Desechar la charlatanería fantasiosa, persistir en construir poder popular

DESECHAR LA CHARLATANERÍA FANTASIOSA, PERSISTIR EN CONTRUIR PODER POPULAR

Durante los últimos meses QG a nombre del llamado PC(ml)P ha venido publicando en Kaosenlared una serie de artículos en los que expone su resumen interpretativo de las ideas de los clásicos del marxismo (Marx, Engels y Lenin) y de los maestros de su corriente de pensamiento (Stalin y Mao), matizando los mismos con otros artículos en los que descalifican y hacen tabla rasa con los posibles aportes de otros pensadores que no coincidan en un ciento por ciento con las tesis sostenidas por sus maestros.

Todo esto, como se puede observar, ocurre en medio de la agitada dinámica de la coyuntura de la lucha en contra de la Ley 30. Durante todo este periodo no se ha visto, no se ha oído ni se ha sabido de una sola acción política en el escenario físico de la lucha de clases por parte del mencionado grupo reclamado maoísta. Salvo por una Carta Abierta colgada en kaos en la que de manera abstracta convocan a unir esfuerzos en torno a sus postulados, nada sabríamos del grupo Quibian en torno al momento político panameño.

El mencionado grupo vuelve a hacer contacto con la realidad nacional cuando intentan, a través de sus alucinadas inducciones, deducciones, suposiciones, presunciones e invenciones antojadizas traídas de los cabellos, cuestionar las declaraciones del destacado dirigente sindical clasista, Genaro López a raíz de las especulaciones de los medios de comunicación social sobre su posible candidatura presidencial en el marco de la línea táctica emanada del II Congreso de FRENADESO (agosto de 2009) consistente en crear un instrumento político capaz de acceder a las instancias de poder local, parlamentario y gubernamental disputándole espacios de poder político a la clase dominante.

1.- Las injurias contra Genaro y FRENADESO

La carencia de argumentos serios y válidos desde el punto de vista político lleva a este grupo de opinión a difamar y denostar al referente político de las luchas sociales del pueblo panameño acusando a sus organizaciones e integrantes de “dar muestras de política obrera liberal y conciliacionista”, de propalar “ilusiones electorales, ilusiones constitucionales” en el seno del movimiento obrero, de olvidarse de la lucha de clases, entre muchos otros insultos y vituperios. Y es que para QG la posible participación electoral sólo es válida “en países capitalistas avanzados, con modernas relaciones políticas entre las clases sociales y con reales Repúblicas democráticas (burguesas)”, mientras en el caso de Panamá “resulta un mal sueño el pretender encontrar elementos progresistas en Ricardo Martinelli y su régimen político (sic!!); presionables a través de esa mascarada que es la corrupta y mafiosa Asamblea de Diputados de Panamá”. Aquí tendríamos que preguntarnos ¿Acaso fue en un mal sueño donde Lenin encontró “elementos progresistas” en el Zar para que los bolcheviques participaran en la Duma convocada por la monarquía rusa? ¿Acaso los bolcheviques blanquearon al régimen zarista como “factor democratizador” y sembraron “ilusiones constitucionalistas” al participar de la Duma?

Según el grupo Quibian, al pensar “que la táctica electoral es un espacio ‘opcional’, una forma de lucha ‘alternativa’ política valida. De ahí se desprende que luchar contra las elecciones no es necesariamente revolucionario y que participar en ellas no es contrario al camino revolucionario. ¡Asombroso!” ¿Acaso se asombrará de saber que los bolcheviques y muchos otros revolucionarios en el mundo hayan recurrido en algún momento a la táctica electoral? Lo único que demuestra este planteamiento es que para este grupo de opinión el problema electoral no es táctico, sino que es un problema de principio rechazarlas siempre.

En ningún documento o declaración de los dirigentes de Frenadeso y sus organizaciones, se manifiesta que el problema del poder estatal o el sistema dominante esté en juego en las elecciones burguesas. QG miente y calumnia descaradamente a los luchadores sociales y revolucionarios panameños cuando los acusa, sin base alguna, de sostener –según el farsante de marras- que “el pueblo obtendrá el poder y todos los cambios sociales que necesita con urgencia por medio del voto” (sic!!).

Después de todos estos entuertos, embustes y calumnias sin asidero, el señor Quibian tiene el cinismo de decir que a sus planteamientos y “alertas” solo se le ha respondido con “un torrente de injurias y calumnias”. Tras su lluvia de insultos y denuestos dice tratarnos con deferencia, caso distinto al que dispensa a los revisionistas y al “oportunismo del ala de derecha del trotskismo dada su ubicación en el campo contrarrevolucionario”. Bonita perla ideológica. Pronto veremos a estos furibundos estalinistas hablándonos oportunistamente de la consecuente ala izquierda del trotskismo, como justificación del trabajo entrista que ahora practican con un grupo estudiantil disputando influencias en el mismo con el “ala derecha del trotskismo”.

