los hielos polares y tampoco es ficción el proceso de calentamiento global, el efecto invernadero etc. Y nosotros como peruanos estamos siendo de los primeros afectados por la implantación suicida del capitalismo global. Los hielos y las nieves perpetuas de la cordillera andina vienen derritiéndose y disminuyendo. Esto traerá como consecuencia no muy lejana una escasez profunda del agua para nuestras regiones costeñas. Junto a esto perecerán un conjunto de formas de la vida en la tierra.

Por ello es importante saber que lo que ahora está en juego es la vida o la muerte. Jamás como hoy tuvo mayor frescura y fuerza el “Patria o Muerte”, el “Socialismo o Muerte” y jamás como hoy se hace tan necesario aquél “Venceremos”.

El Capitalismo es reproductor de muerte. Su expansión arremete contra toda forma de diversidad que no se apreste a ser convertida en mercancía. El socialismo es potenciador de la solidaridad en todos los aspectos. El socialismo Indoamericano es expresión de otra racionalidad. Racionalidad que surge de nuestra propia historia que se alimenta de una tradición comunitarista que aun perdura.

El capitalismo entra en una etapa de crisis de hegemonía, razón por la cual se ve en la necesidad de apelar a su poderosa maquinaria tecnológico-militar a fin de asegurar el control de espacios estratégicos en su plan de recolonización del mundo.

La invasión de Afganistán e Irak evidencian el objetivo de controlar fuentes de petróleo y gas en el Asia menor así como reconfigurar políticamente el mapa para avasallar a los pueblos islámicos y entre ellos a la Revolución Islámica de Irán.

La instauración de un conjunto de bases militares en el arco antillano a la vez de ser una barrera contra Europa es fundamentalmente una amenaza para la revolución bolivariana de Venezuela y un factor para aumentar la intervención yanqui en contra de la resistencia de las FARC y del ELN en Colombia. La implantación de la base militar de Mariscal Etisgarribia en Paraguay forma parte del plan de aseguramiento y control de la fuente de agua dulce más importante del mundo, asimismo también está diseñada para intervenciones en Bolivia y truncar su proceso popular, al igual que en Brasil o en Argentina ante posibles desbordes populares. La base militar situada en Iquitos así como la situada en Manta – Ecuador y las tres bases militares en Colombia evidencian el apetito voraz de los imperialistas por controlar la selva amazónica.

Es cierto que los pueblos y sus luchas pasaron por difíciles momentos sobre todo en los años 90´s. Tanto así que el Capitalismo ensoberbecido cantó el “fin de la historia”. Había caído el muro de Berlín y el denominado “campo socialista”. No obstante, es en aquellos momentos difíciles donde logran emerger formas de resistencias creadoras y radicales en su contenido; quizás no armadas pero si potentes en su proyección emancipadora.

Así pues se desplegaba la lucha del movimiento de los trabajadores rurales sin tierra del Brasil, los que bajo la consigna de “Ocupar, Resistir, Producir” plantearon la principal contradicción en el Brasil: el tema de la propiedad y concentración de la tierra; ellos lograron articular territorio y poder al mismo tiempo que articularon y desarrollaron una pedagogía popular importantísima; asimismo plantearon no sólo la resistencia sino el planteamiento mariateguista y marxista de desterrar la “moral de esclavos” y asumir la “moral de productores”.

Cuando las trompetas imperiales hablaban del fin de las resistencias los indígenas ecuatorianos cercaban Quito planteando que había llegado el nuevo PACHAKUTI… una nueva inversión del mundo, un cambio total. El movimiento indígena supo articular un movimiento nacional que los trascendía pero que vanguardizaban al plantear “ningún derecho solo para los indígenas”. Tres gobiernos cayeron, entre ellos el del traidor Lucio Gutiérrez. Hoy es otro el panorama que vive la tierra de Eloy Alfaro y del general Inca Rumiñahui. Simultáneamente los piqueteros en Argentina daban saltos cualitativos. Del corte de rutas a la creación de espacio de contrapoder locales. El EZLN en México aparecía con un movimiento guerrillero regional que supo plantear elementos frescos y una crítica profunda al sistema establecido en México por más de 70 años.

En Bolivia, el movimiento popular desplegaba la defensa de los recursos hídricos en la denominada “Guerra del Agua” en Cochabamba y, posteriormente, la movilización y práctica insurrección popular en la denominada “Guerra del Gas” culminó con el derrocamiento del gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada el cual abriría el camino al actual proceso constituyente que vive el país del altiplano de la mano con los movimientos sociales.

Y cabe agregar el denominado “Caracazo” de 1989 en Venezuela que marca la insurrección popular en contra de las medidas neoliberales que pretendía imponer el compadre de Alan García, Carlos Andrés Pérez. Esta es la génesis de lo que posteriormente sería el 4 de febrero, fecha del levantamiento cívico militar bolivariano comandado por Hugo Chávez.

Es decir, el movimiento social nunca dejó de pelear y de buscar caminos creadores para plantear un quiebre radical de todo lo instituido. Como tupacamaristas entendemos las implicancias de la caída del campo socialista para el movimiento popular, pero como bien señaló el Comandate-Obrero, Néstor Cerpa Cartolini, lo que allí sucedió fue el fracaso de un modelo de construcción del socialismo, en tal sentido nuestra reafirmación por la construcción de una sociedad con justicia social no se ha visto quebrantada, dado que jamás hemos sido seguidistas y nuestro proyecto ha sido siempre independiente y autónomo; expresión de la lucha de nuestro pueblo. Por ello plantemos nuevamente nuestra esencia fundamentalmente mariateguista.

La aplanadora capitalista avanza destruyendo todo lo que no puede convertir en mercancía; todo lo que no puede hacer “consumible”. Y destruye culturas, impone formas de pensar, impone consumos culturales, música, literatura, modelos o estereotipos estéticos occidentales. No obstante, también en este terreno podemos decir que, a pesar de su avance, se ha desarrollado una resistencia tenaz por mantener nuestras raíces. Es ese TAKI ONKOY que se prolonga en el tiempo, peleando desde los campos de batalla de la cultura y CREANDO nuevas maneras culturales adaptando y articulando lo tradicional a lo mejor del mundo moderno porque en nuestro país la cultura no es un objeto de mostrador; a pesar de las masacres y de la fuerza brutal del dominio colonial e imperialista hemos logrado resistir como pueblo. En el Perú la cultura es viva y actuante. Los tupacamaristas rechazamos por completo a ese Perú oficial, costeño, machista y racista excluyente. Nos oponemos por lo mismo al peso que lo colonial tiene en nuestra patria. Planteamos frente a ellos lo múltiple; no creemos en el chovinismo, sí en nuestras raíces. Creemos que esta pendiente el tema de la construcción de la nación peruana y tal cual lo planteara nuestro amauta consideramos que es la tarea del socialismo en el Perú además de acabar y desaterrar por siempre el hambre y la explotación de nuestra patria. No hemos sido derrotados.

