Colección
Archivo digital
Tipo
Documento
País
Organización
Fecha
2005-02-01
Categoría
Comunicado
Fichero Adjunto
Comunicado 5
COMUNICADO NÚMERO 5
A la memoria del Profesor Genaro Vázquez Rojas, revolucionario guerrerense muerto el 2 de febrero de 1972.
El pueblo y más las futuras generaciones,
no podrán vivir esclavos
y será entonces cuando de nueva cuenta nos pondremos en marcha,
y aunque estemos lejos los unos de los otros no nos perderemos de vista
y llegando el momento nos volveremos a reunir.
Guarden sus fusiles, cada cual donde lo pueda volver a tomar...
(Rubén Jaramillo, 1918).
Al pueblo de Morelos.
Al pueblo de México.
A los pueblos del mundo.
Compañeras y compañeros.
Nuevamente apelamos a la palabra, esperando remontar el cerco -de intolerancias y miedos disimulados- que los poderosos tienden para impedir que los de abajo podamos escucharnos y reconocernos mutuamente con valor, respeto y generosidad.
Asimismo, recurrimos a la palabra para expresar nuestra reflexión frente a la ofensiva que los neoliberales pro-imperialistas de la administración foxista, junto con los cacicazgos y mafias priistas, han lanzado para conservar el poder y seguir manteniendo cautiva a la Nación, en beneficio propio y de los grandes tiburones del capital.
En este contexto, no nos sorprende la aviesa y desfachatada actitud represiva con que los de arriba tratan de cerrar el paso a cualquier otro proyecto de nación que no les beneficie, acallar la creciente protesta popular organizada y negar la legitimidad del movimiento armado revolucionario. Dicha actitud represiva ha sido un recurso continuo de quienes detentan el poder y se valen del mismo para seguir lucrando con la vida de los mexicanos, tratando de acallar las voces que deciden, desde cualquier rincón de la patria, elevar un puño de protesta contra la explotación, el sometimiento y la exclusión de que somos objeto.
Tampoco nos sorprende que, en nuestro estado, el rey del narcomenudeo -Sergio Estrada Cajigal- siga despachando desde el palacio de gobierno en Cuernavaca, siendo contundentes las evidencias de su participación en el negocio del narcotráfico. No nos sorprende, pues el Ejecutivo Federal y algunos personajes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, tan siniestros como él, lo siguen protegiendo y manteniendo, grotesca e impúdicamente, como gobernador de Morelos.
Menos aún nos causa asombro la restitución del alcalde de Tlalnepantla, Mor., en abierta burla y provocación a los pueblos que deciden, mediante usos y costumbres, elegir a sus autoridades. Restitución que amenaza con poner término a todo intento de autodeterminación popular mediante el uso de la fuerza o mediante fallos espurios en los tribunales.
Precisamente cuando inauguramos el 2005, año de precampañas electorales en vísperas del 2006 y sabedores de la posición estratégica que representa la presidencia de la república, las pandillas de políticos y empresarios que nos gobiernan se prestan a
iniciar la batalla para, desde el poder, continuar implementando las reformas neoliberales que lleven a la total entrega de los recursos de la nación, excluyendo a la mayoría del pueblo trabajador de la participación en la toma de decisiones y empobreciéndolo aún más. No es gratuito que mientras la familia de un obrero sobrevive con un salario mínimo de 47 pesos diarios, durante el gobierno foxista haya aumentado la fortuna de los 11 multimillonarios más poderosos del país a un total de 35 mil millones de dólares.
El gobierno de empresarios y para empresarios que ocupa la posición de poder más representativa no la perderá fácilmente sin antes recurrir a todas las maniobras posibles para conservarla, como lo muestra la creciente militarización de la vida institucional de este país. La derecha torpe y reaccionaria siempre responderá con violencia y con toda la "fuerza del Estado" frente a cualquier manifestación de pérdida de control. Casos como el de la Delegación Tláhuac en el DF; el toque de queda en Tlalnepantla, estado de México; o la militarización de las cárceles llamadas de "alta seguridad", manteniendo en la zozobra a las poblaciones aledañas, violando las más elementales garantías individuales, son un ensayo neofascista y una advertencia para aquellos que decidan, mediante la lucha organizada del pueblo, desafiar el régimen neoliberal e intenten tomar en sus manos su propio destino.
Cuando los poderosos hablan de Estado de derecho y del respeto irrestricto de la ley esto significa su aplicación con todo rigor para castigar la pobreza, la marginación y la rebeldía. Los poderosos siguen creyendo en su obcecada teoría de que a mayor número de policías, mayor seguridad.
Ha sido función principal de este gobierno la de impulsar las llamadas reformas estructurales, consistentes en la venta de la industria petrolera y eléctrica; las reformas al sistema de pensiones y jubilaciones; la reforma fiscal y la reforma laboral; como precedentes para el impulso de las reformas en materia educativa y de salud. Por ello la continuación de las reformas neoliberales es necesidad imperiosa de los dueños del capital.
