De un anarquista al Subcomandante Marcos

[Esta carta se hizo como respuesta a la reciente declaración (http://enlacezapatista.ezln.org.mx/2013/11/03/malas-y-no-tan-malas-noticias/) del Subcomandante Marcos, en nombre del EZLN, en referencia al anarquismo y l@s anarquistas.]



"¿Qué es un hombre rebelde? Un hombre que dice que no. Pero si se niega, no renuncia: es además un hombre que dice que sí desde su primer movimiento".
Albert Camus, El Hombre Rebelde (1951)



Subcomandante Insurgente Marcos
Ejército Zapatista de Liberación Nacional
Chiapas, México

Disculpará Ud. que le haga llegar la presente por medios indirectos, hasta la fecha carezco (y me parece que Ud. también) de un apartado postal o dirección electrónica permanente. Aclaro que suscribo esta misiva a título de solitario-solidario, en descargo de las responsabilidades que mantengo como integrante de las Milicias Insurgentes – Ricardo Flores Magón.

Disculpará también que comience dedicándole una cita tomada de la carta que Pierre Joseph Proudhon le dirigió a Karl Marx: “no le prometo escribirle mucho ni con frecuencia; ocupaciones de toda índole, junto a una pereza natural, no me permiten esos esfuerzos epistolares”[1]. Le escribo porque me sentí aludido en su reciente comunicado donde se refiere a quienes militamos y nos reivindicamos como anarquistas, y aunque no tengo ningún interés en responder a “las críticas y acusaciones en los medios de paga”[2], quisiera distraer su atención para externarle algunas de mis inquietudes.

Emma Goldman hacía referencia al anarquismo como la única filosofía que devuelve a la persona la consciencia de sí misma, retándola a pensar, a investigar, a analizar cada proposición; quizás por eso Goldman también sentenciaba que el anarquismo necesariamente debe topar con la ignorancia y el envenenado rechazo del mundo que pretende reconstruir[3]; así que no es de extrañar el desprecio, la pretensión de hacer escarnio y la andanada de vilipendios contra nosotros los anarquistas. En correspondencia, Goldman clarifica que la organización anarquista, lejos de representar el caos y la violencia, se presenta como resultado de la fusión natural de los intereses comunes, producidos mediante la adhesión voluntaria, como una condición fundamental para cimentar la vida social[4].

Por otro lado, Piotr Kropotkin ha declarado, por adelantado, que los anarquistas renunciamos a tratar a los demás como nosotros no quisiéramos ser tratados por ellos[5]; al respecto no es necesario dar demasiadas explicaciones, ya que como bien lo decía Kropotkin: “es fácil el ser uno breve al dirigirse a vosotros jóvenes del pueblo; la fuerza misma de las cosas os impele a ser anarquistas”[6].

Entiendo Subcomandante Marcos que conoce Ud. la complejidad inherente al fomento de la participación política desde una perspectiva ácrata, mientras se organiza su defensa ante el embate de las armas. Ud. sabe que dicha complejidad no implica necesariamente una contradicción infranqueable, ya que la misma moral anarquista es capaz de resolver la paradoja. Ud. forma parte de un ejército de mujeres y hombres libres que han logrado sus aspiraciones como pueblos indios, sin abandonar una disciplina que permite cumplir con objetivos militares específicos. Ud. también es sabedor de la enorme dificultad que implica transmitirle a otros estas competencias; en eso es que andan ahora los zapatistas, en generar espacios para el intercambio de estos conocimientos con la sociedad civil, según tengo entendido.

¡Enhorabuena!, sobre algunas de estas cuestiones reflexionaba Plotino C. Rhodakanaty cuando se preguntaba cuál es el objeto más elevado y razonable al que pueda consagrarse la inteligencia humana, respondiendo que dicho objeto debe centrarse en la realización de la asociación universal, de individuos y de pueblos, para el cumplimiento de los destinos terrestres de la humanidad[7]. Me resulta muy valioso el esfuerzo zapatista por sintetizar sus propias reflexiones en un proceso formativo, abierto y plural.

Sin embargo, la motivación de escribirle no es para reivindicar posturas, mi propósito tiene que ver con una franca provocación. En estos tiempos críticos que estamos viviendo, me permito cuestionarle a Ud. si es necesario ahondar en las diferencias que nos apartan, en lugar de conocer hasta dónde las coincidencias que nos identifican son suficientemente más convincentes, como para seguirnos acercando.

Dicho de otra manera, a pesar de las traiciones de las “izquierdas” partidistas, del oportunismo y protagonismo de supuestos líderes sociales y del embate implacable del enemigo, le pregunto si considera Ud. vigentes los principios que sostenía Mijaíl Bakunin sobre la autodeterminación, en donde cada uno es para todos, como todos son para cada uno[8]. Porque de ser así le estaré muy agradecido de que pueda describirme los mecanismos concretos que propone Ud. para poder alcanzar la libertad de todos, sin que otros se sientan amenazadas en su libertad, en medio del conflicto armado que se generaliza por todo el territorio nacional.

Le confieso que me siento convocado cuando Ud. extiende una invitación para aprender en la escuela zapatista, tanto como me siento llamado a portar un listón tricolor, a apagar la luz los sábados y a asistir a las acciones de resistencia civil que miles de ciudadanos impulsan a través del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) para rechazar las reformas del mal gobierno. Al igual que considero pertinente el llamado de algunos jerarcas de la iglesia católica, intelectuales y políticos para conformar la Unidad Patriótica por el Rescate de la Nación, tanto como veo urgente atender las convocatorias del magisterio democrático para emprender medidas contundentes en rechazo a la reforma educativa y para disuadir la represión.