Hoy pues, llegamos al punto donde la lucha contra el capitalismo es una lucha por la vida. Y donde la lucha por la afirmación y creación de una sociedad socialista es afirmar la vida. El socialismo es ahora alternativa y único camino que asegura la continuidad de la vida en la tierra. El capitalismo, reiteramos, es expresión de una determinada manera de entender la vida y el mundo. El capitalismo no es un mero hecho económico. Esta es una lucha civilizatoria puesto que el socialismo no puede sustentar su validez en la bancarrota capitalista. Por el contrario el socialismo sustenta su validez en ser un proyecto civilizatorio superior al capitalista, distinto. Construimos este nuevo mundo y damos batalla contra las fuerzas del capitalismo porque expresamos una fe superior, un espíritu combatiente. Y todo lo que viene ocurriendo en indoamérica y en el mundo nos indica que, no obstante momentos de retroceso y repliegue, no ha podido el imperialismo quebrar la voluntad de lucha. Mientras no se quiebra la voluntad de lucha de un pueblo éste no ha sido derrotado. Los únicos vencidos, son los que no luchan.

Por todas estas consideraciones entregamos este documento, que busca articular al Perú con el mundo. “Un Perú nuevo en un mundo nuevo” eso es lo que buscamos más aun cuando la expansión capitalista mundializada nos lleva a la necesidad objetiva de mundializar nuestra lucha y mundializar nuestro pensamiento. Pero esto lo hacemos desde el Perú.

Somos hijos de lo particular universalizado. Hijos de Vallejo, el poeta, el humano, el hombre de Santiago de Chuco que siendo tan e inconfundiblemente peruano supo ser universal; hijos de José María Arguedas el hombre de “todas las sangres”; de ese ser que expresa en su forma de vivir y morir la tragedia y riqueza de nuestra cultura. Hijos del pensamiento potente de un Gustavo Gutierrez y su “Teología de la liberación”. Elevadas cumbres del pensamiento junto con nuestro Mariátegui; el de la lucha por el pan y la belleza y que nos invita a dar vida al marxismo con nuestro propio lenguaje, el que nos invita a vivir la vida peligrosamente, al de la fe combativa, al del mito movilizador. Somos hijos de la rebeldía de los pueblos, hijos de su dulzura y de su rabia. Hijos somos de sus anhelos y sus esperanzas. Por ellos este documento, como un aporte a la reflexión y la acción. Acción y reflexión integradas en un movimiento único, total.

El MRTA entrega este documento como un aporte siempre
inacabado, siempre parcial y momentáneo para que sirva de guía a nuestros militantes y para que los amigos y cualquiera que pueda acceder a este documento, tenga una idea de lo que somos y lo que planteamos. El MRTA es una organización clandestina pero su proyecto es y será siempre público.

¡Kachkaniraqmi!
Aquí estamos… Todavía somos.

Dirección Estatégica
Julio, 2007

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"Capitalismo o socialismo. Éste es el problema de nuestra época. No queremos, ciertamente, que el socialismo sea en América calco y copia. Debe ser creación heroica. Tenemos que dar vida, con nuestra propia realidad, en nuestro propio lenguaje, al socialismo indoamericano"
J.C. Mariategui


LA BARBARIE CAPITALISTA

Con el inicio del nuevo milenio el mundo asiste a un nuevo ciclo histórico marcado, de una parte por el obsesivo y criminal esfuerzo del imperialismo norteamericano de expandir su dominio a escala planetaria y, por otro lado, a la emergencia de nuevas fuerzas populares y progresistas que en la resistencia al embate imperial pugnan por construir otros horizontes civilizacionales.

Lo que está en juego en estos dos caminos que se abren no son meras zonas de influencia y control global bajo el yugo imperial o zonas de disputa o liberación que los pueblos del mundo impulsan, se trata de la confrontación de dos visiones de vida contrapuestas cuyo desenlace afectará radicalmente todas las formas de relación, organización, producción y pensamiento hasta ahora conocidas.

En efecto, los modelos de “desarrollo” ensayados a lo largo del sistema capitalista, plantean un profundo cuestionamiento a la continuidad de la vida en el planeta. Todos los modelos de producción y organización de la vida cotidiana que surgieron de las revoluciones científicas, industriales y tecnológicas se sustentaron en la voracidad del capital y la destrucción de la naturaleza, alimentadas por la energía y productos básicamente provenientes del petróleo.

Este nuevo ciclo histórico, a diferencia de toda época histórica anterior, pone a la orden del día la contradicción civilización-barbarie. Para nosotros esa pugna es el desarrollo de la contradicción norte-sur. Es la pugna por el control de las fuentes de agua dulce, oxigeno, biodiversidad, tierras cultivables, petróleo, mercados para la industria armamentista y condiciones para la reproducción del capital financiero sin límite alguno. Es la lógica del capitalismo imperial para perpetuar su dominación mundial.

Como modelo civilizacional, la barbarie capitalista, tomó fuerza a fines de los años setenta como contraposición a los modelos de Europa del este y a los estados de bienestar social que surgieron después de la Segunda Guerra Mundial. Así, asistimos en los últimos veinte años a ser testigos de grandes transformaciones en la ciencia, economía, tecnología, relaciones políticas, económicas y culturales que redefinieron el poder a escala planetaria, independientemente de su establecimiento geográfico, su tamaño y el desarrollo económico alcanzado.

Dentro de dichos cambios emergen fenómenos globales como la mundialización de la economía con preponderancia del neoliberalismo y la ruptura del consenso político militar bipolar establecido después de la Segunda Guerra Mundial. Asimismo, el desarrollo científico también ha sido un campo sujeto a la mercantilización y, por lo tanto, funcional a objetivos políticos-ideológicos, de ahí el desarrollo de la informática y las telecomunicaciones (Telemática), el perfeccionamiento de la Biotecnología y la Ingeniería Genética, la Genómica (tecnología que se basa en el uso y la manipulación de los genes en el diagnóstico, posible prevención y solución de problemas incluyendo la transformación de órganos y organismos), y la aún no publicitada Nanotecnología.

