FGC: La paloma de la paz es un chulo con disfraz

LA PALOMA DE LAPAZ ES UN CHULO CON DISFRAZ

Esta era una de las consignas que se escuchaban en las manifestaciones y protestas que realizaron las organizaciones populares en contra de las políticas sociales del presidente Belisario Betancur (1982 - 1986) y en especial contra la incoherencia de su propuesta de paz, que el presidente había simbolizado a través de una paloma blanca.

Se deduce de su contenido sarcástico, que el pueblo no estaba nada contento con la política de paz y menos con sus resultados.

Cómo todo los gobiernos, éste de Belisario fue extremadamente violento con los líderes populares que encarnaban las más sentidas necesidades de las comunidades pobres y por supuesto contra las organizaciones insurgentes y sus militantes, ante los cuales jamás hubo consideración política. Fue la insurgencia la que enfrentó con decisión a los grupos paramilitares que aliados con el narcotráfico se apoderaron de las mejores tierras del país y asesinaron a miles de campesinos y dirigentes sociales amparados y apoyados por el Estado y los sectores empresariales, esto se daba justo en medio del gobierno Betancur. El broche fue la retoma del Palacio de Justicia a sangre y fuego por parte de los militares que realmente mandaban en ese gobierno.

Y es que la figura de este animalito carroñero, el “chulo”, gallinazo o golero como le dicen en la costa Atlántica no tiene la culpa, pero seguramente el pueblo lo asocia con la muerte, la crueldad, la insensibilidad y en fin con todo lo contrario a la paz, porque ellos, los chulos, aparecieron volando en grandes cantidades sobre los cadáveres que dejaron las masacres de los grupos paramilitares que contaron con el apoyo de las fuerzas militares siempre.

Ese Estado, que durante décadas se dio a la tarea de vaciar de contenido cualquier propuesta de paz y logró que la opinión pública se alineará frente a la más hueca que consiste en decir que la paz es el sometimiento de la insurgencia y la entrega de sus armas sin contraprestación política alguna, es el mismo que hoy se debate entre escándalos de corrupción, que tiene a sus representantes recién salidos del gobierno en la cárcel, que espía a la oposición, que mantiene una pobreza extrema por encima del 60%, que asesina indígenas, líderes campesinos, sindicalistas, obreros, jóvenes de la barriada, que se embolsilla la plata de la salud, que regala la universidad pública, que mantiene más de 4 millones de desplazados en las calles pidiendo limosna, que feréa el territorio a las transnacionales para que destrocen nuestra naturaleza, ese que fomenta en las personas una cultura traqueta, reaccionaria, homofóbica, machista, racista, agresora contra la mujer, ese mismo es el que hoy se levanta prepotente a poner condiciones para hablar de paz, ese que se emparenta con la mafia se siente con la autoridad moral para decirnos narcoterroristas, y así descalificarnos como un actor de tantos que si le apostamos a la paz.

En Colombia, como señaló el comandante Gabino, se han llevado a cabo varios intentos fallidos de diálogos y procesos de paz, por iniciativa del ELN, por ejemplo la propuesta de humanización de la guerra en 1988 que no tuvo respuesta sino hasta 6 años después, al Gobierno de Gaviria que termino con guerra integral contra la insurgencia, a Samper la propuesta de convención nacional que incluía a todos los sectores de la sociedad , con Pastrana se retomó la propuesta de Convención y se acordó zona de encuentro que terminó con bombardeo a los integrantes de la comisión negociadora del ELN presionada por los paramilitares, finalmente con Uribe se presentó otra iniciativa que fue absurdamente frustrada para dar paso a la hecatombe uribista. Todas las iniciativas han fracasado simplemente porque el Estado se niega sistemáticamente a discutir los problemas estructurales del país en materia social, económica y política, como la soberanía nacional, la distribución de la riqueza y el ingreso, las reformas necesarias del agro, la salud y la educación, entre otros. Lo peor es que tras los fracasos de las iniciativas de paz, el único que puede salir por los grandes medios a dar la versión es el mismo Estado.

El ELN jamás ha declinado una invitación a dialogar frente a los grandes problemas de la nación y siempre estaremos dispuestos. Para nosotros todos los asuntos que obstaculicen la posibilidad de buen vivir de nuestro pueblo deben ser tenidos en cuenta para eventuales discusiones sobre la paz, todos los problemas por pequeños que parezcan son partículas de un todo que hay que construir para el logro de la paz y la felicidad de nuestro pueblo. El ELN no busca la guerra, al contrario la aborrece como método inhumano que ha provocado el sufrimiento de toda la humanidad, pero ese ha sido el método predilecto de las oligarquías, las burguesías y el capitalismo en general. Queremos la paz y la felicidad pero verdaderas, no llenas de eufemismos, de babas, entreguistas y de planteamientos demagógicos, superficiales y vacíos.

No es justo, ni serio repetir los esquemas históricos que anteceden los procesos de negociación, todos los procesos, en donde las partes se muestran la corpulencia y la fuerza para demostrar a su adversario lo que le espera sino cede ante sus reclamos, eso ya no funciona. Ni el gobierno debe golpear a los dirigentes de la insurgencia y gastarse la mayor parte del presupuesto en armas y guerra; ni la insurgencia golpear indiscriminadamente para probar que está viva. En un proceso sincero las partes deberían poder enseñar al país su posición y su propuesta de paz y dejar que la fuerza de los argumentos se imponga como en una verdadera democracia.

Para nosotros como Frente de Guerra Central – FGC es perdido seguir repitiendo el esquema de la mesa en donde tienen cabida solo las organizaciones armadas con planteamientos políticos y el Estado. Nosotros y las FARC, representamos a una buena parte de la sociedad, pero hay otra parte que realiza los mayores y mejores esfuerzos con su cotidiana lucha, ellos deben estar en esa mesa, las comunidades y sus dirigentes deben ser tenidos en cuenta. El Estado ya se sabe que representa a un sector minoritario, a la burguesía, los gremios y las transnacionales y seguramente a una parte de la sociedad. Lo importante es tener en cuenta que un verdadero proceso de paz, honesto, sincero no puede carecer de la presencia y participación de las organizaciones sociales y populares, de las comunidades que viven en carne propia todas las deficiencias de un sistema capitalista como el que impera en Colombia. Paz sí, pero sin rendición ni entrega.

Posdata: Algunos conversos barbones se creyeron la fabulita, ese sencillo, sarcástico y profundo poema del poeta Luis Carlos López.

Fabulita
“!viva la paz, viva la paz!”...
Así trinaba alegremente un colibrí
sentimental, sencillo,
de flor en flor...
Y el pobre pajarillo
trinaba
tan feliz sobre el anillo
feroz de una culebra mapaná.
Mientras que en un papayo
reía gravemente un guacamayo
bisojo y medio cínico:
--Cuá, Cuá!

¡COLOMBIA PARA LOS TRABAJADORES!
¡NI UN PASO ATRÁS, LIBERACIÓN O MUERTE!
EJÉRCITO DE LIBERACIÓN NACIONAL - ELN

¡POR UN NUEVO GOBIERNO DE NACIÓN PAZ Y EQUIDAD!

Dirección Frente de Guerra Central - FGC

Montañas del Oriente Antioqueño, del Eje Cafetero y el Tolima
Agosto de 2011