Proudhon señalaba que en la imaginación del pueblo, la política, del mismo modo que la moral, es una mitología y como tal supone ídolos. Advertía además que quienes discutan o contradigan a dichos ídolos, pero sobre todo quienes regateen su poder, serán tratados de sacrílegos[9]. Me gustaría preguntarle, con auténtico interés, dónde podría yo informarme acerca del Programa Nacional de Lucha que resultaría de la Otra Campaña, aquella que Ud. anunció en 2006, presentándola como alternativa a las campañas de aquellos mentados ídolos.

Le pregunto todo esto porque me encuentro sumergido en un profundo pesar que viene de la sangre derramada por cientos de miles de compatriotas asesinados. Por ello, le expongo además mi expectativa de que pueda Ud. propalar el llamamiento del Ejército Popular Revolucionario (EPR) para erradicar absolutamente las causas que permiten la desaparición forzada de personas en México.

Retomo lo que expresara Errico Malatesta en relación a la necesidad de seguir luchando por la anarquía y por el socialismo, porque la anarquía y el socialismo deben tener una acción inmediata; mi experiencia personal en múltiples derrotas da cuenta de la invencibilidad de dichos argumentos: “si hoy caemos sin arriar nuestra bandera, podemos estar seguros de la victoria de mañana”; aunque para vivir y lograr esa victoria no es necesario renunciar a las mismísimas razones que nos dan vida y distorsionar su carácter grandioso[10].

En circunstancias no muy distantes a las que hoy padecemos en México, los amigos de Durruti, durante la guerra civil española, llamaban a “la constitución de una Junta revolucionaria”[11]. Entiendo de las enormes dificultades que actualmente se enfrentan para consolidar espacios donde podamos concurrir los diferentes grupos e individuos que nos oponemos al despojo y el saqueo en nuestros territorios, es por esto que por último quiero preguntarle, de qué manera considera Ud. que podamos colaborar para facilitar el encuentro, la discusión y la coordinación táctica entre los movimientos sociales, sindicatos, organizaciones (civiles y armadas), colectivos e individualidades que buscamos contribuir a la autodefensa de nuestra Soberanía.

La historia no ha comenzado todavía, nos hallamos aún en el último período de la prehistoria. Al igual que Bartolomeo Vanzetti estoy convencido de que el progreso y el cambio serán determinados por la inteligencia y la mutua comprensión. Si no llegamos a acercarnos a ese ideal, no habremos obtenido nada efectivo[12].

Subcomandante Marcos no tengo que insistir en lo que ya está dicho, por mi parte seguiré esforzándome en tratar de que todos nos entiendan, quizás así, como sugería Malatesta, nos encontremos con menos dificultades y triunfemos como anarquistas, por la anarquía[13]. Me despido citando a Ricardo Flores Magón, esperando que “cada uno haga esfuerzos para dar su opinión sobre lo que es preciso hacer para alcanzar el logro de nuestras aspiraciones, que no son otras que la libertad de todos fundada en la libertad de cada uno; el bienestar de todos, fundado en el bienestar de cada uno”[14].

Vale, espero su respuesta.
¡Salud y anarquía compañero!

"La palabra como medio para unificar tendencias, la acción como forma de cambiar y establecer la vida"
"Instruid al cerebro para hacer efectivo el golpe del brazo, armad al brazo para proteger contra las armas las concepciones del cerebro"

Capitán Guillermo
Milicias Insurgentes – Ricardo Flores Magón (MI-RFM)
Poyauhtlan, Anáhuac.

P.s. si el texto no cabe en la cuartilla, tenga Ud. la amabilidad de hacer más chiquita la letra hasta que le quepa, gracias.

Referencias:
[1]Carta de Pierre Joseph Proudhon a Karl Marx, 17 de mayo de 1846.
[2]Subcomandante Marcos, Malas y no tan malas noticias, noviembre de 2013.
[3]Emma Goldman, Anarquismo: lo que realmente significa, 1910.
[4]Emma Goldman, En lo que yo creo, 1908.
[5]Piotr Kropotkin, La moral anarquista, Cap. VI, 1897.
[6]Piotr Kropotkin, A los jóvenes, Cap. III, 1880.
[7]Plotino C. Rhodakanaty, La cartilla socialista-republicana, Lección I. Del problema social, 1883.
[8]Mijaíl Bakunin, Catecismo Revolucionario, Apartado II, 1866.
[9]Pierre-Joseph Proudhon, El Principio Federativo, Federalismo Político: Eficacia de la garantía federal, 1863.
[10]Errico Malatesta, La anarquía, 1891.
[11]Los Amigos de Durruti, Hacia una nueva revolución, 1938.
[12]Bartolomeo Vanzetti, Historia de la Vida de un Proletario, 1921.
[13]Errico Malatesta, Sobre la responsabilidad colectiva, 1930.
[14]Ricardo Flores Magón, Los jefes, publicado en el periódico Regeneración del día 15 de junio de 1912.

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Tomado de alasbarricadas.org
(http://www.alasbarricadas.org/noticias/node/26841)