Las tres armas fundamentales de la Revolución Peruana

¡Proletarios de todos los países, uníos!
¡Proletarios, naciones oprimidas y pueblos del mundo, uníos!

LAS TRES ARMAS FUNDAMENTALES DE LA REVOLUCIÓN PERUANA.

Diciembre del 2006.

Es necesario construir un Partido Comunista del Perú, marxista-leninista-maoísta, que tenga un amplio carácter de masas y abarque todo el país, y además, es un objetivo de la clase y del pueblo peruano, que el Partido se consolide en los terrenos ideológico, político y organizativo para dirigir la revolución democrática nacional hasta alcanzar el triunfo de la conquista del poder en todo el país. La situación política, económica y social en el contexto internacional y nacional del momento, son condiciones objetivas para el desarrollo de la revolución, y son cada vez más crecientes que antes. Pero, a pesar de ello, por que el Perú como un país semifeudal de grandes burgueses y grandes terratenientes es colonia, es atrasado y débil, y es dependiente predominantemente del imperialismo yanqui, y es también dependiente como semicolonia de las demás potencias imperialistas, y además, por que el revisionismo de Gonzalo y su cúpula, están empeñados en enfermar con su canceroso veneno de traición y capitulación, entre un sector de la población de algunos intelectuales, estudiantes, masas de campesinos y trabajadores, se presentan y se expresan una manifestación de pesimismo, de depresión, de derrotismo, de humillarse, y de retroceder en la lucha contra el enemigo. Frente a esta realidad el deber del Partido, consiste en movilizar a las amplias masas populares, para superar estos siniestros planes del imperialismo, del Estado peruano y del revisionismo de Gonzalo, y estar siempre preparados, para hacer frente a cualquier campaña política, económica, psicológica y de “cerco y aniquilamiento” del enemigo, de modo que si ello se presenta, el Partido, el pueblo y la revolución afronten exitosamente y no sufran pérdidas por no prevenir.

Todos los miembros del Partido, tenemos que empeñarnos en construir un Partido Comunista del Perú, compacto, selecto y eficaz, y que asuma su papel, firme, seria y responsablemente, y que abarque todo el país, tenga un amplio carácter de masas, y se consolide en lo ideológico, político y organizativo. Desarrollar la revolución agraria actual. sacando lección de la traición de Gonzalo y su “dirección central”; es la tarea del Partido, para servir a los objetivos de la clase y del pueblo peruano, y dar el salto a la guerra nacional democrática y conquistar el poder en todo el país. No hay otro modo de combatir en esta lucha armada democrática antiimperialista y antifeudal.Las condiciones subjetivas y objetivas, están dadas. Principalmente la experiencia de los 26 años de guerra popular, nos han permitido tener las condiciones subjetivas, como un factor directriz para el avance de la actual guerra agraria de carácter democrático. Estas condiciones subjetivas, son los problemas que hay que resolver en la construcción del Partido, del Frente y la Lucha Armada. En concreto, nuestro deber y obligación es el de construir el Partido, el Frente y la Lucha Armada Democrática al estilo propiamente peruano, y éstas dependen de establecer políticas adecuadas en relación a la burguesía; no hay otro modo de resolver correctamente la construcción y consolidación, de estas tres armas fundamentales, para alcanzar la victoria en la revolución democrática nacional del Perú. Nuestro Partido está afrontando, como también está superando las serias y complejas situaciones que atañen a una revolución armada en un país subdesarrollado como el Perú. En estas condiciones objetivas, el Partido se está desenvolviendo como una organización guerrillera de la clase, que alcance envergadura nacional, y tenga un amplio carácter de masas; y esto. no lo podemos lograr sin una ideología, política y organización compacta. selecta y eficaz. Toda esta necesidad proletaria, no se logró en el período anterior de esta lucha campesina revolucionaria.

Hoy, tenemos que construir un núcleo dirigente del Partido, con cuadros y militantes, con un espíritu de responsabilidad seria y ordenado, y cuya labor revolucionaria teórica, sea refrendada en la práctica de la acción revolucionaria.

En la actual guerra agraria democrática, tenemos organizaciones, que todavía no podemos considerar que tengan un amplio carácter de masas, y que estén consolidadas en los terrenos ideológico, político y organizativo. Esto, nos llama a la tarea, de elevar el nivel de todos los militantes del Partido, en todos los niveles, de los antiguos y los nuevos, y de consolidarlos en lo ideológico, político y organizativo, para formar un Partido compacto, selecto y eficaz.Las realidades actuales en las que se encuentra el Partido, y las tareas por cumplir, son muy diferentes en relación a las revoluciones de Rusia y al de China, y muy diferente al periodo revolucionario de 1980 a 1999. Las circunstancias son ahora mucho más complejas, y las tareas mucho más arduas y duras.El presente periodo de la revolución agraria democrática, tenemos que sintetizarlo, comprenderlo y establecer el Frente Unido Democrático Revolucionaría, de acuerdo a las condiciones concretas del país, de cada región, de cada provincia y distrito, en relación con la burguesía, tanto del campo y la ciudad, en las que las fuerzas revolucionarias se enfrentan para aniquilar y desintegrar, y confiscar armas a las fuerzas armadas y policía nacional del Perú. En estos trabajos de acciones políticas, militares, económicas, organizativas y culturales, tenemos que saber coordinar con los partidos políticos, organizaciones gremiales, autoridades y masas populares, es decir, con todas las clases revolucionarias y las clases no proletarias democráticas y progresistas.

La revolución en su avance, se tornará más encarnizada y más cruenta, en la que no podemos aislamos en ningún instante de las masas; y, sólo librando una encarnizada lucha armada contra el enemigo, el Partido podrá transformarse en un Partido revolucionario que tenga un amplio carácter de masas y consolidarse en lo ideológico, político y organizativo. Sólo ésta, es la forma correcta marxista-leninista-maoísta, de que el Partido alcance a tener un amplio carácter nacional. El desarrollo de la guerra agraria democrática, lleva a una guerra nacional democrática, y esto es un salto en la guerra popular democrática, en el Frente Unido y en la construcción del Partido con amplitud nacional. Todo esto, no puede ser producto de una casualidad, sino de un duro, complejo y difícil proceso de lucha contra el enemigo.La tarea que nos hemos propuesto, es conquistar el poder en todo el país; y para lograr este objetivo, se tiene que construir en el curso prolongado de la lucha armada, un Partido Comunista del Perú, marxista-leninista-maoísta, firme, serio y responsable, que abarque a todo el país, y que tenga un amplio carácter de masas, y esté realmente consolidado en lo ideológico, político y organizativo y sea compacto, selecto y eficaz. Todos estos desarrollos en la revolución peruana, no se podrán lograr, si nuestra política es errónea en el Frente Unido y la Lucha Armada con relación a la burguesía. Este es el Partido que requiere la clase y el pueblo peruano, para dirigir esta causa revolucionaria hasta la victoria.Para construir un Partido Comunista, con estas características, no podemos resolver estos objetivos al margen de la historia del Partido, de la historia de los 26 años de la guerra popular democrática: esta tarea está en marcha y aplicación, y nos está demostrando la práctica, que cuando se adoptan políticas correctas en relación a la burguesía, una guerra agraria democrática en un país atrasado, da saltos hacia la guerra de resistencia democrática nacional y hasta el triunfo completo de la verdadera emancipación del país.

La historia del Partido, desde su fundación en 1928 hasta hoy, ha transcurrido 78 años. Desde ese tiempo, el Partido ha atravesado momentos de victorias y retrocesos, y tiene una larga trayectoria de reconstitución en tiempos de paz y en tiempos de guerra. En tiempos de guerra, de 26 años de lucha armada antiimperialista y antifeudal, ha logrado éxitos y reveses, en las que se han templado sus miembros dirigentes, cuadros y organizaciones. Hemos vivido algunas victorias, pero también muchos reveses, y un serio revés temporal muy perjudicial, no por que el enemigo es “poderoso”, sino por el revisionismo de Gonzalo.

El Partido hasta 1999, no enfocaba correctamente las políticas en relación a la burguesía, y éste, es el principal factor por el que el Partido, el Frente Unido y la Lucha Armada Democrática no se consolidaron. En una revolución democrática nacional de un país atrasado como el Perú, no puede haber Frente, sin políticas adecuadas hacia la burguesía; si el Partido no comprende el doble carácter de la burguesía peruana, no puede dirigir correctamente la lucha armada democráticamente, y es por ello, que se fracasó en el período donde se enarbolaba, defendía y aplicaba el “pensamiento Gonzalo”, como ideología de la revolución peruana.

