El Oportunismo y el Reformismo, (Otra Vez) Haciendo el Trabajo Sucio, en la Institucionalidad Burguesa

EL OPORTUNISMO Y EL REFORMISMO, (OTRA VEZ) HACIENDO EL TRABAJO SUCIO, EN LA INSTITUCIONALIDAD BURGUESA CHILENA

El reformismo, incluso cuando es totalmente sincero, se transforma de hecho en un instrumento de la burguesía para corromper a los obreros y reducirlos a la impotencia. La experiencia de todos los países, muestra que los obreros han salido burlados siempre que se han confiado a los reformistas (Lenin)

Hacemos un llamado a los revolucionarios, a prestar atención al giro estratégico que se viene produciendo en la lucha de clases, en nuestro país. Ante la arremetida del movimiento social, en diversos ámbitos, estudiantiles, poblacionales, laborales, etc., la institucionalidad burguesa nacional, quedó en jaque; la derecha política y el sector socialdemócrata que aglutina a la Concertación y que componen el aparato político, que desde esta TRINCHERA, hemos denominado como la Oligarquía Dirigencial, que se encarga de la administración permanente del Estado burgués, y donde cohabitan los dos sectores representantes de las burguesías productivas y financieras -siempre en contradicción y en pugna-, no han sido capaces de contener “políticamente” al movimiento social en alza, y han dejado ver sus planes político-militares (los reales), que parten desde la contención contrainsurgente en las calles y poblaciones, pasando por la arremetida comunicacional y finalmente la utilización del oportunismo y el reformismo, como invitados de piedra para poder contener y estabilizar la lucha de clases.

Para explicar nuestro análisis político-militar, es necesario advertir a los revolucionarios, que las discrepancias del grupo administrador del Estado burgués (Oligarquía Dirigencial), obedece a las contradicciones materiales inter imperialistas a nivel mundial, que se reflejan en la realidad local. Un análisis serio y fundamentado, no puede considerar solamente la realidad nacional, sin ver lo que sucede al sistema capitalista mundializado, en su etapa imperialista, que por lo demás es una totalidad, que no se puede separar artificialmente y antojadizamente para adecuarlo a nuestros análisis. Las pugnas inter imperialistas, es decir, las disputas de territorios, recursos y zonas de influencias por los monopolios transnacionales, se reproducen a escala, en los conflictos políticos y sociales locales, por lo tanto, nuestro análisis estratégico, tiene que partir del análisis general, para luego llegar a un análisis de la particularidad. En ese contexto, puntualizamos además, que para poder comprender materialmente la realidad política en nuestro país, es necesario desprendernos de paradigmas antiguos, como el “bloque en el poder” o “los tres tercios” en que se representaba la actividad política y que diferenciaba entre poderes legislativos (el Parlamento), ejecutivo (gobiernos de turnos) y judicial (tribunales de justicia).

Lo único concreto, es que estamos frente a una administración permanente de la Oligarquía Dirigencial (que copa toda la institucionalidad burguesa) y los Partidos Políticos siguen representando intereses de clases, pero con la cualidad, de que se encuentran de tal manera jibarizados y manejados por esta Oligarquía Dirigencial, que obedecen directamente a los monopolios, que su militancia incauta, poco o nada tienen que opinar; el P.S chileno, es un claro ejemplo de lo que estamos planteando. Por lo demás, considerando la cualidad fascista del Estado burgués actual, el análisis vertical del espectro político, es un error garrafal; este debe partir desde la transversalidad, ya que los monopolios tienen sus agentes distribuidos a lo ancho de todo el espacio político, que funciona con las reglas de juego del sistema, por ello, no es de extrañarse, que en determinadas materias, se dé una rara ecuación de coincidencias de determinados operadores de diferentes partidos políticos, quienes en última instancia ante el ascenso de la lucha de clases, terminarán haciendo causa común, para salvar SU sistema, con discursos en apariencia distintos, pero en una misma lógica.

Entendiendo lo anterior, podemos explicarnos los últimos acontecimientos y movimientos, que ha generado esta Oligarquía –por lo tanto los monopolios-, para defender su institucionalidad fascista. La arremetida del capital financiero y sus representantes políticos (sectores de la UDI y de la Concertación), han siso evidentes; ocuparon sectores estratégicos de la administración económica y del control comunicacional, para lo cual necesitan de sus aliados naturales –la D.C, en alianza con el P.S-. En ese contexto, se establecen los acuerdos políticos, que se reflejan en lo que se denominan los “gestos políticos”; la D.C con reuniones en la moneda, los dirigentes UDIs copando la “agenda política”, acusaciones constitucionales a ministros del referente productivo y el arrollador manejo comunicacional del conflicto social, que no pueden controlar.

