Elecciones y movilización popular: escenario actual de la lucha de clases

ELECCIONES Y MOVILIZACIÓN POPULAR: ESCENARIO ACTUAL DE LA LUCHA DE CLASES

No ha pasado aún un mes desde las pasadas elecciones parlamentarias en Colombia, cuando ya se vive el ambiente de las elecciones presidenciales que definirán el rumbo del país desde la institucionalidad para los próximos 4 años. En medio de este escenario electoral aparece con vital importancia el espacio de diálogo entre la insurgencia y el gobierno en la Habana que aunque resuene en los medios con esperanza, va reflejando cada día el talante criminal y despótico de la oligarquía colombiana. A esta coyuntura pareciera reducirse la realidad del país; sin embargo este momento reviste significativa importancia ya que como pocas veces en la historia de Colombia, en medio de los afanes electorales del gobierno y sus triquiñuelas ante la paz, aparece el movimiento popular alzando su voz, exigiendo y construyendo un nuevo país. Estos elementos son la clave para comprender el actual escenario de la lucha de clases en nuestro suelo patrio.

Las elecciones parlamentarias del pasado 9 de Marzo, reflejan que el país sigue siendo el mismo de siempre, por lo menos en lo relacionado con los espacios de poder institucional, que siguen controlados por las clases dominantes oligarcas centenarias de nuestra Colombia. Los partidos de la ultraderecha y la derecha, de clara alineación pro imperialista, neoliberal y criminal siguen rigiendo nuestros destinos de manera inobjetable. Las clases dominantes lograron el 92% de la votación. Es la cifra que da al sumar lo del Partido de la U, el conservador, el Liberal, el de Uribe mal llamado "Centro Democrático", Cambio radical y el de Opción ciudadana, antiguo PIN (expresión cínica del paramilitarismo). Las fuerzas de izquierda y de Centro, sólo llegaron al 8%, en representación del Polo y la Alianza Verde, aunque varios de los parlamentarios de esta colectividad son afines a Enrique Peñalosa, candidato presidencial de la misma, quien a la vez es una figura clave del uribismo, o como dicen los jugadores de poker "un as bajo la manga". La Unión Patriótica, como expresión de la izquierda estigmatizada, criminalizada y perseguida no logró ningún tipo de escaño en el parlamento.

Los medios de comunicación masiva, alineados al gran capital, se empeñan en hacerle creer a todos los colombianos y colombianas que Uribe es la oposición al gobierno y que pese a no arrasar en las elecciones va a ser un duro contrincante para el gobierno de Santos y su "Unidad Nacional". Con ello los medios ocultan que en realidad, la alianza de la oligarquía alrededor de Juan Manuel santos y su "unidad nacional" seguirá siendo mayoría tanto en la cámara de representantes como en el Senado y más aún se empeñan esos grandes medios en vendernos una falsa disputa entre Santos y Uribe, cuando ambos, aunque con matices distintos, representan los intereses del gran capital neoliberal, trasnacional y mafioso que nos gobierna desde hace décadas. Si bien, Álvaro Uribe Vélez puede considerarse un personaje construido por las mafias con una ideología claramente fascista, ligado al paramilitarismo, a los carteles de la droga y al pentágono, Juan Manuel santos, con su pinta de gran señor formado en clubes sociales y prestigiosas universidades no por ser más "decente" es menos peligroso pues gobierna también para los intereses de su clase, en favor del capital trasnacional, del sector financiero y administra un Estado que ha ido incorporando todas las connotaciones del fascismo durante los últimos años. Por ello, más allá de lo que pregonan los medios masivos de comunicación de la oligarquía, en cuanto a las "peleas" de estos dos personajes y los sectores que representan, los pueblos no deben dejarse engañar y atrapar en el novelón que nos han montado con el único propósito de mantener el poder en la clase dominante. Tan perverso es el asunto, que se ha desdibujado a la verdadera oposición y así se garantiza que la gente incauta respalde solo a los sectores que estos dos tipos representan, que aunque tengan sus diferencias y se muestren divididos, siempre sumarán fuerzas contra las clases populares.

