¿"Revolución por etapas ininterrumpidas" o revolución interrumpida por etapas?

¿”REVOLUCIÓN POR ETAPAS ININTERRUMPIDAS” O REVOLUCIÓN INTERRUMPIDA POR ETAPAS?

El Zancudo, columna de debate ideológico del MLN-29, vuelve a la palestra pública para darle continuidad a la lucha en este frente, pues no le daremos tregua a desviaciones de “izquierda” o de derecha que conduzcan a prácticas estériles que ahoguen las esperanzas del pueblo trabajador de levantar su propia alternativa revolucionaria de poder popular ante el injusto sistema capitalista. Nuestra tarea hoy consiste en presentar algunas notas de respuesta a los maoístas criollos.

Quibian Gaytán (QG) titula su artículo publicado en Kaosenlared el 30 de marzo de 2010, “El Programa de la Revolución por Etapas Ininterrumpidas Hacia el Socialismo”(1) como una respuesta al artículo del Movimiento de Liberación Nacional 29 de Noviembre bajo el título “MLN-29: Partido de la Izquierda Revolucionaria Panameña”(2), publicado en Kaosenlared.net y en Cedema.org el 7 de noviembre de 2008 y luego impreso en forma de tríptico, a manera de recordar y tener presente las enseñanzas de la Revolución de Octubre encabezada por Lenin y el Partido Bolchevique y como un tributo a la memoria de nuestro Máximo Dirigente, Floyd Britton, asesinado por el régimen militar de Omar Torrijos el 29 de noviembre de 1969 en la Isla Penal de Coiba.

1.- EL MOMENTO POLÍTICO

Empecemos por aclarar algunos puntos a nuestro juicio relevantes. Debemos señalar que el artículo de QG es innecesariamente ofensivo y denota mala fe, que el autor (o autores) está o se hace el confundido y transmite dicha confusión, hay deshonestidad intelectual en su argumentación como veremos, no hay reciprocidad hacia la única organización que desinteresadamente ha tratado de sacar al PC(ML)P del ostracismo en que se encuentra y, además, manifiesta un irrespeto inaceptable hacia un partido revolucionario que en la práctica, a través del tiempo, ha sabido mantenerse fiel a sus principios ideológicos y políticos pagando por ello un elevado precio, siendo la única organización de la izquierda panameña que en los últimos 40 años “ha recorrido una heroica historia de lucha con ejemplar reciedumbre y tenacidad al ofrecer, junto a nuestras claras convicciones ideológicas, el sudor de un trabajo político constante y la sangre generosa de nuestros militantes y dirigentes derramada al ser asesinados o al caer combatiendo con las armas en la mano.”

En modo alguno nos preocupa que nuestros planteamientos sean debatidos, al contrario, pero ello debe darse en un marco de seriedad, sinceridad y honestidad revolucionaria. Lo que sí nos preocupa –y mucho- es el momento político escogido para atacar un artículo que fue publicado en noviembre de 2008, precisamente en el momento en que se instaura en Panamá el gobierno autoritario de Ricardo Martinelli (el cual señala el propio QG “da al país un rostro fascista, neoliberista y antipopular”) que lleva al movimiento popular y revolucionario a plantearse el enfrentamiento a sus medidas retrógradas contra la CSS y el sistema educativo, reformas anti-obreras al Código de Trabajo, instalación de bases militares, desalojos de pobladores, campesinos y pueblos originarios, criminalización de la protesta social, etc. Es justamente lo que el gobierno necesitaba en este momento: utilizar todas las formas posibles para difamar, distraer, atacar y tratar de golpear a la fuerza política revolucionaria capaz de hacerle frente.

Pero no solo nos ataca a nosotros, sino que procura jugar un papel disociador en el campo popular arremetiendo contra “castristas, guevaristas, trostkystas” y “el revisionista Partido del ‘Pueblo’”. Y en la arena internacional, la emprende contra los “castristas y sandinista”, “los combatientes de El Salvador, Guatemala y Méjico (que) suscribieron sendos y traicioneros ‘acuerdos de paz’”; contra “Chávez, Correa, Castro y demás”, justamente a quienes Martinelli ha decidido combatir para hacer “girar el péndulo hacia la derecha” en América Latina. Todo esto resulta altamente sospechoso y suscita muchas interrogantes. ¿Será esta una aplicación creativa de las concepciones tácticas y estratégicas de Stalin que tanto cita QG? ¿A qué o quién responde el “camarada” QG? ¿A qué intereses sirve? ¿Quién se beneficia con todo esto? ¿Está confundido o está siendo utilizado, consciente o inconscientemente, por el “neoDuce” Martinelli? ¿Estamos ante un revolucionario despistado o ante un vulgar provocador? De no contar con ciertas referencias diríamos, sin duda, que es lo segundo.