Sobre los escombros del bloque soviético se erigió y propagó la economía sin límites de las potencias a la vez que se redefinió la geopolítica mundial en bloques regionales según las prioridades del capital transnacional. Se consolidó la unipolaridad político-militar y tímidamente se reagrupa el capital en bloques que pugnan por controlar los nuevos mercados abiertos a fuerza de fusil.

De esa voraz necesidad de reproducción del capital mundializado es que surgen los grandes bloques de poder mundiales que en si mismo expresan contradicciones interimperiales en potencia, cuyo origen es la pugna y el control de mercados cautivos como son la Unión Europea (UE.), China, India, el grupo de países asiáticos con Japón a la vanguardia (ASEAN), y el Área de Libre Comercio de las Ameritas (ALCA).

El proceso de cambios a escala planetaria y las demarcaciones que de él surgieron tiene su origen en el planteamiento del rol conductor que se irrogaron los Estados Unidos respecto del mundo, tanto en su visión de “desarrollo” como de la particular manera gringa de entender la “democracia”. Las universidades norteamericanas son el lugar privilegiado donde ese “rol predestinado” que asumen se arraiga y entronca con los nuevos liderazgos neoconservadores del Partido Republicano vinculados al capital industrial-militar, petrolero y financiero. De la vieja doctrina Monroe, del viejo liberalismo y del conservadurismo cristiano-evangélico se nutren para plantear la política del “Destino Manifiesto” que no es otra cosa que la imposición del modelo político-económico y cultural norteamericano a escala planetaria.

La ofensiva de la nueva derecha se sustenta ideológicamente en tres puntos:
• Militancia anticomunista,
• Tradicionalismo social.
• Liberalismo económico.

Componentes fundamentales de esta ofensiva ideológica son los Planes de Santa Fe I, II, II y IV, impulsado este último por la reciente administración, y el Proyecto para Un Nuevo Siglo Americano (PNSA), organización que tiene como propósito “promocionar el liderazgo mundial de los Estados Unidos”. Algunas organizaciones que sustentan esta nueva derecha son entre otras: The Christian Boys. la Moral Majority, National Conservative Political Action Comité, The Heritage Foundation y Rand Corporation.
A sangre y fuego montaron su laboratorio en Chile para luego ejecutarlo con Reagan y Tatcher -Estados Unidos e Inglaterra respectivamente-, en los años ochenta. El “desmontaje” de los Estados y las conquistas político-sociales ganadas por los trabajadores en décadas de movilizaciones y luchas abrieron paso a la dictadura de las corporaciones y transnacionales tuteladas por los 7 países más ricos de la tierra y donde, paradójicamente, el Estado no fue desmontado.

RECOLONIZACION Y REDISEÑO DEL PODER IMPERIAL:

1.- LA AVANZADA NEOLIBERAL

Es en los años ochenta donde haciendo uso de todos los recursos posibles, incluyendo la intervención militar, los Estados Unidos se embarcan en concretar su política de recolonización de las zonas estratégicas del planeta necesarias para su aseguramiento como imperio, así es que imponen su propuesta conocida por todos como neoliberalismo y cuyos componentes centrales son:
• La privatización de las empresas públicas y reducción del estado al máximo en toda actividad económica. En algunos casos llegaron hasta proponer la privatización de cárceles y las cuencas hidrográficas y patrimonios nacionales.
• Maquilización del trabajo: Flexibilización laboral, automatización y desregulación del trabajo. Feminización del empleo y precarización del salario y eliminación de la seguridad social.
• Eliminación de la responsabilidad social del estado al suprimir el gasto social en áreas fundamentales como la salud, la educación, la protección de la producción nacional, etc.
• Apertura financiera para permitir la libre circulación de los capitales, suprimiendo todo tipo de regulación o control legal nacionales. Este fenómeno acelero la capacidad de rotación del capital financiero de naturaleza especulativa, multiplicando infinitamente sus ganancias y favoreciendo la fuga y descapitalización de regiones enteras del planeta.
• Potenciación de la tecnociencia en nuevas áreas como la biogenética, la electrónica para generar productos con los cuales controlar nuevos mercados y ampliar la brecha de dominación de las transnacionales.
• Control de los recursos naturales y conocimientos ancestrales de los pueblos y comunidades del sur del planeta.
• Imposición en todo el planeta del modelo cultural norteamericano, bajo el supuesto de ser la civilización predestinada, combatiendo y excluyendo la diversidad étnico-cultural.

Este modelo político-económico y militar es impuesto en todo el planeta y es parte sustancial de la nueva geopolítica que desde el Pentágono se diseña para el mundo. Sirve como instrumento base para la construcción de los nuevos teatros de operaciones y la división geopolítica que rediseñan, orientadas todas, a ese objetivo mayor: mantener la supremacía americana.

Por ello es que se plantean desde principios de los años 90 una ofensiva hacia los países que venían saliendo de la ex URSS, bajo la modalidad de aperturas democráticas y la instauración de programas de ajuste estructural que permitieran a dichos países abrir sus economías para facilitar la inversión extranjera, la libre circulación de capitales y la construcción de ciudadanías acordes con la nueva superestructura política derivadas de las democracias liberales allí impuestas. Bajo este discurso es que logran posicionar sus compañías en dichas regiones y controlar los recursos energéticos de Kazajstán, Arzebayan, Uzbekistán y Tajidhistan y avanzar hacia el ablandamiento de las pequeñas repúblicas del Cáucaso por donde pasarían los gigantescos poliductos hacia Turquía y la Unión Europea..

Dentro de esos objetivos es que se enmarca la “Guerra Infinita” o “choque de civilizaciones” que tiene como escenarios centrales el control de Irak, Irán, Afganistán, Somalia, Nigeria, Argelia, el norte de África, el golfo de Guinea. El aseguramiento de petróleo (el 70% se encontraría en el Golfo Pérsico), gas, aluminio, oro, diamantes, uranio, son los objetivos reales que aquí están en juego y sin los cuales la viabilidad misma del imperio estaría en juego. Ese es el sentido real de las bases militares y la presencia de tropas estadounidenses en las zonas estratégicas del planeta.

2.- EL REDISEÑO DEL PODER MILITAR

En ese objetivo centenares de nuevas bases militares se abrieron en todas las regiones geoestratégicas. La presencia militar viene en todos los casos acompañados de modelos económicos, de valores y cultura fiel reflejo de su modo de vida.

