2012: Apuntar a las multinacionales invasoras

MENSAJE DE FIN DE AÑO

2012: APUNTAR A LAS MULTINACIONALES INVASORAS

“La razón fundamental por la que pese a la enérgica lucha de nuestro pueblo, las clases dominantes no han visto peligrar su dominación política ha sido la ausencia hasta el presente de una opción revolucionaria de poder que ofreciera a las masas una salida política fuera de los marcos del sistema capitalista.” (Mario Roberto Santucho, Poder Burgués y Poder Revolucionario, 1974)

El nuevo período político requiere un balance y proyecciones claras para la acción revolucionaria. La Dirección Nacional del M-19 hace llegar sus consideraciones al conjunto del pueblo.

TERCER GOBIERNO KIRCHNERISTA

El Frente para la Victoria, triunfante en las elecciones del 23 de octubre, prepara las condiciones para perpetuar un feroz ajuste sobre las masas populares. La dirección burguesa se confía irracionalmente, sobre la base de los millones de votos obtenidos, en engañar fácilmente al pueblo y detener las luchas que nacen de las justas aspiraciones a una vida realmente digna. Sin embargo, es preciso tener algunas consideraciones claras, para comprender el nuevo período político.

1-El triunfo electoral del Kirchnerismo se debe, centralmente, a una política que logró despertar esperanzas sobre la posibilidad de resolver las graves problemáticas de las amplias masas. La realización de diversas concesiones económicas fue una herramienta fundamental para perpetrar el nuevo engaño: asignación por hijo, jubilaciones, pensiones, computadoras portátiles a estudiantes, plan “Argentina Trabaja”, etc.; como también el levantamiento de diversas consignas y medidas, algunas de ellas de tinte progresista: las estatizaciones de las AFJP y Aerolíneas Argentinas, la “defensa” discursiva de Malvinas, las denuncias al FMI, los enfrentamientos mediáticos con el gobierno norteamericano, la ley de matrimonio igualitario, los juicios a los genocidas, el alineamiento público con los gobiernos de Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Ecuador, entre otros puntos claves. “Naturalmente que la burguesía emplea todos sus poderosos medios materiales; la prensa, la radio y la TV; sus agentes en el campo popular; la intimidación y la persecución represivas, el soborno, etc., con el objeto de dividir las fuerzas populares, de impedir a toda costa cualquier avance en la construcción de organizaciones revolucionarias. Naturalmente que la burguesía emplea todos sus recursos en difundir entre las masas toda clase de ideas erróneas, de esperanzas en las soluciones y líderes burgueses tanto políticos como militares. Naturalmente que la burguesía emplea todas sus fuerzas en calumniar al socialismo, en mentir descaradamente para crear temor y desconfianza hacia el poder obrero revolucionario.” (*)

Evidentemente, las precisiones del Comandante Mario Roberto Santucho tienen plena vigencia. Por sobre las limitaciones de las medidas y posiciones que anteriormente enumerábamos, el Gobierno, a través de las instituciones y sus organismos logró ampliar su trabajo político, ideológico y cultural, despertando nuevas ilusiones y llevando a millones de compatriotas a votar a sus propios verdugos.

Como primera conclusión entendemos quela trampa electoral, a pesar de los millones de votos en blanco y anulados, se perpetró sin mayores inconvenientes, fortaleciendo también la posición legislativa de los K.

2- El reformismo y el populismo jugaron un papel activo para configurar el actual escenario y fortalecer el trabajo político, ideológico y cultural impulsado por la dirección burguesa del Kirchnerismo. El Partido Comunista, el PCCE, la CTA de Yasky, la FTV-Miles, entre otros, aportaron a la edificación del actual escenario, diluyéndose políticamente en las estructuras que se fortalecieron en todo el proceso que pergeñó el triunfo electoral: el PJ K, la Cámpora, el Movimiento Evita y los diferentes sectores políticos (socialistas, radicales, ex comunistas, etc.) que lograron cargos ejecutivos y legislativos bajo la cobertura del oficialismo. En algunos casos, la falta de confianza en el pueblo y en la posibilidad de generar por vías revolucionarias cambios revolucionarios, y en otros, la persistente y sistemática confianza en líderes burgueses, confluyeron para ampliar considerablemente la base social de los abanderados del capital financiero en nuestra Patria. Mario Roberto Santucho señalaba al respecto:

“El populismo es una concepción de origen burgués que desconoce en los hechos la diversidad de clases sociales; unifica la clase obrera, el campesinado pobre y mediano, la pequeña burguesía y la burguesía nacional media y grande bajo la denominación común de pueblo. Al no diferenciar con exactitud el rol y posibilidades de estas diversas clases, tiende constantemente a relacionarse, con prioridad, con la burguesía nacional y a alentar ilusorias esperanzas en sus líderes económicos, políticos y militares (…)

