A convertir el odio e indignación en organización de la resistencia

A CONVERTIR EL ODIO E INDIGNACION EN ORGANIZACION DE LA RESISTENCIA. (*)

Miguel Enríquez. Entrevista. 16 de agosto de 1974.

Pregunta: ¿Cual es la situación de la Junta Militar actualmente?

Miguel Enríquez.: Seremos breves. Un grupo de altos oficiales derrocó el gobierno, asesinando, encarcelando y torturando a decenas de miles, reprimiendo salvajemente a la clase obrera y el pueblo. Instalados en el gobierno desarrollaron una política de represión permanente y pusieron en práctica una política económica ultrarreaccionaria y antipopular, caracterizada por una brusca disminución de los ingresos de la clase obrera y el pueblo, aumento masivo de la cesantía y un gran aumento del costo de la vida. El objetivo de ésta política económica, basada en la superexplotación del trabajo y en la represión de toda protesta, es asegurar enormes ganancias a los grandes capitalistas criollos y a posibles inversiones extranjeras que espera atraer. Esta política trajo consigo una rápida disminución de la base de apoyo de la dictadura gorila, al golpear y herir los intereses no sólo de la clase obrera y los trabajadores, sino también los de otras capas del pueblo (comerciantes, transportistas, pequeños empresarios, profesionales, etc.), es decir a sectores que en el pasado habían apoyado el derrocamiento de la UP. Así, la dictadura gorila comenzó a apoyarse casi exclusivamente en la represión.

LA DICTADURA NO LOGRA ESTABILIZARSE.

Ya en diciembre los gorilas tomaron conciencia de que no podían eternamente mantener el estado de guerra interno, el toque de queda o los salvajes niveles de represión. Se propusieron entonces disminuir la represión masiva y aumentar la represión selectiva, para crear las condiciones internas que les permitieran, en julio de éste año, otorgar algunas libertades a la población, levantar el estado de guerra interno, levantar el toque de queda y disminuir -al menos aparentemente- la represión. Esta era una necesidad imperativa para disminuir su aislamiento internacional, dar una imagen de estabilidad, recuperar el apoyo de ciertos sectores y atraer las inversiones extranjeras.

No lo lograron, al contrario: su aislamiento internacional aumentó, el cambio del gabinete significó un predominio del Ejército sobre las otras ramas y el predominio del gran capital nacional, aliado al gran capital extranjero; la inflación siguió aumentando, el costo de la vida aumentó en diez o quince veces, mientras los ingresos de los trabajadores aumentaron menos de la mitad. Nuevas y más amplias capas del pueblo entraron en contradicción con la dictadura, sumándose al campo de la oposición; se agudizaron sus roces con la Iglesia, con los partidos burgueses; aumentaron los roces entre los gorilas mismos; la cesantía ha aumentado ya a cerca de un 20 por ciento; la represión no sólo no disminuyó sino que aumentó y hoy, a mediados de agosto, las redadas masivas, el control callejero, los rastrillos, las detenciones y torturas masivas, recuerdan los meses de septiembre y octubre del año pasado.

LA CLASE OBRERA Y EL PUEBLO SE REARTICULAN Y REANIMAN.

Los gorilas se habían equivocado. Calcularon mal. Habían golpeado y desarticulado a la clase obrera, habían golpeado fuertemente a los partidos de izquierda y a los revolucionarios, pero estaban lejos de haberlos aplastado y aniquilado. A pesar de la masiva deserción de los cuadros de la UP y de la fuerte represión, los partidos de la izquierda, en especial el MIR, se fueron reorganizando en la clandestinidad, mientras paralelamente sectores de vanguardia, en especial de la clase obrera, comenzaron a reanimarse y rearticularse. Así una sorda y fuerte resistencia comenzó a desarrollarse. El MIR, desde fines de 1973, levantó una plataforma cuyo contenido fundamental es la lucha por la restauración de las libertades democráticas, la defensa del nivel de vida de las masas, la lucha por el derrocamiento de la dictadura y el establecimiento de un nuevo gobierno. Llamó a la constitución de un amplio frente político de la Resistencia, que incluyera a los sectores antigorilas del PDC, a la UP y al MIR; y a la constitución del Movimiento de Resistencia Popular, construido con base en los Comités de Resistencia clandestinos por frentes. En torno a ésta línea política, y si bien las tareas de unidad de los partidos no han tenido grandes frutos, tanto por las vacilaciones del sector del PDC como por las ilusiones de sectores reformistas que intentan sellar una alianza con el freísmo, la Resistencia ha ido tomando cada vez más fuerza, uniendo desde abajo a la clase obrera, al pueblo y a la izquierda, y creando miles de Comités de Resistencia. En este proceso, el MIR se ha fortalecido y ha multiplicado su influencia en el seno de la clase obrera, incorporando a sus filas a un crecido número de la vanguardia proletaria.