La jugada estratégica, de la Oligarquía Dirigencial, es institucionalizar el conflicto social. Para ello se han definido algunas acciones, que los revolucionarios debemos leer y analizar con claridad, pues el objetivo principal es la dispersión y atomización del movimiento social:

- Comunicacionalmente, se trabaja la lumpenización del movimiento social, para lo cual los aparatos de inteligencia, orquestan diversos hechos, como sabotajes a escuelas, agitación en las marchas, etc. Los revolucionarios, no nos podemos equivocar en esto; la acción de grupos paramilitares del enemigo de clase son históricas; Patria y Libertad es un ejemplo, que no podemos pasar por alto. Por otro lado, debemos diferenciar claramente entre las acciones de autodefensas del pueblo –siempre necesarias y siempre planificadas- y la acción del lumpen paramilitar.

- Lo anterior, trae como táctica enemiga, permitir el control de sus bases institucionales, anticipándose al crecimiento inevitable en los niveles de lucha de clases. Ante ello, nuestro enemigo está infiltrando nuestras fuerzas desde dos frentes; con agentes propios de sus fuerzas y por el lado del reformismo y oportunismo, con el doble objetivo de bajar e institucionalizar el conflicto inmediato, y para tratar de manipularlo desde el comienzo o inicio del próximo ascenso en la lucha del movimiento social.

- Al trasladar el desarrollo del conflicto al parlamento burgués, se intentaba un recambio de actores y el control total, por parte de sector financiero; con lo que no se contaba era con que las disputas interimperialistas, “abortarían la misión”, pues el sector productivo se jugó una carta arriesgada, para no “desaparecer de escena”. A nuestro entender, el sector revolucionario de la CONFECH, se percató a tiempo de la jugada e introdujo el emplazamiento de los 12 puntos, que dejó en jaque comunicacional al gobierno fascista.

- La acción más arriesgada y compleja, pues tiene elementos estratégicos –para nuestro enemigo-, tácticos –en términos de alianzas- y operativos, que los revolucionarios debemos analizar con detención, viene dado por el intento de manejar el movimiento, por sectores de la oportunista burocracia sindical y el reformismo. El primer experimento –fracasado a nuestro entender-, es el propiciado por la CUT y su “paro nacional”, cuyo único objetivo era buscar el mártir necesario y posicionar y potenciar su dirigencia y la del reformismo, en un acto de oportunismo político –muy histórico, por lo demás-, que afortunadamente, el movimiento social se percató y logró desbordarlos, a pesar del manejo comunicacional, donde se intentó establecer quiénes eran los “buenos”, los pacifistas, los que marchan con las manos en alto y los “malos”, “los violentistas”, “la extrema izquierda”, que comunicacionalmente la unen al lumpen.

A nuestro entender, la complejidad de esta última acción, es que se trata de una variante en desarrollo, que no podemos descartar, ya que en otros países les ha servido para estabilizar la lucha de clases. Invitamos a los revolucionarios, a analizar ¿Qué pasó en Bolivia, cuando los sectores obreros e indígenas, iniciaban la lucha política y desbordaron el Estado burgués?; ¿Quién fue el “agente de cambio”?; precisamente la burocracia sindical y el reformismo. ¿Qué pasó en Ecuador, cuando el pueblo entendía la necesidad de abandonar la lucha reivindicativa y pasar a etapas superiores de lucha?, ¿Quién apareció como el gran salvador?; nuevamente el reformismo y el revisionismo.

Sin ir más lejos, similar proceso vivimos en nuestro país, con la transición pactada con la dictadura militar, la denominada “alianza democrática”, inicia las conversaciones para institucionalizar el proceso de lucha que se venía dando, blindando el sistema burgués, generando un paraguas, que buscaba identificar y neutralizar plenamente a los grupos revolucionarios, usando los medios de comunicación, como medio de propaganda.

Claramente en los ejemplos planteados, existen dos variables objetivas, por las cuales se pudo canalizar el conflicto; primero, la acción del enemigo y la utilización del oportunismo y el reformismo, como agente estabilizador de la lucha de clases, y segundo, la incapacidad e impericia de los sectores revolucionarios, de analizar por donde se estaba conduciendo el conflicto y la falta de unidad y estrategia revolucionaria.