El reformismo a su vez reniega en los hechos de la vía revolucionaria para la toma del poder, no tiene fe en la victoria de la revolución socialista, desconfía de la capacidad revolucionaria de las masas, y busca en consecuencia, avanzar en la obtención de ciertas mejoras por la llamada vía pacífica, consiguiendo progresivamente que tal o cual sector burgués que denominan “progresista”, acepte concesiones a las masas, el efectivo ejercicio de las libertades democráticas, algunas mejoras en el nivel de vida del pueblo, etc. Pero como enseña el marxismo-leninismo y la experiencia práctica, las libertades y las reivindicaciones hay que arrancárselas a la burguesía con enérgicas luchas (…) El pacifismo, el temor a la justa violencia revolucionaria, la desconfianza en la potencialidad y capacidad de la lucha de masas, la capitulación ante los líderes burgueses, el cretinismo parlamentario, son las formas de manifestación de la perniciosa enfermedad del reformismo…” (*)

3- El pueblo, hasta ahora, no ha logrado dotarse de una fuerza política revolucionaria propia, capaz de enfrentar al poder de las multinacionales y ofrecer una salida a los graves problemas existentes por fuera de los marcos del capitalismo. Esta es una razón central por la cual las clases dominantes, a pesar de las múltiples luchas populares, no han visto peligrar su dominación.

PROMESAS VERSUS REALIDADES

El voto masivo del pueblo al Kirchnerismo no se tradujo ni se traducirá en la realización de las justas aspiraciones de los trabajadores y el pueblo. Las esperanzas, que ya comienzan a ser defraudadas, se irán transformando en bronca.

Todas las medidas tomadas por este gobierno, vinculadas a las aspiraciones del pueblo, además de ser sumamente limitadas, no conducen ni conducirán a una posible superación del llamado “modelo”. Ni el “capitalismo serio”, ni el “ajuste redistributivo”, solidifican los argumentos que justifican la resolución de los graves problemas laborales, económicos, sociales y culturales. Todo lo contrario.

Naturalmente no podía ser de otra manera, ya que se trata de un Gobierno burgués, pro monopolista, que ha defendido sistemáticamente y aumentado el caudal de ganancias de las grandes empresas. La propia Presidenta así lo reconoció.

Entonces, nos paramos en dos puntos claves:

1- El Gobierno no sólo evitó cualquier daño a las multinacionales, sino que adoptó todo tipo de medidas para garantizar política y jurídicamente sus negocios. El pago a la deuda externa, el mantenimiento del dólar, las obras de infraestructura a los monopolios, los subsidios directos o indirectos, entre diversas medidas. Para ejemplificar basta mostrar que las mineras solamente pagan el 3% en regalías, sin ningún tipo de impedimento para comprar dólares y sacarlos del país. Esta realidad de saqueo y usura se repite en cada uno de los resortes claves de nuestra economía, en manos mayoritariamente de las multinacionales.

2- La realidad del pueblo, por sobre las concesiones económicas, en su gran mayoría conquistadas con luchas, no deja de ser nefasta. Los 14 millones de pobres y los más de 5 millones de indigentes así lo demuestran. Las condiciones laborales no son mejores: con un promedio salarial de $2.500, el 70% de los asalariados trabajan en la informalidad, en negro o con convenios irregulares. Esta realidad afecta a los sectores más desprotegidos, principalmente a la niñez: 9 millones de niños pasan hambre, más de 2 millones de chicos no tiene agua corriente ni cloacas, en el 53% de hogares los menores no cubren la porción mínima e indispensable de alimentos, casi 750.000 niños en edad escolar no asisten a ningún establecimiento educativo. La realidad supera a las promesas y multiplica el compromiso combatiente ante las injusticias y el régimen de explotación.

Las esperanzas, que comienzan a diluirse una vez más, han pasado a transformarse en una nueva enseñanza: no debemos ni podemos esperar, como pueblo trabajador, que los representantes de las clases dominantes, abanderados del capital financiero, resuelvan las graves problemáticas populares. “Naturalmente que como políticos prometerán cualquier cosa y disfrazarán sus verdaderas intenciones, incluso de palabra pueden pronunciarse contra el capitalismo y por el socialismo, pero serán siempre fieles a su clase, estarán controlados por ella y harán lo imposible para mantener y consolidar su predominio y sus ganancias.” (*)

ENFRENTAR A LAS MULTINACIONALES INVASORAS, SIN TREGUA:

Los sectores monopolistas detentan casi en su totalidad las riquezas, los servicios y la estructura productiva de Argentina. El Estado, a través de su acción política institucional ha garantizado esta realidad.