2.- DESHONESTIDAD INTELECTUAL

QG confiesa desconocer nuestro Programa y ,sin embargo, arremete contra el artículo “MLN-29: Partido de la Izquierda Revolucionaria Panameña” como si se tratara de un Programa, cuando el mismo se limita a decir quiénes somos.

Hemos planteado en dicho artículo que “el programa del Partido de la clase obrera es el Programa de la Revolución Socialista”. QG decide arbitrariamente que se trata, de nuestro “programa mínimo” y comete un acto de deshonestidad intelectual al poner entre comillas, como si nos estuviese citando, que estamos planteando la “revolución socialista ahora”, frase que repite varias veces. Pero igualmente critica que hablemos de las tareas de "liberación nacional y la emancipación social de nuestro pueblo". Con lo cual demuestra que su objetivo es buscar y rebuscar con el único afán de criticar por criticar.

Cuando usamos la expresión “pueblo” QG salta y dice “‘pueblo’ sin clases sociales componentes”. Esto lo dice pese a saber que políticamente esta expresión excluye a los explotadores, pese al claro contenido clasista de nuestros planteamientos y a pesar de que el primer apartado del artículo hace referencia a “Un Partido Clasista Que Asume el Proyecto Histórico de la Clase Obrera”. No obstante sus críticas, termina diciendo “que hay que organizar al pueblo y velar por su unidad”, aunque esta sea una simple frase, pues poco o nada hacen al respecto.

Por otro lado señala: “califican erróneamente que su cometido inmediato es destruir (…) el capitalismo como sistema…”. No existe tal expresión en el escrito referido.
QG acude al expediente de mentir, inventar y entremezclar planteamientos diversos que responden a momentos y situaciones diferentes para luego atacar en base a su propia confusión y engaño. Inventa una acusación, ataca la acusación inventada, luego saca a relucir una cita de Lenin al respecto y finalmente grita victorioso: “Lenin nos da la razón a nosotros en esta cuestión”.

“Llaman a ‘Construir desde abajo poder popular’. Esto sólo puede traducirse y comprenderse que, de antemano, renuncian a la participación en la conformación de un Gobierno Provisional Revolucionario nacido de un eventual triunfo de un alzamiento popular armado” (sic). Esto es increíble, hemos quedado deslumbrados ante las predicciones y vaticinios, o bien, actos de hechicería y brujería que llevan a sacar de la manga un “Gobierno Provisional Revolucionario” para luego, con mentalidad fantasiosa, ubicar nuestra posición ante tal imaginario gobierno. Estamos ante un discurso de política-ficción.
Finalmente hacemos notar el acto deshonesto de pretender hacer ver que estamos alineados con determinada corriente ideológica o política. Ayer una organización trotskista nos acusó de ser estalinistas, en aquella ocasión respondimos que si bien no lo éramos, “en nada nos asusta que un trotskista nos acuse de estalinistas”. Hoy, aclaramos que tampoco nos preocupa que un estalinista nos tilde de trotskistas ¿de qué otra cosa podría acusarnos? De la misma manera señalamos que no nos amedrenta que algún agente del orden burgués nos acuse de anarquistas.

3.- GUERRA DE CITAS, VERSOS Y VERSÍCULOS

En su escrito, QG hace un uso prolijo de citas de clásicos marxistas y de otros autores asumiendo su defensa con fe y convicción casi religiosa. En general estas citas ubicadas en su contexto histórico podemos aceptarlas como correctas, pero descontextualizadas como nos las presentan solo sirven para retrotraernos a la realidad del momento histórico vivido por los autores, muy distante y diferente en espacio y tiempo de nuestra realidad. No podemos asumir cada frase, cita o texto de manera lineal, dogmática, absoluta y mecánica. No todo planteamiento o frase de los clásicos es ley, dogma de fe o palabra divina. No podemos asumir el marxismo de la misma manera en que el cristiano lee la Biblia y recita sus versículos. Además, pensamos que un debate ideológico marxista no puede convertirse en una simple guerra de “citas citables. Nos parece que la manía de QG de recurrir a abundantes citas que cree justifican su posición ideo-política, no lo ayuda mucho.

