Nacemos de la necesidad de extender al máximo la idea del ataque improvisto y descentralizado, cual ninja que se camufla en la oscuridad de la noche y amparado por la luna ataca sin piedad al verdugo.
Nuestra posición no es de vanguardia de la revolución, ni mucho menos nos consideramos los iluminados. Por el contrario proponemos desde la práctica que otros las abracen como propias y que exploren y exploten sus posibilidades y capacidades al máximo, si existe la intención.
Las Células Revolucionarias no somos un grupo especifico que perdurara en el tiempo, por el contrario, somos un grupo anarquista que nos constituimos desde la informalidad.
Los individuos o grupos pueden o no identificarse con el proyecto, es decir, el compañero que se decida por el relámpago de la violencia emancipadora puede reivindicar al grupo o no, poco nos importa eso puesto que aquello a lo que apuntamos es a la extensión de la lucha subversiva, la cual consideramos un factor determinante en la guerra social.
Creemos sinceramente que no tenemos ni debemos reproducir esquemas tradicionales ni autoritarios. A cada momento nos desarrollamos y vamos adquiriendo la experiencia suficiente como para no vivir alimentándonos de la de otros en otras partes del mundo (Chile, México, Grecia, etc.). Y si bien estas nos han enseñado mucho, nuestra lucha se enmarca en el contexto del territorio rioplatense, es decir, aquí estamos, aquí vivimos, aquí actuamos.
Nuestros ataques han sido contra instituciones del Estado y el Capital, y a medida que nos afianzamos los mismos serán cada vez más certeros y precisos.
Para concluir invitamos a las individualidades y a los grupos a extender las iniciativas de ataque contra los engranajes del sistema de dominación.