Mensaje a los militantes del APRA

MENSAJE A LOS MILITANTES DEL APRA

Tras sesenta años de accidentada vida política, el Apra llegó al gobierno en 1985. Alcanzó la Presidencia de la República y amplía mayoría en el Parlamento contando con un importante apoyo popular expresado en la votación del electorado. Muchas expectativas y esperanzas se generaron en sus sacrificadas bases y vastos sectores del pueblo. Sin embargo, a poco más de de tres años de ejercer el gobierno, ha quedado demostrada la incapacidad de la dirección aprista para resolver los mínimos problemas del país incumpliendo así sus demagógicas promesas electorales y llevándonos a una situación de verdadera catástrofe nacional. Pero, además de ello, han quedado desnudadas en su más dramática realidad la inconsecuencia e inmoralidad de los personajes que dicen encarnar y representar la tradición de lucha y sacrificio de las antiguas generaciones de apristas.

El MRTA al dirigirse a los militantes honestos de las bases apristas, especialmente a los sectores juveniles, lo hace reconociendo su procedencia mayoritariamente popular y que, por tanto, sufren en carne propia los efectos de la explotación de este inhumano sistema capitalista; lo hace, sabiendo del rechazo que les produce tanta cobardía, traición y estafa de los malos dirigentes que los rodean. Todos ellos, salvo contadas excepciones, han hecho del Partido Aprista y de la función pública un trampolín para el enriquecimiento ilícito y satisfacción de apetitos personales.

En los años aurorales y en las épocas de duras persecuciones, el pueblo aprista luchó y derramó su sangre por una auténtica revolución popular. En las heroicas gestas de los años 30 y 40 –selladas con el sacrificio de los combatientes de la revolución de Trujillo el 32 y el levantamiento de la armada el 48- se creyó en una lucha antiimperialista, por la recuperación de nuestras riquezas naturales y la instauración de una auténtica democracia para el pueblo.

Ahora, que se encuentra en el gobierno, no sólo han abdicado a las más mínimas propuestas reformistas; sino que se han convertido en verdugos de su propio pueblo aplicando, a través de aparatos policiales y bandas paramilitares, una política de genocidio, exterminio y represión contra el pueblo.

Esto no puede seguir siendo permitido por los apristas consecuentes. Ha llegado la hora de tomar cuenta a los inconsecuentes, oportunistas y traidores.

No se puede seguir traficando con el legado histórico de “Búfalo” Barreto, Arévalo, Negreiros y tantos miles de anónimos militantes apristas que entregaron sus vidas en aras de un ideal que hoy es mancillado impunemente.

Durante el largo historial de vuestro partido, siempre ha habido hombres y mujeres que lucharon y se rebelaron contra las inconsecuencias y traiciones de los dirigentes. Entre ellos destacan con luz fulgurante, Luis Felipe de la Puente Uceda y sus huestes de apristas rebeldes que, dando un salto ideológico y político, tomaron las armas en los primeros años del 60 luchando y cayendo heroicamente por la captura del Poder y la construcción del socialismo. Estamos seguros que las bases apristas y juventud reconocen y respetan, en lo más profundo de sus conciencias, estos hechos de entrega y sacrificio. La propuesta para que eventos partidarios, como el último Congreso de la JAP en Ayacucho, lleve el nombre de Luis de la Puente Uceda, así lo atestigua.

Por ello, nosotros tenemos esperanzas en una consecuente reacción de lo mejor de la militancia aprista, ahora sobre todo que se avecina la realización de su próximo Congreso Nacional. Sabemos también que los líderes corruptos y traidores, que manejan el aparato partidario, apelarán a todos los métodos conocidos para neutralizar el lógico descontento de las bases; desde las maniobras dilatorios, la acreditación de delegados sin representatividad, la limitación de los debates y el derecho de expresión, hasta las amenazas y agresiones aplicando la política de la manopla y cachiporra.

Nada de esto debe arredrar a quienes estén dispuestos a dar dura batalla por detener la desbocada política reaccionaria de sus líderes y gobernantes, reorientando el accionar de su partido hacia el campo popular; tarea que nosotros consideramos muy difícil. De cualquier forma, el MRTA los llama y convoca para que se unan a las luchas de nuestro pueblo y, más temprano que tarde, marchemos juntos por los caminos de la revolución popular. Vuestros mártires y el pueblo así lo exigen.

¡CON LAS MASAS Y LAS ARMAS, PATRIA O MUERTE… VENCEREMOS!

Perú, Agosto de 1988

II Comité Central del MRTA