Un Partido Comunista, que construye y dirige el Frente y una Lucha Armada Democrática antiimperialista y antifeudal, sin política adecuada en relación a la burguesía, no podrá diferenciar marxistamente, quien es pueblo y quien es enemigo; no sabrá desarrollar a las fuerzas progresistas, ganar a las fuerzas intermedias y aislar a las fuerzas recalcitrantes; y, no sabrá explotar las contradicciones interimperialistas, de facciones, y contradicciones en las mismas facciones de las burguesías, para poder combatir a una minoría, ganar a la mayoría y aplastar a los enemigos uno por uno.

En este período de la guerra agraria democrática, el Partido está construyendo un Frente Unido Democrático, tomando en cuenta esta lección en relación a la burguesía, que en la práctica se plasma como trabajos políticos con las industrias, la agricultura, el comercio, el transporte, los proyectos de irrigación y la electrificación, y las diferentes obras de las autoridades en sus diferentes niveles, y el de saber respetar los intereses de la nación y del pueblo peruano, que en el fondo irá generando en la conciencia de los peruanos el patriotismo e internacionalismo proletario, el espíritu de dignidad y unidad nacional, en esta lucha armada democrática contra el imperialismo yanqui y las fuerzas feudales de nuestro país.

Se está construyendo el Frente Unido democrático de la guerra agraria democrática actual, con la burguesía. Tener en cuenta que este Frente. marcha aplicando la alianza y lucha “pacífica”. Pero, cuando surge una ruptura, se desenvuelve una dura lucha armada contra la burguesía y sus aliados; y esto, actualmente se desenvuelve como contra campañas militares de cerco y aniquilamiento del ejército revolucionario, frente a las campañas militares de “cerco y aniquilamiento” que los grandes burgueses y terrateniente feudales, mediante el Estado peruano, utilizando a las fuerzas armadas reaccionarias y la policía nacional, lanzan en contra del Partido Comunista del Perú, marxista-leninista-maoísta, que dirige la causa revolucionaria armada del Perú.

La revolución democrática nacional del Perú y el Partido Comunista, se desarrollarán precisamente solo a través de la ardua y compleja relación con la burguesía.

El objetivo de construir el Frente Unido Democrático, en lo fundamental se está aplicando a las condiciones y particularidades propias de la realidad peruana, una revolución al estilo peruano, en un país colonia, semicolonia y semifeudal. El tipo de revolución democrático nacional del Perú, no puede existir en la historia de la revolución, en países capitalistas actuales. Todas estas características particulares, determinan que la revolución actual, sea por su carácter una revolución democrática burguesa de nuevo tipo; que los blancos principales, son el imperialismo yanqui principalmente y las fuerzas feudales; que las fuerzas revolucionarias fundamentales de la revolución peruana, sean el proletariado, el campesinado y la pequeña burguesía urbana y rural; que en ciertos períodos y hasta cierto punto, algunas clases no proletarias pero democráticas y progresistas, como la gran burguesía, la burguesía nacional, algunos terratenientes, campesinos ricos, se sumen a la revolución: y también determina, que la forma principal de lucha de la revolución peruana, sea la lucha armada democrática. Por todas estas cuestiones, es correcto plantear que la historia del Partido de 1980 para adelante, es la historia de la lucha armada democrática en el Perú. De 1928 hasta 1980, es una historia de la lucha de clases en tiempos de paz, en tiempos de lucha sin armas, por su reconstitución e inicio de la lucha armada. De 1980 a hoy, la historia del Partido, es una historia de lucha armada, por su reconstitución y el desarrollo de la guerra popular democrática hasta la conquista del poder y el comunismo.

La lucha armada democrática actual, combate a la contrarrevolución armada. Esta es una particularidad nuestra, una particularidad y un estilo peruano, en tiempos más difíciles y complejos que la revolución rusa y China; en tiempos donde el imperialismo yanqui, encabeza la ofensiva general del imperialismo en contra de la revolución proletaria mundial, e impulsa parasitariarnente su siniestro plan fascista y genocida de globalización, para colonizar el planeta y convertir a los millones de pobres en sus esclavos. La peculiaridad de la revolución peruana, en un país colonia, semicolonia, semifeudal, no puede existir en las revoluciones que los Partidos Comunistas, dirigen en un país capitalista o imperialista.

Toda esta coyuntura política internacional y nacional determinan, que la revolución democrática burguesa de nuevo tipo del Perú, tenga dos características fundamentales:

1. El Partido, o bien establece un Frente Unido Democrático Revolucionario, con la burguesía, o lo rompe cuando se ve obligado a ello. Se aplica la lucha incruenta o “pacífica”, con razón, ventaja y sin sobre pasarse, cuando se está en alianza; pero, se aplica la lucha armada cuando se rompe, pero explotando las contradicciones correctamente para combatir a una minoría, ganar a la mayoría y aplastar a los enemigos uno por uno.

2. La lucha armada democrática, es la forma principal de lucha de la revolución democrática nacional en el Perú. La lucha armada democrática en su esencia, es la guerra campesina; y es la estrecha relación del Partido con la guerra campesina, y esto es la alianza obrero-campesino. En la lucha armada democrática, hay una característica general de la revolución peruana, la relación del Partido con el campesinado, y su relación con la pequeña burguesía, esta es una cuestión fundamental que todos los Partidos Comunistas en el mundo, tienen que desarrollar cuando dirigen la revolución.Por tanto, debido a estas dos características fundamentales y precisamente por ellos, la construcción del Partido Comunista del Perú y su consolidación y fortalecimiento se están desarrollando, en condiciones particulares y más difíciles: más cruentas y complejas que del período de 1980 a 1999.

Los fracasos o triunfos del Partido, sus retrocesos o avances, su reducción o ampliación, su desarrollo y consolidación, están todos ligados a la relación del Partido con la burguesía y a su relación con la lucha armada democrática. El fracaso temporal del Partido, propugnado por el revisionismo de Gonzalo en 1992, es justamente a su errada politica del Partido en relación a la burguesía, por lo que la guerra lucha armada democrática tuvo serios reveses y fracasos, por que no se comprendía el problema del Frente Unido Democrático en relación a la burguesía.

Cuando el Partido adopta, una línea política correcta en el establecimiento del Frente con la burguesía, tanto en la guerra agraria y guerra de resistencia democrática, o la ruptura de dicho frente al verse obligado a ello, da un paso adelante en su desarrollo, su consolidación y fortalecimiento ideológico, político y organizativo; en cambio, da un paso atrás, en estos mismos aspectos, de construir o ruptura del Frente Unido, si adopta una línea incorrecta en su relación con la burguesía. Del mismo modo, nuestro Partido avanza en su desarrollo, consolidación y fortalecimiento cuando plantea en forma correcta la cuestión de la lucha armada democrática revolucionaria; en cambio, si lo trata en forma incorrecta, da un paso atrás. En esta cuestión de la lucha armada democrática, el Partido tiene que practicar la correcta relación, real y objetiva sobre la alianza obrero-campesino, en la política, en lo militar, en lo económico y en lo cultural; y además, la lucha armada democrática avanza cuando adoptamos la línea política correcta en relación a la burguesía, de lo contrario, tendremos fuertes desviaciones en comprender y determinar, sobre las contradicciones entre nosotros y el enemigo, y de tal forma, no sabremos diferenciar quien es pueblo y quien es enemigo; y además, no sabremos resolver de ninguna manera, o correctamente las contradicciones en el seno del pueblo.

En el problema de la lucha armada, se cometieron una serie de desviaciones. La relación del Partido con el campesinado principalmente, no se consolidó, así como no se desarrolló la correcta relación con la pequeña burguesía. Esto fue, uno de los principales factores para el fracaso momentáneo de 1992.

El Partido Comunista del Perú, en relación a la construcción de las tres armas democráticas fundamentales de la revolución peruana, incurrió en serias desviaciones. No se dirigió correctamente el Frente Unido Democrático y la lucha armada democrática en relación a la burguesía. Gonzalo y su “dirección central”, no han tenido una correcta orientación ideológica, política y organizativa en relación a estas cuestiones democráticas fundamentales: y esto es por dogmatismo, mecanicismo, y por actitudes protagónicas propios de la pequeña burguesía, formando así en su capitulación, una nueva línea oportunista de derecha, revisionista y capitulacionista de tal forma escindiendo del Partido.

Así vemos, que durante los 26 años de guerra popular democrática, la construcción del Partido y su consolidación, han estado estrechamente ligados a su línea política, a la forma correcta o incorrecta de tratar las cuestiones del Frente Unido Democrático y de la lucha armada democrática en relación a la burguesía. Esta conclusión es válida y queda realmente confirmada por los 26 años de revolución agraria, que también es la historia del Partido en tiempos de guerra. Y de la misma forma, cuanto más se consolida y fortalece el Partido.; más capacitado está para elaborar correctamente su línea política, y resolver de manera correcta las cuestiones del Frente Unido Democrático y de la lucha armada democrática en la guerra agraria, y en la posterior guerra de resistencia nacional democrática; hasta la conquista del poder y en todo el curso de las revoluciones culturales proletarias del socialismo, y así, hasta el comunismo.

