República mexicana, 28 de junio de 2005

Al pueblo de México.
A los pueblos del mundo.


No dirigimos nuevamente hacia ustedes para recordarles que este 28 de junio se cumplirá una década de haber sido perpetrada la "Masacre de Aguas Blancas", que se cumplirá una década de que sus autores (materiales e intelectuales) siguen regodeándose en la total impunidad y los gobiernos (estatal y federal) guardan un silencio cómplice y estúpido.

Desde hace ya diez años se muestra, con harta nitidez, que la impunidad es el "destino" para los de arriba y que las leyes (estatales y federales) son un instrumento de doble cara: La protección de los poderosos y la represión de los de abajo, sus organizaciones y sus proyectos y luchas.

Una década después de "La Masacre de Aguas Blancas", el figueroísmo (insepulto, nauseabundo y redivivo), representado por "La Hiena de Huitzuco", mejor conocido como "El Perro Chato", sigue, de la mano del gobierno en turno, golpeando arteramente a los de abajo; lo dicho puede constatarse si observamos la reactivación de órdenes de aprehensión contra cientos de luchadores sociales, el incremento de los retenes militares y policíacos en todo el estado de Guerrero, el acrecentamiento de ofensivas paramilitares contra las comunidades indígenas, los campesinos ecologistas, los maestros, los estudiantes normalistas y, en general, contra toda manifestación de lucha y organización popular.

El "nuevo gobierno" en el estado de Guerrero, conducido por el perredista Zeferino Torreblanca, (compadre del criminal General Arturo Acosta Chaparro, quien dirigiera desde las alturas de un helicóptero la masacre del 28 de junio de 1995 y quien ahora se encuentra protegido y atendido a cuerpo de rey, en lujosas instalaciones del ejército federal), no ha proferido palabra alguna para comprometerse en el esclarecimiento y castigo de quienes cometieron el crimen de lessa humanidad.

Pareciera confirmarse el hecho de que el triunfo electoral de los candidatos del PRD no asegura ni garantiza el logro de los objetivos del propio movimiento popular en pos de una transformación radical de las condiciones materiales de existencia que hoy agobian a quienes habitamos nuestra nación y los estados que la conforman.

Tratándose del PRI y del PAN, no cabe la menor duda de que se han conformado en los adalides defensores de los poderosos y de los de arriba.

Ni PRI, ni PAN, ni PRD y, faltaba más, tampoco la vía electoral aseguran o garantizan la transformación radical (de raíz) de las condiciones que aquejan a la patria.

Si ello es así, veamos qué opciones tiene nuestro pueblo en esta coyuntura electoral del 2006.

No cabe la menor duda de que la geometría parte de la premisa de que la suma de los ángulos internos de un triángulo más la suma de los ángulos externo del mismo triángulo permite conformar un ángulo de 360° y que éste se representa con un circunferencia. Tampoco podemos dudar del hecho de que la circunferencia es una figura geométrica que no tiene ni principio ni fin, que cada punto que se elija tendrá otros puntos a los lados, unos a la izquierda y otros a la derecha.

El problema que se le presenta a quienes eligen un punto como referencia es definirlo, si se le define como el centro entonces los otros puntos estarán o a la derecha o a la izquierda de éste; si se le define como la izquierda, los otros estarán en el centro, a la derecha, a la ultraderecha y, desde luego a la ultra-izquierda.

¿De qué depende que unos puntos estén al centro, a la ultra-izquierda, a la derecha y a la ultra-derecha o a la izquierda?

Naturalmente de quien elige el punto.

Lo mismo puede decirse de quienes hablan geométricamente de las clase sociales, ello se muestra claro si colocamos las clase como altas, medias, bajas, media altas, baja medias, ultra-bajas, ultra-altas, etc.

La geometría nos permite colocar en algún lugar del espacio o espectro geopolítico las diferentes organizaciones que hoy se expresan en el espectro de la coyuntura y las perspectivas. Desde luego que ello demanda una condición indispensable, que quienes se erigen en los electores de los puntos del espacio se coloquen a sí mismos en un lugar y se asuman como el punto de referencia.

¿A que viene esta perorata recursiva de análisis político?

Consideramos que la respuesta derivará del hecho de responder a otras interrogantes inevitables y previas;

¿Cuál es el "estado del arte" del país en este año 2005?

¿Qué es hoy la izquierda y cual es su correlación de fuerzas en la coyuntura actual y la perspectiva a mediano plazo?

Hemos expresado en otras ocasiones, y seguimos reafirmando lo dicho (lo afirmamos y lo sostenemos) en las premisas que consideramos básicas en nuestro análisis, lo siguiente:

1° La crisis –larga y sostenida—que caracteriza el desarrollo del Modo de Producción y Reproducción de las Condiciones de Existencia en nuestro México no obedece a yerros, sesgos, o malos manejos de los diferentes gobiernos que han administrado desde 1929 el país. Pese a ser ciertas las apreciaciones que conducen a tales ideas, la crisis es estructural al propio modelo y, desde luego, la solución debe ser estructural.

