Carta abierta a Oscar Iván Zuluaga, candidato a la Presidencia de la República

Doctor:
OSCAR IVAN ZULUAGA
Candidato a la Presidencia de la República

Compatriota:

Con relación a la pasada tregua unilateral declarada conjuntamente por las FARC-EP y el ELN en consideración a la primera vuelta del certamen electoral a la Presidencia, conocimos de parte suya unas declaraciones apasionadas en las que rechazó categóricamente nuestra actitud, acusándonos entre otras cosas de que íbamos a cesar por unos cuantos días de cometer crímenes aborrecibles como la utilización de niños como correos bombas para golpear a las fuerzas militares.

Entendimos que se refería usted a los hechos acaecidos en el caserío de Chilvi, en jurisdicción de Tumaco, en los que dos niños resultados afectados por la explosión de una granada lanzada por un miliciano contra unidades militares aposentadas en el parque central de esa localidad. Queríamos aclararle que de acuerdo con la minuciosa investigación realizada por orden nuestra sobre esos hechos, está perfectamente claro que tras la inspección del terreno donde se hallaba el objetivo, los milicianos comprobaron que los soldados se hallaban completamente solos en el lugar.

Una vez arrojada la granada contra el grupo de militares, los dos menores salieron de una de las viviendas aledañas, corriendo hacia el parque ocupado por la tropa, produciéndose la fatal coincidencia de que la granada explotara en el mismo instante en que pasaban frente a los uniformados. Al acudir la Policía al sitio, su comandante tuvo la idea malintencionada de adjudicar a los menores el porte del explosivo, ordenando que se les negara cualquier tipo de atención, ignorando la angustia y el dolor de sus familias que suplicaban por ellos.

Tras las nefastas consecuencias acarreadas por la negación del más elemental sentido de humanidad por parte de las autoridades, la suerte de aquellos niños ya no la lloran sino sus dolientes. Lo importante era usar su desgracia para despotricar calumniosamente contra las FARC y mover una parte del electorado a su favor. Al tiempo que despreciar cualquier gesto de paz por parte de los adversarios políticos. Es triste y grave que tras cincuenta años de desangre nacional, importantes sectores de la dirigencia política sigan azuzando irresponsablemente la guerra.

Siempre hemos sido los primeros en plantear la solución política al conflicto colombiano. Jamás hemos rechazado la invitación a dialogar en esa dirección por parte de ningún gobierno, sobre la base de que sean atendidas las causas que dieron origen a la guerra. Por eso, por encima de las órdenes y declaraciones de los más altos funcionarios del Estado que disponen nuestro exterminio, no vacilamos en manifestar nuestra disposición a un cese el fuego bilateral, declarando incluso de modo unilateral la cesación temporal del fuego.

El odio constituye el peor de los consejeros. Todo el mundo en Colombia sabe, que existe en nuestro país un sector profundamente enraizado con la práctica de la violencia y la guerra cuando se trata de atender los problemas y contradicciones económicas y sociales. Hacemos parte de la inmensa mayoría de colombianos que trabaja por aislar y derrotar esa tendencia que tanto mal le ha hecho al país, y que tantas amarguras ha originado en sucesivas generaciones de nacionales. Sabemos de su inspiración uribista, pero también que el Presidente Santos la tuvo igual.

Por esa razón hemos querido comunicar al país, por su intermedio, nuestra decisión de volver a declarar un cese unilateral de fuego con ocasión de la segunda vuelta de las elecciones a la Presidencia de la República. Las condiciones de la guerra y el asedio permanente por parte de nuestros adversarios, no nos permiten siempre la agilidad en las comunicaciones con las organizaciones hermanas como el ELN. Así que aunque nuestro deseo es hacerlo conjuntamente, nos vemos obligados, por la premura del tiempo, a obrar de manera solitaria.

Jamás perderemos la esperanza de que gestos de esta naturaleza sean valorados en su sencilla y verdadera significación. Creemos, con la mayoría del país, que ya está bien de tanta bilis sanguinaria. Colombia, por obra de la paz, puede ser un país extraordinario. Vale la pena considerarlo. Nuestras unidades están enteradas de la suspensión de acciones ofensivas contra las fuerzas enemigas y la infraestructura estatal a partir de las 00:00 horas del día lunes 9 de junio, y hasta las 24:00 horas del día 30 de junio de 2014. Ahora usted y el país también.

Atentamente,

TIMOLEÓN JIMÉNEZ
Comandante del Estado Mayor Central de las FARC-EP

Montañas de Colombia, 7 de junio de 2014.