Saludo del ELN al XVIII Seminario Internacional "Los Partidos y una Nueva Sociedad"

SALUDO DEL EJÉRCITO DE LIBERACIÓN NACIONAL (ELN) AL XVIII SEMINARIO INTERNACIONAL “LOS PARTIDOS Y UNA NUEVA SOCIEDAD”

Compañeros y compañeras, hermanos y hermanas reunidas para el XVIII Seminario Internacional “Los Partidos y una Nueva Sociedad”,

Reciban un fraterno y revolucionario saludo de parte del Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Colombia, en especial para el Partido del Trabajo (PT) de México, anfitrión de este importante evento.

Esperamos que los debates y deliberaciones de este encuentro lleguen a buen a puerto.

Compañeros y compañeras: Nuevamente, Colombia se encuentra inmersa en un proceso de diálogo entre el movimiento insurgente y el gobierno. Este es el séptimo proceso de paz que se ha dado desde 1982, y ninguno de ellos ha logrado la superación del conflicto armado. ¿Qué impidió que estos procesos consumaran una paz duradera con justicia social?

Para el ELN, las razones son esencialmente dos:

1) El estado siempre ha insistido en tratar el conflicto armado sin tocar el conflicto social, económico y político que lo originó. Iguala la paz con la pacificación, e identifica la convivencia pacífica con el silenciamiento de los fusiles.

Mientras que la insistencia de la insurgencia, y en particular el ELN, es que tratar el componente militar, sin tratar las profundas raíces sociales y políticas de nuestra guerra de más de 50 años, es algo profundamente ilusorio.

El gobierno colombiano insiste en que las reformas sociales sean abordadas una vez que la guerrilla se desarme, se desmovilice y se legalice, y bregue por resolver los problemas críticos del país dentro del marco institucional existente.

2) La paz tiene que ser una construcción social y colectiva. Por ello, la participación decisoria y protagónica de la sociedad es un asunto determinante.

Ha sido la sociedad colombiana que ha puesto la mayor parte de las víctimas de este conflicto y tiene todo derecho a su lugar, en igualdad de condiciones, en un proceso de diálogo entre la guerrilla y el gobierno.

La clase dominante, al reducir el conflicto a su arista militar, se ha rehusado siempre a permitir que la voz, las inquietudes y las propuestas del pueblo tengan espacio, pues su modelo democrático opera sobre la base de exclusión, y no la inclusión, de las mayorías.

Para el ELN, tiene que haber una unidad y congruencia entre medios y fines. Un proceso de paz democrático tendrá un desenlace democrático; un proceso excluyente, producirá acuerdos excluyentes.

El gobierno de Juan Manuel Santos ha dicho que en una mesa de diálogo no se tocará modelo económico, ni el ordenamiento territorial, ni la institucionalidad del estado, ni el modelo democrático, ni las fuerzas armadas. Entonces, nosotros como ELN nos preguntamos: ¿Qué se tocará?

Recordemos que Colombia se encuentra entre los países más desiguales del mundo; con una clase dominante que se mantiene en el poder a través del exterminio físico de la oposición, combinado con el exterminio político, como sucedió en el pasado con la Unión Patriótica y como ha sucedido en la actualidad con la exsenadora Piedad Córdoba y el alcalde de Bogotá Gustavo Petro.

El modelo de desarrollo de la oligarquía consiste en apertura a la inversión de multinacionales en el extractivismo, la firma de tratados de libre comercio, el despoblamiento del campo para crear un mercado de tierras y su subsecuente extranjerización.

Lo que el establecimiento colombiano aspira con una negociación de paz es la desmovilización de la guerrilla con el fin de liberar territorios estratégicos, actualmente bajo control del ELN y las FARC-EP, para el saqueo y explotación capitalista más rapaz.

El modelo de económico de la oligarquía colombiana es un camino que solo llevará a mayor empobrecimiento, mayor desplazamiento del campesinado, mayor concentración de tierra, destrucción y envenenamiento de la naturaleza y mayor restricción de la democracia. Es un camino que inevitablemente conducirá a mayores violencias, mayor marginamiento y mayor destrucción del tejido social.

