Carta de Araceli Romo a su hija Marcelita

Amada y recordada hija:

¿Cómo estás?, quedé preocupada, porque supe que te habías enfermado y me sentí mal al no poder estar contigo, pero siempre estoy pendiente de lo que te pasa y pensando en cómo estás, aunque no siempre sepa las cosas muy a tiempo.

Marcelita, te escribo así, porque he sabido que eres inteligente y que ya sabes leer. Quiero que sepas que te echo de menos y que te sigo amando. Nada llena ese huequito que dejaste al no poder tenerte conmigo. Sólo tengo tu recuerdo, tus risas, y tu linda carita que siempre veo en las fotos que guardo de ti.

Hija, para la mamá no fue fácil tomar la decisión de dejarte con los abuelos, sufrí y sufro mucho. Quisiera estar contigo, cuidarte como lo hice desde antes que nacieras hasta que tuviste casi tres años; pero luego la mamá tuvo que hacer, espero que entiendas, que me quieras y me recuerdes. ¿Te gustó el muñeco que te hice y te mandé la última vez? ¿Haz escuchado el caset que te envié? ¿Leíste el cuento que te hice?

Hijita, aunque sé que no voy a tener respuesta a mis cartas, igual te voy a seguir escribiendo, pués así me sentiré más cerca de tuyo. A veces cuando camino por las calles o me siento en alguna plaza, me entretengo mirando a los niños y niñas que podrían ser como tú, me gusta verlos cómo juegan y cuando están con sus padres me digo que ya llegará el momento, que ya estaré con mi hija conversando, y que por ahora trabajo por construir un futuro mejor para todos los niños como tú. El sentirme útil y aportando, hace que mi vida tenga sentido y algo de felicidad.

Te quiero mi chiquita, más adelante te voy a contar más cosas, para que sepas también cómo está la mamá; trataré de grabar un caset para escuches mi voz, pero daría cualquier cosa por escuchar la tuya, tu vocecita.

Araceli Romo*, 7 de octubre de 1988.
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Araceli Romo luchó contra la dictadura, con toda la fuerza, la entrega, y la generosidad de la mujer chilena, destacándose desde muy joven como dirigenta poblacional en el sector sur de Santiago. Esta madre joven, terminó sus días tras una explosión en el cerro de Temuco La Mariposa. Así, ella que en paradoja era casi una mariposa, muere en un día de lluvia junto al joven combatiente Pablo Vergara, a quien rendimos también un homenaje. Cabe señalar, que la bomba que los dejó desangrados en los charcos, bien pudo ser activada por un esbirro de la dictadura, fue lo que hicieron cuando quemaron a Rodrigo Rojas De Negri, dijeron que "se había autoinmolado", sólo que a la otra que quisieron asesinar también junto a él, la compañera Carmen Gloria Quintana, se salvó y pudo denunciarlos. Con Pablo Vergara y Araceli, no hubo testigos, y si fueron asesinados por un puñ de perros, como en tantos otros casos, quedarán en la impunidad.

"Poemas para Araceli Romo de su madre Amparo", "Carta de Araceli Romo a su hija Marcelita" y "Camino", fueron publicados por primera vez, en la Segunda muestra de poesía poblacional de 1989, en esa oportunidad dedicada íntegra a Araceli Romo.

Fuente: Sociedad de Escritores de Chile (SECH)