Por tanto, el Frente Unido, la lucha armada y la construcción del Partido, constituyen las tres cuestiones fundamentales que enfrenta hoy nuestro Partido, en la revolución peruana. Comprender correctamente estas tres cuestiones democráticas fundamentales y su interconexión equivale a dirigir de manera acertada la revolución democrática nacional, hasta lograr el triunfo completo.Principalmente, gracias a toda la experiencia de los 78 años de existencia de nuestro Partido, y principalmente de los 26 años de historia de la guerra popular democrática, que también es la historia del Partido, experiencias de fracasos y triunfos, de retrocesos y avances, de su reducción y desarrollo, es que hoy estamos, en condiciones de sacar conclusiones acertadas, en cuanto a estas tres cuestiones democráticas fundamentales de la revolución peruana, y además, y lo principal que es, es el de estar en condiciones de resolver correctamente los problemas de la construcción, consolidación y fortalecimiento de las tres armas democráticas fundamentales de la revolución peruana. En conclusión, todo esto nos indica, que la experiencia de los 78 años de historia del Partido, y los 26 años de guerra popular democrática, nos ha permitido comprender, que el Frente Unido, la lucha armada y la construcción del Partido son nuestras tres armas democráticas mágicas, las tres armas principales del Partido Comunista del Perú, para vencer al imperialismo yanqui, a las fuerzas feudales y al revisionismo en general, en la revolución democrática nacional del Perú. En la actualidad, este logro es un objetivo real y concreto del Partido Comunista del Perú. marxista-leninista-maoísta, y de nuestra guerra agraria democrática antiimperialista yanqui y antifeudal.

SOBRE LA CONSTRUCCIÓN DE LAS TRES ARMAS REVOLUCIONARIAS DEL PERÚ.EL FRENTE UNIDO DEMOCRÁTICO REVOLUCIONARIO.

Como un objetivo del proletariado peruano, en su proceso de construcción del Frente Unido, adoptando políticas correctas en relación con la burguesía, y con otras clases revolucionarias, es una cuestión fundamental a resolver. Y esta situación, sólo podemos resolverlo comprendiendo los 78 años de historia del Partido; y ésta, hay que comprenderlo en dos partes, de 1928 a 1980 como una primera parte en tiempos de paz, y la otra, de 1980 a hoy como la segunda parte en tiempos de guerra.

Principalmente la segunda parte, es lo que hoy determina la construcción y consolidación del Frente Unido Democrático, la lucha armada democrática y del Partido. La segunda parte, se ha desarrollado en estos 26 años, en tres fases: la primera fase de 1980 a 1992, que se caracteriza por el oportunismo de “izquierda”: la segunda fase de 1992 a 1999, que se caracteriza por el oportunismo de derecha, donde Gonzalo escinde del Partido; la tercera fase de 1999 a hoy, de la guerra agraria democrática antiimperialista yanqui, antifeudal y contra el revisionismo de Gonzalo y su cúpula.

La historia de estas tres fases de los tiempos de guerra, de la historia de los 26 años de guerra agraria, nos confirman estas leyes de la revolución peruana:

1. Debido a que la mayor opresión que sufre la nación y el pueblo peruano es extranjera, y es de las potencias imperialistas y principalmente del imperialismo yanqui, la burguesía nacional puede, en ciertos períodos y hasta cierto punto, participar en la lucha contra el imperialismo yanqui y contra el Estado de grandes burgueses y terratenientes feudales que los constriñen. Por ello, en tales períodos, el Partido debe establecer el Frente Unido Democrático Revolucionario con la burguesía nacional, y mantenerlo hasta donde sea posible.

2. En la guerra agraria y guerra de resistencia democrática nacional, la burguesía nacional peruana, por su debilidad económica y política en relación al imperialismo yanqui, puede en otras circunstancias de la revolución vacilar y ceder, someterse o venderse, faltar y perder su posición por el Frente Unido, titubear y declinar, estar poco firme o estable en su10 manera de pensar y actuar. Por ello, es que en el Frente Unido Democrático Revolucionario del Perú, más aún en este momento de sistemática actitud parasitaria, de descomposición y chantajista del imperialismo yanqui principalmente, y de las demás potencias imperialistas, sea inestable su actitud, del comienzo hasta el fin de la revolución peruana. Por ello, es que en algunos momentos y períodos, tanto de la guerra agraria y guerra de resistencia, participarán en el frente, y en otros, no.

3. La gran burguesía compradora y burocrática del Perú, es una clase al servicio directo del imperialismo yanqui principalmente por que ésta es su colonia, pero, además también sirven a las demás potencias imperialistas, y se mantienen sustentados por el imperialismo yanqui principalmente, y como también por las demás potencias imperialistas. Por tanto, la gran burguesía compradora y burocrática es, un blanco de la revolución peruana. Pero, corno detrás de los diferentes grupos de estas grandes burguesías, está el imperialismo yanqui principalmente como gendarme y hegemónica única, y como también están las demás potencias imperialistas, cuando se agudizan las contradicciones entre éstos, y cuando el filo de la revolución se dirige principalmente contra la gran burguesía compradora y burocrática pronorteamericarto, es posible que los grupos de la gran burguesía que dependen de otras potencias imperialistas participen en el Frente Unido Democrático, o apoyen la revolución de una u otra manera hasta cierto punto y en determinados períodos, en la lucha contra el imperialismo yanqui. Además, con el fin de aislar más al enemigo principal, debemos saber explotar las contradicciones existentes dentro de las grandes burguesías compradora o burocrática pronorteamericanos, en esto sentido también es posible, que los grupos vacilantes de la gran burguesía pro-yanqui, participe en el Frente Unido, o apoyen la revolución hasta cierto punto y en determinados períodos. En tales períodos, a fin de debilitar al enemigo, y fortalecer sus fuerzas revolucionarias, el proletariado peruano puede establecer con estos grupos de la gran burguesía un Frente Unido Democrático Revolucionario, a condición de que sea útil para la guerra agraria, o para la guerra de resistencia nacional, y debe mantenerlo en la medida que sea necesario y útil para la revolución peruana, y para la conquista del poder en todo el país.

4. La gran burguesía compradora o la burocrática, continuará siendo muy reaccionaria, inclusive cuando participa dentro del Frente Unido Democrático, y lucha junto al proletariado contra el imperialismo yanqui y contra todos los enemigos, tanto en la guerra agraria y la guerra de resistencia. Se opone con resolución y firmemente, contra el desarrollo y11 consolidación ideológica, política y organizativa del proletariado, de su Partido, ejército, bases de apoyo, y tratará de restringido, y adoptará una política de zapa, es decir, tienen una política de destruir desde su base al Partido, al ejército y a las bases de apoyo, y también maquina en forma oculta y silenciosa con el fin de destruirnos, recurriendo al engaño, al soborno, a los ataques, a diluir las organizaciones del Partido, de nuestro ejército revolucionario; además, con esta política prepara el terreno para capitular, rendirse y someterse ante el enemigo estipulando condiciones, tal como hizo con Gonzalo y su “dirección central”, y de esta manera romper y acabar con el Frente Unido Democrático en la guerra agraria, la guerra de resistencia democrática, y así actuará siempre hasta la conquista del poder, e inclusive después del triunfo y en el desarrollo del socialismo, y hasta el comunismo. Por ello, es que no debemos bajar la guardia por ningún motivo frente a la burguesía. A la vez que formamos Frente Unido Democrático, también debemos elevar la vigilancia política y militar, y en ambos casos adoptar medidas y formas de lucha adecuadas, con el objetivo de consolidar el Frente Unido antiimperialista y antifeudal.

5. El firme aliado del proletariado en la revolución peruana, es el campesinado, con quien en primer término se hace y se desarrolla la alianza obrero-campesino.

6. La pequeña burguesía, es un aliado que en la revolución peruana se comporta seria, responsablemente y que inspira ser un aliado confiable y de aspiraciones profundas y revolucionarias, por que, en la práctica no tiene una actitud de humillarse, de inferioridad frente a los explotadores. La justeza de estas leyes, es confirmada durante la guerra agraria democrática actual, después de haber atravesado un período de guerra agraria radical de 1980 a 1999, donde hemos adolecido en la aplicación de estas leyes de la revolución peruana, por dogmatismo y por la incomprensión del carácter fundamental de la revolución peruana en relación del Frente Unido Democrático con la burguesía. y sobre la lucha armada democrática, por tanto, en la formación del Frente Unido, con la gran burguesía ya sea compradora o burocrática, y la burguesía nacional, el Partido del proletariado, debe mantener una lucha de dos frentes más decidida y rigurosamente. Por un lado, hay que combatir sacando lección del periodo de 1980 a 1999, de los errores de oportunismo de “izquierda” y del oportunismo de derecha, y de los errores de desatender la posibilidad de que la burguesía participe, en ciertos períodos y hasta cierto punto en la revolución agraria y guerra de resistencia democrática nacional posteriormente.