2.- Lo que dice Lenin sobre el parlamentarismo

En la medida en que los integrantes del grupo Quibian juran solemnemente ser los más fieles y devotos seguidores de “los cinco maestros”, colgar y adorar sus estampitas religiosamente y encenderle velas perpetuamente, ¡amén! Queremos contrastar el discurso doctrinario, falaz e injurioso de dicho grupo con lo que tiene que decir el Maestro Lenin sobre el parlamentarismo.

Según el círculo de opinión de QG “sostener en esta entrada del siglo XXI la táctica electoral, cuando la superpotencia yanqui atenazada por la más grave y profunda crisis económica de su historia… es un anacronismo”. Curiosamente, en su escrito La Enfermedad Infantil del “Izquierdismo” en el Comunismo, en la parte pertinente (VII) ¿Debe Participarse en los Parlamentos Burgueses?, Lenin empieza por refutar la versión sobre el anacronismo de la táctica electoral cuando los “izquierdistas” señalaban que el método de la lucha parlamentaria había caducado histórica y políticamente. “El parlamentarismo ‘ha caducado históricamente’. Esto es cierto –dice Lenin- desde el punto de vista de la propaganda. Pero nadie ignora que de ahí a su superación práctica hay una distancia inmensa.” “El parlamentarismo ‘ha caducado históricamente’ desde un punto de vista histórico universal…, pero en la historia universal se cuenta por décadas…, precisamente por eso, remitirse en una cuestión de política práctica a la escala de la historia universal, es la aberración teórica más escandalosa.”

“¿Ha ‘caducado políticamente’ el parlamentarismo? Esto es ya otra cuestión. Si fuese cierto, la posición de los ‘izquierdistas’ sería sólida. Pero hay que probarlo por medio de un análisis serio, y los ‘izquierdistas’ ni siquiera saben abordarlo.” “Es evidente que los ‘izquierdistas’… han tomado su deseo, su ideal político por una realidad objetiva.” Para ellos “el parlamentarismo ‘ha caducado políticamente’, pero se trata precisamente de no creer que lo que ha caducado para nosotros haya caducado para la clase, para la masa.”

Sostiene el grupo Quibian que “por principio… no nos oponemos, en dadas condiciones políticas, a la utilización de los procesos eleccionarios, ello nos permitiría organizar y educar a las masas trabajadoras”, pero que en Panamá eso no es posible pues “no tenemos una forma ‘democrática’ parlamentaria de gobierno. Sino que, por el contrario, un sistema de gobierno presidencialista, corporatista y neofascista, instrumento de explotación y opresión de nuestro pueblo”. En la Rusia zarista tampoco había una forma “democrática” parlamentaria de gobierno, sin embargo Lenin señala que “los bolcheviques hemos actuado en los parlamentos más contrarrevolucionarios, y la experiencia ha demostrado que semejante participación ha sido, no sólo útil, sino necesaria para el partido del proletariado revolucionario”

“Los ‘izquierdistas’ en general –señala Lenin- razonan aquí como unos doctrinarios de la revolución que nunca han tomado parte en una revolución verdadera, o que jamás han reflexionado sobre la historia de las revoluciones o que toman ingenuamente la ‘negación’ subjetiva de una cierta institución reaccionaria, por su destrucción efectiva.”
“Mientras no tengáis fuerza para disolver el parlamento burgués y cualquiera otra institución reaccionaria, estáis obligados a trabajar en el interior de dichas instituciones, precisamente porque hay todavía en ellas obreros idiotizados por el clero y por la vida en los rincones más perdidos del campo. De lo contrario, corréis el riesgo de convertiros en simples charlatanes.”

3.- Sobre los charlatanes del patio

Antes decíamos que “el papel aguanta todo lo que le pongan”, pero en el mundo de hoy ¿qué no circula por el ciber espacio? Los revolucionarios y luchadores sociales panameños conocen muy bien lo que es y lo que no es el llamado PC (ml) de Panamá o grupo Quibian. Si nos atenemos a sus propios escritos/documentos [http://www.icmlpo.de/es/7con/country/panama.htm], son un fallido intento de proyecto de partido de hace más de cuatro décadas devenido en un pequeño grupo de opinión que ahora pretende convertirse en una especie de círculo de discusión. De manera que el llamado PC(ml)P no es tal partido y se parapeta tras un discurso dogmático y grandilocuente sin aportar nada nuevo y sin la más mínima posibilidad de llevar a la práctica sus alocuciones aparentemente radicales, pero vacías --y en esencia retardatarias por inducir al quietismo y a la nada-- al no poder hacer efectivo su planteamiento en el terreno de la realidad socio política concreta.

