El MLN-29: Partido de la Izquierda Revolucionaria Panameña

Presentamos este documento, hoy 7 de noviembre, como una forma de recordar y tener presente las enseñanzas de la Revolución de Octubre encabezada por Lenin y el Partido Bolchevique al cumplirse 91 años de esta gloriosa gesta y como un tributo a la memoria de nuestro Máximo Dirigente, Floyd Britton, asesinado por el régimen militar de Omar Torrijos el 29 de noviembre de 1969 (hace 39 años) en la Isla Penal de Coiba.

EL MLN-29: PARTIDO DE LA IZQUIERDA REVOLUCIONARIA PANAMEÑA

La necesidad impostergable de construir y consolidar el Partido político revolucionario de la clase obrera capaz de promover e impulsar su proyecto histórico, llevó al Movimiento de Liberación Nacional 29 de Noviembre (MLN-29) a dirigir sus mejores esfuerzos a concretar esta importante tarea política. Con este fin nos constituimos en el Partido de la izquierda revolucionaria panameña que fundamenta su quehacer político en la ideología Marxista-Leninista como herramienta científica que permite el estudio objetivo del contexto internacional, de nuestra formación social y del momento histórico por el cual atraviesa la sociedad panameña. El programa del Partido de la clase obrera es el Programa de la Revolución Socialista , lo cual asumimos conscientemente. La consecuente interrelación entre teoría y práctica, la participación activa de las masas populares, la combinación de todas las formas de lucha, nuestra vocación latinoamericanista y el internacionalismo proletario, son partes esenciales de la Estrategia Revolucionaria del MLN-29.

1.- Un Partido Clasista Que Asume el Proyecto Histórico de la Clase Obrera

El Partido revolucionario de la clase obrera nace y se desarrolla en el seno del pueblo trabajador luchando por sus reivindicaciones e intereses de clase. Pero las amplias masas no llegan a comprender por sí solas la necesidad de organizarse para lograr su emancipación social y política. Construir el Partido de vanguardia que guíe a la clase obrera y al pueblo en sus luchas económicas, sociales y políticas, que contribuya a elevar su condición de “clase en sí” a la conciencia de “clase para sí” para que cumpla su papel histórico, es tarea fundamental de los sectores más avanzados de la clase obrera y de la “intelectualidad orgánica” comprometida con su proyecto clasista. Es por medio de una práctica social seria y sistemática como se ha venido dando el proceso de fusión entre el movimiento obrero y las ideas del socialismo científico que transforman al MLN-29 en su destacamento de vanguardia e importante instrumento de lucha al servicio de las clases explotadas para combatir y superar la dispersión ideológica, orgánica y de lucha; los métodos artesanales de trabajo, la improvisación y el culto a la espontaneidad; las desviaciones economicistas, reformistas, la conciliación de clases, el oportunismo y el aventurerismo político, en las filas del movimiento obrero, popular y revolucionario.

Por ser Panamá un país de economía capitalista dependiente poco desarrollado en la esfera productiva y al cual se le ha asignado el papel de servir al rápido flujo o circulación del capital internacional a través de su plataforma de servicios transnacionales, no cuenta con una clase obrera industrial numerosa.

La formación social panameña induce a la convergencia de diversos sectores de clase que luchan por la soberanía nacional, nuestra independencia económica, justicia social y verdadera democracia. Obreros, trabajadores, empleados, campesinos, indígenas, pobladores, estudiantes, profesionales e intelectuales progresistas y pequeña burguesía depauperada, todos ellos trabajadores asalariados o por cuenta propia, que no explotan trabajo ajeno, junto a cristianos comprometidos con la opción preferencial por los pobres, ambientalistas y defensores de los derechos humanos, constituyen la base social de la cual se nutre el MLN-29, cuando estos hacen claridad aceptando los fundamentos científicos del socialismo y asumen el proyecto histórico de la clase obrera de emanciparse y emancipar a todas las clases explotadas, de acabar con la explotación del hombre por el hombre y construir una sociedad socialista que nos conduzca del “reino de la necesidad al reino de la libertad”.

