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Comunicado oficial sobre el asesinato de Ana María y el suicidio de Marcial

COMUNICADO OFICIAL DE LAS FUERZAS POPULARES DE LIBERACION (FPL) FARABUNDO MARTI.

El Comité Central de las Fuerzas Populares de Liberación (FPL) "Farabundo Martí", miembro del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), comunica a la clase obrera, al pueblo salvadoreño y demás pueblos del mundo, las organizaciones revolucionarias hermanas, al movimiento revolucionario mundial y a los gobiernos progresistas, que en el curso de la compleja, difícil, sacrificada y victoriosa lucha del pueblo salvadoreño por su liberación, frente a la rabiosa y genocida dictadura militar de la oligarquía, apoyada, suministrada y asesorada por el imperialismo yanqui, las Fuerzas Populares de Liberación (FPL) "Farabundo Marti", junto a las demás organizaciones revolucionarias integrantes del FMLN, han venido aplicando, desarrollando y enriqueciendo su línea estratégica, asimilando la rica experiencia revolucionaria de nuestro pueblo y de otros pueblos del mundo.

En el mes de agosto del presente año, realizamos la séptima reunión plenaria de nuestro consejo revolucionario, máximo organismo de dirección de nuestro Partido FPL "Farabundo Martí", donde en un marco de intenso trabajo, con gran seriedad, responsabilidad y elevada cohesión político-ideológica, los concejales discutimos y profundizamos los principales problemas de la guerra popular de nuestra organización y de nuestro pueblo, dotando a nuestro partido y al pueblo:

a) De una profunda valoración del asesinato de nuestro segundo responsable, comandante Ana María, y del suicidio de nuestro primer responsable, Marcial, haciendo una científica valoración de los hechos.

b) De un fortalecimiento de los máximos organismos de dirección de nuestro partido: El Consejo Revolucionario y el Comité Central, eligiendo a nuestro primer y segundo secretarios.

c) De un profundo análisis científico de la situación nacional e internacional, así como del desarrollo de la guerra y de la correlación de fuerzas en lo interno y en lo internacional, a partir del cual se trazaron las líneas estratégicas para el presente período, retomando y enriqueciendo nuestra línea estratégica general.

Como resultado de las investigaciones y valoraciones sobre el doloroso y repudiable asesinato de la compañera Mélida Anaya Montes, comandante Ana María, y el suicidio de Salvador Cayetano Carpio, Marcial, el Consejo revolucionario de las FPL concluyó lo siguiente:

Que Salvador Cayetano Carpio, quién era nuestro primer responsable y comandante en jefe de las Fuerzas Armadas Populares de Liberación, entró en los últimos años en un proceso de descomposición ideológica y política, que lo llevó a serias deformaciones y desviaciones que culminaron con el asesinato de la compañera Ana Maria, del cual fue el principal promotor y responsable. Entre estas desviaciones estaban las siguientes:

1. Marcial desarrollo una exagerada auto-estimación, que lo llevó a considerarse como el más consecuente, puro e intachable revolucionario de nuestro país e incluso de la región, como el único intérprete verdadero del proletariado salvadoreño y de nuestro pueblo, con una fuerte inclinación a ser elogiado y alabado, y a sobreponer su persona y sus opiniones por encima del colectivo y de los organismos del partido, a proteger y a dedicar su atención únicamente a quiénes lo aplaudían ciegamente y al mismo tiempo ver a los demás con desconfianza; veía a quiénes no aceptaban sus posiciones como un peligro para la revolución, como instrumentos inconscientes de los enemigos de esta.

2. Producto de este exacerbado amor propio, Marcial fue cayendo en un serio atraso político y una incapacidad de poner su pensamiento y su acción a la altura de las demandas históricas que planteaba el desarrollo de nuestra revolución. Marcial se aferró a esquemas y a un planteamiento dogmático y sectario, el cual junto a su obstinación por hacerlo prevalecer a cualquier costo se convirtió en retranca para el avance de las Fuerzas Populares de Liberación (FPL) "Farabundo Martí" y ejerció influencias negativas en el proceso unitario de las fuerzas revolucionarias en su conjunto, dañando así el esfuerzo por la liberación de nuestro pueblo. Mientras tanto, la experiencia viva de la lucha adquirida a costa de sangre de miles de compañeros y la asimilación de las enseñanzas revolucionarias de otros pueblos, llevaron al conjunto de nuestra organización, dirección, cuadros y base a avanzar junto con la lucha de nuestro pueblo, enriqueciendo el pensamiento y desarrollando las líneas y orientaciones, abriéndose así, en el marco de las normas partidarias, de los estatutos que rigen a nuestro partido.