Por otro lado, la posibilidad de que "todo pasado siempre fue mejor", se establece como una postura peligrosa que los dueños del dinero mantienen para seguir gobernando y seguir haciendo de México el "changarro" más exitoso del mundo, pasando por encima de la soberanía nacional.
En el fondo de las posibilidades se asoma la izquierda electoral y gubernamental; aunque, dominada y dividida por sus contradicciones internas y contrapesos hacia la derecha, ha sido incapaz de promover una verdadera reforma de Estado y ofrecer, en los hechos, una alternativa confiable y democrática frente a los problemas más urgentes de la nación. Particularmente, la izquierda en el gobierno no ha querido esclarecer los asesinatos de la Lic. Digna Ochoa y del estudiante Pável González; ha alentado y justificado la intervención del ejército federal en los penales federales (como si el ejército estuviera al margen de la corrupción y del narcotráfico que priva en estos); y, ha optado por no astillar la silla presidencial, eludiendo asumir compromisos con el movimiento social, con el objeto de no confrontar a los sectores de derecha más reaccionarios y ofrecer, a los grandes capitales, amplias garantías de gobernabilidad.
Es por ello que la necesidad de la construcción de una alternativa social al neoliberalismo es hoy más que nunca una tarea urgente de las organizaciones del movimiento social y popular. Un proyecto que tenga como objetivo fundamental echar por tierra las reformas neoliberales, mediante un nuevo pacto social entre las fuerzas trabajadoras y honestas del país, con base en la recuperación de la soberanía popular y nacional.
Cualquier intento de Proyecto de Nación Alternativo que se digne de serlo tendrá que ser producto de la discusión y del consenso de las expresiones organizadas del pueblo y no de una nueva imposición, aunque se disfrace de democrática, de camarillas o grupúsculos que se han mantenido a expensas del poder.
Desde nuestro lugar de resistencia, hacemos un llamado para seguir organizándonos y desarrollar el papel que cada quien pueda y desee asumir en la lucha popular revolucionaria, combinando la acción política, la autodefensa popular y la lucha armada revolucionaria.
¡A seguir construyendo redes solidarias de resistencia y oposición al neoliberalismo y al poder del capital!
¡¡¡TIERRA Y LIBERTAD!!!
¡¡¡POR EL SOCIALISMO: VIVIR, LUCHAR, VENCER!!!
Comando Jaramillista Morelense 23 de Mayo (CJM-23M)
Campamento Revolucionario, Estado de Morelos, Febrero 1 de 2005
A la memoria del Profesor Genaro Vázquez Rojas, revolucionario guerrerense muerto el 2 de febrero de 1972.
El pueblo y más las futuras generaciones,
no podrán vivir esclavos
y será entonces cuando de nueva cuenta nos pondremos en marcha,
y aunque estemos lejos los unos de los otros no nos perderemos de vista
y llegando el momento nos volveremos a reunir.
Guarden sus fusiles, cada cual donde lo pueda volver a tomar...
(Rubén Jaramillo, 1918).
Al pueblo de Morelos.
Al pueblo de México.
A los pueblos del mundo.
Compañeras y compañeros.
Nuevamente apelamos a la palabra, esperando remontar el cerco -de intolerancias y miedos disimulados- que los poderosos tienden para impedir que los de abajo podamos escucharnos y reconocernos mutuamente con valor, respeto y generosidad.
Asimismo, recurrimos a la palabra para expresar nuestra reflexión frente a la ofensiva que los neoliberales pro-imperialistas de la administración foxista, junto con los cacicazgos y mafias priistas, han lanzado para conservar el poder y seguir manteniendo cautiva a la Nación, en beneficio propio y de los grandes tiburones del capital.
En este contexto, no nos sorprende la aviesa y desfachatada actitud represiva con que los de arriba tratan de cerrar el paso a cualquier otro proyecto de nación que no les beneficie, acallar la creciente protesta popular organizada y negar la legitimidad del movimiento armado revolucionario. Dicha actitud represiva ha sido un recurso continuo de quienes detentan el poder y se valen del mismo para seguir lucrando con la vida de los mexicanos, tratando de acallar las voces que deciden, desde cualquier rincón de la patria, elevar un puño de protesta contra la explotación, el sometimiento y la exclusión de que somos objeto.
Tampoco nos sorprende que, en nuestro estado, el rey del narcomenudeo -Sergio Estrada Cajigal- siga despachando desde el palacio de gobierno en Cuernavaca, siendo contundentes las evidencias de su participación en el negocio del narcotráfico. No nos sorprende, pues el Ejecutivo Federal y algunos personajes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, tan siniestros como él, lo siguen protegiendo y manteniendo, grotesca e impúdicamente, como gobernador de Morelos.