2° Los diferentes gobiernos en turno (sean del PRI, PPS, PAN, PRD), desde 1929, han respondido invariablemente a los intereses de los poderosos, de los de arriba y del Imperialismo Estadounidense. Por tal razón, desde esa época han asumido la responsabilidad de administrar las políticas necesarias que aseguren el dominio de aquéllos y la represión a cualquier intento de transformar, radicalmente o no, tal estado de cosas.

3° El resultado más evidente de tales políticas ha sido invariablemente el empobrecimiento de los sectores mayoritarios de nuestra nación, el analfabetismo, la muerte por enfermedades curables y prevenibles, la exclusión de los beneficios del desarrollo científico-técnico de los sectores populares, el desempleo, la migración a las grandes ciudades y a los Estados Unidos, el hambre, la prostitución, la miseria en el campo y las ciudades, el incremento de la delincuencia y la inseguridad, etc. Al mismo tiempo, unos cuantos grupos minoritarios se han enriquecido a la sombra de este Modelo de Desarrollo y de estas formas de gobierno.

4° El pueblo, por su lado, desde la década de 1930, ha opuesto a tales políticas una constante búsqueda de organización y lucha para transformar tal estado de cosas. Desde el surgimiento del Partido Comunista Mexicano, pasando por las organizaciones político-militares, hasta nuestros días, diversas formas de lucha y organización han buscado el cambio.

5° Para enfrentar al pueblo, el Estado y los diferentes gobiernos han instrumentado diversos procedimientos de represión (asesinatos masivos y selectivos; militarización, paramilitarización y judicialización de la vida política nacional; encarcelamiento de luchadores sociales, desaparición forzada manipulación ideológica a través de los medios masivos de comunicación, etc.)

6° Estas organizaciones y formas de lucha, de una u otra manera, confrontadas unas veces y otras hermanadas, han conformado el espectro de lo que se ha definido como la izquierda, que lucha por cambiar esta situación.

7° Cuando algunos grupos u organizaciones de la propia izquierda se han asumido como los electores del punto de referencia de la circunferencia y, como resultado de ello, han descalificado a los otros puntos, se ha tenido como resultado la división de la propia izquierda y la fragmentación de una lucha unitaria.

8° Por lo que hemos dicho podemos sostener que nadie (grupo, organización o movimiento), por sí mismo, ha sido, es, ni será capaz de dirigir el movimiento popular en pos de la transformación radical de nuestro país. Si no es el propio pueblo, sirviéndose de todas sus organizaciones y formas de luchas, construyendo un poder popular en tal dirección, el cambio no será.

9° También afirmamos que una única forma de organización y de lucha como alternativa para nuestro pueblo es inviable; sostenemos que todas las formas de organización y de lucha deben promoverse para avanzar políticamente.

10° La unidad de acción, como única condición indispensable para avanzar en torno a un proyecto de nación, un nuevo constituyente, una nueva política económica, nuevas formas de organización política, una verdadera democracia (incluyente y participativa), efectivo ejercicio de las libertades (de expresión, pensamiento y acción), etc., es la opción a seguir.

11° Por otro lado, la unidad política en torno a la exigencia de la libertad inmediata e incondicional de todos y cada uno de los presos políticos y luchadores sociales (independientemente de la organización o grupo de militancia); la presentación de todos los desaparecidos políticos; el esclarecimiento de las masacres del Quemado, Acteal, Aguas Blancas, El Charco, El Bosque, etc., así como el castigo a los responsables de los crímenes de lessa humanidad cometidos el 2 de octubre del 68, el 10 de junio del 71, la "Guerra Sucia" de los 70's, el 28 de junio del 95; la exigencia del cese a la militarización en los estados de Guerrero, Chiapas y Oaxaca, es necesaria.

12° Ante la coyuntura electoral del 2006 sostenemos que la presidencia ganada por una candidatura que favorezca el proyecto que exponemos en estas tesis es deseable, pero también afirmamos que si tal candidatura no lo hace, el propio pueblo, sus formas de organización y de lucha, deberán acudir a su derrocamiento.

Como puede verse, hoy, en efecto, ningún aspirante a la candidatura presidencial por su partido político es de izquierda, ningún partido político ha planteado en su programa un proyecto como el que aquí enunciamos; sin embargo, el pueblo y sus diferentes formas de organización y de lucha, constituido en un Frente Amplio de Unidad Popular, puede plantear dicho programa de gobierno e impulsar la candidatura que se comprometa con el mismo.

En este sentido manifestamos nuestra disposición para poner nuestra fuerza y recursos en la construcción de dicho frente y en la realización de un nuevo proyecto de estado y nación incluyente, generoso y democrático.

Fuera de la unidad y poder popular, nada es garantía.

TENDENCIA DEMOCRÁTICA REVOLUCIONARIA (TDR)

¡¡¡CONTRA EL NEOLIBERALISMO, EL PODER POPULAR!!!

República mexicana, 28 de Junio de 2005.