2.- El Marxismo-Leninismo Como Guía Para la Acción Revolucionaria

“Sin teoría revolucionaria no puede haber movimiento revolucionario… Sólo un Partido guiado por una teoría de vanguardia puede cumplir su misión de combatiente de vanguardia”. Aceptamos y hacemos nuestros los postulados científicos y revolucionarios del Marxismo-Leninismo, “no como un dogma, sino como una guía para la acción”. La apropiación que hacemos del Marxismo-Leninismo y su utilización creativa como instrumento teórico-metodológico de análisis, el cual se enriquece con los avances de la ciencia y la experiencia de lucha de los trabajadores, nos permitirá entender mejor el mundo y la sociedad en que vivimos. Pero el marxismo también nos enseña que lo esencial no es interpretar el mundo, sino transformarlo. Por tanto lo interpretamos para transformarlo.

Para dar una correcta conducción a la lucha “por transformar el mundo” es necesario conocer como funcionan las leyes generales del capitalismo a nivel mundial, la forma en que estas se manifiestan en las sociedades capitalistas dependientes y más concretamente como se revelan estas leyes en la sociedad panameña. Se hace indispensable el estudio objetivo de las experiencias históricas de lucha del movimiento obrero y revolucionario nacional e internacional; el “análisis concreto de la situación concreta” de la sociedad que pretendemos transformar, conocer su estructura económica, la dialéctica de su desarrollo y sus contradicciones, para hacer la lectura correcta de los momentos coyunturales; ver las múltiples implicaciones, giros, virajes y niveles que puede tomar la lucha de clases. Sólo el Marxismo-Leninismo -única teoría revolucionaria de nuestra era- nos brinda las herramientas para el análisis científico de la realidad social y las guías del proceso de lucha que conducen al socialismo.

3.- Principios, Programa y Estrategia de la Revolución Panameña

El accionar político y las tácticas de lucha del MLN-29, son regidos por nuestra Declaración de Principios, el Programa y la Estrategia de la Revolución Panameña. Todo Partido que se plantee dirigir la lucha de liberación nacional y la emancipación social de nuestro pueblo, debe contar con estos instrumentos que forman parte de la dirección política revolucionaria y contribuyen a orientarnos sobre la realidad estructural y coyuntural que enfrentamos, así como las formas en que debemos hacerlo.

La Declaración de Principios señala los postulados revolucionarios y las concepciones que guían nuestro quehacer político, así como indica nuestra máxima aspiración de construir una sociedad justa, democrática y socialista que satisfaga las necesidades materiales básicas del hombre y conduzca a la felicidad de nuestro pueblo, a su libertad y al desarrollo de sus valores espirituales, culturales y morales.

El Programa, define científicamente los objetivos y tareas de la revolución que serán desarrolladas por el pueblo trabajador bajo la conducción de su vanguardia política. Surge del análisis del desarrollo socio-histórico del país y del papel que cumplen sus componentes económicos, sociales y políticos. Se constituye en la base de la unidad político-ideológica de los revolucionarios panameños. El Programa cumple un importante papel de educación política de la clase obrera y el pueblo trabajador respecto a la necesidad de realizar cambios de transformación radical en la sociedad, mismos que se hacen posibles al encausar su lucha con claridad contra el sistema de explotación y opresión burguesa, teniendo como eje central la toma del poder político y la construcción del socialismo.

La Estrategia está fundamentada en nuestro Programa, señala los trazos generales que deben guiar al pueblo panameño a conquistar sus objetivos finales a través de la lucha económica, política e ideológica.

La Estrategia toma en cuenta la amenaza que representa el imperialismo, pero igualmente el significado de la lucha de otros pueblos y la solidaridad internacional. Permite ubicar en forma diáfana a los enemigos de clase señalando a nuestro enemigo fundamental, al enemigo principal y al enemigo inmediato conforme a la etapa de lucha [o coyuntura] que se viva; indica las fuerzas que pueden ser neutralizadas, los posibles aliados y hacia donde dirigir el golpe principal; define cuales son las fuerzas principales de la revolución, sus fuerzas motrices y la clase dirigente. Determina las formas de organización y métodos de lucha que correspondan a las distintas etapas y momentos de la lucha de clases conforme a la correlación de fuerzas y capacidad de lucha del movimiento popular y revolucionario.

