Capitalismo Monopolista de Estado y Educación en Chile

CAPITALISMO MONOPOLISTA DE ESTADO Y EDUCACIÓN EN CHILE

No es cierto que el socialismo surgirá automáticamente de la lucha diaria de la clase obrera. El socialismo será consecuencia de las crecientes contradicciones de la economía capitalista y la comprensión por parte de la clase obrera, de la inevitabilidad de la supresión de dichas contradicciones a través de la transformación social. (R. Luxemburgo)

Desde esta TRINCHERA, nos parece necesario, establecer un análisis de la situación concreta, en que se desarrolla la lucha de clases, en este crucial momento de avanzada del movimiento popular, que tiene una vez más en nuestra historia, a los jóvenes, estudiantes y sus organizaciones, como vanguardia del movimiento, que mantiene a la institucionalidad burguesa en jaque y apelando a la violencia de clase, para mantener su orden burgués.

EL TERRENO

En la lógica de analizar el TERRENO, o sea, en qué estado se encuentra la Formación Económica Social (FES) capitalista, es necesario distinguir dos aspectos materiales, en que la Educación, como parte de la superestructura del capitalismo, juega un rol relevante. Como primera cuestión –y seguimos insistiendo, en nuestro afán de demostrar lo equivocado, que se encuentran algunas concepciones revisionistas, que insisten en decirnos “que existiría un neoliberalismo capitalista”-, constatar una etapa Monopolista de Estado, con preeminencia del capital financiero, y la consecuente crisis, que este mismo ha llevado a la FES capitalista, abarcando todos los aspectos de su vida económica, política e ideológica.

Desde el Marxismo-leninismo, históricamente se ha definido que la existencia del Capitalismo Monopolista de Estado, se produce “cuando los monopolios capitalistas unen su fuerza al poder del Estado burgués, con el fin de mantener y afianzar el régimen capitalista, proporcionar a un puñado de magnates del capital ganancias máximas, aplastar el movimiento obrero revolucionario y el de liberación nacional”. Lenin, al respecto profundizó dicho planteamiento, configurando al imperialismo, como fase del capitalismo, en que los grandes monopolios se transformarían, hasta llegar al control total del Estado; “época de la transformación del capitalismo monopolista en capitalismo monopolista de Estado”, nos advertía el revolucionario Bolchevique, en que se aprecia en la estructura económica del capitalismo, un desorbitante crecimiento de la socialización de la producción, en contradicción a la concentración de capitales en manos de los principales monopolios, cuyo poder se refuerza en grado nunca visto, amparados en el poder del Estado burgués.

Pero, ¿Por qué es necesario, la participación tan fundamental del Estado, si se supone que los monopolios, ostentan el poder absoluto? Al respecto, el Marxismo-leninismo, también nos orienta, explicando que el aparato del Estado, los monopolios lo utilizan en épocas de crisis general del capitalismo, y este es un tema fundamental de entender, por parte de los revolucionarios. En este momento, la FES capitalista atraviesa un crisis general estructural, y sus instituciones representativas, gobierno, parlamento, partidos políticos, etc., son el reflejo de aquello. Esta crisis general, es fácilmente perceptible, ya que se profundiza la inestabilidad externa (disputas interimperialistas) e internas, donde los Estados burgueses, cada vez se vuelven más reaccionarios y militaristas –de ahí, nuestra calificación de fascistas-. Por otro lado, la descomposición de la economía capitalista, ve incrementar la lucha de clases, entre el trabajo y el capital, entre el imperialismo y los pobres del campo y la ciudad, para lo cual, los Estados burgueses, refuerzan la reacción política en todos los sentidos; el imperialismo propicia el establecimiento de regímenes fascistas, tiránicos, en la mayoría de sus administraciones, de paso ahondando la crisis política e ideológica de la burguesía. De acuerdo a Lenin, la crisis general del capitalismo, constituye el periodo histórico “de derrumbamiento del capitalismo en toda su extensión y de alumbramiento de la sociedad socialista”. Y en ese transe, en su desesperado accionar, para salir de esa crisis, los países imperialistas recurren al Estado, como el gran recurso, para salvar su régimen capitalista explotador, que seguirá resistiendo a desaparecer.

En ese contexto, la unión del Estado burgués, con el capital monopolista, constituye la esencia del Capitalismo Monopolista de Estado, donde el primero sirve de garante y se convierte “en un comité que administra los negocios de la burguesía monopolista. No es el Estado el que se encuentra por encima de los monopolios, como sostienen falazmente los economistas burgueses, sino al contrario: el gran capital monopolista utiliza el aparato del Estado como instrumento para multiplicar sus ganancias y reforzar su dominio. Esta utilización presenta formas diversas, ante todo la de “unión personal”, es decir, la de que los representantes o los propias jerarcas de los monopolios participen directamente en los gobiernos burgueses, o bien incorporen a los altos funcionarios del Estado a los consejos de administración de las uniones monopolistas. Ello da origen a una encarnizada lucha entre los monopolios por adueñarse de los puestos del poder estatal y aprovecharlos en interés de tal o cual grupo de monopolios rivales”. Les parece conocido o coherente este análisis, para seguir insistiendo, en que “existiría neoliberalismo”, como sostienen posiciones revisionistas y reformistas.

