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Carta al General Zapata

Mi general Zapata


Hoy tenemos el honor de que al igual que usted nos llamen bandoleros, criminales. Hoy la lucha no sólo es porque nos den la tierra sino porque no nos excluyan de ella. Ahora la lucha no es sólo porque nos den la tierra, sino también porque no nos exterminen a los indígenas.

Ahora los países poderosos ya no necesitan invadirnos con su ejército, ahora nos compran mediante tratados de libre comercio, donde le mal gobierno mexicano es el vendedor y los ricos los únicos beneficiados, ellos les dan todo la libertad de someter nuestra cultura y esclavizarnos con sus trasnacionales siendo nosotros, los mexicanos, de los peor pagados del mundo.

Ahora nos invaden con su mercancía haciéndola indispensable, acabando con la industria nacional, pretendiendo borrar la memoria de nuestra cultura, ya hasta quieren que pensemos como gringos, mi General.

Ahora no sólo nos matan con balas, ahora matan a los que ni siquiera han nacido, esterilizando a nuestras mujeres sin su conocimiento o bien las chantajean con la mísera ayuda del Progresa negándoles las despensas si no se esterilizan.

A esto ahora le llaman neoliberalismo globalizador, donde los pobres sobramos, donde los ricos se vuelven más ricos vendiendo al país mediante los tratados de libre comercio, dando a los extranjeros toda la libertad de apropiarse de nuestras riquezas, nuestras tierras y hasta de nuestra forma de ser y pensar.

Ahora la lucha no es sólo contra los hacendados, hoy los dueños de todo son los banqueros, principalmente los bancos extranjeros que nos cobran intereses leoninos de forma que nunca acabamos de pagarles y terminan por embargarnos tierras, tractores o lo poco que tengamos.

En cambio, mi General, los ricos tienen préstamos financiados por el gobierno en algo que llamaron primero FOBAPROA y luego IPAB y que en realidad es que el gobierno, con el dinero que nos quita del pueblo, paga las deudas de sus amigos.

Para pagar el FOBAPROA-IPAB, el gobierno redujo el presupuesto para educación, para salud y para todo por lo que usted tanto peleó. Mi general, los pobres seguimos siendo como basura desechable para los ricos. ¿Qué les importa a ellos si nuestros hijos comen o no comen?

Las tierras están abandonadas, el neoliberalismo nos quita toda oportunidad de trabajo digno y bien remunerado a los campesinos y trabajadores mexicanos, habría usted de ver, ahora para no morirnos de hambre muchos mexicanos trabajamos como burros en la tierra de los gringos, con la mano de obra barata construimos el sueño americano arriesgando nuestras vidas y salud.

Los mexicanos conformamos la multitud de desempleados más barata y cercana a Estados Unidos. Por eso lejos de disminuir, la migración hacia el norte crece, sumándose cada vez más niños y mujeres.

Ahora, mi General, muchos hermanos campesinos siembran mariguana o amapola o se emplean como pizcadores o talladores de goma en los grandes sembradíos que tienen los políticos, lo hacen así ganan en un día hasta diez veces el jornal que recibe un cortador de caña partiéndose el lomo de sol a sol. A eso le llaman el norte chiquito.

Cuando el ejército quiere presumir de que combate al narcotráfico, destruye las siembras pequeñas y deja intactos los grandes sembrados que hasta riego artificial tienen. Encarcela a los talladores de goma y deja libres a los capos porque son los gobernantes, los jefes del ejército y de la marina y los empresarios más ricos. Detiene a los burreros, que distribuyen de a poquito mientras los cárteles operan impunemente porque financian las campañas y ellos ponen o quitan a los presidentes.

Ahora, mi General, nos atan no sólo con la renta de las tierras sino con las semillas transgénicas, semillas que sólo dan la planta, y no vuelven a reproducirse, pero son resistentes a los cambios climáticos, la sequía y las plagas. Así que en cada siembra tenemos que volver a gastar en similla, en fertilizantes, fumigante, y hasta en los empaques porque casi todo viene de Estados Unidos o para poderlo fabricar aquí tienen que pagarle un porcentaje a los gringos dueños de las patente.

Hace 20 años existían 7 mil empresas productoras de semillas, mientras hoy sólo 10 compañías gringas controlan el 40 por ciento de la producción semillera mundial. Así, mi General, los campesinos nos hemos convertido en lo que hoy llaman “bioesclavos” porque tenemos que estar compra y compra semilla transgénica para cada siembra.

Ahora los gringos nos quieren vender hasta el frijol. Empezaron vendiéndonos carne y pollo gringo, muy barato por un tiempo, la ganadería y avicultura mexicana no pudo competir con sus precios y los medianos y pequeños productores quebraron, ahora el pollo y carne están por los cielos porque son monopolizados por unos cuantos, asociados al capital gringo.