Dentro de esta estrategia recolonizadora se busca:

• Redefinir, en función de sus intereses, toda la arquitectura jurídica-institucional edificada después de la Segunda Guerra Mundial (ONU, Derecho Internacional Humanitario, Derechos humanos, Soberanías Nacionales, Tratado inmunidad para los miembros de sus Fuerzas Armadas, etc.). Con la doctrina de guerra preventiva se fortalece la OTAN y los acuerdos militares regionales bajo su tutela, con total impunidad.
• Con la excusa de guerra al terrorismo y la defensa de la libertad implementan políticas intimidatorias e intervencionistas en todos los países que no se sometan a sus dictados.
• Imposición de Tratados de Libre Comercio como instrumentos para conquistar nuevos mercados, adelantándose a las potencias competidoras.
• Construcción de una nueva estructura político-económica bajo su tutela como son la OMC, FMI BM controlando todo el sistema de crédito y financiero para desmantelar las regulaciones nacionales que impiden el criminal movimiento de capitales.
• Creación de Fuerzas de Intervención Rápidas y Fuerzas para el Combate Fluvial y Amazónico, para que puedan operar en teatros de operaciones lejanos.
• Usar fuerzas aliadas, títeres y empresas privadas de seguridad en el afán de minimizar los costos de sus fuerzas propias y cubrirse de responsabilidades en derrotas o cuestionamientos internacionales.
• Apertura de bases estratégicamente ubicadas, así como la imposición del derecho de permanencia o visitas a otros puertos por buques de guerra norteamericanos (y ahora también la permanencia de aviones y fuerzas terrestres). Aunque los grupos de batalla de los portaviones norteamericanos incluyen buques de reabastecimiento altamente eficiente, que les permite el rápido acceso a puerto en casos de emergencia, los permisos de visitas a tierra y los cambios de tripulación se realizan por medio de mecanismos diplomáticos.
• Uso de la propaganda, desinformación y todos los recursos de la guerra psicológica a través del monopolio de los grandes medios de comunicación masivos.

Frente a este “destino manifiesto” es que se están desarrollando los conflictos entre las potencias emergentes como China, India, Japón-ASEAN y la Unión Europea en recomposición. En la mayoría de los casos se han sometido a la hegemonía imperial y en otros han librado escaramuzas y pospuesto definiciones estratégicas, como sucedió en la guerra de los Balcanes o el impasse con la “vieja Europa” al inicio de la invasión a Irak. En el caso de Yugoslavia, salvo Rusia, todos unificaron fuerzas y, usando a la OTAN, desintegraron esta república y cooptaron los países miembros del antiguo bloque soviético. Nuevas armas y nueva jurisprudencia internacional ensayaron, como antesala de la estrategia recolonizadota que luego aplicarían en Afganistán, Irak, Palestina y Colombia.

IRAK: EL PUNTO DE QUIEBRE DEL IMPERIO Y EL ALBA DE LA GUERRA PATRIOTICA DE RESISTENCIA NACIONAL

La invasión a Irak, quizás como nunca antes, puso ante los ojos del mundo la sanguinaria esencia del poder imperial. Los centenares de bombardeos indiscriminados, el uso de fósforo y armas prohibidas, sólo fueron el preludio de una guerra que el imperio estaba seguro de ganar en corto tiempo, pero que desde las primeras semanas de combate fueron trazando el verdadero carácter de la guerra y lo que se venia incubando desde hace tiempo: la guerra de resistencia patriótica nacional.

El desdoblamiento de las principales fuerzas integrantes del ejercito iraquí y sobretodo de la famoso guardia republicana en miles de unidades guerrilleras autónomas, descolocó a las fuerzas imperiales que esperaban reeditar la “madre de todas las batallas” de la primera invasión en 1992. Ésa es la innovación más grande que tiene esa guerra de resistencia, pues transforma el enfrentamiento convencional-regular en una guerra de todo el pueblo con estrategias y tácticas de combate totalmente desconocidas o ajenas a las tropas imperiales. Así llegamos al 2007 con un ejército imperial totalmente cuestionado por el genocidio cotidiano que estaba cometiendo contra el pueblo iraquí, por las centenares de cárceles clandestinas, por las torturas que al mundo entero conmovieron y por sobretodo por las bajas que diariamente sufrían las tropas ocupantes en una goteo cada vez mas incontenible.

La sublevación de Faluya y Nayaf dieron un nuevo giro a la guerra, pues de las tácticas guerrilleras típicas se pasó a la guerra de posiciones a pesar de la monstruosa superioridad militar del invasor. A ello podemos sumar las multitudinarias manifestaciones políticas de masas tanto sunitas como chiítas que rompieron definitivamente el cerco comunicacional y el mito de la inderrotabilidad del ejército estadounidense y sus aliados. Sobre la sangre de miles de masacrados en Falluya y Nayaf surgieron miles de camadas de combatientes y mandos con una nueva concepción de la guerra y con mayor legitimidad que antes. Ahora no solo estaba en cuestión las fuerzas de la ocupación si no también el gobierno títere surgido de la componenda traidora de las elites chiítas y kurdas con el protector Paúl Bremen quien en alianza con Bush confisco de manera ilegal 1,700 millones de dólares del tesoro nacional iraquí.

Desde el 2005 el incremento en calidad como en cantidad de las fuerzas de la resistencia a puesto a la orden del día de las fuerzas invasoras el tema de su continuidad en Irak, pero también el de la reducción de sus tropas, la sustitución de sus operativos terrestres contra la resistencia con el cobarde recurso de bombardeos aéreos y con misiles, todo ello a fin de mantener un precario control territorial frente a la resistencia, tratando inútilmente de reducir sus bajas. La lógica de acuartelar sus tropas en emplazamientos fortificados es ya una realidad, resultado de la presión sostenida de la actividad armada de la resistencia iraquí.

La modificación de las mayorías en la cámara de representantes y el senado, ahora bajo control de los demócratas, ha dado un nuevo giro al gobierno de Bush y fuerzan a una reducción significativa de la presencia estadounidense en Irak y preparar el terreno para un repliegue. A esto se suman las crecientes críticas del propio pueblo norteamericano y el incremento de las protestas a nivel mundial contra la guerra.

La creciente ofensiva de la resistencia patriótica, las numerosas bajas (que superan ya los 3,500 soldados muertos), la imposibilidad de controlar y pacificar ciudades y pueblos enteros sublevados y bajo control de la resistencia, han llevado al imperio a tomar medidas desesperadas como es el incremento en 20.000 efectivos aunque eso no necesariamente implica mayor capacidad de maniobra. El aumento llevará el total a 150.000 efectivos, lo que es casi el mismo número que tenían en Irak durante el 2005.

