Presidente Santos, el Acuerdo Final es posible

PRESIDENTE SANTOS, EL ACUERDO FINAL ES POSIBLE

El país y la comunidad internacional mantienen aún en la retina el apretón de manos entre Santos y Timochenko, el día en que anunciamos al mundo que se había logrado un acuerdo satisfactorio en materia de justicia. En consonancia con lo expresado con anterioridad por el Presidente colombiano, ese logro establecía que el proceso se había hecho irreversible.

Las dos partes, inspiradas por el más alentador optimismo, expresamos la voluntad de trabajar por llegar a una Acuerdo Final en el término máximo de seis meses. Yo mismo fui más allá, al advertir nuestra disposición de conseguirlo mucho antes. De allí que apareciera el 23 de marzo como la fecha en que la nación colombiana podría celebrar el histórico fin del conflicto.

Hoy nos preocupa que del lado del gobierno prospere un cierto propósito de ralentizar, de complicar el progreso en los acuerdos. El lento ritmo impuesto en la Mesa y las Subcomisiones da mucho qué pensar. Se volvieron frecuentes los aplazamientos, los pretextos y las disculpas para no cumplir los ciclos y las sesiones del modo esperado.

De pronto resultó que el acuerdo sobre justicia no podía considerarse cerrado, que lo único oficial era un comunicado. Que había que revisar una serie de temas. A una escasa semana de cumplirse dos meses del acto solemne en que se anunció el feliz acuerdo, sigue resultando imposible su cierre definitivo. Y no porque las FARC-EP hayamos desconocido una sola letra de lo aprobado.

Oímos voces que anuncian la inamovilidad del plazo fijado, como si se tratara de una condición fatal. ¿Y qué pasaría si llegado el 23 de marzo no hubiera Acuerdo Final? ¿Echaríamos por la borda lo trabajado y alcanzado durante tanto tiempo? No sería conveniente ni justo. ¿0 es que la dilación de ahora apunta a arrinconarnos a última hora para forzarnos a aceptar imposiciones?

Esa sí que sería una apuesta desastrosa. La Mesa de Conversaciones es y debe seguir siendo el espacio ideal para discutir y llegar a acuerdos, ninguna de las partes tiene el derecho a concebirla como un mecanismo para someter la otra. Hemos llegado hasta aquí porque en medio de todas las dificultades se ha fortalecido la confianza. No deberíamos afectarla de ningún modo.

No queremos que se diga que las FARC-EP estamos anunciando faltar a la palabra pactada. Por el contrario, al poner de presente las actuales trabas esperamos del gobierno nacional una actitud positiva que nos permita concluir cuanto antes con este largo conflicto. Presidente Santos, con voluntad todo acuerdo es posible. La nuestra existe y es firme, hagámosle.

TIMOLEÓN JIMÉNEZ
COMANDANTE DEL ESTADO MAYOR CENTRAL DE LAS FARC-EP

La Habana, 17 de noviembre de 2015.