Así, dados los acontecimientos y el posible desenlace del conflicto social en marcha, en nuestro país, encontramos a una Oligarquía Dirigencial desesperada por defender su institucionalidad fascista y echando mano a sus “aliados tácticos”, pues sabemos que los “despacharán”, cuando hayan realizado “su trabajo sucio” y lo más preocupante a nuestro juicio, un movimiento revolucionario que no está a la altura del conflicto, mirándonos el ombligo, lustrando nuestro ego, analizando el aparecer y no la materialidad del proceso. En lo operativo, sin trabajo de autodefensa del pueblo en conflicto, mirando desde la vereda del frente, argumentando que “no tenemos nada que hacer aquí”. A nuestro entender, los Revolucionarios, tenemos todo por hacer, debemos DEFENDER al movimiento social:

1- Del voluntarismo movimentista y del reformismo, que nos quiere hacer creer que el máximo logro, es trasladar el conflicto a la institucionalidad fascista, agitando plebiscitos, cambios constitucionales, asamblea constituyente, etc.

2- Del lumpen paramilitar, que intenta criminalizar su lucha.

3- De los revisionistas y oportunistas, que quieren instrumentalizarlo, para sacar dividendos políticos.

4- Pero también defenderlo, de cómo quieren definirlo ideológicamente, pues el movimiento social, no puede ser entendido como lo quieren hacer, ciertos teóricos de raigambre revisionista, posmodernistas, que apuestan a entenderlo multireivindicativamente, eliminando los logros del trabajo revolucionario que le han dado claridad a nuestro movimiento, con categorías tales como, lucha de clases y poder popular.

Desde esta TRINCHERA, hacemos un llamado a los miristas, a los rodriguistas, lautaristas, socialistas y comunistas consecuentes, a los que no se fueron para la casa, a los que entienden que nuestro enemigo es el imperialismo, los monopolios y su Oligarquía Dirigencial, a los que no compran el discurso revisionista, a los militantes revolucionarios, que entienden que estas luchas parciales tienen como objetivo estratégico, la acumulación de la Fuerza Social Revolucionaria, bastión del Poder Popular; a todos ellos, los llamamos a tomar posiciones de combate, a utilizar las TRINCHERAS MÓVILES, al interior del pueblo, en los medios de comunicación, en la intelectualidad, en las dirigencias sociales, inclusive a coparle la institucionalidad al enemigo.

Estamos ciertos, que la única unidad posible, la establece la práctica revolucionaria, pero para que ello ocurra, es necesario salir del letargo; que las viejas generaciones realicen la posta necesaria a los nuevos revolucionarios, que no se corte el origen de nuestra lucha; que si bien, efectivamente, en un pasado reciente nos vencieron, pero como ya lo hemos advertido “nuestro enemigo aún no ha impuesto su voluntad sobre nosotros. Lo decimos como pueblo, si bien la voluntad del enemigo, la dominación completa, sí fue impuesta sobre algunos dirigentes, por ejemplo, es más que claro, que a las fuerzas revolucionarias que se replegaron al interior del pueblo, no nos aniquilaron y eso es necesario que no se produzca. Hemos llegado a un punto de inflexión, donde es urgente tomar la realidad y dar una respuesta político-militar, para salir de este paso”. En esa lógica, es necesario realizar un reconocimiento, a todos esos Combatientes de la Revolución, que de forma anónima, continúan en la lucha consecuente y de paso queremos personalizarlos, en dos valiosos dirigentes miristas, Guillermo Rodríguez y Víctor Toro, ambos, ejemplos de infatigables luchadores sociales, comprometidos en realizar la posta solicitada y que merecen todo nuestro respeto y admiración.

Para todos los que continúanos en la lucha, debemos hacerle ver a nuestro enemigo de clase, al revisionismo y al reformismo recalcitrante, “que no fuimos intimidados, conquistados o exterminados. Nos pusimos de nuevo en pie. Nos limpiamos las manchas de sangre, enterramos a nuestros camaradas caídos, y seguiremos luchando…”.

Adelante, con todas las fuerzas de la historia…
Con el PUEBLO, como Fuerza Principal Político-Militar,
Con la vanguardia, creando CONCIENCIA Revolucionaria y
Con el FUSIL, como guía de la lucha histórica y constante.

POR LA RAZON Y LA FUERZA, LOS TRABAJADORES AL PODER
SÓLO PODEMOS LA VÍA REVOLUCIONARIA
COMBATE O MUERTE

Movimiento de Izquierda Revolucionaria – Ejército Popular Revolucionario (Batallón Chile)