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Manifiesto del Frente Revolucionario Antiimperialista (FRA) de Bolivia

APLASTEMOS LA DICTADURA FASCISTA Y FORJEMOS EL GOBIERNO DEL PUEBLO

Manifiesto del Frente Revolucionario Antiimperialista (FRA) de Bolivia

Las fuerzas de la izquierda boliviana han logrado consolidar un frente de lucha contra la dictadura fascista del coronel Hugo Banzer Suárez y han emitido desde La Paz (Bolivia), el primer manifiesto del Frente Revolucionario Antiimperialista (FRA), manifiesto que ha sido refrendado por los principales cuadros dirigentes de las organizaciones políticas de izquierda de Bolivia que han escapado de la bala asesina de la dictadura y que se encuentran por el momento en el exilio. En este frente nuevo de lucha contra la tiranía que sojuzga al pueblo boliviano, se han integrado las Fuerzas Armadas Revolucionarias, encabezadas por el mayor Ruben Sánchez Valdivia.

Pueblo de Bolivia

El golpe del 21 de agosto ha impuesto en Bolivia un gobierno fascista al servicio del imperialismo yanqui y de la antipatria.

Los objetivos del golpe fueron tanto impedir el logro de la liberación nacional consecuencia de la movilización popular, como el derrocar a un régimen democrático y antifascista. El gobierno Banzer-Selich es el fruto de una acción coordinada de la CIA y el gorilismo brasileño, los que se valieron de militares reaccionarios y vendidos, quienes contaron con la oomplicidad de FSB (Falange Socialista Boliviana) y la corrupta derecha del MNR (Movimiento Nacionalista Revolucionario).

El golpe fascista estalló porque Bolivia se había constituido para el imperialismo yanqui en un punto peligroso y ofensivo del ascenso revolucionario en América Latina. No pudo ejecutarse de un modo incruento. El sangriento asalto fue respondido con la heroica resistencia popular en La Paz, Oruro y Santa Cruz, en la que cayeron trabajadores, estudiantes, militares revolucionarios, sacerdotes progresistas y campesinos.

La dictadura es el verdugo de los bolivianos. Para sostenerse en el poder, contra la voluntad del pueblo, el régimen se vale de métodos como la masacre blanca de obreros, empleados y catedráticos; el apresamiento y la detención masivos en los campos de concentración o en el exilio; la supresión de la libertad de prensa y las demás libertades ciudadanas; la represión del movimiento religioso progresista; la clausura de las universidades v la negación del derecho a estudiar de la juventud boliviana; la supresión de la autonomía universitaria; el bombardeo de las casas de estudios; la devolución de las tierras del campesinado a los latifundistas y la violación del fuero sindical. El crimen político ha sido convertido en método de gobierno. Se inventan guerrillas para justificar el fusilamiento de presos políticos.

Estos sangrientos recursos son utilizados para consumar la entrega del país al imperialismo.

Desde el primer día, cuando los cadáveres de los combatientes todavía no estaban enterrados, los fascistas y su comparsa pagan el precio del apoyo decidido del imperialismo y el régimen gorila brasileño. Por eso se anuncia y se ejecuta: la desnacionalización del petróleo, de la comercialización de los minerales, de las colas y desmontes y la entrega del hierro del Mutum, la claudicación en el caso de mina Matilde, la entrega del antimonio y las fundiciones y la devolución de la mina Pujro.

Cuando se piensa en los muertos, fusilados y torturados, debe saberse que Banzer y Selich son sólo ejecutores de un plan cuya responsabilidad recae directamente sobre los Estados Unidos.

Patriotas:

Este gobierno no es de los bolivianos; es un régimen títere de los yanquis. Los detentadores del poder que antes. del golpe amenazaron con la desmembración sediciosa del país, hoy reparten el territorio nacional por pedazos entre los consorcios internacionales. Manos extranjeras han elaborado el golpe; el poder está ahora también en manos extranjeras.

Si es evidente que ei golpe de agosto fue dirigido contra la independencia y la soberanía nacionales, contra la libertad y los derechos fundamentales del pueblo boliviano; si es cierto, incluso, que el golpe no pudo consumarse sin la previa anulación de los sectores progresistas de las Fuerzas Armadas de la Nación que comenzaban a ocupar su puesto en el proceso de la liberación del país; si es evidente, en fin. que el golpe fue dirigido contra la decisión popular de alcanzar la liberación nacional, es por tanto innegable la necesidad de construir la unidad combatiente de todas las fuerzas revolucionarias, democráticas y progresistas, para iniciar la gran batalla en condiciones que ofrezcan una perspectiva real de poder popular y nacional.

