Entrevista al Comandante Antonio García

ENTREVISTA DEL COMANDANTE ANTONIO GARCÍA 
 
 MIEMBRO DEL COMANDO CENTRAL DEL EJÉRCITO DE LIBERACIÓN NACIONAL DE COLOMBIA
 
 Concedida al periodista Yamit Amat (Y.A.) el 16 de enero de 2005
 
 - Y.A. ¿La participación en elecciones decidida por ustedes supone la reintegración definitiva del ELN a la institucionalidad nacional?
 
 - A.G. El ELN considera que el país atraviesa por un momento muy importante y en tal sentido se dispone a participar de manera más activa en la opinión nacional. Vemos con mucho interés el próximo debate electoral y nos queremos sumar al ejercicio de pensar cuál podría ser la mejor opción para Colombia en los años que se avecinan. El futuro del ELN está de la mano del futuro que Colombia tome.
 
 - Y.A. Siempre prometen pero no cumplen. ¿Cómo puede el país creerles que esta vez si van a cumplir el propósito de ir a elecciones? 
 
 - A.G. Yamit, sólo trato de ser objetivo, pero a lo largo de los 22 años que yo llevo en la Dirección Nacional del ELN de manera ininterrumpida, en todo este tiempo jamás el ELN le ha incumplido al país. Pero para que no quede duda, me gustaría saber, según su apreciación, cuáles han sido nuestros incumplimientos.
 
 Siendo objetivos, hoy existen realidades que no hacen posible que el ELN participe en las elecciones, pero tampoco es un obstáculo para que tengamos una dinámica muy activa en relación con ellas, en el marco del debate político y del intercambio de ideas, pues dependiendo de quién sea la cabeza del próximo gobierno puede estar la posibilidad de una paz real. Qué bueno sería que todos los que estamos involucrados en la gestación de los hechos y en la difusión de la información nos apeguemos a la verdad. 
 
 - Y.A. Las FARC y el ELN han sido acusados de narcotráfico. ¿Los dos grupos guerrilleros están comprometidos de alguna manera con el narcotráfico?
 
 - A.G. Somos dos organizaciones independientes y autónomas. El ELN tiene una política sobre narcotráfico que en múltiples eventos la hemos dado a conocer, e históricamente el ELN no tiene nada que ver con ninguno de los eslabones de su cadena, no tenemos cultivos, ni laboratorios, ni con la comercialización. No existe un solo registro judicial donde se diga que fue capturado un militante con un gramo de cocaína.
 
 - Y.A. En el reportaje a los periodistas españoles donde anuncian su decisión de participar en elecciones afirma Milton Hernández, responsable de las relaciones internacionales del ELN, que “buscar una solución pacífica sin empuñar las armas es imposible para nosotros” y agrega, las armas tienen que estar al servicio de la política. ¿Quiere por favor explicar esa posición?
 
 - A.G. Las armas no están en manos del ELN porque se quiera hacer la guerra por la guerra, sino porque la política que queremos hacer, buscar los cambios del país como la justicia social, la democracia, el respeto a los Derechos Humanos, no ha sido posible por las vías políticas, de eso ya ha dado cuenta la historia con el genocidio contra los dirigentes políticos y populares. Sencillamente con las armas hemos defendido nuestras vidas y nuestros ideales. Dolorosamente, en Colombia, la respuesta armada a la violencia oficial ha sido la pedagogía que ha ido permitiendo crear el respeto y la tolerancia hacia la oposición política, pero aún nos falta.
 
 - Y.A. Si han resuelto participar en elecciones. ¿Qué uso le van a dar a las armas?
 
 - A.G. El uso de las armas no sólo depende del ELN, en ese sentido hemos hecho una propuesta de Acuerdo Humanitario, donde se contempla un cese al fuego bilateral con el propósito de crear confianza y certidumbres a un eventual proceso de paz, pero eso no va con la visión de guerra que tiene el gobierno.
 
 - Y.A. ¿Han consultado ustedes a algunos de los precandidatos mencionados por Hernández en ese reportaje?
 
 - A.G. Hemos estado muy atentos a sus puntos de vista, a sus propuestas, a su trayectoria. Con varios de ellos coincidimos en la manera de ver los problemas más álgidos de Colombia, de igual manera con algunos enfoques de futuro. Más importante es que estas reflexiones de ellos y nuestras, el país las vaya conociendo.
 