Para esclarecer más aún el tema, sigamos profundizándolo desde la práctica concreta, no desde el aparecer, como la “intelectualidad pequeño-burguesa” revisionista, nos intenta convencer. El papel del Estado, como hemos planteado, es el de transformarse en facilitador de los negocios monopolistas, traspasando la propiedad de las Empresas estatales, al control de los monopolios, por un lado, y el financiamiento directo, con fondos del Estado -o sea, con los recursos de todos los habitantes de un país determinado-, en la superación de crisis o simplemente proporcionando capitales, para gestionar negocios. A ese respecto, hasta los economista burgueses, reconocen que el único capital real que existe, en nuestra economía, es precisamente el de todos los chilenos, a través de lo que pueda gestionar el Banco Central o las AFPs, quienes invierten, nos prestan nuestro propio dinero, y más encima les debemos pagar intereses.

En épocas de capitalismo monopolista de Estado, la economía adquiere un valor estratégico-militar, a través de grandes conglomerados mundializados, que controlan la economía moderna, con un alto grado de orientación bélica, se convierte en una economía militarizada, y el Estado es un reflejo de ello, ya que pasa a ser un Estado policíaco—militar, en el intento de “ordenar la situación interna” y encontrar salidas a las contradicciones, cada día más profundas, del sistema capitalista, “al que son inherentes la anarquía de la producción, las crisis económicas, la desocupación en masa y la encarnizada lucha de clases. El Estado imperialista se esfuerza en vano por aplicar las denominadas medidas contra la crisis, por regular las relaciones entre el trabajo y el capital, organizar el abastecimiento de materias primas y la venta de la producción de las uniones monopolistas, y por llevar a efecto otras medidas que, según se afirma, pueden acabar con los vicios y lacras del capitalismo contemporáneo. El desarrollo del capitalismo monopolista de Estado se acelera cuando se agudizan las contradicciones del régimen burgués. De ahí que los períodos de guerras y preparaciones bélicas, así como los de crisis económicas y de conmociones políticas constituyan el tiempo en que más crece el capitalismo monopolista de Estado”.

La actual crisis general del capitalismo, refleja que los centros imperialistas, como los Estados Unidos y los países de Europa y Asia, están armando sus Estados, para contener a las masas, que paulatinamente irán creciendo en organización y adquiriendo conciencia de clase. Lo mismo realizan en las periferias imperialistas. Por ello, desde esta TRINCHERA, insistimos en llamar a los revolucionarios, a leer la realidad concreta, en que está sumido el capitalismo, combatamos a las posiciones revisionistas, oportunistas y reformistas, que nos quieren adornar con otro ropaje, al capitalismo monopolista, con una cara más humana. La materialidad demuestra que los monopolios, en su desesperación, profundizarán la utilización del Estado burgués, en su lucha contra las masas populares, fomentando la reacción en todos los sentidos. Por ello es necesario establecer las características fascistas del Estado burgués, no porque pretendamos alarmar al pueblo, sino, porque es la realidad concreta, que los verdaderos revolucionarios deben configurar en la práctica.

EL ENEMIGO

Entendiendo lo anterior, le encontraremos la lógica al accionar del Estado burgués chileno, en cuanto a sus posiciones políticas y operativas, con respecto al problema de la Educación. A ese respecto, la propuesta de los 21 puntos, entregada por el gobierno de los monopolios, busca cerrar el proceso de privatización de la educación universitaria, iniciada en la dictadura militar y continuada después en los 20 años de la concertación; elementos como la subcontratación de servicios, la tercerización de las becas de alimentación, el proceso de acreditación, que busca estandarizar las exigencias, de acuerdo a los lineamientos de los grandes monopolios, el traspaso de los créditos universitarios a bancos privados, etc., es producto del trabajo sostenido, de los consorcios financieros en la Educación Superior chilena.