Todo parece indicar que el problema radica en que QG confunde las leyes sociales y los principios ideológicos y políticos descubiertos o formulados por los clásicos, con las líneas y tareas políticas que plantearon en diferentes momentos y circunstancias.

Pero más que abundar en citas tenemos que aprender a hacer el “análisis concreto de la situación concreta”.

4.- ¿DESARROLLO CAPITALISTA O REVOLUCIÓN SOCIALISTA?

Indudablemente, se pueden encontrar múltiples citas de Lenin haciendo referencia a distintas etapas de la lucha de clases, del desarrollo del capitalismo en Rusia, del movimiento revolucionario, del partido, etc. No se trata, pues, de negar la existencia de etapas, fases o momentos del desenvolvimiento de una sociedad dada con sus contradicciones dialécticas, sus flujos y reflujos, sus cambios cuantitativos o cualitativos y demás. Es dentro de esta realidad compleja que Lenin analiza la sociedad Rusa y plantea la necesidad de la Revolución Socialista. Esa fue la tarea que se planteo el POSDR como Programa Máximo y ese es el Programa del partido revolucionario de la clase obrera panameña hoy.

Esto es así porque “la primera tarea que se impone el partido revolucionario sea (es) la de establecer correctamente” el carácter de la sociedad que quiere transformar y la contradicción fundamental en esa sociedad dada a fin de determinar el carácter de la revolución que se requiere para solucionar dicha contradicción. En nuestro caso, dado su carácter capitalista dependiente es la contradicción capital-trabajo que incluye las formas de explotación imperialista e incide sobre las formas pre-capitalistas de explotación. La contradicción principal varía según el momento socio-histórico y las variaciones de la lucha de clases. Una de las contradicciones secundarias puede asumir el carácter de contradicción principal en un periodo o momento dado y determina las tareas de ese momento.

Es casualmente tomando en cuenta “las condiciones económico-sociales y políticas concretas” que los planteamientos de Lenin varían entre julio de 1905 y abril de 1917 (Tesis de abril). ¿Atacará QG a Lenin por esta “confusión teórica y política”?. En Rusia se dan diferentes situaciones y momentos respondiendo a nuevas condiciones económico-sociales y políticas concretas en el lapso de unos cuantos años, o aún en meses, que justifican estas variaciones, pero lo que prevalece y se mantiene siempre presente es el problema de la contradicción fundamental de la sociedad rusa. Es por esto que Lenin insiste en uno de sus multicitados planteamientos que "de la revolución democrática comenzaremos a pasar enseguida (…no dice después de la revolución democrática, nota del Zancudo), y precisamente en la medida de nuestras fuerzas, de las fuerzas del proletariado con conciencia de clase y organizado, a la revolución socialista. Somos partidarios de la revolución ininterrumpida, no nos quedaremos a mitad de camino".
Lenin no dice que es partidario de la “revolución por etapas” estableciendo la revolución democrática y proletaria en estancos históricos, “separados por una muralla de China”: es partidario de la revolución ininterrumpida y ¡atención a esto! no pretende quedarse a mitad del camino, es decir, en ninguna etapa.

Si el programa del partido de la clase obrera no es el Programa de la Revolución Socialista, ¿significa entonces que debe limitarse a la revolución democrático burguesa en una etapa determinada? ¿Es así como conciben QG y sus compañeros el papel y el proyecto histórico de la clase obrera?. De hecho nuestro Programa [que sería el Programa Máximo para QG] es el de la Revolución Socialista. Las tareas de las etapas, periodos o momentos por las que atraviesa la lucha de clases las ubicamos en nuestras Plataformas de Lucha, precisamente para evitar las confusiones en que caen los etapistas.

Solo a manera de aclaración también es bueno señalar que no creemos que al socialismo se puede llega por decreto, pues más bien se trata de un proceso a desarrollar, defender y consolidar. De allí que critiquemos igualmente a los “permanentistas” que desde la cola de los movimientos, con vínculos tangenciales o simplemente desde la barrera, exigen se decrete el socialismo en cualquier proceso político sin tomar en cuenta la situación y correlación de fuerzas; “las fuerzas del proletariado con conciencia de clase y organizado”.

5.- MATRIZ DEL REFORMISMO ETAPISTA

El origen del reformismo etapista que encontramos en los planteamientos de Quibian Gaytán y sus compañeros –que creen defender los principios del marxismo-leninismo, pero que en verdad terminan proponiendo la revolución interrumpida por etapas- surge de la vieja “teoría de las fuerzas productivas” de Kautsky. Esta teoría, nada leninista, marcó a los partidos de la II Internacional y hoy es sostenida por los partidos socialdemócratas, reformistas, revisionistas y por algunos partidos reclamados comunistas. En nuestro país el Partido del Pueblo, matriz de la cual surge el Partido Comunista (marxista-leninista) de Panamá, PC(ML)P., siempre se ha manejado con esta teoría.