 - Y.A. Entre los cuatro, Carlos Gaviria, Lucho Garzón, Piedad Córdoba y Angelino Garzón, ¿usted a quién prefiere?
 
 - A.G. En esa lista falta Antonio Navarro, podría arriesgar otros candidatos, pero dejémosla por ahí. El ELN preferiría una candidatura colegiada, con un solo programa, con un gran propósito nacional: Construir la paz de Colombia, que independientemente de quiénes sean la fórmula, ese grupo de 10 o 12 dirigentes políticos se conviertan en una especie de consejo de gobierno,donde se encuentren recogidas las expresiones del movimiento político alternativo, los sectores progresistas del liberalismo, las organizaciones sociales y populares, las étnias. Colombia debe dejar de seguir siendo gobernada de manera unipersonal, se requiere de una nueva configuración de los gobiernos.
 
 - Y.A. Milton Hernández también dijo en ese reportaje que el juego militar en Colombia esta estancado y agregó que por la vía militar no hay salida para ninguno de los dos lados. Si esta decisión es compartida por usted, ¿por qué no declaran unilateramente el fin de la guerra?
 
 - A.G. El fin de la guerra podrá llegar si nos aproximarnos a superar las causas que la originaron. El ELN está llamando persistentemente a la paz, pero este gobierno está empecinado en que puede ganar militarmente, y eso hace tremendamente complicado concretar un camino de paz. De otro lado, la paz no sólo es el silenciamiento de los fusiles.
 
 - Y.A. ¿Teme usted que los eventuales candidatos del ELN en elecciones corran el riesgo de ser asesinados como ha ocurrido con la izquierda en procesos electorales anteriores?
 
 - A.G. Primero que todo el ELN no tendrá candidatos. Nuestra participación está en el ámbito de las ideas, en la reflexión colectiva con el país, en el coincidir con muchos en esta búsqueda de futuro. Se trata de un camino que se ha abierto en el país y que coincidimos con lo que muchos están pensando y haciendo, aunque por nuestro carácter insurgente no podamos acompañar directamente como lo quisiéramos hacer. Por supuesto que tememos por lo que le pueda pasar a un candidato que “el país nacional” escoja. 
 
 - Y.A. ¿Qué tipo de garantías piensan pedirle al gobierno para formalizar el propósito de participar en elecciones?
 
 - A.G. No sería pertinente pedir garantías para pensar u opinar como lo estamos haciendo, pero como estas elecciones son altamente desbalanceadas, por cuanto el gobierno mismo está en campaña electoral, el país sí le debe exigir garantías y ecuanimidad al Presidente.
 
 - Y.A. Cuando se formalice la decisión de participar en elecciones, ¿ustedes van a seguir secuestrando?
 
 - A.G. Hemos dicho que el ELN no hace secuestros, sino retenciones, que ambas tienen el denominador común de ser acciones contra la privación de la libertad, pero sus motivaciones y su manera de hacerse son diferentes. A contrapelo de lo que piense el ELN en esta materia, en la actualidad y por la dinámica del gobierno de Colombia el secuestro internacional quedó instituido como práctica permitida y avalada por algunos Estados y Gobiernos, con la diferencia que ahora hay quien paga para secuestrar y antes se pagaba para liberar.
 
 - Y.A. ¿Por qué se han frustrado los procesos de paz con el ELN adelantados con gobiernos anteriores y por qué está aparentemente estancado el actual?
 
 - A.G. Con el anterior gobierno se frustró porque Pastrana no quiso firmar los acuerdos de La Habana, los papeles se quedaron sin su firma, de esto se ha hecho un manejo informativo para confundir al país. En la actualidad existe un proceso de exploración, pero el gobierno coloca condiciones para que el Comando Central pueda reunirse con el Facilitador Mexicano, actitud que evidencia poco interés por el avance del proceso, saludaríamos si se cambiara de actitud. 
 
 - Y.A. ¿Qué piensa del proceso de paz con los paramilitares?
 
 - A.G. Primero que todo vale la pena aclarar que no existe un proceso de paz entre el gobierno y los paramilitares, pues entre ellos jamás ha existido guerra, entre ellos siempre ha existido entendimiento, ahora simplemente se trata de otro marco de entendimiento. Es bueno preguntar si algún organismo ha verificado el cese al fuego que los paramilitares plantearon al país. Entiendo que las masacres han continuado. En las comunicaciones que mantienen el ejército y los paramilitares siguen coordinando operaciones de todo tipo.
 