En este proceso de amarre, también se encuentra la educación básica y secundaria, proceso iniciado en el año 2008 con la aprobación de la ley Nº 20.248, la popular Ley SEP, que permite a los colegios particulares subvencionados, abrirse a una enorme masa de alumnos, a la que no podían acceder, porque estos no tenían capacidad de pago. Así, aparece el papel del Estado, quien alimenta financieramente a los consorcios privados, por medio de la figura legal de “alumno prioritario”. En ese contexto el punto de la desmunicipalización, planteada por el gobierno de los empresarios, lo que busca es generar las condiciones para apresurar, el proceso que anteriormente planteamos. A lo anterior, la propuesta gubernamental, le suma otro elemento que permite asegurar ganancias a los empresarios de la educación; ello tiene que ver con el incremento de la subvención por matricula, lo que permitirá estabilizar a los monopolios, ya que los colegios pequeños tendrán que cerrar y esos alumnos, que por lo general, “son prioritarios”, serán tomados como un gran trofeo, por los colegios particulares y subvencionados, ya que el Estado burgués, les garantiza un ingreso fijo (1).

Lo anterior, ya lo vemos en la práctica, de hecho, con los dineros que genera la ley SEP, se están utilizando en infraestructura, para permitir la expansión de los particulares, al ver aumentada su matrícula. En otras palabras, el Estado le otorga todas las condiciones financieras y logísticas, para que los empresarios lucren con la Educación de nuestros hijos, sumando a ello, los altos salarios que se auto designan los sostenedores, que “por arte de magia” se convierten en directores, jefes técnicos o representantes legales, todo permitido y avalado desde el Estado.

En cuanto a la Educación superior, lo único que se ofrece, es más deudas para las familias chilenas; créditos que permiten de paso, capitalizar a los monopolios financieros. Pero esta vez, el Estado burgués transparenta su posición, con respecto a los profesionales o la mano de obra, que necesitan formar y perfeccionar, de acuerdo a los intereses monopólicos. Un claro ejemplo, es el caso del acortamiento de las carreras, en la lógica de las competencias (2). Con relación a la formación de profesores, ésta está orientada a la formación de instructores, cuyo único fin, es la aplicación de los manuales, en que derivaron las adecuaciones curriculares, que muy bien ya había dejado sentado, la señora del jarrazo -Mónica Jiménez-, en su labor encomendada por los monopolios.

NUESTRAS FUERZAS

Desde esta TRINCHERA, tal como lo hicimos hace un par de años, queremos llamar a los revolucionarios, a no perder la perspectiva de la lucha. Las luchas estudiantiles, no pueden transformarse en un fin; debemos entender que se trata de una variante táctica. Independiente de las reformas que se le haga; que pueda ser estatal, pública, mixta o privada, la Educación seguirá siendo una Educación de clase, sostenida por la institucionalidad monopolista. El carácter de tal, se lo da la estructura económica que la sostiene –el capitalismo monopolista-.
Recordemos una vez más al maestro Aníbal Ponce, que nos advertía que “mientras no desaparezca la sociedad dividida en clases, la escuela seguirá siendo un simple rodaje dentro de un sistema general de explotación, y el cuerpo de maestros y profesores, un regimiento que defiende como el otro los intereses del Estado”.

Por ello es fundamental, para los revolucionarios, no caer en el juego reformista de creer que un plebiscito, una asamblea constituyente, o simples reformas constitucionales, van a cambiar el objetivo para la cual fue creada y es avalada por la organización pública económica. La educación, que nosotros los revolucionarios queremos y necesitamos, la construiremos en el socialismo.

De lo que se trata ahora, es continuar la lucha, para seguir profundizando la crisis estructural y generalizada de la FES capitalista. Establecer y amarrar las redes sociales, constatar y agitar las diversas temáticas, que nos permitan generalizar la lucha y no particularizarla; los subcontratistas, los temporeros, empleados públicos, pobladores sin casa, pobres del campo y la ciudad, que se organizan por las alzas de los productos, todos deben organizarse en la misma lógica, que permita identificar al enemigo común, el capitalismo monopolista y su Estado fascista, y paralelamente ir construyendo el poder alternativo, el Poder Popular, lo cual, si corresponde a un lineamiento estratégico, ineludible e indispensable, para los revolucionarios.

Ante ello, no podemos dejar pasar y advertir, tal como lo hizo Lenin, que “la lucha contra el imperialismo, es una frase vacía y falsa, sino va ligada indisolublemente, a la lucha contra el oportunismo”, el cual ya ha mostrado su verdadera cara, que se sintetiza en el dirigente del Colegio de Profesores, Jaime Gajardo, perteneciente a la Aristocracia Obrera y quien se esfuerza en lanzarle salvavidas al gobierno, con declaraciones oportunistas e imbéciles, que lo único que logran es desviar comunicacionalmente el conflicto, particularizarlo en sus dirigentes, siendo que de lo que se trata, es de lo contrario; que las masas avancen, como vanguardia, a desenmascarar a su enemigo material e institucional (3). Además con esas declaraciones, se enmascara y caricaturiza al enemigo; nuestro enemigo, no es un apellido, un credo religioso, etc., si fuese así, la tarea sería fácil, eliminaríamos a los sionistas y se acabaría el problema.