Todo parece indicar que el PC(ML)P no ha logrado cortar el cordón umbilical ideológico con el Partido del Pueblo y que sigue pagando tributo a su origen al repetir a pies juntillas sus viejas tesis. Para demostrar palmariamente lo que aquí sostenemos recurriremos a un reciente escrito del profesor Rubén Darío Sousa Diez, militante destacado del Partido del Pueblo e hijo del máximo dirigente de dicha organización, titulado “La Evolución y Nuevas Condiciones de la Lucha Social en Panamá” (3), publicado el 22 de marzo de 2010 en Panamá Profundo.

a.- EL CARÁCTER DE LA REVOLUCIÓN

“Tomando en cuenta la etapa por la cual atraviesa la revolución panameña actualmente, caracterizada por la lucha contra el neo-colonialismo y el neo-liberalismo, y de acuerdo a las fuerzas que han ido madurando para el cumplimiento de esas tareas, nuestra organización ha definido su estrategia para la fase actual de liberación nacional. En este sentido hemos llegado a la conclusión de que no existen aún en nuestro país las condiciones materiales, ni políticas para en lo inmediato adoptar una estrategia socialista de construcción del nuevo estado panameño. En su lugar, concebimos como estrategia el estado de democracia nacional, participativo, no excluyente, como vía para finalmente llegar al socialismo”. Esto escribe R. D. Sousa, hijo.

QG nos señala que “La tarea del proletariado en Panamá es la de romper el yugo nacional y económico del imperialismo, en concreto y lo inmediato del imperialismo yanqui, y la explotación y opresión del capitalismo monopolista burocrático y del sistema político-estatal de la burguesía compradora, no de la burguesía panameña en general. Pasaje y premisa de la revolución socialista proletaria”.

Encontramos una estrecha similitud entre los planteamientos del Partido del Pueblo y el PC(ML)P. ¿Meras coincidencias o debemos preguntar quién copió las tesis de quién?

b.- LOGRAR PRIMERO EL DESARROLLO DEL CAPITALISMO

Dice R.D. Sousa, hijo que “Como es sabido, el socialismo, salvo en determinadas condiciones especiales, se engendra con la participación activa y consciente de las fuerzas que han madurado en el seno de la formación económico-social anterior. En este sentido, la existencia de un estado de democracia nacional participativo con una fuerte presencia de los trabajadores deberá permitirnos la culminación del desarrollo capitalista panameño con el fin de alcanzar la maduración de las condiciones objetivas y subjetivas hacia una nueva sociedad socialista.”

Por su lado QG plantea que “teniendo como su fuerza principal a los trabajadores (la revolución democrática que sugiere, nota del Zancudo), mira a liquidar solamente al feudalismo y al capitalismo monopolista, solamente a los terratenientes y a la clase del capitalismo burocrático (la gran burguesía), y no al capitalismo en general, al estrato superior de la pequeño burguesía o a la burguesía media”; “abatir (…) la gran propiedad feudal, y crear así las condiciones para el desarrollo rápido de un capitalismo moderno”.

¿Cuál es la diferencia entre estos dos proyectos de revolución? Realmente no entendemos por qué los camaradas del PC(ML)P abandonaron las filas del Partido del Pueblo.

c.- ¿SITUACIÓN REVOLUCIONARIA?

Las coincidencias entre estas dos organizaciones no se dan sólo en lo teórico-estratégico, aquí podemos apreciar que también coinciden en lo táctico-político. Veamos
“Dado que nos encontramos en una situación revolucionaria en desarrollo, aquí y ahora (…) la revolución política y social la hacemos todos, junto a las masas (…) o nos veremos confrontados con una movilización de masas contrarrevolucionarias liderada por la derecha más recalcitrante”, nos dice QG.

R. D. Sousa, hijo señala que “El Bi-partidismo en Panamá hoy en día se desarrolla en el contexto de una situación revolucionaria caracterizada por la ingobernabilidad que se profundiza cada día más y en donde los de abajo no encuentran soluciones a sus problemas y los de arriba no pueden ya darle solución”.