 De otro lado, nos parecen atinadas las apreciaciones a que llega la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA en su informe sobre el proceso de “entendimiento” de los paramilitares y el gobierno, pues luego de mencionar varios aspectos críticos “recomienda la adopción de un marco legal coherente que establezca condiciones claras para la desmovilización de grupos armados al margen de la ley, en consonancia con las obligaciones internacionales del Estado. Este marco legal debiera prever la situación de quienes ya se han plegado a procesos de desmovilización individual y colectiva de modo de clarificar su situación. Asimismo, debe establecer mecanismos de participación genuina y en condiciones de seguridad para las víctimas del conflicto, de modo de asegurar el acceso a la verdad, la justicia y la reparación”.
 
 - Y.A. Ustedes ¿están dispuestos a desmovilizarse y desarmarse?
 
 - A.G. Nuestras tropas y nuestras armas están en función de buscar el bienestar del país, estamos convencidos que las armas serán inocuas cuando nuestro país marche hacia la democracia, la tolerancia, la justicia social. En un futuro acuerdo de paz, nuestros hombres y nuestras armas estarán al servicio de la patria, o para lo que el país quiera que hagamos.
 
 - Y.A. ¿Qué tan avanzadas realmente han sido las negociaciones con el gobierno nacional?
 
 - A.G. Mientras el gobierno nacional le siga apostando al triunfo militar, todo proceso de paz será esquivo por esencia. La insurgencia no puede descuidarse, ni mucho menos confiar en las intenciones del gobierno. El ELN si confía y cree en la paz, cree y confía en las expectativas de paz que existe en las mayorías de la nación, por eso sigue haciendo esfuerzos para que este gobierno cambie de actitud. Valoramos la gestión de facilitación del Embajador Andrés Valencia, le hemos hecho la invitación para reunirnos, pero el gobierno colombiano coloca condiciones, ¿qué tal que nosotros condicionáramos cualquier reunión del gobierno con él? Un asunto tan elemental no puede volverse tema de eternas discusiones, ya nos da pena con el Embajador. 
 
 - Y.A. ¿Cuáles son las garantías comprobables que les ha dado el gobierno para continuar con estos acercamientos?
 
 - A.G. Más que garantías hemos dado pasos de aproximación recíprocos y aceptados mutuamente, ambas partes hemos aceptado la gestión facilitadota de México, ambas partes tenemos comisionados para conversar con el Embajador Valencia. Los atranques están en que el gobierno quiere gestos unilaterales de parte nuestra, y nosotros somos partidarios de los gestos recíprocos y simétricos. El ELN ha hecho gestos unilaterales en acuerdo con las comunidades del Sur de Bolívar para desminar un tramo de una carretera y facilitar los proyectos que beneficien a las comunidades.
 
 - Y.A. ¿Cuáles son las garantías que definitivamente no les han entregado y que el gobierno ha dicho que no les entregará?
 
 - A.G. Este no es un proceso de qué pedimos y qué nos dan para continuar. Por el contrario, este es un proceso de allegar condiciones de manera mutua y concertada, de apartarnos mutuamente de la guerra y crear opciones de entendimiento y caminos de paz. No se puede hacer el ejercicio que hizo Pastrana, hablar de paz y salir por el mundo a buscar dineros y armas para seguir la guerra, pues en el fondo uno se queda pensando cuál de las dos lógicas va a primar. Igual pasa con el actual gobierno, anda por el mundo buscando armas para seguir en la guerra y a la insurgencia que trata de impulsar la paz, no se le quiere dejar hacer acción política a favor de ella. En contraste a las realidades de nuestro proceso, muchos sectores del país han opinado que Uribe se va en excesivas generosidades con los paramilitares, por eso decimos que se trata de afinidades y de química.
 
 - Y.A. ¿La Convención Nacional propuesta por el ELN puede considerarse todavía una camisa de fuerza para avanzar en las conversaciones con el gobierno?
 