3. Las desviaciones de Marcial se fueron agravando en la medida que se desarrollaba la guerra popular y la necesaria lucha ideológica interna para responder a dichos avances. Empecinado en sus opiniones y con las negativas características de su personalidad, Carpio se valió de su condición de primer responsable de las FPL "Farabundo Martí" para hacer prevalecer sus opiniones. Fue violando cada vez con más frecuencia y en asuntos cada vez más trascendentes los principios revolucionarios de funcionamiento de nuestro partido, irrespetando a los organismos de dirección como sus decisiones y acuerdos ya aprobados colectivamente por los mismos, actuando a espaldas a nuestro partido. El aspecto más agudo de esta conducta de Carpio se dirigió en contra de la compañera comandante Ana María, Mélida Anaya Montes, segunda responsable de las FPL, a quien veía con rivalidad, con un exagerado egocentrismo y al final con odio, opinando que Ana María le hacía sombra a su prestigio personal. Marcial fue alejándose cada vez más de la dinámica del pensamiento colectivo de nuestra organización y de los organismos de dirección, quiénes nunca lo apoyamos en su actitud contra Ana María.

4. Mientras todo el colectivo de dirección de las FPL "Farabundo Martí" se ligaba estrechamente a las bases de nuestro partido, masas y combatientes, librando junto a ellos la lucha diaria de nuestro pueblo, Marcial se fue alejando de la dirección y de la base, rodeándose de un grupo de elementos, que veían en la relación con él, una fuente de prestigio y de autoridad dentro de nuestro partido. Estos elementos rendían un verdadero culto a la personalidad de Marcial, le adulaban, lo protagonizaban, derivando de un verdadero fanatismo a su persona, que si bien no logró apoderarse de la mente y sentimientos de la militancia de las FPL, sí afectó a algunos compañeros.

5. En enero y febrero de 1983, tuvieron lugar reuniones de la comisión política y luego del comando central de las FPL "Farabundo Martí", preparatorias del séptimo consejo revolucionario, máximo organismo de nuestro partido. En dicha reunión, Marcial aprobó acuerdos y medidas que permitirían aplicar nuestra línea estratégica general popular de liberación. Salvador Cayetano Carpio, como miembro de esos organismos y primer responsable de ellos, tuvo la más amplia oportunidad para argumentar a favor de sus puntos de vista, pero no lo hizo con honestidad y franqueza, ni frente al colectivo, donde nunca tuvo la valentía proletaria de plantearlos ante los organismos colectivos de dirección: La comisión política y el comando central. Por el contrario, usó métodos para confundir a sus miembros, lanzando acusaciones denigrantes contra Ana María, que contradecían a las más elementales normas de ética revolucionaria y degradaban moralmente al mismo. Por esos procedimientos viciados, sus métodos e intenciones malsanas fueron rechazadas. Marcial sufrió así una derrota política y una derrota moral por todo el pleno del comando central, con la única excepción de Marcelo. Sin embargo, todavía la comisión política y el comando central no percibieron la profundidad y la gravedad real de las deformaciones ideológicas de Marcial, de ahí que las medidas adoptadas por estos organismos apuntan constructivamente a propiciar un contexto para favorecer su corrección y fortalecer la unidad y la cohesión de nuestro partido, las fuerzas populares de liberación -FPL- "Farabundo Martí". El colectivo le hizo a Marcial los señalamientos y críticas en la forma más fraterna, propiciando a la vez condiciones partidarias para que superara el problema como revolucionario. El comando central, en una expresión de madurez y alto espíritu partidario, reiteró su confianza en Marcial como primer responsable y fundador de nuestra organización. Confió en su capacidad para superar sus debilidades y corregir sus desviaciones. Pero Marcial ya no estaba ubicado dentro de los intereses colectivos del partido de las fuerzas revolucionarias, de la clase obrera ni del pueblo. Marcial había dejado de ser aquel dirigente del pueblo conocido en el pasado. Graves deformaciones políticas, ideológicas y morales estaban terminando de afectar su conducta y responsabilidad, agregando a todo ello su rezago en relación as la realidad político-militar del proceso y de nuestro partido.

