Carta de la Dirección Nacional a los militantes, simpatizantes y pueblo en general

CARTA DE LA DIRECCION NACIONAL DEL FPMR A LOS MILITANTES, SIMPATIZANTES Y PUEBLO EN GENERAL

Compañeros:

Hoy hace 14 años, un 14 de diciembre, un puñado de jóvenes -desafiando el terror impuesto por la brutal tiranía de la soldadesca criolla- se organizó para iniciar un camino que permitiera enfrentar y resistir la injusticia, el atropello y el crimen de un régimen impuesto por la traición y sustentado en la fuerza de las armas. El surgimiento del Frente Patriótico Manuel Rodríguez representa la voluntad de un pueblo que reivindicaba -con su lucha movilizadora a través de las protestas- el legítimo derecho a la rebelión. Muchos son los cambios que han ocurrido hasta hoy en el Frente, en nuestro país y en el mundo. Duro ha sido el camino que nos ha tocado transitar, el que se ha regado con la sangre generosa de nuestros combatientes que jamás han dudado en dar lo mejor de sí con la esperanza de construir un futuro más digno. Nuestra historia está llena de hechos que demuestran la voluntad y la decisión de luchar en cualquier terreno, a fin de restablecer un sistema plenamente democrático que sea capaz -de una vez y para siempre- de hacer justicia en nuestra patria.

Hoy resulta paradójico que algunos traten de demostrar que la noche oscura de la represión y la muerte ha sido superada por la renombrada democracia que intenta mostrar como éxito el tener a un par de rufianes presos. El pueblo no olvida ni perdona a los asesinos. Más allá que incluso puedan ocupar un sillón en este parlamento, "santuario de la democracia". Hay muchos -con uniforme o sin él- que tienen deudas con la vida. Tenemos la seguridad y la confianza de que más temprano que tarde llegará el momento en que tendrán que responder, como otros lo han hecho.

El imperio de la hipocresía y cobardía del gobierno, los partidos y sus cúpulas -que han consagrado la impunidad como valor de mercado- tendrá un fin. Hoy muchos políticos se jactan de haber restablecido relaciones con los uniformados y no vacilan en arrodillarse pidiendo disculpas por ciertos "excesos" verbales o intentan mostrarlos como demócratas. Pero la opinión pública los conoce y condena, a los unos y a los otros. La expresión más contundente de ello es el reciente rechazo que amplios sectores -especialmente juveniles- han dado al sistema en las recientes elecciones parlamentarias, al no inscribirse en los registros electorales, no concurrir a votar o asistir anulando su voto, como una obvia manera de rechazar esta cadena de componendas y transacciones, carente de valores morales y de principios. Esto es un ejemplo más, junto a los recientes triunfos electorales de la izquierda consecuente en las federaciones universitarias y el apoyo obtenido en las parlamentarias de que un pueblo que mantiene a salvo su dignidad no acepta regirse por un sistema injusto y excluyente, que consagra la impunidad y profundiza cada vez más la brecha entre ricos y pobres.

Hoy cuando pretenden que nos traguemos la píldora de que el recambio en las jerarquías de las Fuerzas Armadas, significaría "una nueva etapa" -desconociendo el hecho de que más allá del grado en que unos u otros tengan las manos manchadas con sangre existe una doctrina que permanece inalterable y que hace a la institución responsable por tanta atrocidad cometida- el pueblo está ansioso de gestos de buena voluntad. Exige que estos nuevos mandos demuestren su verdadera vocación democrática, y como primera medida digan de una vez dónde están los desaparecidos y entreguen a la justicia a los verdugos de Chile. Al mismo tiempo, que expulsen de sus filas a todos aquellos responsables de violaciones a los derechos humanos. Sin lugar a dudas, éste sería el primer paso y un buen signo hacia el futuro.

Nuestra lucha de ayer y hoy que, si bien es cierto transcurre por caminos distintos, tiene un punto en común: la dignidad. Y ello nos da una fuerza moral que es un escudo ante la traición y la represión y nos permite, a pesar de grandes dificultades, mantener en alto las banderas que nos dieron origen.

Estimados compañeros, durante prácticamente todo el último año hemos realizado innumerables esfuerzos por transformar la organización en una fuerza política real. Significativos son los avances por salir de las sombras. A pesar de las permanentes amenazas y persecuciones, hemos abierto un espacio en el seno del pueblo adecuando nuestro quehacer y sin tener que renegar de nuestra historia. Podemos asegurar que se han generado grandes expectativas en torno a la reorganización del rodriguismo. Sin embrago, habrá que dar pasos más decisivos para que ello sea un proceso irreversible.

En este nuevo aniversario recordamos a nuestros hermanos caídos con el compromiso de seguir su ejemplo de consecuencia y mantener en alto las banderas que enarbolaron. La reorganización del rodriguismo es nuestro mejor homenaje y constituye un imperativo de la hora presente que garantiza la continuidad del FPMR en las nuevas condiciones históricas.

Saludamos en este día a todos nuestros militantes que con gran esfuerzo y decisión, abren paso a una nueva forma de hacer política desafiando a este sistema represivo y excluyente. De igual manera los llamamos a unir fuerzas en el trabajo diario y en la base para avanzar en la construcción de una alternativa que interprete a esas amplias mayorías que muestran hoy estar decepcionadas e incrédulas ante tanta promesa incumplida. El resultado de las últimas elecciones y la actitud de un sector importante de chilenos, demuestran que existe un universo que está cansado de la politiquería y el engaño, y sin lugar a dudas, con su conducta está más cerca del Vuelo de la Justicia que de la demagogia y el sectarismo. La reorganización debe tener ese sello de audacia y consecuencia, y tiene que contribuir a levantar una opción que represente y refleje los intereses de esos sectores.

¡Honor y gloria a los caídos!
¡Viva el rodriguismo y su historia!
¡Hasta vencer o morir!

Frente Patriótico Manuel Rodríguez
Comandante Salvador

Santiago, 14 de diciembre de 1997.