Este error consistió, en considerar que toda expresión de capitalismo y burguesía es enemigo de la revolución peruana, y no se ha hecho ninguna diferencia revolucionaria marxista, leninista y maoísta. Esto significa, un error de comparar al capitalismo y la burguesía peruana, con el capitalismo y la burguesía de los países capitalistas, principalmente yanqui, y por ello, ignorar la política de utilizar al capitalismo y formar un Frente Unido con la gran burguesía y burguesía nacional y mantenerlo en la medida que sea posible. Esta es una actitud rzquierdilta de puritano y de puertas cerradas. Por otro lado, hay que prestar atención al oportunismo de derecha, que consiste en los siguientes aspectos:

No hacer ninguna diferencia marxista, leninista, maoísta, y de esta forma identificar el programa, la ideología, la politica y la práctica del proletariado, con los de la gran burguesía, burguesía nacional y del enemigo, pasando por alto las diferencias de principios entre el Partido del proletariado y los otros de la burguesía; por ello, es que muchos en el Partido, no se preocupan por desarrollarse, en avanzar, en progresar, y se mantienen como testarudos, en lo ideológico, político y organizativo, y no tienen un espíritu de superación; esta actitud es oportunismo de derecha, por que a final de cuentas es sumirse, regresar, retroceder, humillarse, amoldarse a lo viejo, al sistema opresor, y actúan generando pesimismo, apatía, cobardía, negligencias, descuidos, etc. Además, el error de no hacer ninguna diferencia entre la politica del Partido y la gran burguesía, como la de la burguesía nacional, es no tener en cuenta que la gran burguesía, recurre siempre a todos los medios para influir no sólo a la burguesía nacional, sino también a la pequeña burguesía, a los campesinos, y sobre el proletariado y el Partido Comunista, y se esforzará siempre por liquidar la independencia y autodecisión relativa, ideológica, política y organizativa del proletariado y del Partido Comunista en el Frente Unido Democrático, como en la guerra agraria y la guerra de resistencia democrática, para luego transformarlos en apéndices de la gran burguesía compradora o burocrática, y de sus partidos, y por que los frutos de la revolución caigan en sus manos, y en los de sus partidos políticos, tal como hoy obran Gonzalo y su “dirección central”. En estos propósitos de la burguesía, es justamente que Gonzalo ha cometido una serie de desviaciones de principios, hasta llevar a un fracaso temporal a la revolución. Otro error, consiste en no prestar atención a las políticas erróneas del Partido, que amamantan, se confabulan y hacen juego con los intereses egoístas de la gran burguesía compradora y burocrática más que nada, y el de sus partidos y la burguesía nacional, por las que traicionan al Frente Unido y a la revolución. No atender estos problemas que se dan en algunos miembros dirigentes, cuadros y militantes en los diferentes niveles de la organización, como el de golpearlos indiscriminadamente, secuestros indebidos, no respetar sus intereses, amenazas, no saber explotar sus contradicciones, oportunismos, mercenarismos. etc., son todas ellas políticas de oportunismo de derecha, políticas contrarias al del Partido Comunista del Perú, marxista-leninista-maoísta. Estos hechos políticos erróneos de oportunismo de derecha, se han dado seguidamente en el periodo desde el inicio de la lucha armada hasta 1999; y en vez de corregirlos los han intensificado hasta convertirlos en revisionismo y capitulacionismo.

El rasgo característico del oportunismo de derecha de Chen Tu-shiu, en la revolución China, consistía precisamente en llevar al proletariado a adaptarse a los intereses egoístas de la gran burguesía y su partido, lo cual fue la causa subjetiva del fracaso de la primera revolución China. Así. también han obrado los renegados de Jruschov, Yeltsin y Gorvachov en la restauración del capitalismo en Rusia, con las políticas revisionistas de coexistencia, emulación y transición pacífica. Aquí en el Perú, en la revolución peruana, en la guerra agraria democrática, el oportunismo de derecha de Gonzalo y su “dirección central”, consiste también precisamente en llevar al proletariado peruano a adaptarse a los intereses egoístas del imperialismo yanqui, del Estado peruano de grandes burgueses y terratenientes feudales, con su política de “acuerdo de paz”, y esto fue la causa subjetiva del fracaso en 1992 a 1999 con Gonzalo a la cabeza.

Todos estos acontecimientos políticos, en la historia del Partido y la revolución peruana, nos hace comprender mejor sobre el doble carácter de la gran burguesía compradora y burocrática más que nada, y el de la burguesía nacional.

El doble carácter de la gran burguesía y la burguesía nacional, en la revolución democrática burguesa de nuevo tipo del Perú, ejerce una influencia bastante grande, sobre la línea política general del Partido Comunista del Perú, y sobre su construcción. Esto confirma los 26 años de lucha armada democrática revolucionaria. Gonzalo en su “Frente Unido”, no pudo resistir frente a la influencia del imperialismo yanqui, y los bombardeos políticos de pesimismo de la gran burguesía peruana, para luego claudicar formando una nueva línea oportunista de derecha, revisionista y cipitulacionista para contemporizar con el imperialismo yanqui y el Estado peruano. Cuando vemos la construcción del Partido, Gonzalo no ha construido un Partido de la clase, realmente proletario, compacto, selecto y eficaz; aquí, se ve la influencia de la burguesía en la construcción del Partido. Hubo favoritismos en la construcción del Partido, por ello es que habían “militantes especiales”, y esto es oportunismo de derecha, y es tener un espíritu ideológico, político y organizativo de oportunismo de derecha en el sentido de construir el Partido.

Gonzalo y su “dirección central”, no comprendieron el doble carácter de la gran burguesía y la burguesía nacional peruana, por eso no pudo establecer una línea política general ;del Partido Comunista del Perú, para dirigir la revolución peruana hasta el triunfo.

Es imposible comprender la linea política de la revolución peruana, y la construcción del Partido Comunista del Perú, marxista-leninista-maoísta, sin comprender el doble carácter de la gran burguesía compradora y burocrática, y la burguesía nacional, y principalmente si no se aplica dialécticamente para transformar la vieja sociedad peruana.Una cuestión importante, de la línea política general del Partido Comunista del Perú, es la cuestión de la alianza y lucha “pacífica” con la gran burguesía y la burguesía nacional en el Frente Unido, y la lucha armada cuando se produce la ruptura del Frente. La parte más importante para la construcción del Partido Comunista del Perú, y ésta crezca, se consolide, se forje y pueda alcanzar temple, es precisamente en la alianza y lucha con la burguesía en el Frente, y la lucha armada militarmente con la burguesía cuando se produce la ruptura del Frente Unido Democrático.

Por alianza, se entiende el Frente Unido Democrático Revolucionario con la gran burguesía y la burguesía nacional. Por lucha en Frente Unido Democrático, se entiende a la lucha “pacifica” e “incruenta”, en los terrenos ideológico, político y organizativo; y la lucha armada, cuando el Partido se ve obligado a romper el Frente Unido con la gran burguesía o la burguesía nacional.
Gonzalo, no supo desenvolver una línea política general en este sentido del Frente Unido Democrático, en relación a la gran burguesía y la burguesía nacional del Perú, en la construcción del Partido. Si el Partido no sabe hacer alianza, en ciertos períodos con la burguesía, no podrá avanzar, y la revolución no podrá desarrollarse. Esto ocurrió con Gonzalo. Si durante la alianza con la burguesía, no sabe sostener al mismo tiempo una decidida y una seria lucha “pacífica” contra ella, el Partido se desintegrará ideológica, política y organizativamente, y la revolución fracasará. Gonzalo, hablaba de Frente Unido, pero en ese Frente, amamantó el oportunismo de derecha, amamantó al imperialismo, a la gran burguesía y de esta forma no pudo hacer una lucha decidida, y al final el mismo capituló; de esta manera, desintegró ideológica, política y organizativamente al Partido, desbocando en una nueva línea oportunista de derecha. revisionista y capitulacionista, y por tanto escindiendo del Partido con su política de “acuerdo de paz” y “solución política”. Lo de la “captura del siglo” de Gonzalo, es una siniestra forma de capitular, transigiendo y contemporizando con el imperialismo y el Estado peruano, aprovechando la coyuntura política de crisis del gobierno de Fujimori, para poder levantar votos del enemigo de la nación y el pueblo peruano. Así mismo, o de igual forma, cuando se vio obligado a romper con la burguesía, el Partido no entabló una decidida y seria lucha armada contra ella, lo que desintegró ideológica, política, militar y organizativamente al Partido, y la revolución sufrió un revés temporal. Esto es lo que sucedió en 1992, cuando Gonzalo fue “detenido”. Lo que correspondía en aquella época, era hacer una decidida lucha armada, antes de llevar a todo el Partido a una capitulación, a un “acuerdo de paz” con el enemigo. En este sentido, Gonzalo y su cúpula, ya no estaban en condiciones de dirigir la guerra popular democrática, por lo que han maquinado y siguen maquinando por todos los medios la capitulación, y de esta manera han desintegrado al Partido en lo ideológico. político y organizativo, y luchan por la destrucción del Partido, la guerra popular democrática, el ejército revolucionario y las bases de apoyo, y contra la nación y el pueblo peruano.