DESARROLLAR UNA GUERRA DE DESGASTE AL GRAN CAPITAL.

Pregunta: ¿Cual es, a juicio del MIR, la perspectiva?

Miguel Enríquez: Mucho depende de lo que los revolucionarios, la clase obrera y el pueblo hagan. Si la dictadura logra mantener el "orden público", superexplotar impunemente a la clase obrera y a los trabajadores, a pesar de la profunda crisis económica por la que atraviesa el país y de su aislamiento internacional, logrará asegurar ganancias enormes a los capitalistas nacionales y atraer capitales extranjeros a través de las serviles garantías que les ofrecen. Entonces en dos o tres años, podría estabilizarse, en definitiva e incluso lograr una relativa reanimación económica. La tarea de los revolucionarios y los trabajadores es la de desarrollar una resistencia cada vez más amplia y más fuerte que dispute a la dictadura el "orden público" y les impida tener éxito en la superexplotación del trabajo. Si bien es importante el crecimiento del cerco internacional a Chile, lo fundamental es lo que logremos desarrollar en nuestro país. La tarea más urgente de la lucha revolucionaria en Chile es organizar a los sectores de vanguardia y avanzados de la clase obrera y el pueblo, en Comités de Resistencia; impulsar a través de éstos, la propaganda y agitación masiva; iniciar la resistencia activa; comenzar la guerra de desgaste contra la dictadura y el gran capital, que incluya formas de sabotaje (dejar abiertas las llaves en oficinas públicas y fábricas, dejar prendidas las luces, etc.), formas de trabajo lento (disminuir la productividad y calidad del trabajo por medio de la lentitud del ritmo de trabajo, interrupciones en la secuencia, errores en la ejecución del trabajo y otras formas de sabotaje mínimo, no cuidar la maquinaria, romper piezas menores, echar esmeril en las piezas de precisión, descomponer los lubricantes con bencina, romper vidrios, ampolletas, gastar el máximo de material, etc., es decir, elevar los costos de reposición, pero sin destruir ni paralizar por completo la maquinaria, pues significaría cesantía para los obreros). Los revolucionarios debemos apresurar el paso para el inicio de las acciones de propaganda armada que fortalezcan la lucha de la Resistencia.

Pregunta: ¿Qué es la propaganda armada?

Miguel Enríquez: Pequeñas acciones, ligadas íntimamente a los intereses de los trabajadores, de carácter simple y múltiple, de tal forma que progresivamente podamos impulsar a los Comités de Resistencia a imitarlos, echando las bases para ir creando un verdadero ejército revolucionario del pueblo, que hostigue permanentemente a la dictadura. Así se irá incorporando en la realidad, a la clase obrera y el pueblo a la guerra popular y prolongada que terminará por derrocar a la dictadura. De ésta manera caerán los gorilas.

La dictadura no caerá limitándose a esperar pasivamente en Chile o en el exterior su derrocamiento por obra del cielo, o como consecuencia de una ilusoria alianza con sectores burgueses reaccionarios como Frei, que no sólo cooperaron activamente al derrocamiento del gobierno y a la represión de los trabajadores, sino que además hoy, en los hechos, participan y apoyan la política antipopular y represiva de la dictadura.

EL MIR CRECE Y SE DESARROLLA.

Pregunta: ¿Cual ha sido el efecto de los golpes represivos sobre el MIR? ¿Cual es su situación actual, pues es sabido que en los últimos meses le han sido allanados talleres y arsenales y han sido detenidos varios cuadros?