La táctica política está constituida por un conjunto de actividades políticas públicas o cerradas, institucionales y extra institucionales, defensivas y ofensivas, o la combinación de todas ellas, en un período o coyuntura concreta, pero enmarcada en la línea política general del Partido y tomando en cuenta sus objetivos estratégicos. La táctica debe ser flexible de manera tal que permita cambiar o combinar diferentes formas de lucha y de organización.

4.- Un Partido Vinculado a las Masas

El MLN-29 es un Partido con base social, vinculado a las masas, condición indispensable para el Partido que pretenda jugar un papel relevante en la lucha revolucionaria de nuestro país. La experiencia histórica enseña que el papel dirigente de una organización política no se adquiere por auto proclamación ni predestinación, sino que se conquista en la lucha, el trabajo y sacrificio cotidianos junto al pueblo. Sin embargo, debemos prevenir contra el error de sustituir a las masas respecto al papel protagónico que deben jugar en las distintas jornadas y frentes de lucha ya que ellas constituyen la fuerza fundamental que puede asegurar la victoria del proyecto revolucionario. El concepto de que “la emancipación de la clase obrera será obra de la propia clase obrera” encierra un profundo contenido y va mucho más allá de su participación como masa en la revolución, involucra su independencia de clase, su destacamento de vanguardia y su papel histórico.

La vía de conocer realmente el estado de ánimo de las masas -que sienten, que piensan, que anhelan y cual es su disposición de lucha en un momento dado- es estando inmersos en ellas. Un efectivo acompañamiento en la lucha diaria es lo que va generando el respeto y la confianza de las masas en su organización de vanguardia y en la justeza de su línea política revolucionaria. Ninguna línea política o estrategia de lucha, sea cual fuere, tiene posibilidades de éxito si no cuenta con el apoyo de las masas.

5.- El Derecho de los Oprimidos a la Rebelión

“Toda la historia de la sociedad humana, hasta nuestros días, es la historia de las luchas de clases”, y esta nos enseña que las clases dominantes jamás renuncian voluntariamente a sus privilegios y, más bien, procuran mantener su dominio económico y político utilizando todos los medios que estén a su alcance, aún los más crueles e inhumanos. Igualmente nos enseña que ningún pueblo o clase social sojuzgada opta deliberadamente por la violencia como método para liberarse, pero sus condiciones materiales de existencia, la opresión política, la injusticia y falta de libertad, así como la represión y negación de sus demandas, van agudizando la lucha de clases y los lleva a recurrir a la “política por otros medios”, a los niveles más elevados de confrontación, a la rebelión y a la lucha armada, para lograr la anhelada justicia y libertad.

El MLN-29 reconoce y defiende el derecho de los pueblos a la insurrección. Esta no es una posición política original, distintos documentos históricos de la propia burguesía y de organismos internacionales han proclamado el derecho de los pueblos a rebelarse contra la opresión. La Declaración de Independencia de EEUU proclama que cuando se “demuestra el designio de (un gobierno por) someter al pueblo… es su derecho, es su deber, derrocar ese gobierno”; la Declaración francesa de los Derechos del Hombre establece entre “los derechos naturales e imprescriptibles del hombre” el de “la resistencia a la opresión”; el Preámbulo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU considera esencial preservar estos derechos “a fin de que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión”. En Panamá Justo Arosemena señaló que “siempre que los pueblos sientan el aguijón de la libertad perdida, se lanzarán por los azarosos caminos de la revolución” y hemos aprendido del cholo Victoriano Lorenzo que “la pelea es peleando”.