En este escenario es imposible imaginar una presencia permanente yanqui, más aún cuando se ha generalizado la resistencia y al interior de ella los conflictos étnico-religiosos que los mismos gringos estimularon desde el inicio de la invasión. La búsqueda de control y orden interno solo los conduce a un camino la negociación global con Irán y Siria, quienes tienen influencia hegemónica en la mayoría chiíta que controla una significativa parte del nuevo gobierno.

Entonces, el establecimiento de bases militares en Irak concebidas como permanentes en la idea de apuntalar con la invasión y la ocupación un cinturón de instalaciones que permitan al imperio el control estratégico y definitivo del conjunto del medio oriente árabe y asiático, ha sufrido una mutación. Las resistencias de Faluya, Nasirya, Nayaf, las zonas liberadas de la provincia de Al Anbar están echando por tierra esos sueños y convirtiendo las aisladas y gigantescas bases en campos de refugio para las tropas imperiales, desde las que bombardean el país, constatando una verdad silenciada y que con sangre patriótica se abre paso: la de la pérdida definitiva del control territorial directo de buena parte de Irak.

Quizás la mejor lectura de este proceso de Guerra de Resistencia Nacional es el desmontaje del poder imperial que son capaces de hacer los pueblos, a partir de la ruptura con la visión tradicional del ejército regular y sus estrategias y tácticas de defensa de la soberanía, para -en la practica concreta- construir una nueva concepción de defensa integral de las soberanías donde el rol central lo tengan los pueblos en armas como parte de la estrategia de liberación del imperio y del capital mediante la guerra de todo el pueblo.

INDOAMERICA: ESPACIO DE REBELDIA

América Latina es un espacio geográfico estratégico que no escapa a esta dinámica de confrontación global entre el imperio y las naciones que pugnan por mantener su soberanía e independencia. Pero también es el espacio mundial que expresa un mayor avance de los movimientos sociales, los mismos que a través de sus prácticas concretas, cuestionan radicalmente el orden capitalista actualmente imperante.

Este avance en las luchas populares obviamente es fruto de años de maduración política, de aprendizajes y retrocesos. Si bien el peso económico de América latina en la economía mundial capitalista no es determinante (salvo los casos de Brasil y México), no menos cierto es que el peso político, la concentración de recursos energéticos y de buena parte de la biodiversidad mundial la convierten en un espacio (de disputa) de carácter estratégico para el poder imperialista.

Durante los años noventa se implementó una ofensiva contrarrevolucionaria que basó su impulso en la desnacionalización de los Estados a partir de la venta de las empresas públicas a los capitales norteamericanos y europeos fundamentalmente. Asimismo, se caracterizó por el desinterés por la educación de las grandes mayorías, expresado en la disminución de los presupuestos para la enseñanza y en la uniformización cultural, en clave capitalista de lo que se ha denominado “Pensamiento Único”; además de la flexibilización laboral, el proceso de reconcentración de la tierra, la reprimarización de las economías de muchos de nuestros países, entre otros.

Todo esto en medio del golpe que significó para el movimiento popular y revolucionario latinoamericano la caída del bloque soviético, el mismo que tiene su ilustración simbólica en la caída del muro de Berlín.

Como parte de su proceso de replanteamiento global de la dominación el imperialismo instaló un conjunto de bases militares en regiones estratégicas, entre las cuales mencionaremos:

Alcántara: Nordeste del Brasil
Manta: Ecuador
Tres Esquinas: Colombia
Larandia: Colombia
Arauca: Colombia
Guantánamo: Cuba
Roosevelt Road: Puerto Rico
Hatos: Curazao
Reina Beatriz: Aruba
Soto Cano: Honduras
Comalapa: El Salvador
Libería: Costa Rica
Iquitos y Nanay: Perú
Andros: Bahamas
Mariscal Estigarribia: Paraguay

Todas estas bases MILITARES norteamericanas están situadas cerca de importantes reservas energéticas, de biodiversidad, oxigeno y agua dulce, prefigurando un diseño de control de la amazonía, el arco andino, el acuífero guaraní y del caribe. Dentro de ese esquema se toman las antillas como un gigantesco portaviones desde donde desplegar una ofensiva hacia Venezuela y Colombia.

Estos hechos nos demuestran que el imperialismo como un sistema de dominación complejo y múltiple sigue empeñado en el desarrollo de un plan político-militar que perpetúe su control sobre diversas áreas de Latinoamérica y ampliar su influencia sobre zonas donde su poder esta debilitado.

Estas bases se plantean en función del aseguramiento estratégico imperial, lo que configura un nuevo escenario de confrontación para el presente siglo, puesto que pone de manifiesto la gran contradicción que irá subsumiendo a las otras, la contradicción socialismo o barbarie, vida o muerte. El manejo de estos recursos por el capitalismo nos lleva a una situación de insostenibilidad de la especie humana y la defensa de estos mismos recursos nos coloca en un enfrentamiento directo de características radicales con el modelo civilizatorio capitalista imperante. Esto de ninguna manera niega el conjunto de las otras contradicciones presentes dentro de la lucha contra el capitalismo pero nos alerta de la tragedia que le espera a la humanidad si se le niega su derecho a ser. Y al mismo tiempo nos plantea la epopeya que habremos de librar para ponerle fin a la dominación capitalista y asegurar, de esta manera, nuestra supervivencia como especie. Las bases antes mencionadas forman parte del COMANDO SUR de los Estados Unidos dirigidas por el general James T. Hill y podemos agruparlas a partir de su intencionalidad política de la siguiente manera:

Alcántara, Brasil, Monitoreo de la selva amazónica.
Manta, Ecuador, Plataforma logística y de inteligencia militar para desplegar operaciones coordinadas directamente desde el Pentágono. Se vigila el Pacífico para controlar barcos de inmigrantes, inteligencia y operaciones de envergadura para el Plan Colombia e Iniciativa Regional Andina

Tres Esquinas, Colombia, Base mas importante y desde donde se planifican y desarrollan los ataques contra la guerrilla. Concentra logística y recepciona tropas y pertrechos para el Plan Patriota.

Larandia, Colombia, Principal portaviones desde donde se despliegan las aeronaves por toda Colombia y con capacidad suficiente para cubrir todo el continente.

Arauca, Colombia, Inteligencia y espionaje electrónico hacia la guerrilla pero sobretodo al estado venezolano, concentra tropas norteamericanas y a las principales empresas privadas gringas que intervienen en el conflicto colombiano.