Negociar la paz para que todo quede igual, no es una opción para el ELN. La responsabilidad que tenemos ante el pueblo, el país y la historia es que un proceso de paz debe dar como fruto – mínimamente - una situación mejor que la anterior, que al menos se vislumbre en el horizonte de aquel mundo mejor posible con el que soñamos tantos y tantas colombianas y colombianos. De lo que no podemos permitirnos es ser cómplices de una situación peor que la actual. El ELN no lo hará. Es un asunto de principios, es un asunto de ética revolucionaria.

Un llamado al acompañamiento internacional

Compañeros y compañeras: La lucha por la solución política al conflicto colombiano es un asunto de relevancia estratégica para todos los procesos de cambio que viene en caminándose en la región. La guerra de Colombia – que lleva más de cinco décadas - es la única de Nuestra América y una de las más antiguas del mundo.

El proceso de paz actualmente encaminado con nuestros hermanos de las FARC-EP, y una eventual mesa de diálogo con el ELN, requiere de mayor acompañamiento internacional que lo que actualmente existe. El proceso de paz de Colombia adolece de soledad, y necesita del concurso de las fuerzas revolucionarias, progresistas y democráticas de Nuestra América y del mundo.

El fin de la guerra de Colombia – más no el fin de la guerrilla – es un asunto medular para el avance del proyecto liberador nuestramericano encabezado por la Revolución Bolivariana. El Comandante Hugo Chávez Frías tenía la Paz de Colombia como uno de sus máximos sueños y en honor a su memoria y su legado, el ELN hace un llamado para todos y todas nos comprometamos con hacer realidad ese sueño.

El movimiento social y popular de Colombia experimenta un renacimiento desde el 2010. Como nunca antes, se construyen plataformas unitarias como el Congreso de los Pueblos y la Marcha Patriótica, logrando grandes movilizaciones, como demostró la lucha estudiantil de 2011 y los heroicos paros campesinos del Catatumbo, el Paro Agrario Nacional en el 2013 y recientemente, la Cumbre Agraria, Étnica y Popular de marzo 2014.

El movimiento social y popular - más aún que el movimiento guerrillero - ha sido objeto de la campaña de exterminio y muerte de la oligarquía. Ha sido sistemáticamente descabezado en todos los periodos históricos de Colombia, y sus logros actuales deben valorarse en ese contexto.
Y por ello también requiere del acompañamiento solidario e internacionalista de las fuerzas de izquierda de Nuestra América y el mundo. No se puede permitir que se repita otro genocidio contra las fuerzas populares de Colombia.

La unidad revolucionaria entre el ELN y las FARC-EP

Después de 23 años, cuando se realizó la Primer Cumbre de Comandantes en el marco de la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar (CGSB), en junio 2013 se realizó una Cumbre de Comandantes entre las máximas jefaturas de las FARC-EP y el ELN. En ella trazamos se declaró oficialmente superado el conflicto que bochornosamente minaba la unidad revolucionaria y guerrillera, tan necesaria para enfrentar a un enemigo tan poderoso.

Igualmente, trazamos los ejes estratégicos del accionar unitario en materia política y militar, como también en función de la lucha por la paz duradera con justicia social.

Finalmente, compañeros y compañeras, queremos informarles que, junto con nuestros hermanos de las FARC-EP, estamos prontos de cumplir el aniversario 50 de nuestro alzamiento en armas. Medio siglo de haber resistido contra lo que es hoy el ejército más numeroso y poderoso del continente, que cuenta con el apoyo incondicional de Estados Unidos y de Israel, no es un asunto minúsculo y esperamos que nos acompañen en las celebraciones y conmemoraciones de nuestros respectivos aniversarios, ya que formamos parte del acervo (torrente) nuestramericano y mundial de resistencia y lucha revolucionaria.

Muchas gracias.

Montañas de Colombia

Nicolás Rodríguez Bautista
Primer Comandante, ELN

Marzo 2014