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República Mexicana, 1 de diciembre de 2004

Al pueblo de México:


En relación con lo publicado en el periódico La Jornada el día 27 de noviembre, en el sentido de que en “Ixtayopan los policías buscaban ligas de las FARP” queremos hacer las siguientes anotaciones:

1.- Si las FARP tenemos o no relación alguna con pobladores de San Juan Ixtayopan, eso es cosa de la que al gobierno no le vamos a ayudar a conocer con exactitud. Por eso no tenemos por qué negar o afirmar algo que parece ser sólo una provocación de parte del gobierno para confirmar o descartar algún dato que tenga sobre nuestro arraigo en el pueblo.

2.- A la población le decimos que al gobierno hay que creerle a partir de la mentira; es decir, el gobierno mexicano siempre miente. No le facilitemos el trabajo, que el gobierno se vea obligado a decir con claridad qué estaban haciendo exactamente en Ixtayopan sus fieles perros de caza.

3.- Muy a pesar de todo lo que el gobierno mexicano ha dicho e intentado “demostrar” en estos últimos días, es evidente que las labores de los orejas de la PFP no tenían nada que ver con narcomenudeo, a menos que dichos agentes fueran parte de las redes de distribución de narcóticos en el poblado de Ixtayopan; lo cual no sería nada raro, pues todos sabemos de innumerables casos en los que muchos elementos del ejército federal, así como de todas las instituciones policíacas y paramilitares del gobierno, como la PFP, PGR, PGJDF, etcétera, están muy metidos en esas cosas del narcotráfico.

Además, lo anterior se refuerza con el testimonio de los mismos agentes de la PFP, quienes frente a las inconmovibles cámaras de Televisa, sólo repetían que pertenecían a la sección dedicada al “terrorismo”. No cabe duda que lo que decían y la manera como lo hacían -procurando no decir “más de lo necesario”- era una forma patética de no delatar su papel de simples señaladores de luchadores políticos y sociales y de implorar el auxilio de alguien que estaba muy arriba, en las altas jerarquías de inteligencia de la PFP.

Es seguro que esos leales orejas del gobierno se llevaron a la tumba muchos secretos acerca de la muerte, la desaparición y el encarcelamiento de luchadores sociales y políticos del pasado y presente.

4.- Por enésima vez le decimos al pueblo -al gobierno no le interesa la verdad, por eso a ellos ni nos dirigimos- que los hermanos Cerezo Contreras no formaron ni forman parte de nuestras filas. Por lo tanto, los hermanos Cerezo Contreras no participaron jamás en ninguna acción armada que hayamos reivindicado en su momento. Los procesos judiciales de los Cerezo han demostrado su inocencia absoluta; si siguen presos es porque son presos políticos por consigna. Esos jóvenes estudiantes de la UNAM jamás debieron haber pisado ninguna cárcel.

5.- Las FARP no somos invulnerables, de eso estamos muy conscientes. Como revolucionarios que somos sabemos que si cayésemos en manos del gobierno nuestro fin sería la muerte, la desaparición o el larguísimo presidio. Y a la consecución de alguno de esos fines se dedicaban los señores de la PFP que murieron linchados en Ixtayopan. Sin embargo, hemos cuidado mucho las mínimas medidas de seguridad al relacionarnos con el pueblo. Hemos preferido la paciencia sobre la desesperación por crecer cuantitativamente, para evitar posibles infiltraciones policíacas. Si las FARP fuésemos golpeados, aún en nuestra dirección, las instancias inferiores e intermedias seguirían trabajando bajo los planes y programas establecidos. Y lo seguirían haciendo en silencio, evitando ruidos innecesarios, pero con entusiasmo y amor por las causas justas que revindicamos.

En relación con todo lo sucedido en San Juan Ixtayopan, quisiéramos decir sólo lo siguiente:

1.- Los pobladores de San Juan Ixtayopan son doblemente víctimas. Los culpables de que la gente que linchó a los agentes de la PFP haya procedido de esa manera son las autoridades de los tres niveles de gobierno, algunos de los mal llamados medios de comunicación masiva y los sectores más retardatarios de la sociedad mexicana. Los primeros por su absoluta negligencia e incompetencia para acabar con la injusticia social, la impunidad y la corrupción. Los segundos por ser los principales instigadores de la paranoia social en torno a la inseguridad pública. Y los terceros porque muchas veces han insistido en su afán de aplicar la “pena de muerte a los secuestradores”.

Quienes lincharon a los agentes de la PFP actuaron partiendo de los prejuicios y valores absurdos promovidos por los segundos y terceros que hemos mencionado antes, y con la justa desconfianza que le tienen al gobierno.