Guantánamo, Cuba, Principal base naval desde donde operan hacia el Caribe y Atlántico central, aquí también está la principal cárcel-centro de tortura contra combatientes musulmanes.

Roosevelt Road, Puerto Rico, Campos de prueba de naves y sistemas de armas sofisticadas

Hatos (Curazao) y Reina Beatriz (Aruba), Sistema de vigilancia satelital y monitoreo aéreo del mar Caribe, desde estos lugares se realizan labores de inteligencia y vigilancia del territorio venezolano

Soto Cano, Honduras, la base más grande de Centroamérica. Cuenta con un sofisticado sistema de radares, proporciona apoyo y entrenamiento a misiones en helicóptero para operaciones militares.

Comalapa, El Salvador, Monitoreo satelital, procesa información que da soporte a otras bases grandes como Manta o Tres Esquinas. Seguridad de los corredores bio-oceánicos e infraestructura del Plan Puebla Panamá.

Libería, Costa Rica, Base operativa, vuelos interdicción antinarcóticos y control de población emigrante.

Iquitos y Nanay, Perú, Punto de partida y apoyo para ejercicios de entrenamiento de tropas norteamericanas y de ejércitos de países sudamericanos en combate selvático y fluvial.

Andros, Bahamas, Control de Migraciones y monitoreo de las Antillas mayores.

Mariscal Estigarribia, Paraguay, Control del acuífero guaraní, la reserva más grande del mundo de agua dulce.

Quienes creen que el elemento FUERZA, que es el elemento MILITAR, no está planteado como tema central en la lucha por el poder en la actualidad latinoamericana simplemente ignoran los procesos que implican las bases arriba mencionadas o simplemente no quieren observarlos producto de una intencionada vocación de no plantear un quiebre radical en la relación de dominación entre el capital y los pueblos oprimidos. Es por ello que desde los oprimidos, desde los movimientos de liberación y revolucionarios se impone como necesidad el estudiar, analizar y comprender el desarrollo militar del enemigo pues esta es pieza clave en su esquema de dominación global y por lo tanto se impone también como una consecuencia lógica una respuesta o desarrollo de planes en el terreno de la estrategia militar de resistencia desde los movimientos sociales y revolucionarios en su camino por crear una sociedad plenamente emancipada en donde el poder sea, efectivamente, socializado.

Es importante señalar que el imperialismo viene sufriendo una CRISIS DE HEGEMONIA a escala planetaria y que por ello mismo se ve empujado a desnudarse en su esencia violenta y que por lo mismo no duda en romper todos los procedimientos y formas institucionales para asegurar la dominación de áreas enteras del mundo. Esta Crisis de hegemonía no es inexorablemente “terminal” puesto que en política todo es factible de recomponerse en función de la actividad de los sujetos políticos. No obstante, consideramos que el avance de las fuerzas populares y revolucionarias en América latina puede configurar nuevos escenarios de intervención violenta del imperialismo, hecho ante el cual los revolucionarios juntos, con y desde el pueblo debemos estar preparados.

Cuando hablamos de intervención militar no hablamos de algo que “supuestamente” hará el imperialismo. No, nosotros planteamos que la intervención se INCREMENTARÁ debido a que ésta viene siendo ya llevada a la práctica en Colombia y en Haití. En ambas en mayor o menor medida disimulada pero no menos reales. La intervención militar esta planteada también por el papel de colaboración que muchos estados prestan a los EE UU para implementar o analizar escenarios de conflicto social en donde poder recomponer la estructura tradicional de poder hoy en manos de fuerzas no dóciles a sus postulados (básicamente Bolivia, Venezuela, Ecuador, Cuba y Nicaragua).

DERROTA DEL PLAN COLOMBIA

Bajo la mascarada de luchar contra el narcotráfico y de alentar un proceso de desarrollo económico en Colombia, que ponga fin al proceso de violencia política que vive este país, empezó a desarrollarse lo que no es sino uno de los intentos más viles de intervención político-militar contra insurgente en América Latina.

Este Plan elaborado bajo los gobiernos de Andrés Pastrana y Bill Clinton pretendió ser esgrimido como plan “social” y de desarrollo no obstante la mayoría de la ayuda norteamericana para dicho efecto se destinaba y destina para gasto de tipo militar.

El rostro militar de dicho plan central lo constituyó el “Plan Patriota”. Tanto el Plan Colombia como el Plan Patriota han sido destrozados en la práctica por el accionar guerrillero de la insurgencia Colombiana expresadas en las FARC-EP y en el ELN.

Obviamente los norteamericanos pretenden aplastar ese foco de rebeldía armada que existe y se desarrolla en la patria de Gaitán, de Jacobo Arenas y de Camilo Torres, esto como primer escalón para su dominio sobre las selvas colombianas. Si los yanquis no han podido y no pueden aun en gran medida tener un control más abarcador sobre los recursos amazónicos y sobre los bosques sudamericanos se debe a la presencia de las beligerantes fuerzas guerrilleras colombianas las mismas que manteniéndose por más de 40 años en las montañas, son ejemplo de constancia, resistencia y empuje revolucionario. Hay que tener presente que los norteamericanos tienen tropas que bajo el manto encubridor de la “asesoría” intervienen directamente en el conflicto armado colombiano. Además de la más avanzada tecnología militar, con sistemas comunicacionales de interceptación; fumigaciones y envenenamiento de los ríos para forzar el desplazamiento de la población civil y dejar supuestamente sin base social al movimiento guerrillero; sin embargo la combinación de fuerzas militares de élite y bombardeos de extensas zonas de control guerrillero no han podido frenar ni contener el avance y desarrollo de la fuerza insurgente y por el contrario han demostrado la incapacidad de todos estos elementos ante una fuerza experimentada y con vocación de victoria y poder.

Por otra parte se evidencia que el desarrollo político y militar de la insurgencia le da una plataforma política real y lo convierte en un actor político central de la política colombiana. De ahí que las fuerzas de la reacción se hayan visto obligados a sentarse en una mesa para negociar con la Guerrilla. Es su fuerza real la que lo pone como actor político gravitante en el escenario Colombiano.

Pero no se puede dejar de observar al mismo tiempo el avance y desarrollo de fuerzas sociales no armadas colombianas. Las fuerzas políticas populares de izquierda van generando espacios de reflexión a partir de la actividad de cuestionamiento concreto que enriquece todas las esferas de lo político (tranformador) en dicho país.

HAITI: Invasión yanqui bajo el disfraz de fuerza multinacional.