Miguel Enríquez: En realidad desde los combates de septiembre hemos ido recibiendo golpes represivos. A fines de 1973 varias decenas de cuadros habían perdido la vida durante los combates mismos, fusilados o asesinados, mediante torturas, mientras que otros fueron encarcelados. Es verdad, que entonces, logramos sortear la represión con menores costos que el resto de la izquierda, gracias a nuestra experiencia de clandestinidad del 69-70. Posteriormente, dos veces, hemos sido fuertemente golpeados por los aparatos represivos gorilas: a fines de marzo y luego a fines de mayo. Ese ha sido el costo de nuestra actividad, especialmente en los frentes de masas. Pero de ello hemos aprendido, y de esas experiencias hemos sacado lecciones. Hoy puntualmente seguimos recibiendo golpes pero ya estamos organizados para recibir y escabullir los golpes, y trabajando en el seno de las masas, impulsando la lucha de éstas en las actuales condiciones y preparando el inicio de la propaganda armada. Hemos perdido recursos de todo tipo, pero conservamos lo fundamental y mayoritario. Las causas fundamentales, tanto de este bajo costo orgánico relativo frente al ataque constante de la represión, que de marzo hacia acá se ha orientado fundamentalmente sobre nuestra organización, como de nuestro crecimiento rápido y amplio en los frentes son: la permanencia en Chile de las direcciones y los cuadros; la forma en que la mayoría de nuestros cuadros ha enfrentado la tortura, resistiéndola y no hablando, destacándose entre ellos, nuestro compañero Bautista Van Schowen quien fuera dos meses torturado y posiblemente muerto, y Arturo Villavela, quien desde marzo viene siendo sometido a sanguinarias torturas, así como decenas de cuadros obreros y campesinos; la otra causa fundamental ha sido que nos hemos apoyado firmemente en las masas, hemos aprendido de ellas y las hemos conducido, demostrando así a los derrotistas, a los impulsores, defensores e ideólogos de la deserción al exterior que no sólo es posible sortear la represión, sino que también es posible y necesario trabajar entre la clase obrera y el pueblo organizando y fortaleciendo la Resistencia Popular.

SE INICIA EL AÑO DE LA RESISTENCIA ACTIVA.

Pregunta: ¿La Junta Militar próximamente va a cumplir un año en el gobierno, qué se propone hacer el MIR frente a ello?.

Miguel Enríquez: El año de la dictadura gorila ha sido un año de sangre obrera derramada, un año de represión y tortura masiva, un año de cesantes y encarcelados, un año de superexplotación, hambre y miseria; pero al mismo tiempo ha sido el año del fracaso de la política gorila, del fracaso de su política económica de corto plazo, un año de inestabilidad de la dictadura, de aislamiento de la aplastante mayoría de los chilenos y de ampliación del cerco internacional sobre ella. Ha sido también un año de mayor experiencia para la clase obrera y los revolucionarios en la lucha clandestina, y en el que ha quedado demostrado históricamente la fortaleza y disposición de lucha de los trabajadores y los revolucionarios. Año que asegura que el próximo será el año de la Resistencia y combate activo en todo Chile, incluyendo la propaganda armada y la lucha armada contra la dictadura gorila.

A DEMOSTRAR LA FUERZA DE LA RESISTENCIA.

El MIR llama a la clase obrera y al pueblo, a todos los sectores que están contra la dictadura a convertir su odio e indignación en organización de la Resistencia; a organizarse los militantes de los partidos y los no militantes en grupos de tres, cinco o siete, constituyéndose en Comités de Resistencia cuya plataforma sea la unidad del pueblo contra la dictadura, la lucha por la restauración de las libertades democráticas y la lucha por la defensa del nivel de vida de las masas. Llama a organizar e impulsar las tareas que antes enumeramos: la propaganda, el desgaste, el trabajo lento, el sabotaje menor, etc.

El MIR llama a todos los miembros de la Resistencia Popular a conversar y ganar para la resistencia a todos sus amigos, parientes, compañeros de trabajo o conocidos, en especial si son miembros de las Fuerzas Armadas; a enviar cartas firmadas por la Resistencia a todo aquel que supongamos podemos incorporar a la lucha.

Por último, el MIR llama a todos los obreros, campesinos, pobladores, estudiantes, soldados, empleados, a todos los sectores del pueblo, para que de aquí al 11 de septiembre próximo cubramos Chile con una consigna, a rayarla con lápices, con plumones, bolígrafos, en baños, micros, calles, máquinas, escritorios; a hacer volantes, palomas, a mimeógrafo, a máquina, a mano, para que el 11 de septiembre todo Chile esté tapado con una sola consigna que demuestre la fuerza de la Resistencia:

¡LA RESISTENCIA POPULAR VENCERA!

Miguel Enríquez
Secretario General del MIR
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(*) Chile, 16 de agosto de 1974. Publicado en EL REBELDE Nº 99, agosto de 1974. Esta versión fue recogida de “Textos de Miguel Enríquez”, Recopilación de Martín Hernández y Pedro Naranjo, 5 Tomos, La Habana 1984.