 - A.G. La Convención Nacional no es camisa de fuerza para nada, ella es una propuesta del ELN al país, un espacio de encuentro de todos sus sectores para analizar y reflexionar sobre sus problemas y bosquejar opciones de futuro. Es para pensar de manera plural a Colombia, es para crear una nueva pedagogía de la democracia, es para superar la manera tradicional y agotada de la “representación” del pueblo a través de terceros, como acontece con la vieja dinámica parlamentaria.
 
 Hay que inaugurar unos mecanismos más directos para el ejercicio de la democracia, donde la “representación” política sea superada por la “presentación” directa de un sentir más colectivo, en la voz de los propios voceros de las comunidades. El ejercicio de la política debe ir más allá de los partidos políticos. El destino del país es algo muy delicado para dejarlo sólo en manos de ellos. 
 
 - Y.A. ¿Qué va a pasar con los líderes del ELN en una eventual negociación con el gobierno? Si se quedan, ¿bajo qué garantías lo harán?
 
 - A.G. Con los líderes del ELN, ya ha pasado lo que tendría que pasar, todo lo tenemos consignado a conquistar un futuro mejor para todos los colombianos. Independientemente de lo que pueda pasar en un eventual proceso de paz, siempre estaremos del lado de los más pobres y desposeídos de Colombia, siempre estaremos luchando a su lado por mejorar sus condiciones de vida en esta tierra, e inspirando con nuestro ejemplo a que vivamos para servir a los demás.
 
 - Y.A. ¿Es cierta la afirmación del gobierno en el sentido de la disminución ostensible deELN en el país? ¿Es cierto que están tan disminuidos? 
 
 - A.G. Ese cuento lo estoy escuchando desde hace 12 años, desde cuando Gaviria se levantó unilateralmente de la mesa de negociación en México en 1992. Los cuentos tienen algo de mágico, el problema es cuando quien los inventa se los cree como verdaderos. Las guerras de los pueblos son impredecibles, del triunfo de Estados Unidos en Iraq, hoy la realidad nos muestra otra cosa, un empantanamiento terrible, la confrontación tomó por otro camino. Igual puede acontecer en Colombia, sería bueno evitar las malas lecciones. 
 
 - Y.A. ¿El ELN ha perdido territorio a manos de las FARC?
 
 - A.G. Con FARC no hemos perdido territorios, por el contrario, de manera conjunta hemos defendido los territorios de la agresión militar y paramilitar, hemos estado unidos en muchas áreas peleando contra nuestro enemigo común.
 
 - Y.A. ¿Qué tan cerca o que tan lejos se encuentra en este momento el ELN respecto a las FARC?
 
 
 
 - A.G. Somos dos proyectos políticos con identidades y diferencias. En la actualidad tenemos lecturas comunes sobre el momento político, así no estemos coincidiendo en el quehacer, pero en nuestra permanente comunicación con el Secretariado intercambiamos nuestros puntos de vista de manera muy fraternal y respetuosa. Por ahora mantenemos coordinaciones en diversas áreas del país.
 
 - Y.A. ¿Ve posible que las FARC absorban al ELN en el futuro?
 
 - A.G. Primero que todo el ELN se siente muy cómodo con su camiseta, pero le gustaría confluir en un proyecto de país junto con otros sectores de la sociedad, o sea un proyecto de ligas mayores, eso sería trabajando por un proceso de paz, buscando que el próximo gobierno sea favorable a buscar un acuerdo para una salida política al conflicto. Ese es el sentido de nuestra participación en la dinámica política que se abre en esta coyuntura electoral.
 
 Tampoco descartamos, hacia el futuro, un proceso unitario con FARC, donde ambas fuerzas podamos confluir en un pensamiento político que nos interprete a ambas fuerzas y que nos permitiese una mayor y mejor participación en la construcción de la paz. 
 
 - Y.A. La desmovilización de los paramilitares ¿es o no una garantía para un mejor ejercicio político del ELN?
 
 - A.G. Al ELN le preocupa más por lo que le pueda pasar a los candidatos alternativos, que nada tienen que ver con nosotros. Todo el mundo sabe que los paramilitares siguen haciendo masacres y fechorías. Ernesto Báez ya lo señaló públicamente que sólo iban a desmovilizar el 15% de los paramilitares y en sus comunicaciones internas siguen muy activos en sus planes.
 
 El reto lo tiene el gobierno, porque si se vuelven a presentar asesinatos de candidatos y dirigentes populares a manos de los paramilitares todo reafirmará que la farsa continúa.
 