Mientras las multinacionales amasan fortunas, millones de nuestros compatriotas padecen hambre, nuestra tierra es invadida silenciosamente y la contaminación se extiende de punta a punta. Los niveles de pobreza, indigencia y hambre son la contracara de las millonarias ganancias de los monopolios. Por ejemplo, Cargill factura 9.000 dólares por minuto, suma inimaginable para cualquiera de los 14 millones de pobres que ve nacer, crecer y morir nuestra tierra.

Esta realidad no puede formularse de otra forma: mucho lodo inunda nuestro país. El tarifazo, el ajuste, la inflación galopante y la pretensión de poner un techo salarial del 18% en las paritarias, es el inicio de la cruzada antipopular K, expresada en el plan de las multinacionales hacia el 2012. Esto significará, en una primera etapa, desestructurar una buena parte de las reivindicaciones populares conquistadas con luchas y sangre. Pero es sólo un capítulo. El otro, más solapado por ahora, es la represión: el “Operativo Centinela”, la pretensión de evitar conflictos sociales y gremiales (llamados por el Gobierno “extorsión”), los anuncios contra las huelgas, la ley “antiterrorista”, la multiplicación de la presencia policial, etc.

Solamente la acción revolucionaria, la organización y el despliegue de fuerzas populares sobre los intereses monopolistas (que se expresa de múltiples formas) sacudirán a esta tierra enlodada, para devolverle su esplendor, que no puede ser otro que el esplendor de la felicidad y el bienestar pleno del pueblo.

Hacia el 2012, el M-19 llama el pueblo a apuntar todas sus fuerzas, todas sus broncas, contra las multinacionales invasoras y sus títeres.

NINGÚN ARGENTINO PUEDE SER PRIVADO DE DEFENDER EL IDEAL POPULAR

Millones de trabajadores y trabajadoras, pobres de la ciudad y el campo, desean cambiar las condiciones de vida existentes, esperanzados en posibles cambios. Cambios que no llegan, ni llegarán si no van de la mano de los que sufren la explotación, los sufrimientos y la pobreza, si no surgen de lo profundo de nuestra Patria. “Las soluciones a los problemas del pueblo y de la patria, que son soluciones profundamente revolucionarias sólo pueden provenir de un nuevo poder obrero y popular revolucionario, que gobierne sin ataduras, sin otro control que el de la masa del pueblo y sus organizaciones revolucionarias, que se apoye en la movilización popular y realice sin dilaciones los profundos cambios que la Argentina necesita.” (*)

Ante la realidad de 14 millones de pobres y de más de 5 millones de indigentes, ningún compatriota puede ser privado de defender el ideal popular de la justicia social, el bienestar y el patriotismo. Ningún hermano puede ser privado de desear y pelear por una Argentina para los argentinos y los trabajadores. Ningún patriota puede ser privado de combatir, como nos legó nuestro General San Martín, por la independencia nacional y la expulsión de los invasores. Ningún trabajador puede ser privado de luchar contra la explotación, el saqueo y la contaminación de las multinacionales que mantienen en las tinieblas a nuestra tierra.

El M-19 no sólo no será privado de luchar. Construimos cada día para enfrentar exitosamente, en todos los terrenos, a las transnacionales y a sus títeres en el Estado. Somos parte del pueblo y como tal no dudamos ni dudaremos, aunque sea en soledad, caminar el campo de la lucha revolucionaria para devolver a esta tierra la soberanía, la justicia y la dignidad. Es deber multiplicar la bronca, ampliar la acción popular, extender la organización, fortalecer los lazos solidarios y encender la llama poderosa de la pelea de todo un pueblo y una Patria contra los enemigos, contra las multinacionales, contra sus títeres en el Estado.

COMPATRIOTAS: Seamos dignos descendientes de nuestro General Don José de San Martín, del Che y de nuestro Comandante Mario Roberto Santucho. Como ellos, desafiemos a los que mantienen invadida nuestra tierra con intereses imperialistas, generando millonarias ganancias para sus arcas y dejando un tendal de pobreza, exclusión y saqueo. Que el 2012 sea el amanecer de nuevos sueños libertadores, por la independencia nacional y por la revolución socialista.

Dirección Nacional
M-19 DE ARGENTINA

Desde algún lugar de la Argentina
Diciembre de 2011
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(*) Poder Burgués y Poder Revolucionario, Mario Roberto Santucho, 1974.