El grupo Quibian se encuentra entrampado en su propio discurso dogmático doctrinario que lo mantiene alejado de las masas. No existe un frente de masas donde tengan una presencia, incidencia o influencia real. En sus planteamientos vemos como “alientan” a las masas y a las organizaciones sociales para que vayan a la lucha “y nosotros los apoyaremos”. Aún así se reclaman absurdamente vanguardia histórica y política del proletariado, pero de hecho admiten que van a la zaga del movimiento de masas, de allí que sus llamados y “orientaciones” devienen simples bufonadas.

Sobre el problema de la violencia revolucionaria, lo primero que aconsejan los clásicos del marxismo es “no jugar a la insurrección”. Es en este aspecto donde más se manifiesta el carácter de farsantes y embaucadores del grupo Quibian. Es manifiesto que son incapaces de cumplir las tareas políticas más sencillas, pero en sus discursos incendiarios e irresponsables plantean tareas y consignas pomposas a sabiendas de que carecen de la disposición de cumplirlas: “guerra popular”, “violencia revolucionaria”, “el poder nace de la boca del fusil”, “alzamiento popular armado”. He allí los charlatanes y provocadores que nunca han tronado siquiera un revolver de papelillo en sus más de cuatro décadas de “existencia” y cuyos planteos terminan siendo meras frases hueras al no comprometerse a ejecutarlas y hacerlas válidas. Es obvio que de estos discursos librescos, balandronadas, poses teatrales y demás pompas de jabón, no surgirá el ejército del pueblo.

No hay una pizca de humildad y sencillez en los planteamientos y actitud de este grupo, más bien de manera absurda se muestran petulantes. Si fueran capaces de hacer una milésima parte de lo que plantean en sus escritos y discursos sería un gran salto adelante. Pero en verdad constituyen, como diría Lenin, un reducido círculo de “obreros que imitan los peores rasgos de los intelectualoides”.

4.- A manera de conclusión

Frenadeso en su II Congreso, tras analizar los resultados de las elecciones generales del 3 de mayo de 2009, donde con millones se compró las elecciones, la situación crítica en que han quedado todos los partidos tradicionales en términos de credibilidad y sus disputas interpartidarias e intestinas, por un lado, y los avances del movimiento popular en toma de conciencia y organización, se mandató a la Dirección Nacional para hacer amplias consultas y explorar la conveniencia o no de crear un instrumento político-electoral para enfrentar a la clase dominante en este terreno. De ser positiva la respuesta, este esfuerzo se hará mancomunado con otras fuerzas sociales y políticas democráticas y progresistas. El Documento Político emanado del Congreso señala que la posible participación electoral sería un elemento táctico que reforzaría la línea de trabajo y objetivos estratégicos para el periodo consistente en construir Poder Popular desde las bases, acumular fuerza social para el cambio, producir variaciones en la correlación de fuerzas que hagan posible la auto-convocaria a una Asamblea Constituyente Originaria con plenos poderes para producir los cambios estructurales que reclama la situación económica, social y política que hoy vivimos los panameños.

Esto es consecuente con la concepción de que el problema de la participación electoral formal con postulaciones no es un problema de principio, sino más bien un problema táctico que depende de las condiciones políticas prevalecientes y de la conveniencia y capacidad del movimiento revolucionario de usar dicha situación política para avanzar en su estrategia de lucha.

Se entiende que en torno a las elecciones burguesas podrán emplearse distintas tácticas, dependiendo del momento político, la línea política y capacidad de ejecutarla del partido o movimiento dado, ya sea para boicotear las mismas por excluyentes, llamar a la abstención, votar en blanco o anular el voto, denunciar su carácter antidemocrático, aprovechar la coyuntura para educar a las masas respecto a su pertenencia e intereses de clase asumiendo postulaciones simbólicas, organizar al pueblo para asumir nuevas formas de lucha, tratar de copar espacio político local, parlamentario o gubernamental, para usar el parlamento como tribuna de resonancia y combinarla con la lucha extra parlamentaria, combinar la lucha legal e ilegal, entre otras tácticas de lucha política.

Panamá, 15 de septiembre de 2010