Todos estos hechos políticos y militares, han sido confirmados por la historia del Partido en estos 26 años de guerra popular democrática. Se confirma, que de 1980 a 1999, no se ha construido el Frente Unido democrático, de acuerdo a las características de la revolución peruana, en un país colonial, semicolonia y semifetidal, y de acuerdo al carácter de la revolución peruana democrático burguesa de nuevo tipo, donde se tiene que hacer un Frente Unido Democrático con la gran burguesía y la burguesía nacional en ciertos períodos y mantenerlo hasta donde sea posible, y cuando se ve obligado a romper, desarrollar una decidida lucha armada. De 1999, en este período de la guerra agraria democrática antiimperialista y antifeudal, sacando lección de los errores en este sentido, se está impulsando y estableciendo la línea politica general y la construcción del Partido, en relación al Frente Unido Democrático con la gran burguesía y la burguesía nacional. Pero, el Frente Unido por principio, tiene que consolidarse en la alianza obrero-campesino para desarrollar las fuerzas progresistas, ganar a las fuerzas intermedias, y aislar o neutralizar a las fuerzas recalcitrantes.

LA LUCHA ARMADA REVOLUCIONARIA.

La lucha armada, que dirige el Partido Comunista del Perú, marxista-leninista-maoísta, es una guerra campesina bajo la dirección del proletariado. Su historia también se divide en tres fases:

La primera fase.- Esta fase se determina de 1980 a 1992, se caracteriza por una lucha armada con desviaciones de oportunismo de “izquierda”. Por entonces había un entusiasmo revolucionario de las amplias masas populares, pero el Partido, no supo construir, ni consolidar en lo ideológico, político y organizativo, a los miembros dirigentes, cuadros y militantes, ni el Frente Unido democrático, ni el ejército revolucionario, desarrollando acciones de oportunismo de izquierda en relación a los campesinos pobres. medios y ricos, burguesía nacional, intelectuales, estudiantes, etc. Aunque el Partido comenzaba a adquirir conciencia de la importancia de la lucha armada democrático, pero en realidad no se comprendió a fondo, por que el “pensamiento Gonzalo”, se imponía dogmáticamente, y endiosándose aventureramente, protagonistamente con criterios y afanes pequeño burgueses del mismo Gonzalo y de todos los de su entorno: además, no se comprendía a fondo, que la lucha armada democrática era la principal forma de lucha de la revolución peruana, es decir, que consolidando la alianza obrero -campesino, y luego con la pequeña burguesía, se tiene que desarrollar las fuerzas progresistas, ganar a las fuerzas intermedias, y aislar o neutralizar a las fuerzas recalcitrantes para poder luchar contra el enemigo, explotando las contradicciones, de esta forma ganar a la mayoría. combatir a una minoría y aplastar a los enemigos uno por uno, en la lucha antiimperialista y antifeudal y contra el revisionismo de todo tipo. Otra cuestión de principio, fue la ubicación de Gonzalo, por que desde donde estaba, en Lima, no podía controlar, ni dirigir y menos corregir los errores y desviaciones de oportunismo de “izquierda” que venían expresándose constantemente.

La lucha armada democrática, se desarrolla principalmente en el campo y la ciudad como complemento, es por ello que por el desarrollo de la guerra popular democrática. primero se tiene que triunfar en el campo. En el periodo de 1980 a 1992, en realidad no hemos visto objetiva y concretamente ésta cuestión: sin embargo Gonzalo planteaba el traspaso del peso del campo a la ciudad, y que estábamos en equilibrio estratégico. Todo esto es confirmado por los hechos como una falsedad. El problema era, que en el Frente Unido, que él y su “dirección central” desarrollaron, estaba inundado de oportunismo de “izquierda”, por lo que no supo hacer y menos construir un Frente Unido democráticamente con la gran burguesía. y de esta manera no supo consolidar el Partido, el Frente Unido, y no supo dirigir la lucha armada democrática. Todas estas cuestiones, fueron los hechos políticos y militares, que los condujo a un “acuerdo de paz”, y transigir con el enemigo, desbocando así en una nueva línea oportunista de derecha. revisionista y capitulacionista.

La segunda fase.- La segunda fase, es también dentro de la guerra agraria de 1992 a 1999, donde capitula Feliciano a su manera y con ciertas discrepancias con Gonzalo. Esta fase se caracteriza, por que Gonzalo y su “comité central”, desenvuelven el oportunismo de derecha en forma abierta, para ponerse al servicio y al gusto del enemigo de la nación y el pueblo peruano. En este tiempo, el Partido ha resistido ofensivas siniestras de campañas de “cerco y aniquilamiento” del imperialismo yanqui manejando al Estado peruano, y coludidos con el revisionismo de Gonzalo, en contra del Partido, ejército y bases de apoyo y masas en general. Lo más importante es que la militancia del Partido, empieza a comprender su papel, y de plantear que la línea política general del Partido, con el “pensamiento Gonzalo”, estaba equivocada en cuanto a la realidad peruana, al carácter de la sociedad peruana contemporánea, y el carácter de la revolución peruana, y tenía serias desviaciones en el Frente, la lucha armada democrática y la construcción del Partido, por lo que fundamentalmente por cuestiones de principios, Gonzalo y su cúpula, no comprendían y menos aplicaban políticas correctas en relación a la burguesía y la lucha armada democrática.

En este tiempo, nuestro Partido, ejército, bases de apoyo. y el apoyo de las masas se han reducido a más del 85% en campo y ciudad. Gonzalo y Miriam, fueron los protagonistas de estos criminales hechos, en acuerdo con el imperialismo yanqui y el Estado peruano, con las fuerzas armadas y policía nacional del Perú. A finales de 1999, el Partido, empieza a aprender el arte de dirigir la lucha armada democrática, el arte de comprender y construir el Frente Unido Democrático, y el arte de hacer la guerra independientemente, como también a comprender la construcción de las bases de apoyo y del nuevo poder popular democrático, relativo, fluido y provisional, y todo esto, sólo fue posible con la guerra popular democrática.La tercera fase.- De 1999 a esta fecha, y el futuro de la revolución agraria, hasta la guerra de resistencia y el triunfo de la revolución.

De 1999, nuestro Partido, creó sus propias fuerzas revolucionarias, sus propias organizaciones, que nada tienen que ver con las organizaciones revisionistas de Gonzalo, tanto en campo y ciudad. Nada se nos fue dado, y nada a caído del cielo.

El Partido, ejército, Frente Unido Democrático, bases de apoyo, de manera desigual, se están construyendo, consolidando y fortaleciéndose en lo ideológico, político y organizativo. Nuestro Partido está aprendiendo a coordinar directa o indirectamente la lucha armada democrática, que es la forma principal de lucha en nuestro país, con las luchas reivindicativas, de movilizaciones, manifestaciones, etc., de los obreros, campesinos, intelectuales, estudiantes, transportistas, comerciantes, jóvenes y mujeres, y otros sectores del pueblo. Además; también se tiene mejor comprensión sobre los órganos del nuevo poder popular democrático; sobre la lucha en el frente económico, en el frente de contraespionaje y en el frente ideológico, etc. Esta lucha armada democrática, es la revolución agraria que hoy el campesinado realiza bajo la dirección del proletariado peruano, una revolución antiimperialista y antifeudal. Nos encontrarnos en condiciones de construir el Partido, Frente Unido y de desarrollar la lucha armada agraria, como una guerra de guerrillas, como la forma principal de la guerra civil en el Perú.

¿Qué es esta guerra de guerrillas en el Perú? Es la forma principal de lucha armada democrática revolucionaría, prolongada e indispensable, y es lo mejor, que las fuerzas revolucionarias peruanas practican y llevan adelante bajo la dirección del proletariado peruano, a través del Partido Comunista. Esta forma de lucha armada, es una ley para la revolución peruana, por que nuestro país, es un país atrasado, colonial, semicolonia y semifeudal, y para vencer al enemigo armado, sustentados por el imperialismo yanqui principalmente, y crear sus propias bases de apoyo revolucionarios, y construir el Frente Unido Democrático, tenemos que desarrollar una amplia guerra de guerrillas prolongada principalmente en el campo, e ir derrotando parte por parte a la columna vertebral de este Estado reaccionario.

