Justicia y Verdad (Frente de Guerra Central)

JUSTICIA Y VERDAD

Muy poco hemos escuchado sobre las protestas que se han dado en los últimos días contra la extradición, por rebaja de penas y por bienestar de las personas que se encuentran entre las rejas en sitios carcelarios donde padecen los pobres sindicados y condenados que están en huelga de hambre. No olvidemos que en las cárceles se pudren seres humanos que han sido privados de la libertad porque son considerados antisociales, es decir que no son del agrado de esta sociedad, asì también son considerados los dirigentes cívicos, populares, sindicales, indígenas, afrodescendientes, que con valor han denunciado los crímenes y las atrocidades cometidas a diario contra nuestro pueblo por aquellos que se creen dueños del Poder y de nuestras vidas. Los líderes populares de cualquier sector progresista, son héroes invisibles puesto que por censurar valientemente la injusticia y la violencia en que nos tiene sumidos la oligarquía, la burguesía, el capitalismo o como quiera llamarse, se hayan confinados en las mazmorras oficiales. Dignos pero sujetos al abandono y el desinterés de esta sociedad por la que lo sacrifican todo.

Los "héroes" de las fuerzas armadas, que desaparecen desde campesinos o indigentes hasta empleados de cafetería en plena Plaza de Bolívar, han violado y asesinado niñas campesinas en Arauca y en muchos otros sitios del país; Los protegen, ahora no quieren que se les condene por más de 5 años por matar y deshacerse, en falsos positivos, de indeseables desempleados o campesinos pobres, a estos mismos a quienes va dirigida la tan mencionada Justicia Transicional. Podemos caracterizarlo como paraestado, con carácter autoritario y con ánimo de control jurídico, político, económico y militar.

Recordemos que la crisis carcelaria que hoy enfrenta el país se debe a un modelo económico, político y social que deja en la marginalidad a la gran mayoría que compone este país, a esto se le suma la invisibilización que los grandes medios masivos de comunicación hacen frente a una realidad que deja de manifiesto el profundo carácter de un Estado represor, que atenta contra la libertad de expresión, opinión y pensamiento de quienes lo cuestionan y combaten.

El Proyecto de Ley, donde prioriza la privatización carcelaria que ya de hecho funciona con muchas actividades carcelarias, tal como atención publico privada (APP). Se plantean 11 nuevas cárceles, por ahora las de Tuluá, Buga y Espinal con ampliación de Aguadas con 300 cupos para un total de 15.000 cupos más, para supuestamente rebajar el 55% de hacinamiento que tienen actualmente. Llenar las cárceles es la política del Estado.

La justicia es clasista, se benefician las élites y se jode al de ruana. Las normas que se expidieron a partir de agosto de 2002 tuvieron un propósito único: proteger a los paramilitares. Esas normas no fueron expedidas para ser acogidas por las insurgencias, lo mismo que hoy día con la justicia transicional. Tan cierto es eso, que debido a que ningún frente guerrillero se desmovilizó, el Comisionado de Paz y el Ejército tuvieron que constituir falsos frentes de las FARC para luego simular su desmovilización y crear así un impacto mediático nacional e internacional, igual con la justicia transicional que va dirigida a favorecer a los militares implicados en delitos, más no para la insurgencia.

Recordemos que la mayor fosa común del continente, con 2.000 cadáveres hallada en diciembre 2009, y cuyos cadáveres son cuerpos de desaparecidos y asesinados por el ejército, como quedó evidenciado en las Audiencias públicas a testigos y familiares de desaparecidos. Así, con respecto a los homicidios supuestamente cometidos por integrantes de la fuerza pública, mal llamados falsos positivos, se puede afirmar que hay más de 4 mil miembros de las Fuerzas Armadas investigados y para quienes quieren acomodarles la llamada Justicia Transicional.

Como si fuera poco, quieren que sea la justicia gringa y no la colombiana la que tenga en sus manos a los que no sean del agrado del capitalismo, especialmente la insurgencia endilgándoles de narcotraficantes.

En nuestros ya más de 50 años de lucha frontal contra el sistema de gobierno colombiano, hemos sentido en nuestra propia piel la tragedia y el dolor que viven a diario los explotados de nuestro país. Muchos de nuestros compañeros han sido asesinados, otros desaparecidos, torturados, señalados, amenazados o privados de la libertad, compañeros muertos en las cárceles. Pero estamos convencidos hoy más que nunca del derecho a la rebelión como una obligación, un deber histórico de cualquier compatriota, no sólo nuestro.

Por todo ello, el Ejército de Liberación Nacional, desea resaltar ante la comunidad nacional, el inmenso sacrificio de miles de hombres y mujeres a quienes orgullosamente denominamos presos políticos y prisioneros de guerra.

COLOMBIA PARA LOS TRABAJADORES,
NI UN PASO ATRÁS, LIBERACIÓN O MUERTE.

CONDUCCIÒN FRENTE DE GUERRA CENTRAL JESUS DARIO CALLE CORREA.