Nuestra apreciación de la situación política nacional no nos ubica en una situación revolucionaria ni lo planteado expresa las premisas leninistas de tal situación, más bien enfrentamos un momento político de ofensiva del imperialismo y sus aliados en el continente tratando de recuperar el terreno perdido en los últimos años y golpear a las fuerzas democráticas, progresista y revolucionarias, tal cual señalamos al inicio de este escrito.

d.- DOS REVOLUCIONES ABISMALMENTE SEPARADAS

Al hablar de la “revolución democrático-burguesa” y de “la revolución proletaria” entre las cuales “media un abismo” como estancos, estamentos o escalones rígidamente encuadrados, cerrados y “separados por una muralla de China”, tal como lo comprenden QG y los pueblistas (las frases entrecomillas son de uno de sus cinco maestros, nota del Zancudo), se está negando el sentido de revolución ininterumpida tal cual lo plantea Lenin. En el proceso social real no existen tales cortes rígidos o mecánicos, así lo podemos apreciar respecto a los modos de producción, de allí el concepto de formación social que nos permite ver y analizar una sociedad históricamente determinada en su dinámico desarrollo dialéctico.

“Nos han sonado las orejas, por tantos años, con eso de que los comunistas somos ‘etapistas’. Bueno, que queremos la revolución por plazo y, por eso, nos empantanamos”. Y pese a ello no aprenden.

6.- TEORÍA Y PRÁCTICA

Nuestra posición política sobre el carácter de la revolución está fundamentada en el carácter de la sociedad panameña y en los hechos históricos que nos enseñan que a la revolución socialista no se llega desarrollándole el capitalismo a la pequeña y mediana burguesía ni a la burocracia estatal, para luego iniciar la etapa socialista.

Atengámonos a los hechos históricos. Lenin no dirigió la revolución de febrero de 1917 en Rusia. Es Kerenski con la burguesía liberal quienes copan el poder al ser derrocado el Zar de Rusia. La burguesía en el poder esa incapaz de lograr la paz, no entrega la tierra a los campesinos, no genera un clima de libertad y democracia, no resuelve el problema del pan en la mesa del pueblo. Lenin se plantea la Revolución Socialista teniendo estas tareas democráticas pendientes, mas no el “desarrollo rápido de un capitalismo moderno” hacia el socialismo.

Sería bueno que el PC(ML)P nos explique dónde está, cuál es la expresión económica y política concreta de esa burguesía progresista panameña a la que defienden con tanto ahínco, de la que se siente aliado y tras la cual marcha orondo y presuntuoso el camarada Quibian (o ellos tras su partido si prefiere) para convocar a un “gobierno provisional revolucionario” y hacer su revolución democrática burguesa o de nueva democracia.

Ciertamente se ha de contar con las fuerzas de la pequeña y mediana burguesía tanto rural como urbana para cumplir algunas tareas democráticas, pero esto no significa ponernos bajo su conducción política ni allanarle el camino al “desarrollo capitalista para que produzca más obreros que entonces lucharán por el socialismo”, como sostienen los seguidores de la engañosa, fracasada y reaccionaria “teoría del desarrollo de las fuerzas productivas”.

Señala QG que el MLN-29 “al cuestionar esta teoría y no saber avanzar más allá de la misma, (estaría) empantanándose en una falsa hipótesis”. Se equivocan los compañeros del PC(ML)P al no ver su propio empantanamiento. Tras décadas de existencia sosteniendo estas teorías reformistas que solo conducen a una práctica confusa o nula, no logran despegar manteniéndose estancados sin vínculos reales con el movimiento obrero y de masas en general, de allí su ostracismo.

En su discurso en la Conferencia de OLAS, Floyd Britton dijo que “Nosotros siempre hemos pensado que la teorización y la práctica deben marchar a compás. Una mala o nula práctica hace sospechosas necesariamente a las bondades teóricas” por lo que de hecho se constituye en “una nula práctica agazapada en bonitas frases retóricas”.

Concluimos señalando que es nuestro deseo encontrarnos algún día con los camaradas del PC(ML)P en los frentes de lucha, no enfrentados en trincheras opuestas, sino marchando hombro a hombro y cumpliendo nuestro juramento emelenista de “Luchar contra el capitalismo y toda forma de dominación, opresión, expoliación o explotación entre hombres y naciones”.
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(1) http://www.kaosenlared.net/noticia/programa-revolucion-etapas-ininterrumpidas- hacia-socialismo
(2) http://www.cedema.org/ver.php?id=2923)
(3) http://www.panamaprofundo.org/boletin/opinion/la-evolucion-y-nuevas-condiciones.htm