En esta fase, hemos comprendido, que la lucha armada revolucionaria prolongada, es una guerra de guerrillas peruana, que no requiere de la menor forma de dogmatismo, mecanicismo y empirisrno, en su aplicación y desarrollo. La guerra de guerrillas, no se puede comprender separando de la línea política general de la revolución, y ésta, tiene que responder a las necesidades del Frente Unido Democrático, que está justamente en relación con la gran burguesía, la burguesía nacional y rural, y por lo tanto, la guerra de guerrillas no se puede desarrollar al margen de la construcción y consolidación del Partido. En realidad, la parte más importante de la línea política general es la lucha armada democrática, y tiene que reflejar el19carácter de la sociedad peruana contemporánea, y el carácter de la revolución peruana.Durante estos 26 años de revolución armada, nuestro Partido ha aprendido gradualmente, paso a paso a hacer la lucha armada democrática, y ha perseverado en ella, soportando, resistiendo, combatiendo, para luego depurarnos aceptando la escisión del revisionismo de Gonzalo y su dirección central en 1999.

Estamos una vez más convencidos, de que sin la lucha armada en el Perú, no habrá lugar para el proletariado, ni para el pueblo, ni para el Partido Comunista, y la revolución no podrá triunfar. Sin embargo, Gonzalo y sus seguidores, están llamando a la capitulación, a la terminación de la lucha armada democrática. ¿Qué quieren? Que la nación y el pueblo peruano, no alcance su verdadera emancipación, y quieren como todo buen traidor y vende patria, vender la lucha armada por un plato de lentejas, y que en la nación peruana y el pueblo, se prolongue la explotación y la opresión esclavista del imperialismo en general, y principalmente yanqui.Es en medio de estas complejas situaciones, y del desarrollo de la guerra popular democrática, como nuestro Partido se está construyendo. consolidando y fortaleciendo. Sin la lucha armada democrática, el Partido no comprendería su papel; la lucha armada agraria actual, con el “pensamiento Gonzalo” ya hubiese llegado a su final y destrucción. De igual forma, sin la lucha armada democrática el Partido ya hubiese sido destruido. Ningún comunista, ningún camarada del Partido, debe olvidar jamás esta experiencia que hemos pagado con sangre. Esta, es la verdad que quedó como historia en la revolución peruana. Sin embargo, Gonzalo plantea cínicamente ínfulas de éxitos al decir que con el “acuerdo de paz”, “a defendido la trascendencia de la guerra popular y la vida del Partido”. Todo esto, es una utopía revisionista, por que nada ni nadie es digno de crédito al margen de la revolución democrática nacional, y menos al estilo de este inmundo personaje.Lo principal, es que a la lucha armada hay que comprenderlo como una guerra de guerrillas, en su sentido estratégico y táctico, por lo que hoy desenvolvemos dentro de las leyes de campañas de cerco y aniquilamiento que impone el enemigo, y las correspondientes contra campañas de cerco y aniquilamiento que opone las fuerzas armadas revolucionarias del Partido Comunista del Perú; ésta, es la forma principal de la guerra civil en nuestro país. Y esto, no podríamos desarrollarlo en la actual guerra agraria, si la línea política general del Partido, no refleja las necesidades de la lucha armada y el Frente Unido Democrático en relación a la burguesía. En este sentido, Gonzalo demostró miopía política y principalmente militar, por que desde 1980 adoptó rígidamente como la forma principal de lucha, para las fuerzas revolucionarias. “las campañas”, que en aquel momento eran fuerzas débiles e inferiores, condición que hasta hoy todavía no se supera por que requiere de un proceso de revolución democrática nacional prolongada. Esta apreciación errónea y subjetiva, fue la causa de los constantes reveses militares que fueron debilitando el desarrollo de la guerra popular democrática, en nuestro país.

EL PROCESO DE LA CONSTRUCCION DEL PARTIDO

El proceso de su desarrollo, consolidación y fortalecimiento, para lograr ser compacto, selecto y eficaz, también presenta tres fases en el periodo de los tiempos de guerra.

De 1928 a 1980, fue los tiempos de “paz”, donde después de la muerte de Mariátegui, la Dirección del Partido es usurpada por el oportunismo y el revisionismo, iniciando su Reconstitución en la IV Conferencia Nacional del Partido en enero de 1964 con la expulsión de Jorge Del Prado. En el IX Pleno de noviembre de 1979, logra un salto en este proceso para iniciar la lucha armada revolucionaría el 17 de mayo de 1980. A partir de 1999, en pleno desarrollo de la guerra popular democrática, aceptando y resistiendo la escisión de Gonzalo y toda su “dirección central” entramos al proceso de culminar la reconstitución. El proceso de culminar marxista, leninista y maoístamente la reconstitución y la consolidación del Partido, garantiza el triunfo de la revolución de nueva democracia y el triunfo del socialismo.

De 1980 a 1992, es la primera fase. Aquí, en cuanto a la comprensión de la lucha armada democrática y del Frente Unido Democrático, se encuentra en su infancia. En estos momentos, hay incomprensión sobre la lucha armada democrática y el Frente Unido Democrático, y esto es lo que determinó su línea política general, y en la práctica demostró que no reflejaba objetiva y concretamente a las necesidades de principios de la lucha armada y el Frente, de la guerra agraria de esa época. Su insuficiencia en comprender sobre la lucha armada y el Frente Unido, determina la infancia del Partido en su construcción, consolidación ideológica, política y organizativa. La línea política general, cuando se inicia la lucha armada ya chocaba con los principios de una guerra agraria revolucionaria. Ya se había chocado con los principios de alianza obrero-campesino. Las acciones armadas, fueron realizadas indiscriminadamente con posiciones “izquierdistas”; las acciones militares del inicio mismo de la lucha armada en Chuschi, y el de San Martín de Porres en Lima, se realizaron chocando con las masas populares y chocando con los intereses de la nación y del pueblo peruano. Lo principal de la lucha armada democrática, es el de aniquilar y desintegrar a las fuerzas armadas reaccionarías y policía nacional del Perú, y no el de chocar desorientadamente con los intereses de la nación y del pueblo peruano.

El entusiasmo revolucionario, de los dirigentes, cuadros, militantes y combatientes del Partido, de las masas campesinas, de los jóvenes varones y mujeres, estudiantes, intelectuales, trabajadores rayaban a extraordinaria altura; por ello se obtuvieron algunas victorias hasta 1992. En esta época, no se podía construir un frente unido democrático, ni desarrollar la lucha armada democrática correctamente, por que no se comprendía marxistaleninista-maoístamente, sobre la construcción del Partido. No se concebía bien en la teoría y menos en la práctica, sobre las condiciones históricas y sociales del Perú, ni las características y las leyes de la revolución peruana, y se carecía de una comprensión cabal de la unidad entre la teoría y la práctica concreta marxista-leninista-maoísta, y al estilo propiamente peruano. Por ello, es que hasta 1992, Gonzalo y su “dirección central” no supieron conducir a la victoria la revolución, sino, que se dejaron llevar al oportunismo de derecha por la burguesía, llevando así la revolución al “fracaso” temporal.

El oportunismo de “izquierda”, desboca en oportunismo de derecha en 1992. Todo esto indica, que en el Frente unido, Gonzalo no supo aplicar políticas adecuadas en relación con la burguesía. En realidad, no se tocó este punto, o sobre este Frente Unido Democrático con la burguesía. Desde ahí, había problemas de principios por el problema de Frente, lucha armada y la construcción del Partido Comunista del Perú. En el Frente, que Gonzalo construyó, se hizo ganar por los planes de zapa de la burguesía del imperialismo yanqui y peruano, y de esta manera condujo la revolución peruana a un fracaso temporal.

Durante esta fase el Partido creció, pero no supo consolidar sus organizaciones, ni ayudó a sus militantes y cuadros a fortalecerse ideológica, política y organizativamente. Los nuevos miembros eran muy numerosos, pero no se les dio la necesaria educación marxista-leninista-maoísta. Las experiencias en el trabajo eran abundantes, pero no fueron sintetizados debidamente, y no se han corregido ni controlado correctamente, y no se han sacado lección de los errores y desviaciones que empezaban a demostrarse en teoría y práctica en relación a la lucha armada, el Frente Unido y la construcción del Partido. Como Gonzalo era contrario a que los dirigentes del Comité Central, dirijan la revolución principalmente en el campo, en realidad el problema de controlar los trabajos revolucionarios y corregir las desviaciones, era un imposible tal como registra la historia. Todo esto, es una seria lección.