6. Salvador Cayetano Carpio, habiendo perdido ya toda la perspectiva y el respeto que para las FPL "Farabundo Martí", merece la confianza de nuestro pueblo, enceguecido por sus ambiciones políticas y su fanático auto-engrandecimiento, ordenó y planificó junto con Marcelo el asesinato de la compañera comandante Ana María, perdiendo así el mismo su calidad de revolucionario y dirigente de nuestro pueblo, utilizando para ello un grupo de combatientes sujetos a la disciplina militar y en complicidad con elementos del personal de seguridad de la compañera. Descubierto Carpio en su crimen, optó en su último acto de cobardía política, por el suicidio para evadir su responsabilidad y salvar su nombre ya manchado por la infamia que el mismo se echó encima. Prefirió morir manteniéndose aferrado a su egocentrismo y autoenervación. Antes de suicidarse, Marcial añade a su ya incorregible cobardía política, una nueva infamia escribiendo unas cartas, una de ellas dirigida al Comando Central, donde presenta los hechos como una conspiración de falsos revolucionarios en contra de lo que él denomina su intachable trayectoria de verdadero revolucionario. Marcial dejó así veneno, para continuar dañando a la revolución y a nuestra organización. En una acción igualmente desesperada y ciega para salvar su imagen por encima de todo. Pero el asesinato que cometió contra Ana María está totalmente probado. El séptimo consejo revolucionario de las fuerzas populares de liberación "Farabundo Martí", realizado en el mes de agosto de 1983 en Chalatenango, conoció estas pruebas concluyentes y estudio el fenómeno en toda su profundidad, en sus factores determinantes y condicionantes, adoptando una resolución de condena a Marcial por unanimidad. Estos acontecimientos, deformaciones y desviaciones no tienen precedentes en la vida de las FPL "Farabundo Martí", sin embargo, producto de la confusión, el resentimiento, oportunismo y el fanático culto a la personalidad de Marcial, algunos pocos ex compañeros fueron sorprendidos y han llagado al extremo de separarse de nuestro partido, tratando de fraccionar y dividir la unidad interna de las FPL, con métodos desviados y dañinos para la revolución y para nuestro pueblo que sólo favorecen al enemigo. Este grupo sostiene las posiciones atrasadas, sectarias y anti-unitarias levantadas por Marcial. Niega el papel de vanguardia revolucionaria del FMLN, y se autoproclaman únicos representantes de la clase obrera, niega el papel que pueden jugar en nuestro proceso todas las fuerzas democráticas y progresistas junto a las clases trabajadoras. Están impregnados de un profundo pensamiento y práctica anti-partido. A este grupo de individuos está ligado el recién aparecido Movimiento Obrero Revolucionario "Salvador Cayetano Carpio", con ello pretenden levantar la figura de Carpio ante nuestro pueblo, ocultando y encubriendo lo que está claro y comprobado: Que Marcial terminó traicionando los intereses de la clase obrera y de todo nuestro pueblo, haciendo un irreparable daño a la revolución.

Frente a todas las calumnias propaladas por este grupo acerca de supuestas desviaciones de las FPL "Farabundo Martí", y de todo el FMLN, hay un hecho indiscutible que está a la vista de todo el mundo. El poderosos avance revolucionario, las contundentes victorias político -militares, conquistadas por las fuerzas del pueblo, la crítica situación político militar en que se encuentra la dictadura, el hecho incuestionable del avance en el proceso unitario y consolidación del FMLN. Los revolucionarios conocemos a profundidad las prácticas y medidas desarrolladas por el imperialismo y la reacción mundial encaminados a destruir los movimientos revolucionarios, para lo cual trazan como uno de sus primeros objetivos la división de las organizaciones de vanguardia de los pueblos. En nuestro país son innumerables los esfuerzos y las medidas que el imperialismo yanqui y sus títeres internos implementan para dividir la vanguardia de nuestro pueblo, el FMLN, y a cada una de sus organizaciones integrantes, para nadie es desconocido que recientemente en Grenada un grupo de revolucionarios fue instrumentalizado directa e indirectamente por el imperialismo para provocar una división y enfrentamiento dentro del partido “Nueva Joya”. Creó las condiciones propicias a los agresores imperialistas yanquis para justificar y consumar la invasión a Grenada, asestándole un golpe estratégico a la revolución. Llamamos a este grupo a la cordura y a la reflexión, a comprender que su actitud es dañina a los intereses del proletariado y de todo el pueblo, siendo el enemigo el único beneficiado. La actitud de todo revolucionario ante los nefastos planes del imperialismo, la oligarquía y su dictadura títere es fortalecer la unidad interna entre los revolucionarios y consolidar el FMLN.