 - Y.A. ¿Acercarse a una propuesta electoral o incluso, considerar hacer parte de un mecanismo electoral, plantea un retroceso político del ELN o una reconsideración de sus posiciones frente al poder político en Colombia?
 
 - A.G. Lo que el ELN pretende con su actual participación política es decirle al país lo conveniente que sería para todos poder contar con un gobierno comprometido con la paz, decirle que es posible gestar una amplia confluencia para que las mayorías de Colombia puedan tener un gobierno que escuche e interprete sus angustias, y que con un gobierno de esa naturaleza podremos llegar a un acuerdo de paz, y que esa paz también implique importantes cambios para vida de la nación.
 
 - Y.A. ¿Lo que dijo Milton Hernández es una decisión del COCE? 
 
 - A.G. Lo que estoy expresando a lo largo de esta entrevista es el punto de vista político de la última reunión de la Dirección Nacional, de la que hace parte el Comando Central.
 
 - Y.A. ¿Cuáles serian las condiciones para que el ELN participe como parte de una alianza electoral? 
 
 - A.G. El ELN no puede plantearse una alianza electoral como tal, pues toda persona, organización o movimiento político sería señalado como aliado de la guerrilla y judicializado de inmediato. Por eso lo que proponemos es algo realista y ajustado con nuestra condición de insurgentes.
 
 - Y.A. ¿De cuándo estamos hablando: en el 2006 o en un distante e hipotético futuro?
 
 - A.G. Lo que el ELN quiere expresar es que ve bien lo que está aconteciendo en el país, y que de continuarse con un proceso de confluencia de fuerzas democráticas y progresistas el país puede contar en un futuro cercano, sea en el 2006 o en el 2010, con un gobierno con el que será posible construir un verdadero acuerdo de paz. O en su defecto con expresiones políticas importantes en el parlamento o en los gobiernos locales y regionales que apoyen más decididamente la construcción de la paz. 
 
 - Y.A. Tampoco esta claro - y García le da vueltas y devueltas, pero sin claridad - si esa decisión de intentar 'hacer política' estaría ligada a alguna discusión sobre el tema de la lucha armada. Van a apostar a la combinación de las formas de lucha? ¿Son concientes de que en el país actual y en el mundo actual eso no tiene presentación? ¿Consideran la posibilidad, así sea hipotética y distante, de conversaciones con un gobierno (este u otro?) que tengan como resultado final el desarme del ELN y su transformación en un movimiento político? 
 
 - A.G. Sobre el tema de la lucha armada, valdría la pena interrogarse si sólo los Estados tienen el derecho de usar las armas. De esta manera podríamos comprender mejor la combinación de las formas de lucha. Estados Unidos las usa y de qué manera, ¿será que esa combinación de las formas de lucha si tiene presentación? Con este gobierno hemos conversado a nivel de exploraciones, lo que pasa es que siempre pide gabelas, gestos unilaterales y para nosotros el ejercicio de dialogar empieza cuando yo sólo le solicito al otro lo que yo también estoy dispuesto a dar.
 
 Ahí está la propuesta para un Acuerdo Humanitario que el ELN presentó y no se ha podido avanzar, no porque el ELN no quiera, sino porque aún las dos partes estamos distantes. El tema del uso de las armas no ha estado vetado jamás por el ELN,pues entendemos que el Estado colombiano las usa de la manera menos apropiada, ha acudido a los instrumentos “paraestatates” para realizar operaciones encubiertas. Seguramente cuando todas las armas estén reguladas por un pacto social, ese día el uso de las armas se hará inocuo. Sin duda que entre más espacio se abra a la expresión política democrática, más espacio se le quitará a las armas. 
 
 - Y.A. Si lo que quieren es 'participar' en el debate político nacional, sin ir a elecciones, ¿cómo piensan lograr legitimidad para esa participación si siguen empuñando las armas? Cree que alguien en Colombia, o fuera de ella, respaldaría la idea de una participación política de un movimiento armado que secuestra y siembra minas?
 
 - A.G. La legitimidad está en comprender y trabajar por superar el estado actual de guerra, precisamente se trata de buscar una salida diferente a la guerra. Si se cuestiona la guerra lo lógico es comprender que toda participación política que apunte a buscar una salida política al conflicto es necesaria. Lo otro sería seguir en la guerra hasta la eternidad. Lo que si no creemos es que el fin de la guerra se pueda decretar, o sea, un hecho que aparezca de la noche a la mañana y sin que las causas que la originaron no sean cambiadas.
 
