A los Movimientos Sociales hacia el Alba

Saludo enviado a la reunión de articulación celebrada en Caracas, entre el 4 y el 8 de abril:

A los Movimientos Sociales hacia el Alba

Compañeras y compañeros de los movimientos sociales de Nuestra América rebelde.

Reciban un cálido y fraterno saludo de parte del Ejército de Liberación Nacional (ELN), deseándoles que todos los acuerdos de esta importante reunión lleguen a buen puerto. Asimismo, esperamos que la Plataforma política programática de la Primera Asamblea Continental de mayo 2013, siga ganando fuerza y se materialice en el accionar continental, articulado y solidario.

El ELN, desde nuestra genealogía internacionalista y latinomericanista, compartimos el ideario de lucha por la liberación de los pueblos de Nuestra América, por la segunda y definitiva independencia de la Patria Grande y por un socialismo auténticamente nuestramericano.

Asimismo, las mujeres y hombres del ELN tenemos claro que la unidad y articulación desde abajo, desde los pueblos, desde los sujetos populares y sociales, es una condición sine qua non para la consolidación del proyecto de liberación continental.

Compañeras y compañeros:

Colombia se encuentra nuevamente en la disputa entre la guerra y la paz. Está en juego la posibilidad de poner fin a la única guerra de Nuestra América y una de las más antiguas del mundo.

Desde el año 1982, han acontecido 8 procesos de paz, pasando por 7 gobiernos diferentes. Ninguno logró conquistar una paz justa y duradera. ¿Por qué? Porque los sucesivos gobiernos equiparan la paz con la pacificación, el fin de la guerra con el fin de la guerrilla, la paz con el silenciamiento de los fusiles.

Reiteradamente, los sucesivos gobiernos insisten en tratar el componente militar del conflicto e ignorar las causas sociales, políticas y económicas que lo generaron. Como tal, han bregado limitar los procesos de paz a un asunto entre guerrilla y gobierno, cuando le compete al conjunto del pueblo colombiano, en particular a aquellas voces que históricamente han sido silenciadas y marginadas: las de los trabajadores, indígenas y afro colombianos, campesinos, obreros, mujeres y comunidades LGTB. Es por eso que el ELN ha insistido – y seguirá insistiendo - en un proceso de paz donde la sociedad juegue un papel protagónico y decisivo.

Convencidos estamos que la paz de Colombia cobra un valor estratégico para el proyecto de emancipación de Nuestra América, y el acompañamiento de los movimientos sociales y de los gobiernos alternativos de Nuestra América es vital en nuestra lucha por conquistar una paz con justicia social.

Nos remitimos a las conclusiones de la Asamblea Continental de Movimientos, donde enuncia el propósito de: “Apoyar y acompañar al movimiento social y popular colombiano en su movilización por la paz con justicia social, en el proceso de Paz de Colombia.”

Hoy, más que nunca, la solidaridad política de los movimientos sociales de Nuestra América para con la lucha por la paz en Colombia, se vuelve determinante.

La guerra que desarrolla el régimen colombiano no es contra el ELN y las FARC solamente; se desarrolla contra el conjunto del movimiento social y popular. Los 30 activistas asesinados de la Marcha Patriótica, es una fiel muestra de que los aparatos de terrorismo de Estado y paramilitarismo siguen intactos. Los pueblos de Nuestra América no pueden permitir que se repita otro genocidio contra el pueblo colombiano, como ocurrió en las décadas de los 80s y 90s, dejando una estela de millones de desplazados y decenas de miles de asesinados, desaparecidos y encarcelados por toda nuestra patria. La solidaridad continental de los movimientos será determinante para que esto no vuelva a suceder.

Los vientos de unidad que actualmente acercan al ELN y las FARC, así como los vientos de unidad popular que se manifestaron en la reciente Cumbre Agraria, Étnica y Popular, y su Plataforma por una Colombia nueva, muestran el camino de lucha y liberación, que hemos de recorrer las colombianas y los colombianos de buen corazón, para pulsar en sintonía con los caminos de lucha de los movimientos del continente.

Finalmente, queremos informarles que, junto con nuestros hermanos de las FARC, estamos prontos de cumplir el aniversario 50 de nuestro alzamiento en armas. Medio siglo de haber resistido contra lo que es hoy el ejército más numeroso y poderoso del continente, que cuenta con el apoyo incondicional de Estados Unidos y de Israel, no es un asunto minúsculo y esperamos que nos acompañen en las celebraciones y conmemoraciones de nuestros respectivos aniversarios, ya que formamos parte del acervo nuestramericano de resistencia y lucha revolucionaria.

Cerramos este saludo con el pensamiento del sabio revolucionario nuestramericano, Paulo Freire:

“Nadie libera a nadie, y nadie se libera solo; los pueblos se liberan en comunión.”

Desde las montañas de Colombia,

Nicolás Rodríguez Bautista
Primer Comandante del ELN

¡Colombia Para los Trabajadores!
¡Ni un paso atrás. Liberación o muerte!