Otro modelo de intervención y control militar es el implementado por el imperialismo en Haití ante el miedo causado por una posible radicalización de las masas empobrecidas (hay que tener presente que Haití es el país más pobre de continente producto de las políticas expoliadoras del colonialismo). El imperialismo no tiene ningún interés económico en invadir a Haití, pero sí un interés estratégico de dominación del área caribeña a partir del cual pueda tener una base segura para su fuerza naval y la intervención de sus Marines. Aquí se estaría ensayando un modelo a repetir, eventualmente, en la República Bolivariana de Venezuela. Para el caso haitiano se ha contado, y es necesario decirlo, con la actitud cómplice de gobiernos “progresistas” como es el caso del gobierno “socialista” de Michelle Bachelet y el gobierno de Luís Ignacio Lula Da Silva. No sorprende el apoyo en términos de tropas de otros países centroamericanos pero es necesario denunciar la actitud colaboracionista de estos gobiernos “progresistas” en el caso de la operación de invasión y control de la república de Haití.

Escenarios de caos, descontrol, pronunciamientos de militares en retiro serían la base para la reedición de este modelo de intervención en Venezuela.

OFENSIVA POPULAR: FIN DE LA HEGEMONIA IMPERIALISTA EN AMERICA LATINA

No obstante la ofensiva de los ochenta y noventa, cabe recordar dos hechos que marcaron momentos fundantes en la lucha popular contra la instauración del capitalismo neoliberal.

El primero es el denominado “Caracazo” en Venezuela durante el régimen de derecha de Carlos Andrés Pérez quien intentando implementar el capitalismo extremo en su versión denominada neoliberal, provocó un levantamiento popular con características insurreccionales en clara rebeldía a la implementación de esas políticas. El pueblo en forma espontánea y expresando un nivel de indignación muy alto tomó las calles de Caracas para manifestar su rechazo a un modelo político y económico que mostraba los límites del rentismo petrolero y de todo el sistema político instaurado desde el pacto de Punto Fijo.

El otro momento hay que tener presente por sus connotaciones es la irrupción del Ejército Zapatista de Liberación Nacional en el momento en que se implementaba el TLC entre Canadá, los EE.UU. y México es decir, en momentos en que el Imperialismo iniciaba una nueva política que pretendería luego implantarse en toda nuestra región. La irrupción del EZLN evidenció también lo podrido del régimen Priista que gobernó México durante más de 70 años y fue uno de los factores importantes para remover dicho sistema político compuesto por una corrupción absoluta de partido único en el gobierno.

Hoy el neoliberalismo se encuentra en una crisis de legitimidad producto de su incapacidad para resolver problemas concretos de la población y del avance de los movimientos sociales y populares en nuestro continente los mismos que han llegado a tomar el control de los gobiernos de algunos países.

En ese marco observamos la existencia de tres bloques en nuestro continente: Uno es el eje formado por Cuba, Nicaragua, Venezuela, Bolivia, Ecuador: Estos tres últimos países llegan al gobierno a través de una creadora combinación de procesos de luchas directas (insurreccionales) con medidas institucionales. Lo que asemeja estos tres proceso es que han sabido combinar tanto los momentos insurreccionales como los electorales para así, a través de una convocatoria a Asambleas Constituyentes, fundar una nueva institucionalidad que permita acelerar el proceso de transformaciones económicos, sociales, políticos y en donde el pueblo adquiera un rol protagónico.

En el Ecuador fueron muchos los presidentes expectorados por la presión de las masas indígenas fundamentalmente; insurrecciones generales que marcaron un hito central en la historia nuestra. Hoy el presidente Correa da muestras de un espíritu de unidad popular a nivel latinoamericano y plantea una Asamblea Constituyente que implique cambios radicales en Ecuador. Su decisión de no renovar, para el 2009, la base militar de Manta es una primera muestra de la línea adoptada frente al Imperio.

En Bolivia el MAS de Evo Morales logró de igual manera llegar al poder aprovechando todos los espacios políticos: el insurreccional y el de la protesta. En este escenario es importante resaltar la Lucha por el AGUA en Cochabamba y la “guerra del gas”, las mismas que movilizaron a la mayoría de la población organizada. Es sabido que el MAS es una expresión o instrumento político que diversas organizaciones sociales se dan para poder también desarrollar una batalla en el terreno electoral.

Cabe precisar que esta experiencia demuestra que solamente cuando discurso y proyecto de los movimientos indígenas trascienda lo meramente indígena y logre articular una visión de país, de carácter nacional, es que logran tener una proyección de poder y de perspectivas de cambio. En el camino han quedado, tanto en Bolivia como en Ecuador visiones escencialista y puramente indígenas que no fueron capaces de entender la dinámica política nacional de sus respectivos países.

De igual manera es interesante recordar que la irrupción pública del presidente Chávez se da a través de un hecho militar el 4 de Febrero de 1992, el que tiene a su vez un antecedente en aquel “caracazo” que señalamos anteriormente. Este hecho destapó una larga historia (aunque desconocida para muchos) de un trabajo lento pero sostenido de la izquierda venezolana al interior de las Fuerzas Armadas (fundamentalmente el ejército) y de la existencia en el seno de éstas de sectores patrióticos y revolucionarios. Los mismos que se condensaría y formarían allá en 1976 una organización clandestina al interior del ejército. Este es el antecedente del Movimiento Revolucionario 200 quien tenía como a uno de sus dirigentes al actual presidente Chávez.

Este eje es el que de manera más profunda viene realizando cambios en América apostando a construir nuevos escenarios políticos y geopolíticos incorporando como actor decisivo al pueblo.

Por el otro lado esta el bloque del reformismo: Es el bloque Brasil, Uruguay, Argentina y Chile que tienen la particularidad de haber asumido firmemente como único camino las iniciativas de carácter electorales para generar cambios. Pero no se dan los cambios. Se apuesta a la institucionalidad vigente en vez de cambiarla. Esa institucionalidad termina atrapando toda voluntad de hacer algo que rompa el ciclo de dominación. Se privilegian alianzas políticas en los congresos en lugar de generar un bloque social y popular de movilización que permita abrir el camino a transformaciones verdaderamente contundentes.

