República Mexicana, 20 de Junio de 2002

AL PUEBLO DE MÉXICO.
A LOS PUEBLOS DEL MUNDO.
A LAS ORGANIZACIONES DEMOCRÁTICAS REVOLUCIONARIAS.


Han tenido que transcurrir más de cincuenta días para que el silencio cómplice, el mutismo cobarde, la negligencia estúpida y la alienación deleznable cedan espacio y lugar a los gritos de denuncia, a las voces dignas que articulan y unifican la lucha cotidiana, por la libertad de todos aquéllos que se encuentran detenidos en las cárceles como presos políticos.

Han tenido que ayunar durante más de cincuenta días el Comandante Antonio y la Coronela Aurora (dirigentes del ERPI), al lado de otros cinco presos políticos, para denunciar que el Estado y gobierno mexicanos encierran en las cárceles —en las condiciones infrahumanas más despreciables y violatorias de los más elementales derechos humanos— a los luchadores sociales y presos políticos; trátese de militares, estudiantes, campesinos, obreros o indígenas.

Han tenido que valerse del único recurso del que disponían, sus propias vidas, para mantener una lucha por la libertad inmediata e incondicional de todos y cada uno de los presos políticos que pueblan las cárceles de nuestro país, mientras los grandes delincuentes empresariales y de los partidos políticos PRI y PAN gozan de libertad e impunidad, mientras los asesinos que perpetraron las diferentes masacres de nuestro pueblo se regodean en total libertad, al amparo de caciques y gobernantes corruptos y criminales.

Han tenido que mantener más de cincuenta días de huelga de hambre para que su voz sea escuchada por quienes desde la residencia oficial de Los Pinos sólo atinan a mirar los juegos de fútbol de la selección mexicana y hacer el circo de los payasos que gritan gol, al mismo tiempo que difaman al gobierno revolucionario de Cuba por lo que jamás se exigen a sí mismos; asimismo, han tenido que elevar desde las mazmorras del Estado mexicano su exigencia de libertad porque éste se niega a reconocer la existencia de los presos políticos en nuestra patria.

Han tenido que negarse a recibir alimento durante más de cincuenta días para demostrar que “es cierto que muchos callaron cuando fueron detenidos/ pero ¡Vaya diferencia!/ ellos son los presos/ mas nunca sometidos”; por ello, pese a que el Estado y gobierno de México los encierra dentro de las cárceles para acallar sus voces, para impedir su libre movimiento, para cercenar sus sueños, para castigar su ejemplo, para doblegar su espíritu, para intimidar a nuestro pueblo y para buscar el silencio y el olvido, siguen pronunciando su palabra, continúan luchando por alcanzar sus sueños, mantienen un espíritu digno y combativo que es ejemplar al pueblo de México.

Saludamos, desde todos los rincones de la patria, la lucha de todos los presos políticos por su libertad inmediata e incondicional; convocamos al pueblo mexicano y a sus organizaciones democráticas y revolucionarias a coordinarse en torno esta lucha y obligar así al Estado y gobierno de México a liberar a los presos políticos y a respetar los derechos humanos de todos los mexicanos.

¡PRESOS POLÍTICOS, LIBERTAD!

Fraternalmente:

¡¡¡CONTRA EL NEOLIBERALISMO, EL PODER POPULAR¡¡¡

PARTIDO DEMOCRÁTICO POPULAR REVOLUCIONARIO
EJERCITO POPULAR REVOLUCIONARIO
TENDENCIA DEMOCRÁTICA REVOLUCIONARIA
PDPR-EPR-TDR

República Mexicana, 20 de Junio de 2002.