Es por ello, que el reto para el movimiento social es la unidad popular y revolucionaria. Como ya lo decíamos los resultados electorales para las opciones de izquierda y progresistas en las parlamentarias no fueron las mejores, aunque debe reconocerse el compromiso y el tesón de quienes llegaron al Senado y cámara desde estos sectores, pues en su pasado parlamentario y en las luchas sociales han dado muestra de su convicción y compromiso de clase con los sectores populares. A ello se suma la decisión de algunos sectores de la izquierda y centro por apostarle a una candidatura unificada a la presidencia, que aunque no exprese el sentir de todo el campo popular, es un avance significativo para propiciar una gobernabilidad distinta a la del gran capital. Sin embargo, en este escenario electoral no todo está claro para la izquierda y los sectores democráticos, pues también se perciben expresiones hacia el voto en blanco o hacia un abstencionismo activo como rechazo y descontento con la falacia democrática burguesa que ha quedado en evidencia con la destitución del alcalde de Bogotá Gustavo Petro, quien habiendo renunciado a la lucha armada se inclinó por las reglas de juego burguesas y todas las puertas le han sido cerradas. ¿Es esa la paz que quieren los ricos para Colombia? ¿Acaso, esperan las clases dominantes que quienes estamos alzados en armas nos reduzcamos a la lucha política bajo las reglas de su falsa democracia?

Sin embargo, aunque el escenario de la lucha electoral aparezca hoy como un espacio importante para la lucha de clases, no es solo allí o principalmente en este donde se da la disputa por el poder. La movilización popular viene creciendo por lo menos en los últimos dos años, y lo ha expresado la Mane de los estudiantes, los paros cafeteros, mineros y agrarios del año anterior, las luchas por el territorio, el agua, los bienes naturales y la vida a lo largo y ancho del país. y lo ha mostrado recientemente la Cumbre Agraria, Campesina, Étnica y Popular que permitió que miles de hombres y mujeres se encontraran para rechazar el modelo de despojo y muerte del gobierno y proponer alternativas desde las mismas comunidades; lo mostrará el Foro urbano Popular y con mayor fuerza las futuras movilizaciones. Este es el descontento del pueblo, descontento que cada vez más da pasos importantes para ser cohesionado, para estar unido por una nueva Colombia. Se van superando obstáculos y la unidad popular parece cada vez más cercana, así como cada vez más lo es la unidad insurgente, porque la consigna histórica del "Pueblo unido, jamás será vencido" puede dejar de ser retórica si en la práctica se dan los pasos que corresponden dar.

Y es desde esta unidad popular que viene gestándose con mujeres y hombres, niños y niñas, campesinas, obreros, estudiantes, madres comunitarias, transportadores, intelectuales, habitantes urbanos y rurales, es desde esta unidad que se exige y se construyen los cambios verdaderos y estructurales para superar la larga noche de violencia. Es desde estas múltiples voces que se construye la verdadera paz, así las clases dominantes, los oligarcas de siempre, se nieguen a escuchar las voces y a aplastar las alternativas y pretendan seguir sometiéndonos a su paz macabra, la paz de los resignados, lo que ellos llaman pacificación.

Por ello reconocemos y saludamos el grito de rebeldía que los hasta hoy vencidos de Colombia vienen levantando y reiteramos que la Unidad es parte de victoria y posibilidad de futuro, un futuro que han dse construir todas y todos, un futuro de nación, paz y equidad, que se construye en las calles, en las carreteras, en los escenarios institucionales y por fuera de ellos. Un futuro para el cual las armas, los ideales, los hombres y mujeres del Ejército de Liberación Nacional siempre hemos estado trabajando y por el cual en el presente seguimos en pie.

Conducción Frente de Guerra Central

Ejército de Liberación Nacional

Colombia para los trabajadores
Ni Un paso Atrás… Liberación o Muerte