Menos aún nos causa asombro la restitución del alcalde de Tlalnepantla, Mor., en abierta burla y provocación a los pueblos que deciden, mediante usos y costumbres, elegir a sus autoridades. Restitución que amenaza con poner término a todo intento de autodeterminación popular mediante el uso de la fuerza o mediante fallos espurios en los tribunales.
Precisamente cuando inauguramos el 2005, año de precampañas electorales en vísperas del 2006 y sabedores de la posición estratégica que representa la presidencia de la república, las pandillas de políticos y empresarios que nos gobiernan se prestan a
iniciar la batalla para, desde el poder, continuar implementando las reformas neoliberales que lleven a la total entrega de los recursos de la nación, excluyendo a la mayoría del pueblo trabajador de la participación en la toma de decisiones y empobreciéndolo aún más. No es gratuito que mientras la familia de un obrero sobrevive con un salario mínimo de 47 pesos diarios, durante el gobierno foxista haya aumentado la fortuna de los 11 multimillonarios más poderosos del país a un total de 35 mil millones de dólares.
El gobierno de empresarios y para empresarios que ocupa la posición de poder más representativa no la perderá fácilmente sin antes recurrir a todas las maniobras posibles para conservarla, como lo muestra la creciente militarización de la vida institucional de este país. La derecha torpe y reaccionaria siempre responderá con violencia y con toda la "fuerza del Estado" frente a cualquier manifestación de pérdida de control. Casos como el de la Delegación Tláhuac en el DF; el toque de queda en Tlalnepantla, estado de México; o la militarización de las cárceles llamadas de "alta seguridad", manteniendo en la zozobra a las poblaciones aledañas, violando las más elementales garantías individuales, son un ensayo neofascista y una advertencia para aquellos que decidan, mediante la lucha organizada del pueblo, desafiar el régimen neoliberal e intenten tomar en sus manos su propio destino.
Cuando los poderosos hablan de Estado de derecho y del respeto irrestricto de la ley esto significa su aplicación con todo rigor para castigar la pobreza, la marginación y la rebeldía. Los poderosos siguen creyendo en su obcecada teoría de que a mayor número de policías, mayor seguridad.
Ha sido función principal de este gobierno la de impulsar las llamadas reformas estructurales, consistentes en la venta de la industria petrolera y eléctrica; las reformas al sistema de pensiones y jubilaciones; la reforma fiscal y la reforma laboral; como precedentes para el impulso de las reformas en materia educativa y de salud. Por ello la continuación de las reformas neoliberales es necesidad imperiosa de los dueños del capital.
Por otro lado, la posibilidad de que "todo pasado siempre fue mejor", se establece como una postura peligrosa que los dueños del dinero mantienen para seguir gobernando y seguir haciendo de México el "changarro" más exitoso del mundo, pasando por encima de la soberanía nacional.
En el fondo de las posibilidades se asoma la izquierda electoral y gubernamental; aunque, dominada y dividida por sus contradicciones internas y contrapesos hacia la derecha, ha sido incapaz de promover una verdadera reforma de Estado y ofrecer, en los hechos, una alternativa confiable y democrática frente a los problemas más urgentes de la nación. Particularmente, la izquierda en el gobierno no ha querido esclarecer los asesinatos de la Lic. Digna Ochoa y del estudiante Pável González; ha alentado y justificado la intervención del ejército federal en los penales federales (como si el ejército estuviera al margen de la corrupción y del narcotráfico que priva en estos); y, ha optado por no astillar la silla presidencial, eludiendo asumir compromisos con el movimiento social, con el objeto de no confrontar a los sectores de derecha más reaccionarios y ofrecer, a los grandes capitales, amplias garantías de gobernabilidad.
Es por ello que la necesidad de la construcción de una alternativa social al neoliberalismo es hoy más que nunca una tarea urgente de las organizaciones del movimiento social y popular. Un proyecto que tenga como objetivo fundamental echar por tierra las reformas neoliberales, mediante un nuevo pacto social entre las fuerzas trabajadoras y honestas del país, con base en la recuperación de la soberanía popular y nacional.
Cualquier intento de Proyecto de Nación Alternativo que se digne de serlo tendrá que ser producto de la discusión y del consenso de las expresiones organizadas del pueblo y no de una nueva imposición, aunque se disfrace de democrática, de camarillas o grupúsculos que se han mantenido a expensas del poder.
Desde nuestro lugar de resistencia, hacemos un llamado para seguir organizándonos y desarrollar el papel que cada quien pueda y desee asumir en la lucha popular revolucionaria, combinando la acción política, la autodefensa popular y la lucha armada revolucionaria.
¡A seguir construyendo redes solidarias de resistencia y oposición al neoliberalismo y al poder del capital!
¡¡¡TIERRA Y LIBERTAD!!!
¡¡¡POR EL SOCIALISMO: VIVIR, LUCHAR, VENCER!!!
Comando Jaramillista Morelense 23 de Mayo (CJM-23M)
Campamento Revolucionario, Estado de Morelos, Febrero 1 de 2005