Se puede decir que quienes lincharon a los agentes de la PFP pueden ser acusados de ser los responsables materiales del crimen, pero los responsables intelectuales son el gobierno, los grandes medios de “comunicación” y los sectores de la ultraderecha mexicana.

Ahora al pueblo de San Juan Ixtayopan no sólo se le acusa de “turba” y “bárbaro”, ahora el gobierno lo somete a un estado policíaco injusto e irracional. Por eso ese poblado es doblemente víctima.

2.- A los intelectuales que tanto se asustan de las “barbaridades” de la “turba” les sugerimos que escriban y pongan a la venta algún poema, cuento, novela o ensayo económico, sociológico, psicológico o filosófico que verse sobre cómo evitar “turbas” y “linchamientos”. Con el rotundo fracaso que sus obras tendrían, verían que no bastan los deseos ni las palabras para transformar el mundo. Para eso se necesita algo que ustedes los intelectuales no quieren hacer, porque se “ensuciarían” las manos de algo que se llama pueblo.

3.- Los agentes de la PFP deberían ver que sólo son instrumentos del gobierno. Qué claro quedó la poca importancia que como personas tienen para sus mandos. Por eso resultan muy tiernas y graciosas sus protestas diarias de “media hora”. En la prensa ya se habla de más de una docena de despidos entre los “inconformes”. Ha llegado la hora de ver hasta dónde llega su “indignación”. No buscan el bien del pueblo, buscan estar por encima de él, por eso les piden a sus jefes “más capacitación”. Es claro que la capacitación que solicitan es para saber enfrentarse al pueblo, no para servirlo. No podemos creer en los agentes de la PFP mientras no volteen sus armas, de manera que apunten en contra del gobierno que pretende mantener al pueblo sumiso, ignorante y engañado. Es cierto que los policías rasos de la PFP también son de origen humilde, pero ellos mismos deben entender ya que cuando un policía o militar se desarraiga del pueblo sólo puede terminar siendo un simple perro guardián de los ricos y del gobierno. Cámbiense de bando, regresen a sus lugares de origen, luchen contra los caciques y terratenientes de sus pueblos; luchen contra la ignorancia y la miseria de sus pueblos; luchen contra los patrones abusivos, contra los tecnócratas, contra el neoliberalismo, contra el poder que hoy los mantiene como simple carne de cañón.

En relación a los festejos de Radio Educación por los 80 años de la primera transmisión cultural y educativa en el país, deseamos manifestar lo siguiente:

1.- Un poco tarde, pero felicitamos a todos los trabajadores de la estación pública más alternativa de la radio en México.

2.- Hasta ahora, sus coberturas noticiosas han tratado con respeto y objetividad nuestra lucha, y eso es algo que agradecemos en estos tiempos de revueltas.

3.- De Radio Educación recordamos a don Paco Huerta y su Voz Pública. También recordamos Economía cotidiana, del periodista Jorge Meléndez. Seguimos escuchando programas como El fin justifica los medios, Del campo y la ciudad, Todo se oye en el silencio, Pueblo de patinetas, etcétera.

Gracias a Radio Educación pudimos conocer más ampliamente las obras de don Juan Reynoso (el Paganini de La Tierra Caliente), Higinio Peláez, Guillermo Velázquez y Los Leones de la Sierra de Xichú, Los Brujos de Huejutla, Ricardo Castro, Julián Carrillo, Louis Armstrong, Bessie Smith, Leonard Cohen, John Dowland, Joaquín Rodrigo, Pachelbel, Stravinsky, Lourdes Ambriz, Horacio Franco, don Vicente Garrido, Guty Cárdenas, Las Jilguerillas, Trío Matamoros, Orquesta Aragón, Compay Segundo, Willie Colón, Rubén Blades, Rockdrigo González, Roberto González, Emilia Almazán, Oscar Chávez, Tehua, Ignacio Cárdenas, Violeta Parra, Atahualpa Yupanqui, Silvio Rodríguez, Alfredo Zitarrosa, Víctor Jara, etcétera. Afortunadamente, Radio Educación no padece de esa enfermedad academicista, ciega y sorda, que lleva a las estaciones de radio culturales a sólo presentar la música de la “cultura europea” de hace siglos, con el fácil argumento de que se trata de “música clásica”.

Ahora mismo recordamos la huelga de hambre de Marcial Alejandro, en su lucha por defender los derechos del Sindicato de Trabajadores de Radio Educación. Sólo quien es sensible puede emprender luchas de ese tipo y componer canciones como Sabe a ti o Aquí estoy.

Sólo les pedimos que no traicionen lo que dicen defender: una Radio alternativa. Hacen falta más oasis en las frecuencias hertzianas.


Respetuosamente.

¡Patria libre!
¡Y socialista!

Fuerzas Armadas Revolucionarias del Pueblo, FARP.

República Mexicana, a 1 de diciembre de 2004