República Mexicana, enero de 2006

A la memoria de la Comandanta Ramona, tejedora de sueños y símbolo de dignidad.

A todas las compañeras y compañeros de nuestro país:


Nosotras, las mujeres-guerrilleras, militantes y revolucionarias de la TDR-EP, queremos manifestar nuestra posición y nuestra inquietud a las mujeres de nuestro pueblo y a los hombres que aman nuestro país.

La lucha que hemos librado y la que seguimos librando no es sólo nuestra, es de todos. Hoy, hemos emprendido una tarea que para nosotras es fundamental, porque no sólo se trata de reflexionar sobre el lugar que como mujeres hemos tenido a lo largo de la historia sino de empezar a transformar ese lugar comenzando por nosotras mismas, porque hemos comprendido que no se trata de escribir discursos sino de hacer y lo primero que hay que hacer es romper con el mito de que sólo hasta que las condiciones estén dadas podremos iniciar un proceso de dignificación de la condición femenina. ¡No!, hemos empezado desde ahora y desde dentro esta transformación, para no sólo explicar y hablar de la opresión sino denunciarla y destruirla, para romper el cerco de la marginación y la descalificación.

Hemos comprendido, también, que no basta con decir que luchamos por un futuro mejor sino que hemos empezado a construirlo aquí y ahora, sin embargo no ha sido, ni será sencillo, es como avanzar a contra corriente con el agua no en la cintura sino hasta los hombros, creemos que dimos un paso y de pronto nos damos cuenta que la corriente nos regresa dos, pero seguimos empujando para que los atributos de lo masculino sobre lo femenino no sigan aceptándose como naturales.

La estructura de la Mujer dentro de nuestra organización ha enfrentado verdaderas andanadas de descontento y minimización, ha sido señalada su existencia como una especie de aberración institucional que no tiene sentido, pues cuando se habla de nuestros militantes (mujeres y hombres), se habla también de igualdad, sin embargo en la práctica es difícil que esta igualdad se concrete. Pero para esto está nuestra Estructura de la Mujer para realizar las acciones necesarias para que esa igualdad de oportunidades, de derechos, ocurra.

Nuestra experiencia histórica ha mostrado lo ineficaz de dejar a la buena voluntad la realización de los derechos y el ejercicio de la equidad y nos ha puesto en el camino de los hechos y la acción para combatir y volver ciertas estas consignas. Sabemos también que son aquellos que más critican estas situaciones los que con más frecuencia las practican y entonces hay que desenmascararlos, a ellas y a ellos. O empezamos desde ahora o nunca podrá ser ese mundo por el que peleamos.

A veces no podemos tomar la distancia necesaria para ver claro lo que ocurre y qué efectos producen nuestras acciones, sin embargo estamos seguras de que hemos caminado y que nuestros interlocutores poco a poco y con mucha dificultad han empezado a querer comprender lo que planteamos. Nos falta mucho y si alguna flaquea todas la apoyamos y somos su voz y su fuerza, porque luchamos también por la construcción de otra sentimentalidad, otra forma de comprender los lazos fraternos y revolucionarios, sin caudillos, sin discursos grandilocuentes, sin relaciones humanas fundadas en la inmediatez y el utilitarismo.

Luchamos pues por un presente y un futuro en donde nosotras dejemos de ser lo que la historia, la explotación y el capital han determinado, luchamos por una verdadera revolución en todos los ámbitos de nuestras vidas y de la vida de todos los que como nosotr@s sufren en carne propia la injusticia, la opresión, la descalificación, la marginación y la explotación.

Estructura de la Mujer
Enero de 2006


¡CONTRA EL NEOLIBERALISMO, EL PODER POPULAR¡

¡POR EL SOCIALISMO: VIVIR, LUCHAR, VENCER!

¡SER PUEBLO, HACER PUEBLO, ESTAR CON EL PUEBLO!

TENDENCIA DEMOCRÁTICA REVOLUCIONARIA-EJÉRCITO DEL PUEBLO
TDR-EP