Para finalizar, el Comité Central de las Fuerzas Populares de Liberación (FPL) "Farabundo Martí", al pueblo salvadoreño y a los pueblos del mundo, expresa:

1. Que les manifestamos a todos aquellos compañeros confundidos o engañados que las filas de nuestra organización están abiertas para todos los que quieran volver a incorporarse cerrando filas y unificando nuestros esfuerzos para derrotar a los enemigos del pueblo.

2. Que condenamos el brutal asesinato de nuestra compañera Ana María, segunda responsable del nuestra organización, así como a los responsables del mismo, Salvador Cayetano Carpio "Marcial" y Rogelio Bazablia "Marcelo" y demás participantes. De igual forma reprobamos el cobarde suicidio de Carpio.

3. Que la pérdida irreparable de la inolvidable compañera Mélida Anaya Montes, forjadora y baluarte del pensamiento unitario de nuestro pueblo, fortalece la moral combativa de nuestra organización, la decisión de fortalecer el desarrollo unitario del FMLN, la decisión de lucha infatigable, profundiza nuestro amor al pueblo y la resolución de vencer, la voluntad de ser libres, llevar la revolución contra el imperialismo y la explotación hasta el final.

4. Las FPL "Farabundo Martí", estamos comprometidas indisolublemente con la clase obrera y el pueblo. Nuestra fortaleza, nuestra convicción y nuestra decisión descansa en la inquebrantable confianza, en la ilimitada capacidad creadora y revolucionaria del proletariado y del pueblo y de la confianza absoluta en la victoria popular.

5. Las FPL "Farabundo Martí", como organización revolucionaria templada en el curso de la heroica lucha del pueblo salvadoreño es capaz de depurarse y avanzar con firmeza en el fortalecimiento de la unidad de todo el pueblo y en el desarrollo de la lucha revolucionaria.

6. Que la reunión plenaria del séptimo consejo revolucionario de nuestra organización, ratificó la línea estratégica, político-militar de nuestra organización y la enriqueció con la base en las nuevas experiencias y exigencias de la revolución, la denominación del séptimo consejo revolucionario "Todo el pueblo dispuesto a derrotar la intervención del imperialismo yanqui", dedicado a nuestra segunda responsable comandante Ana María y demás héroes y mártires de la revolución, recibe el espíritu y la disposición de las FPL y de todo el pueblo de combatir y vencer a las tropas yanquis y de otros países títeres del imperialismo que agraden nuestro suelo patrio. Al mismo tiempo, trazó los lineamientos para contribuir junto al FMLN a alcanzar la victoria popular definitiva.

7. Finalmente hacemos un llamado a la clase obrera, al pueblo trabajador y a los sectores democráticos y progresistas a no dejarse confundir por la campaña de calumnias y mentiras propaladas por el enemigo y por todos aquellos que le hacen el juego directa o indirectamente.

A incorporarse masivamente a la lucha armada revolucionaria, contribuir con la misma para emprender las batallas decisivas contra los enemigos del pueblo.
A impulsar decididamente la lucha por las reivindicaciones políticas, económicas y sociales inmediatas.
A apoyar todas las medidas para evitar la intervención yanqui o, de otras fuerzas en nuestro país ya enfrentar con resolución cualquier intento de agresión a nuestro país.
A fortalecer la unidad del pueblo en torno a su vanguardia el FMLN y a cerrar filas frente a nuestros enemigos de clase.

Viva la unidad político-ideológica y orgánica de las Fuerzas Populares de Liberación (FPL) "Farabundo Martí".
Viva el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional. (FMLN).
Guerra al imperialismo, la oligarquía y su dictadura títere.
Revolución o muerte… el pueblo armado vencerá.
Proletarios de todos los países unidos.
Unidos para combatir hasta la victoria final.
Revolución o muerte…. Venceremos.

Por el Comité Central de las Fuerzas Populares de Liberación (FPL) "Farabundo Martí", firman los miembros de su Comisión Política:

Leonel González, primer secretario de las FPL y comandante en jefe de las Fuerzas Armadas Populares de Liberación.

Dimas Rodríguez, segundo secretario de las FPL y segundo jefe de las Fuerzas Armadas Populares de Liberación.

Milton, Salvador Guerra, Estaban Cabrales, Mayo Sibrián, Ricardo Gutiérrez, Jesús Rojas, Valentín y Miguel Castellanos.

Chalatenango, 9 de diciembre de 1983