Existe un tercer bloque más peligroso aún y es el bloque ALAN-URIBE (Colombia y Perú) y es el eje más duro de la reacción en América, junto con Felipe Calderón en México, elevados al nivel de muros de contención contra el avance rebelde en Latinoamérica. Estos gobiernos expresan el nivel más depurado de la reacción en esta parte del mundo implementando políticas represivas además de ser gobiernos manchados con sangre y corrupción. Toda la política del gobierno de Alan García está articulada en función de darle continuidad a los ejes centrales de las políticas económicas fujimoristas (que fueron continuadas por Toledo). El TLC, la “colombianización” del tratamiento a la producción de la hoja de coca en Perú a través de las fumigaciones que envenenan el ambiente y la criminalización de la protesta social son parte central de su gobierno así como su apoyo en los sectores más reaccionarios de las Fuerzas Armadas y de la Iglesia Católica peruana.

Así pues avanzan los pueblos en América latina demostrando que los únicos vencidos, son los que no luchan y América resiste, América latina combate y se renueva sumándole a los sueños de siempre los nuevos.

CONCLUSIONES:

1: El capitalismo es toda una concepción del mundo, una forma de dominación total y una maquinaria de poder que articula –o intenta articular- todas las dimensiones de la humanidad haciéndolas mercancía. En ese esfuerzo crece y se expande “mundializándose”. Por lo mismo es deber y necesidad de los revolucionarios el plantear la lucha y la concepción del poder no sólo en marcos nacionales sino articulándolos a grande bloques de resistencia diversa.

2: El capitalismo genera un conjunto de contradicciones intrínsecas a su dinámica y lógica de dominación: Contradicción Trabajo-capital, norte-sur, hombre-mujer, estética libre – estética domesticada y mercantilizada, etc. No obstante el desenvolvimiento del capital ha llevado consigo un nivel de desarrollo incompatible con la continuidad de la vida sobre la tierra. Luego, deviene como principal contradicción la contradicción respecto a la continuidad o no de la especie humana y el mundo tal cual lo conocemos. Todas las otras se supeditan a esta contradicción o están incluidas en esta.

3: Las fuerzas populares en el mundo (sobre todo en la periferia de los centros de poder) están pasando progresivamente a la ofensiva. Los proyectos o discursos políticos (y sus consecuentes prácticas revolucionarias) deben estar adecuados a una etapa de OFENSIVA de las fuerzas populares y desde ahí proyectarse. Aún en el caso de no haber estructura política (y militar según el caso) los pueblos no han dejado de luchar. No hay por lo tanto espacio para planteamientos de derrota sino por el contrario un inmenso reto para plantear la adecuación de todos los proyectos a ese escenario general de avance popular.

4: Una vez más se demuestra que el imperialismo no es invencible. Que se le puede derrotar, que se le está derrotando. No pueden aún establecer su control total en Irak y luego de la inmensa inversión militar y el cada vez más alto costo de vidas para ellos están ya planteando la modalidad del retiro de sus tropas. De igual forma en Colombia las resistencias no han podido ser derrotada y por el contrario se fortalece relativamente pues que el nivel de destreza y experiencia que se desarrolla es un elemento importantísimo para poder ver en el horizonte un cambio sustancial en la realidad política colombiana. ¿Cuánto demorará aquello? Depende de muchos factores. Por ello la moral del combatiente es un tema al que hay que prestarle mucha atención. Sólo triunfan los pueblos que no dudan de la victoria y los que son capaces de dotar de proyección política estratégica que englobe a la nación en su conjunto.

5: La lucha revolucionaria es una lucha esencialmente política y es lo político y desde lo político el espacio desde donde se construye la nueva sociedad. No obstante, una concepción INTEGRAL del poder no puede dejar de lado la dimensión militar y de fuerza que todo proceso de transformación lleva en su seno. El imperialismo y los poderes locales buscan desesperadamente llevar a los pueblos y a los movimientos revolucionarios a pelear en los terrenos que ellos escogen: el estrecho margen de maniobra para los cambios que implican las democracias representativas burguesas; una legalidad establecida bajo los parámetros del los consensos del poder, hijos de una correlación desfavorable al movimiento popular.

6: Legalidad o no legalidad no es un tema de discusión para los revolucionarios. Pues en nuestro desarrollo combinamos TODAS las formas de lucha popular (que incluye la lucha armada en condiciones específicas). Legalidad o ilegalidad es un espacio que surge de un concepto contractualista burgués, hijo de la revolución francesa. Finalmente la “legalidad” o “ilegalidad” o “alegalidad” en la que nos desenvolvemos está marcada por el cuerpo jurídico establecido por los estados opresores. Los revolucionarios necesitamos sí generar LEGITIMIDAD y ella la otorgan los pueblos y nuestra construcción y práctica políticas (incluyendo lo militar dentro de lo político).

7: El despliegue militar norteamericano implementado a escala mundial es fruto de un diseño político de los sectores más conservadores y racistas de los Estados Unidos. Este plan evidencia un deseo de recolonización de todo el planeta. Para ellos desarrollan un “discurso” justificador que en sus extremos plantean nuevamente el tema de la “raza” de manera implícita Estos sectores guerreristas plantean la “guerra infinita” como diseño permanente de guerra manteniendo el control de las principales fuentes de energía y otras riquezas sobre la tierra. Así pues ante un esquema yanqui político y militar no cabe más que plantearse una respuesta también política, militar, cultural, económica, de construcción de una nueva hegemonía y correlación de fuerzas en todos los niveles.

8: Sólo el profundizar en una visión Mariateguista de lo político nos permite comprender (desde el Perú) el entramado variopinto y complejo de las relaciones de poder y de diverso tipo actuantes en el mundo. El alma de los pueblos, su vena más íntima no ha podido ser avasallada y esto convierte a nuestra historia en un inmenso y rico campo de batalla. La cultura, la literatura, la música y el valoramiento de nuestra resistencia popular, indígena, el redescubrimiento de nuestra historia militar como pueblo. Eso implica que cada uno de nosotros debe investigar, fortalecerse en el conocimiento profundo y crítico de nuestra historia.

9: El Neoliberalismo (que es un tiempo del capitalismo, un modo específico del mismo) ha fracasado. Vivimos una época que podríamos denominar “post-neoliberal” en medio del cual existe el intento del imperialismo de recrear un poder unificado. Pero esto se da en medio de la existencia o emergencia de otros bloques de poder (Europa, China, Asia) parte de esa pretendida recomposición son los escenarios de guerra en medio oriente

10: La predominancia del los capitales financieros implica una masa incalculable de dinero circulante. La masa de capital existente en el mundo es inmanejable y lo que se esta definiendo o desarrollando actualmente es una transición a un nuevo modelo de dominación (capitalista si) pero nuevo y desconocido en gran medida. Transición sistémica del capitalismo puesto que todos sus elementos constitutivos están transformándose: Capital, trabajo, tecnología, naturaleza etc.).