Esta no es una lucha que pueda culminar sólo con el concurso de una parte del pueblo oprimido; esta no es una batalla que compromete el interés de un solo sector del pueblo explotado, de una sola clase, institución o partido. La lucha está planteada entre la mayoría del pueblo boliviano, hoy sometido, y la dictadura reaccionaria de Banzer. Toda forma de sectarismo es contrarrevolucionaria. Seamos dignos del sacrificio de los que el 21 de agosto cayeron en defensa de Bolivia.

La consigna irrenunciable es cerrar filas en torno al Frente Revolucionario Antiimperialista (FRA), organizados por las fuerzas combatientes en la batalla de agosto para la conquista del poder político por el pueblo. Cada fábrica, cada mina, las comunidades, ex haciendas y latifundios, serán frentes de combate del pueblo para su liberación. El pueblo no está vencido, por el contrario, está de pie.

Advertimos que las armas del combate serán aquellas que el imperialismo y la reacción nativa nos obliguen a tomar. Hoy impera en Bolivia una desatada violencia represiva. Prevenimos que ella no se impondrá impunemente, que el pueblo asumirá una respuesta de la misma dimensión que el desafío que se le hace.

No se trata solamente de arrojar a la dictadura del Palacio Quemado. Nos proponemos implantar el gobierno de los bolivianos, bajo la hegemonía del proletariado, la clase dirigente del proceso revolucionario.

Desde la clandestinidad, anunciamos que hemos constituido el Frente Revolucionario Antiimperialista, que asume desde hoy la conducción de las luchas que nos llevarán al aplastamiento de la bestia fascista y a la victoria

Todas las acciones de resistencia deben ser encaradas siguiendo las disposiciones de lucha que adopte el Frente. Cada medida en defensa del patriota perseguido, preso o desterrado; cada acción en resguardo de las defensas naturales y de la soberanía política de Bolivia; cada paso en defensa de la autonomía universitaria, de la libertad de prensa, de la vigencia del fuero sindical; toda la batalla, en suma, debe ser encarada teniendo en cuenta que el Frente Revolucionario Antiimperialista (FRA) es no sólo el instrumento para derrocar a la dictadura, sino el poder mismo, con que el pueblo implantará sus derechos y Bolivia afirmará su existencia independiente.

Llamamos a la movilización de todos los bolivianos para arrancar de las garras del gorilismo a los patriotas que agonizan en los campos de concentración y en las cárceles, para salvarlos del inminente peligro de ser fusilados.

Convocamos a todos los bolivianos, demandamos la solidaridad internacional de los partidos y movimientos revolucionarios, de las organizaciones sindicales y populares de todo el mundo, para que se unan en defensa de las poblaciones mineras, amenazadas de una inminente incursión militar. El fascismo prepara una nueva noche de San Juan. iUnámonos para impedir esta masacre!

Nuestra lucha ha comenzado. Advertimos al imperialismo y sus satélites que ninguna concesión arrancada al régimen títere —creada por ellos mismos— será reconocida por el movimiento popular. El pueblo boliviano, que jamás ha temido a los tiranos y a los rigores de la lucha, está resuelto a enfrentar cualquier tipo de batalla contra la dictadura.

Llamamos a los trabajadores, a los campesinos, a los universitarios y estudiantes, a los revolucionarios de las Fuerzas Armadas y la Policía, a los Suboficiales y Clases, a los hombres y a las mujeres de Bolivia, a integrarse y luchar en las filas del Frente Revolucionario Antiimperialista (FRA).

Guerra o muerte contra el fascismo.
Impidamos otra noche de San Juan.
Abramos las puertas de la Universidad autónoma.
Defendamos el petróleo, el huerto y las minas.
Forjemos la unidad de obreros, campesinos, estudiantes y militares revolucionarios.

La Paz, Noviembre de 1971.

Firman este manifiesto: Fuerzas Armadas Revolucionarias (Mayor Ruben Sánchez Valdivia) — Partido Comunista de Bolivia — Partido Revolucionario de Izquierda Nacional — Partido Obrero Revolucionario (Masas) — Partido Obrero Revolucionario (Combate) — Movimiento de Izquierda Revolucionario — Partido Comunista de Bolivia (Marxista Leninista) — Ejército de Liberación Nacional — Partido Socialista de Bolivia — General Juan José Torres González, ex Presidente de Bolivia.
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Fuente: Revista de América, Nº 8-9 (Buenos Aires, mayo-agosto de 1972)