En esta fase, se infiltraron muchos arribistas en el Partido, pero no fueron excluidos, hasta llegar al Comité Permanente, y muchos hasta el Buró Político y el Comité Central, y otros muchos en los niveles inferiores. El Partido, se encontraba rodeado de conspiradores, es decir que muchas personas en el interior del Partido organizaban planes en contra de la revolución, además, habían personas que generaban intrigas, pesimismos y obraban con duplicidad para hacer fracasar al Partido y la revolución. El Partido carecía de una estricta vigilancia proletaria. La vigilancia, o las evaluaciones no eran proletarias, sino oportunistas, ligeras y de favoritismos. La militancia se seleccionaba por compromisos de palabra y papel, y menos por su práctica revolucionaría y su ligazón con las amplías masas populares, y principalmente campesinos.

Surgió un gran número de militantes activos, pero no se alcanzó a formar una sólida armazón del Partido. El Partido, disponía de una buena cantidad de fuerzas revolucionarias del ejército, pero Gonzalo y su “dirección central”, no fueron capaces de consolidarlos, organizarlos, armarlos y equiparlos con pertrechos militares y medios de comunicación; al contrario, a aquellos camaradas que impulsaban el equipamiento del ejército guerrillero con pertrechos modernos de medios de comunicación se les emplazaba de militaristas y guevaristas.

Todo esto se debe, a que se carecía de una experiencia práctica, pero en lo fundamental, no había seriedad y responsabilidad proletaria de parte de Gonzalo principalmente, y su “dirección central”; por su dogmatismo y caprichosa política, no tenían un conocimiento profundo de la revolución peruana, ni sabían integrar la teoría marxista-leninista-maoísta en la práctica de la guerra agraria democrática. Una cuestión sumamente perjudicial y revisionista, es que lo endiosaron y encumbraron hasta la cima, como “al presidente Gonzalo”, como “el desarrollo del marxismo”, “cuarta espada”, “garantía de triunfo”, y plantearon que el “pensamiento Gonzalo”, era “irrefutable”. era “la luz de la victoria”, pero, ¿que demostró en la práctica? Todo lo contrario, y hoy ese “pensamiento Gonzalo”, es la esencia ideológica y política de la nueva línea oportunista de derecha, revisionista y capitulacionista.

La segunda fase.- Es de 1992 a 1999. Esta fase es la más dura y cruenta. que todo el Partido y las organizaciones generadas, el ejército revolucionario, las bases de apoyo, y las masas en general han soportado y superado con mucho esfuerzo, frente a las criminales acciones del oportunismo de derecha de Gonzalo y su “dirección central”, que agarrados de la mano con el imperialismo yanqui, el Estado peruano, las fuerzas armadas y policía nacional del Perú, hacen todo lo posible por aniquilar al Partido y todo lo que significa revolución en el campo y las ciudades del Perú, de esta manera servir a la ofensiva general del imperialismo en contra de la revolución proletaria mundial.Aquí vemos el negro papel de Gonzalo y su “dirección central”; todo esto no quedará impune, por que la clase y el pueblo peruano los sancionarán como corresponde.

Tercera fase.- Se enmarca de 1999 a hoy. En el proceso de la revolución agraria de nuestro país, el Partido Comunista del Perú, marxista-leninista-maoísta, ha resistido la traición de Gonzalo y su “dirección central”; ha resistido las ofensivas políticas, económicas, militares, psicológicas y todo tipo de campañas del enemigo coludidos con Gonzalo, cumpliendo tareas contrarrevolucionarias, en contra del Partido, ejército, bases de apoyo; ha resistido una serie de campañas militares de cerco y aniquilamiento en contra del Partido Comunista, pero el Partido se mantiene más firme y con más temple, después de derrotarlos con las correspondientes contra campañas de cerco y aniquilamiento. En realidad, es en medio de esta forma principal de la guerra civil de nuestro país, que el Partido se está desarrollando, consolidando y fortaleciendo en lo ideológico, político y organizativo, y alcanzando a ser compacto, selecto y eficaz. Además, la primera y la segunda fase, son lecciones para construir el Partido Comunista del Perú, marxista-leninista-maoísta, que dirija la guerra popular democrática al estilo propiamente peruano y hasta la victoria.

Gracias a la experiencia adquirida en la primera y segunda fase, el Partido, tiene una mejor comprensión de las condiciones históricas y sociales del Perú; de la historia del Partido y la lucha armada democrática revolucionaria; de las características y leyes de la revolución peruana, y mejor se entiende sobre la teoría marxista-leninista-maoísta plasmando en la práctica revolucionaria del Perú. En estas nuevas condiciones del trabajo, están surgiendo nuevos activistas del Partido, que en el futuro se convertirán en una firme armazón consolidado y fortalecido del Partido.

El Partido, está aprendiendo a dirigir la lucha armada democrática en nuestro país, gracias a su línea política general, que se fundamenta en la formación de un Frente Unido Democrático Revolucionario en la guerra agraria democrática, con la gran burguesía y la burguesía nacional y rural, con independencia y autodecisión relativas; todo esto, nos va señalando las formas de establecer el nuevo poder popular democrático, relativo, fluido y provisional que irán surgiendo con el desarrollo y consolidación de las bases de apoyo. Todos estos trabajos del Partido, se están plasmando y se irán desarrollando y consolidando, por las acciones militares de aniquilamiento y desintegración de las fuerzas armadas reaccionarias y de las fuerzas policiales del Estado peruano. Todos estos logros, son cuestiones concretas del Partido hasta hoy en la práctica revolucionaria agraria.

En el curso de la lucha armada de 1992 a 1999, algunos camaradas se hundieron o permanecieron en el fango del oportunismo, y otros como Gonzalo y su “dirección central” se untaron del cáncer del revisionismo, por lo que son una podredumbre incurables. Todo este fenómeno negativo, hoy, en lo fundamental se ha superado.Estas situaciones, debe quedar como una seria lección, por que algunos camaradas no comprenden, o no quieren comprender con modestia de las experiencias del pasado, sobre las condiciones históricas y sociales de la sociedad peruana: sobre las características y leyes de la revolución peruana, ni sobre la unidad entre la teoría y la práctica de la guerra revolucionaria del Perú, etc. Por eso, a lo largo de la primera y la segunda fase, ciertos cuadros de las organizaciones dirigentes del Partido, no supieron aplicar una justa y correcta línea política general y organizativa del Partido. Por tanto, el Partido y la revolución fueron perjudicados en estos períodos, por el oportunismo de “izquierda” y de derecha con Gonzalo y su “dirección central” a la cabeza.

El Partido, de 1999 para delante, depurándose y aceptando la escisión de Gonzalo y su cúpula de revisionistas, emprende el camino hacia su consolidación y fortalecimiento, y está sentando los cimientos y las bases de la línea política general para el desarrollo de la construcción del Partido, de la lucha armada democrática y el Frente Unido Democrático de la revolución democrática nacional del Perú.

Hoy, nuestro deber y obligación es cumplir con los objetivos políticos. militares, económicos, sociales y culturales de la revolución de nueva democracia en el Perú. Organizativamente, su objetivo es alcanzar y convertirse en un Partido, con un amplio carácter de masas, y de amplitud nacional. Además, es una tarea el de organizar las fuerzas revolucionarias armadas, que se están incrementando, los cuales se irán fortaleciendo en la lucha contra el enemigo, aniquilando y desintegrando a las fuerzas armadas reaccionarias y policía nacional del Perú. Está creciendo su influencia, entre todas las amplias masas populares de la nación peruana. Todos éstos, ya son éxitos logrados y concretados objetivamente.Sin embargo, algunos militantes cuadros, todavía no tienen una suficiente comprensión sobre las necesidades de superar algunas limitaciones en lo político, en lo cultural y económico y problemas de no saber concretar en los trabajos, sobre la unidad entre la teoría y la práctica de la revolución agraria peruana.

En el curso de la actual guerra agraria revolucionaria de nuestro país, el Partido tiene como objetivo, la ampliación de las organizaciones del Partido, en las que se tiene que cumplir con firmeza la consigna de “ampliar con audacia el Partido, estrechando la vigilancia política y medidas estrictas, para no dejar infiltrar a ningún elemento nocivo”. Todos éstos, son hoy nuestras obligaciones y tareas, por que en realidad el imperialismo, la reacción peruana, las fuerzas armadas y policía nacional del Perú, siempre están pugnando y no dejarán de querer infiltrar arribistas y saboteadores en el Partido, para aniquilarlo y hacer fracasar la revolución peruana.