Los revolucionarios, los dirigentes consecuentes del movimiento de masas, deben percatarse, del oscuro juego del reformismo, el oportunismo y el revisionismo, cuyo objetivo, al no poder controlar el movimiento popular, es transformarse en una especie de “aparente tercera fuerza” que vendría a zanjar el conflicto. El movimiento mapuche, conoce de sobra a lo que nos referimos, cuando la iglesia católica “metió su cola”, lo cual permitió al gobierno manejar la situación. Estas fuerzas que en apariencia, son neutrales, por lo general, son fuerzas disfrazadas del enemigo, que actúan de “manera elegante”, para desvirtuar la lucha y bajar los conflictos.

Hacemos un llamado, a los nuevos dirigentes, a los revolucionarios que no han claudicado en su lucha, a los militantes honrados y consecuentes de la izquierda, a los manifestantes, a cuidarse, a no exponerse innecesariamente; recuerden que el enemigo, manda como fuerza de choque, a lo peor que tienen, en contra de lo mejor de lo nuestro. En una guerra de clases, el enemigo siempre defenderá sus privilegios con sus fuerzas, que mantiene escalonadas, donde los primeros y visibles, son la fuerza policial. Entendamos, que la lucha será larga y los invitamos a continuarla. Mientras tanto, sólo nos resta decirles;

Instrúyanse, porque necesitamos toda nuestra inteligencia. Conmuévanse, porque necesitamos todo nuestro entusiasmo. Organícense, porque necesitamos de toda nuestra fuerza.

Con el PUEBLO, como Fuerza Principal Político-Militar,
Con la vanguardia, creando CONCIENCIA Revolucionaria y
Con el FUSIL, como guía de la lucha histórica y constante.
POR LA RAZON Y LA FUERZA, LOS TRABAJADORES AL PODER
SÓLO PODEMOS LA VÍA REVOLUCIONARIA
COMBATE O MUERTE

Movimiento de Izquierda Revolucionaria – Ejército Popular Revolucionario (Batallón Chile)
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Notas:
(1) El Estado, hasta el momento, garantiza a los empresarios de la Educación 35 mil pesos por “alumno prioritario”, a modo de ejemplo, el Colegio Polivalente de La Pintana, con 316 “alumnos prioritarios”, dependiente de la Corporación Educacional Aprender, que preside la ex ministra Mariana Aylwin, que a su vez, es parte de una entidad mayor la Fundación Astoreca, recibe mensualmente un promedio de 12 millones de pesos, lo que suma al año como mínimo de 144 millones de pesos. Si la propuesta es aumentar la ley SEP, tal como lo prometió Piñera, en su campaña presidencial, de duplicar la Subvención Escolar Preferencial, en un sólo colegio de la ex ministra, se llegaría a la suma de 288 millones de pesos. La matricula total es de 1200 alumnos de subvención compartida. Pero también posee el Liceo Politécnico Particular Sagrados Corazones con 310 “alumnos prioritarios”, lo que significa que en estos dos colegios, de los tres que tiene la corporación Aprender, suman anualmente solo por dineros SEP, 276 millones de pesos que se podrían duplicar a mas de 500 millones de pesos.

(2) El Banco mundial, su principal impulsor, entiende la competitividad, es necesaria para desempeñarse en la economía mundial y en la sociedad global, pues se necesita dominar habilidades de índole técnica, interpersonal y metodológica. Las habilidades técnicas comprenden las habilidades relacionadas con la alfabetización, idiomas extranjeros, matemáticas, ciencias, resolución de problemas y capacidad analítica. Entre las habilidades interpersonales, se cuentan el trabajo en equipo, el liderazgo y las habilidades de comunicación. Las habilidades metodológicas abarcan la capacidad de cada uno, para aprender por su propia cuenta, de asumir una práctica de aprendizaje permanente y de poder enfrentarse a los riesgos y al cambio. Algunos estudiosos plantean las competencias como el Darwinismo pedagógico y social, es decir, la selección natural entre competentes e incompetentes a la economía nacional y mundial.

(3) Al menos, los estudiantes, han demostrado capacidad de análisis y reacción; lo demostraron al no dejarse engañar con la salida de Lavín y la entrada de Bulnes. Indicando claramente, que no es un problema de nombres, hombres y gobiernos, es más profundo, es de sistema, y eso no lo entiende el reformismo. Así ha sido siempre; ¿Cuál fue la reacción del reformismo, cuando el fascismo asesinó a Daniel Menco, Rodrigo Cisternas, Alex Lemun, Matías Catrileo, Johnny Cariqueo, Jaime Mendoza Collio; cuál fue la reacción, ante la aplicación de la ley antiterrorista, en los gobiernos pasados?