Carta abierta de los prisioneros de las FARC-EP en la Penitenciaría Nacional de Oriente

De la terrible duda de las apariencias,
de la posibilidad de que hayamos sido engañados,
de que quizá la confianza y la esperanza no sean,
al cabo, sino especulaciones"
Walt Whitman

Carta abierta de los guerrilleros de las FARC – EP, prisioneros políticos en la Penitenciaría Nacional de Oriente, Acacias – Meta al pueblo de Colombia y la comunidad internacional:

Saludamos fraternalmente a todos los hombres y mujeres que creen posible un mundo mejor y les decimos que es para nosotros un imperativo moral seguir elevando la voz en contra del torrente que arrastra las esperanzas y el futuro de una nación en pro de los intereses mezquinos de las minorías empotradas en el poder.

El régimen uribista ha impreso un sello difícil de diluir, plagado de miseria, guerra, miedo, represión y persecución a un pueblo trabajador y digno, el cual ve morir a sus mejores hijos en una guerra que solo llegara a su fin cuando las contradicciones objetivas que la generan desaparezcan; es decir, cuando exista una democracia plena, una redistribución de la riqueza decente y coherente, un gobierno de mayorías alejado del servilismo al águila imperial que paga con medallas la sangre de los pueblos y cuando la motosierra recupere su puesto como herramienta de labor y deje de ser el arma predilecta del terrorismo para estatal.

No podemos asistir como convidados de piedra al espectáculo mediático de las capturas masivas contra campesinos inermes, resultado de la "eficacia" de la seguridad democrática; hombres que se pudren en vida en las universidades del crimen, como son estás, las cárceles del régimen, aquellos que son usados por el "sapo" para conseguir prebendas y alcanzar el lugar de insignia nacional al hundir jurídicamente a cualquiera, con el fin último de recibir una suma de dinero determinada bajo el nombre de recompensa a los colaboradores, la cual es la base de la política oficial de la Casa de Nariño, política que rompe con todas las normas jurídicas y acaba con el derecho a la presunción de inocencia.

De este espectáculo son protagonistas las Fuerzas Militares, que permeadas bajo estas mismas directrices de recompensas, asensos y prebendas, venden su honor militar al convertirse en mercenarios del régimen, cuyas cabezas ruedan, hasta lo más alto de la oficialidad cuando llega el momento en que la barbarie es imposible de ocultar, y pagan el precio para que el Estado pueda eludir la responsabilidad política de su engendro, que genera falsos positivos donde mueren unos inocentes y otros, pagan con cárcel, todo con el fin de mostrar a la opinión pública resultados desesperados y dar a entender que se está ganando una guerra que no cesa ni se agota.

Nosotros, los prisioneros de guerra, apreciamos con optimismo la entrega unilateral de presos políticos que se encontraban en poder de las FARC – EP, valoramos a las personas, organizaciones y gobiernos, que han unido esfuerzos (a pesar de los obstáculos impuestos por Uribe y su corte) para hacer posible este gesto humanitario, el cual es una muestra más de la intención de abrir caminos que conduzcan al dialogo y a la paz con justicia social, bandera que las FARC – EP hemos hondeado en alto, a pesar de los muros que se levantan para ocultarla.

Es por eso que recluidos en las cárceles del régimen, llamamos al pueblo a reflexionar, a no pasar entero, a dudar de lo que se nos muestra como obvio, a utilizar esa malicia indígena que la conquista no logro aplacar. Invitamos a la juventud a seguir trabajando, luchando y construyendo, a los intelectuales a que desde la ciencia, la tecnología, las artes y las humanidades, reinventen el camino de la liberación del ser humano; a los oficiales, suboficiales, y soldados los invitamos a que no vendan más su conciencia.

La historia está mostrando claramente que este no es ni será el modelo, el desplome de Wall Street no es el final, es un comienzo, no es momento de creer en hecatombes sino de luchar por el planeta azul.

Hoy los prisioneros de guerra de la Penitenciaría Nacional de Oriente de Acacias – Meta, estamos convencidos de que el intercambio humanitario es posible, no se puede seguir ocultando el conflicto armado ni sus causas, las FARC – EP como fuerza beligerante, está llamada a participar, de primera mano, en la construcción del futuro de Colombia, en la reconciliación entre los hermanos, y esto parte de alcanzar acuerdos políticos que permitan generar procesos de discusión en torno a los temas gruesos de la nación.

Estamos atentos y prestos a las orientaciones del Estado Mayor Central o del Secretariado de las FARC – EP a este respecto; no creemos en las políticas de desmovilización ni de justicia y paz, pues estas responden al interés de la guerra sucia, han sido construidas con mentiras y a espaldas del pueblo; son antidemocráticas y responden a los intereses del gamonalismo narco paramilitar y no a la verdadera búsqueda de la paz y la reconciliación.

Invitamos a las organizaciones de derechos humanos, de juristas, a las ONG y demás entidades afines, de orden nacional e internacional a brindar acompañamiento a los presos políticos, en pro de la transparencia y la real justicia.

En memoria, de nuestro legendario Comandante en Jefe, Manuel Marulanda Vélez, cuyo ejemplo de dignidad, moral y coraje seguimos, repitiendo las frases escritas desde un campo de concentración nazi por el comunista checo Julius Fusik antes de morir: "Por la alegría nacimos, por la alegría morimos en el campo de batalla, que la cobardía y la tristeza jamás sean unidas a nuestros nombres"

Enero de 2009
Penitenciaría Nacional de Oriente, Acacias–Meta