6.- Honor y Gloria a Nuestros Héroes y Mártires

El MLN-29, Partido de la clase obrera y sus aliados, surgió de la unidad de las organizaciones de izquierda revolucionaria Vanguardia de Acción Nacional (VAN) y el Movimiento de Unidad Revolucionaria (MUR) -junto a otras fuerzas menores- en el FRP, Frente de Resistencia Popular (22/05/69) para enfrentar al régimen militar contrainsurgente de Torrijos (11/10/1968). Esta unidad se fortalece y conduce a nuestra fusión orgánica en el MLN-29 (29/07/70). En esos momentos nos vimos obligados a recurrir al sagrado derecho e imperioso deber de la resistencia armada contra el régimen de opresión militar impuesto por EEUU, implementando -como hizo en la mayoría de los países de América Latina- su Doctrina de Seguridad Nacional. Desde ese entonces nuestro Partido ha recorrido una heroica historia de lucha con ejemplar reciedumbre y tenacidad al ofrecer, junto a nuestras claras convicciones ideológicas, el sudor de un trabajo político constante y la sangre generosa de nuestros militantes y dirigentes derramada al ser asesinados o al caer combatiendo con las armas en la mano. Esto nos ha convertido en un Partido con una dirección y cuadros experimentados, fogueados y templados, que garantizan la permanencia del Partido, su combatividad y continuidad de la lucha.

Entre los caídos durante el régimen militar está nuestro Máximo Dirigente Floyd Britton; los miembros de nuestro Comando Central (CC) Narciso Cubas y Félix González Santizo; los combatientes Encarnación González, Elías González Santizo, Belisario Gante, Ebert Quintanar, Alcibíades Bethancourt, Juan Lekas y Teodoro Palacios; el dirigente estudiantil Jorge Camacho es asesinado en la Universidad de Panamá y Rolando Pérez Palomino se inmola frente a la Embajada de EEUU en Panamá; Diana Morán y Herbert Nelson mueren en el destierro en México; Narciso Samaniego (CC) y Clave Brooks, mueren años después producto de la secuela de las bárbaras torturas recibidas en los cuarteles de la Guardia Nacional. Bajo otras circunstancias el compañero Evaristo Vásquez S., sub-comandante sandinista, cae en combate en Nicaragua; Bolívar Barría muere al contraer extraña enfermedad mientras cumplía misión internacionalista en Nicaragua; el miembro de nuestra Dirección Nacional, Andrés Achong Paz, aún cuando muy joven, sufre muerte natural tras haber dado grandes aportes a la reconstrucción y fortalecimiento de nuestro Partido; más recientemente nuestro compañero Al Iromi Smith cae en la lucha por la emancipación social del pueblo trabajador asesinado vilmente por la Policía Nacional de un disparo por la espalda. Decenas de nuestros militantes han sufrido persecución política, han sido víctimas del terrorismo judicial, de represión en las calles, prisión injusta, tortura en las cárceles y destierro.

Hoy y siempre, el MLN-29 inclina su bandera roja y negra para rendir tributo de honor y gloria eterna a nuestros héroes y mártires, a los bravos camaradas que han hecho grandes sacrificios o han dado su vida por la causa de la revolución socialista.

7.- Un Partido con Vocación Latinoamericanista que Practica el Internacionalismo Proletario

Nuestro Partido desde su nacimiento se ha identificado con los postulados latinoamericanistas que buscan la unidad e integración de nuestros pueblos para enfrentar al enemigo común y construir la Patria Grande. Es dicha unidad la garante de que nuestros países enfrenten con posibilidades de éxito, la explotación, expoliación, saqueo, opresión y hegemonía económica, política, ideológica y militar, que impone el imperialismo en Nuestra América. La forma correcta de articular esta lucha ha sido la práctica consecuente del internacionalismo revolucionario el cual nos ha llevado a mantener una solidaridad permanente y combativa con los pueblos hermanos en lucha por su liberación definitiva.

El MLN-29 entiende que la lucha contra el sistema capitalismo es una lucha del movimiento obrero y revolucionario a nivel mundial por lo cual la práctica del internacionalismo proletario -donde los obreros, sus partidos, gobiernos y los pueblos oprimidos, se prodigan mutua solidaridad revolucionaria en términos de igualdad y respeto mutuo- orienta nuestra política y accionar en el campo internacional.

Dirección Nacional
Movimiento de Liberación Nacional 29 de Noviembre

Panamá, noviembre de 2008