 - Y.A. ¿Qué piensa de la reacción de los candidatos y voceros de los movimientos de izquierda, todos los cuales, palabras más o menos, les dijeron que elecciones y lucha armada son incompatibles? ¿No cree que es evidente que un acuerdo entre ustedes y esos movimientos es imposible mientras ustedes sigan en el monte? 
 
 - A.G. En esta oportunidad estamos tratamos de corregir algunas imprecisiones que tuvo Milton Hernández en su conversatorio con Rebelión y, desde luego, que son entendibles los puntos de vista de los candidatos, pero no es imposible identificarse y trabajar por propósitos que nos unen a todos como es el de buscar la paz de Colombia. Cuando ha estado abierta la mesa de diálogo hemos conversado con todos ellos y con otros sectores del país, la particularidad de ahora es que estos candidatos están mucho más comprometidos con la paz y existe la posibilidad real que ganen y sean gobierno, y con un gobierno de naturaleza democrática es mucho más posible construir un acuerdo de paz, pues para el país entero la paz es el objetivo esencial, y eso es bueno que todos lo sepamos, incluida la insurgencia.
 
 - Y.A. Se entiende de varias de sus respuestas que la negociación entre el ELN y el gobierno de Alvaro Uribe es difícil, quizá imposible. En caso de ser reelegido el presidente Uribe en el 2006, ve usted alguna posibilidad de abrir negociaciones de paz con él, o éstas tendrían que esperar hasta el 2010? 
 
 - A.G. Si el ELN hubiese visto que es imposible, no estaría intentando una exploración con la facilitación del gobierno mexicano. Hemos dicho que no es fácil, pero nuestra obligación es intentarlo, sabiendo que no sólo depende de nuestra voluntad.
 
 - Y.A. A dos preguntas me parece necesario contra-preguntar: 
 
 Sobre el narcotráfico. Como mínimo, hay evidencia de que su organización en la Serranía de San Lucas, en la zona de Santo Domingo, cobra impuestos a los campesinos cocaleros. Ciertos frentes, entonces, tendrían una relación con el negocio del narcotráfico. No contradice esto lo que usted dice sobre una posición de principios del ELN en este punto? 
 
 - A.G. El ELN en nada tiene que ver con el narcotráfico, ni siembra, ni procesa, ni compra ni vende este tipo de sustancias. En el caso que usted menciona, se reciben aportes o contribuciones muy modestas que se usan para cubrir necesidades de las comunidades en dichas regiones, necesidades en el orden de la salud, la educación, transporte y vías de comunicación, vale la aclaración que en estas zonas no hay grandes narcotraficantes, sino campesinos pobres con limitadas capacidades de contribución.
 
 - Y.A. Sobre el secuestro. Observadores dicen que llamar 'retención' al secuestro un eufemismo escandaloso, pero, independientemente del nombre, privar a alguien de la libertad por dinero es una practica inhumana y que va contra los principios más elementales del derecho internacional humanitario.
 
 - A.G. De igual manera el Estado “retiene” personas, entiendo que son decenas de miles las que están en las cárceles sin el debido proceso, o de manera injusta. No estoy inventando, también el Estado cobra una fianza en dinero por la libertad de las personas “sanamente retenidas”, para no mencionar los empleos directos e indirectos que la tramitología de la libertad de un prisionero genera. Este es un asunto que amerita ser examinado junto con las otras acciones que tienen que ver con la privación de la libertad, como son los casos de los desaparecidos y desterrados-desplazados, no son solamente las retenciones. El ELN está abierto a tratar estos temas en una mesa de diálogo y buscar soluciones integrales a ellos.
 
 - Y.A. Aparte de desminar la carretera en el sur de Bolívar, ¿contemplaría el ELN cesar la práctica de las 'retenciones' o secuestros? ¿En qué condiciones? 
 
 - A.G. El ELN siempre ha expresado su voluntad a examinar esta situación en el marco de una salida política al conflicto, donde se traten las demás acciones de privación a libertad, las desapariciones y el destierro-desplazamiento y se solucionen también los problemas que éstas han generado.