En el Frente Unido Democrático, en las relaciones con representantes de la gran burguesía, se tiene que estar vigilantes, y llevar adelante la alianza y la lucha incruenta. Estar vigilantes ante las políticas de querer hacer capitular o traicionar a los cuadros, por que siempre tratarán de destruir a nuestro Partido, y todas nuestras organizaciones revolucionarias.En esta tercera fase, habiendo superado la primera y la segunda fase. tenemos, y estamos afrontando mayores dificultades, pero dentro de una más alta unidad de pensamiento y acción, en torno al marxismo-leninismo-maoísmo, concretados al estilo peruano.

El imperialismo yanqui y el Estado peruano, coludidos con el revisionismo de Gonzalo, provocan y provocarán roces, y no cesarán en sus clamores y políticas anticomunistas. Preparan condiciones para generar pesimismos entre las masas populares, para socavar la unidad y hacer que la nación y el pueblo peruano no apoye a la guerra agraria democrática revolucionaria. Ideológicamente el imperialismo yanqui, la reacción peruana y el revisionismo de Gonzalo, tratarán de diluir el comunismo; y en sus planes políticos y militares, sueñan constantemente en liquidar al Partido del Proletariado peruano, las bases de apoyo, al ejército revolucionario. En estas circunstancias, nuestro deber es superar el pesimismo, la apatía y el retroceso entre las masas, y mantener el Frente Unido Democrático Revolucionario de la guerra agraria en la medida que sea posible, y fortalecer la cooperación con todas las clases sociales revolucionarias, con todas las clases sociales no proletarias democráticas y progresistas, con los partidos políticos, grupos políticos, organizaciones gremiales de la pequeña burguesía, autoridades, empleados públicos, transportistas, comerciantes, burguesía nacional, burguesía rural; y luchar resueltamente contra las fuerzas armadas y policía nacional del Perú.

Hay que siempre lograr la unidad y el progreso en las tareas revolucionarías, y al mismo tiempo desarrollar la unidad, en torno al progreso de nuestras políticas en relación a las industrias, agricultura, comercio, transporte, electrificación, irrigación, etc.; y estar siempre preparados, para hacer frente, a cualquier brusco cambio en la situación, de modo que si esto sucede, el Partido y la revolución no sufran pérdidas negligentemente.

Tenemos que hacer, una decidida lucha contra el imperialismo yanqui, contra las fuerzas feudales, contra el revisionismo; de igual forma, contra la capitulación, el pesimismo, la apatía y el de humillarse ante los enemigos de la clase, del pueblo y la nación peruana. El cumplimiento de estos objetivos está en los esfuerzos de todo el Partido, de la lucha inflexible y tenaz de todos los cuadros y organizaciones de los diversos niveles; y llama a toda la nación y a todas las masas populares del pais, en persistir en la lucha antiimperialista yanqui, contra este Estado reaccionario que despelleja a diario, a nuestro pueblo peruano.El Partido Comunista del Perú, marxista-leninista-maoísta, está convencido de que logrará desarrollar y consolidar estos objetivos, junto a la clase y al pueblo peruano desarrollando la revolución democrática nacional. Los 26 años de la guerra agraria, principalmente sacando lecciones de los errores cometidos en los dos periodos anteriores, y de 1999 para delante, se ha superado el oportunismo de “izquierda” y el oportunismo de derecha, y hoy, el Partido está más consolidado y fortalecido, para desarrollar la lucha armada antiimperialista y antifeudal, y contra el revisionismo de Gonzalo, y servir a los intereses de la nación y del pueblo peruano, hasta la conquista del poder en todo el país.Además, esta experiencia revolucionaria en el Perú, nos enseñó a que el Frente Unido y la lucha armada democrática, construyéndolo de acuerdo a las características de nuestro país, son dos armas básicas que el Partido los dirige para vencer al enemigo.El Frente Unido Democrático, sirve para desarrollar la lucha armada democrática en la guerra agraria actual, en la guerra de resistencia democrática nacional y hasta el triunfo de la revolución. El Partido, es la organización del proletariado peruano que construye estas dos armas revolucionarias, para dirigirlos en la lucha contra los enemigos de la nación, del pueblo y la revolución peruana, y lograr la victoria. La lucha armada revolucionaria contra el enemigo en nuestro país, en la actualidad se desarrolla en contra de las fuerzas armadas y policía nacional del Perú, y el objetivo de la revolución del pueblo peruano, es el de aniquilar y desintegrar a estas fuerzas reaccionarias, fascistas, genocidas y vende patrias, que defienden los intereses de los que explotan y oprimen a la nación peruana.

Todos estos objetivos, no podríamos haber logrado, si el Partido no habría aceptado y resistido la escisión del revisionismo de Gonzalo y su “dirección central”. La línea política general del Partido, es la concreción objetiva de las necesidades del Frente, de la lucha armada democrática, en la guerra contra el enemigo, contra el imperialismo yanqui y los grandes burgueses y terratenientes feudales pro-norteamericanos.La práctica marxista-leninista-maoísta al estilo peruano, nos han enseñado a construir las tres armas fundamentales democráticas de la revolución peruana, y su interconexión del Partido dirigiendo al Frente Unido Democrático Revolucionario y la lucha armada democrática revolucionaria del Perú,¿Cómo, vamos a construir el Partido Comunista del Perú, marxistaleninista-maoísta al estilo peruano, que abarque todo el país, tenga un amplio carácter de masas y esté plenamente consolidado en los terrenos ideológico, político y organizativo?. Este objetivo, solamente podemos lograr, estudiando concienzudamente la historia del Partido; examinando la cuestión de la construcción del Partido, dirigiendo el Frente y la lucha armada revolucionaria, en relación de la alianza y lucha “pacífica” con la burguesía; y la lucha armada democrática militarmente con la burguesía cuando hay ruptura del Frente Unido; sobre la cuestión de la guerra de guerrillas contra el enemigo; y sobre el problema del establecimiento de las bases de apoyo revolucionarias en el Perú.

Otra cuestión fundamental, que el Partido tiene que saber sacar lección, es de las restauraciones del capitalismo en Rusia y China. Esto está íntimamente ligado a las políticas del Partido en relación a la burguesía. En este sentido, el Partido Comunista del Perú, en la construcción del Partido, Frente y la lucha armada democrática, tiene que tener una estricta vigilancia y estrictas medidas políticas, militares, económicas y culturales en suincorporación a la militancia y cuadros dirigentes en todos los niveles. En la revolución actual de la guerra agraria, en la guerra de resistencia democrática nacional, y hasta la conquista del poder en todo el país es una necesidad adoptar políticas correctas en relación a la burguesía. En el desarrollo del socialismo, en las revoluciones culturales proletarias y hasta el comunismo, el Partido del proletariado para consolidar el comunismo, no debe en ningún instante adoptar políticas erróneas en relación a la burguesía. en los terrenos ideológicos, políticos, militares, económicos y culturales; y es completamente inadmisible bajar la guardia, y no tomar medidas estrictas de dictadura del proletariado también en éste sentido. La consolidación del Comunismo, está justamente en derrocarlo y aplastarlo definitivamente al imperialismo, y esto se logra, con políticas adecuadas en relación a la burguesía en todo el proceso revolucionario hasta el comunismo, y no solamente en una o determinada etapa. Ya hemos pagado muy caro, en la infancia del socialismo, con la restauración del capitalismo en Rusia y China, cuando se baja la guardia en lo ideológico, político, económico y cultural frente a la burguesía. Aquí en el Perú, la capitulación de Gonzalo y su camada de revisionistas, es una seria lección de restaurar lo viejo, de amoldarse y reinsertarse al viejo sistema de explotación y opresión, y esto es, por no tener una correcta línea política general del Partido para la revolución peruana, que significa no tener políticas adecuadas en la construcción del Partido, del Frente Unido y la rucha armada democrática en relación con la burguesía peruana.

En concreto, la guerra agraria democrática revolucionaria actual, se está desarrollando teniendo en cuenta la experiencia del proletariado internacional principalmente, y superando serias y complejas situaciones adversas, propias de la revolución peruana; por lo que, sacando lecciones del oportunismo de “izquierda”, del oportunismo de derecha y combatiendo a la nueva línea de oportunismo de derecha, revisionista y capitulacionista, se está impulsando la construcción del Partido comunista del Perú marxista- leninista-maoísta, compacto, selecto y eficaz; y alcance su consolidación ideológica, política y organizativa; de esta forma, lograr que tenga un amplio carácter de masas, y sea de amplitud nacional. Esta es nuestra reafirmación y compromiso marxista, para servir cada vez mejor al pueblo y la nación peruana, al proletariado peruano e internacional, a las naciones oprimidas y a los pueblos del mundo.

PARTIDO COMUNISTA DEL PERÚ MARXISTA-LENINISTA-MAOÍSTA.

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