Ahora los revolucionarios usamos capucha o pasamontañas para cubrir la cara de cada uno y dar la cara de todos. Porque nuestro rostro cubierto simboliza nuestra decisión de hacer de esta, nuestra patria, una tierra más igualitaria, equitativa y justa para todos. Porque nuestro rostro cubierto representa nuestra rebeldía y esa es la cara que queremos dar. Si dejáramos que los soplones de la policía vieran la cara de cada uno de nosotros, tenga usted por seguro mi General que inmediatamente vendrían a llevarnos presos a las cárceles de alta seguridad y eso si bien nos va, porque muchos compañeros han sido asesinados o desaparecidos, todos atormentados con torturas peores que las porfirianas pues ahora, mi General, utilizan descargas eléctricas y métodos sofisticados. Nuestras capuchas no pretenden escondernos de nuestros hermanos sino de nuestros enemigos.

Como antes, somos muchos los inconformes, cada vez es más difícil para los ricos controlar las diferentes expresiones de inconformidad y rebeldía.

El gobierno priísta se aferra al poder, va usted a creer mi General que se hacen llamar revolucionarios, y ahora andan diciendo que son un nuevo PRI y que ahora sí nos van a cumplir lo que ni a usted le cumplieron y por lo que lo asesinaron. Aguas Blancas, Acteal, El Charco, El Bosque, San Juan de la Libertad son emblemas del autoritarismo del mal gobierno que lo mismo reprime a indígenas, perredistas, luchadores sociales y guerrilleros.

Mientras los ricos se aferran cada vez más a las riquezas que nos han robado, la miseria de nosotros es cada vez peor, sin oportunidades ya ni siquiera de mantener a la familia con lo indispensable, por eso mi General empiezan a haber brotes, que son destellos del coraje que va creciendo en el corazón de nuestro pueblo.

Por ejemplo, mi General, en el Mexe la población encueró y desarmó a 60 policías que habían desalojado a los estudiantes de la normal rural de El Mexe, Hidalgo. Ahora mismo los estudiantes de la UNAM continúan en pie de lucha defendiendo la educación gratuita.

Para proteger sus riquezas y el capital extranjero, el gobierno va creando más afluentes de sus fuerzas represivas, como los paramilitares que se parecen a las guardias blancas de los hacendados, sólo que ahora entrenadas por el ejército.

Para mantenerse en el poder el mal gobierno creó la llamada Policía Federal Preventiva (PFP) que es el disfraz del ejército para ocultar que participa en la represión a la protesta social.

Recientemente el gobierno asignó a 40 mil militares para, no vaya usted a creer mi General que van a enfrentar al invasor extranjero, como les ordena la Constitución, no, fueron incorporados como brazo ejecutor del PFP, cuyo cerebro está conformado por 800 agentes de la CISEN.

La PFP tiene el apoyo de la Coordinación de las Fuerzas Federales de Apoyo, que incluye el área de operaciones especiales, además del soporte de la Unidad de Reacción y Apoyo Inmediato, integrada por elementos del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (GAFES) así como del primer cuerpo de fusileros paracaidistas y de los batallones de tropas de asalto del ejército mexicano. Además tiene destacadas en Chiapas alrededor de 25 mil militares, en Guerrero otros 10 mil, en Oaxaca alrededor de cinco mil y en las zonas serranas con población indígena del estado de Veracruz también alrededor de cinco mil.

Este año el Pentágono adiestrará a más de 703 militares mexicanos principalmente en táctica para infantería liviana, capacitación en uso de morteros, ametralladoras, rifles, minas antipersonales Claymore y granadas así como “manejo de prisioneros” eufemismo para llamar a la tortura y desaparición forzada, rastreo sobre terreno y sobrevivencia en ambientes no amistosos. Todo esto, como usted verá, mi General, no es para combatir el narcotráfico, porque como ya dijimos, los capos son los gobernantes, sino para, como los mismos gringos dicen mejorar el control civil por parte del ejército.

Ese, mi General, es el combate del mal gobierno contra la pobreza, consiste en matarnos o mantenernos bien controlados a los pobres. Es la misma guerra de los gobiernos antipopulares y bandidos en contra de quienes luchamos por un México sin olvidados. Pero el coraje de nuestro pueblo crece y se organiza.

Usted, mi General nos enseñó que la indignación tiene fusil y lucha. El día sábado 8 de abril de 2000, una unidad militar de nuestras Fuerzas Armadas Revolucionarias del Pueblo (FARP) se presentó en la población de San Francisco Tlalnepantla, haciendo pintas, leyendo un comunicado y realizando una descarga de fusilería en honor a usted, mi General Zapata. Hoy nos toca continuar la lucha que un día usted realizó para construir un México sin excluidos, como por el que usted y tantos hermanos dieron la vida.

Desde el 10 de abril de 1919 los ricos dicen que usted está muerto pero hoy más que nunca los pobres sabemos que usted, mi general, está vivo. Lo sabemos porque muy seguido se escucha el grito: ¡Zapata vive, la lucha sigue!

Ahora, mi general empieza a crecer una bola que ya nadie puede parar.

Si, mi general, usted vive y la lucha sigue.


¡Con las FARP hasta la victoria!
¡Por la nueva revolución!
¡Venceremos!

¡Vivan las Fuerzas Armadas Revolucionarias del Pueblo (FARP)!

8 de abril de 2000