Resistencia continental y declaración necesaria

RESISTENCIA CONTINENTAL Y DECLARACIÓN NECESARIA

Saludamos a nuestro pueblo en días de una nueva jornada del Día del Joven Combatiente, con el sentimiento profundo que genera el conmemorar la vida y lucha de miles que durante estas largas décadas de resistencia anticapitalista han entregado todo por sus sueños libertarios y por su pueblo, tanto en estos territorios del sur profundo como en los del continente latinomericano. Gigantes esfuerzos y sacrificios que merecen todo nuestro respeto y admiración, jovenes luchadores(as), waichafes, guerrilleros(as), líderes sociales, profundamente humanos y consecuentes, constructores de caminos liberadores por la justicia, igualdad y esperanzas para los más pobres, los más explotados y marginados.

Una marcha que en estos tiempos de retrocesos de las luchas del proletariado mundial y de contraofensivas neofascistas afloran miserias humanas que ponen una mancha oscura en las filas de los revolucionarios y sus ideales de liberación social. La traición, una de las grandes miserias que cercena desde las entrañas proyectos y sueños, no tiene perdón ni olvido, al igual que los verdugos y criminales de las fuerzas militares, policíacas y paramilitares del Estado y la oligarquía.

Fuerzas represivas que no cesan en su política sistemática y genocida en contra de los luchadores(as) sociales que trabajan a diario por la defensa de los derechos de nuestros pueblos pobres y de nuestra Madre Tierra. Justicia y castigo para los responsables de este genocidio en nuestro continente, que sólo el último año ha cobrado ya un millar de victimas, principalmente en Colombia, aguerrido pueblo en resistencia frontal contra el Estado paramilitar por más de 50 años. Saludamos la lucha de resistencia de la Minga Social como expresión de la alianza de los pueblos originarios y pobres de este pais.

De igual manera, condenamos aquella miseria humana que implica toda forma de violación y abuso de los derechos de los niños, desde el maltrato físico y verbal hasta la expresión más bestial del ultraje sexual, también un crimen de lesa humanidad.

En estos "tiempos de la modernidad", la criminal realidad que viven los niños migrantes centroamericanos que sufren el abuso del racismo fascista de la clase política y policíaca comandada por Trump, carcelero de turno de la administración gringa. Condenamos la también la vergonzosa e inescrupulosa, aunque parte de su adn histórico, situación de la Iglesia Católica con sus obispos y curas pederastas y pedófilos, siendo la cara más visible y mediática de este alevoso crimen social. Todos ellos deben responder y pagar por sus atrocidades para que se haga justicia con las víctimas, la historia y la sociedad toda.

Los niños(as) son la base vital del mundo que vamos construyendo generación tras generación, especialmente si hablamos desde una comunidad valórica que lucha por un mundo de justicia y respeto a la vida en todas sus formas. Son los que desde esta cosmovisión crecen para ser constructores de nuevas rutas y mejores sociedades. Crecen como jóvenes llenos de sueños y bullantes rebeldías, explorando sus desafíos de vida, de luchas personales y sociales. Ellos son también nuestros hijos e hijas, algunos nacidos en la clandestinidad y en condiciones muy duras de conflicto y confrontación social y armada, todos frutos del amor y la esperanza de ser felices.

Esto lo expresamos acá de esta manera porque en este momento nos vemos en la obligación moral y política de hacer pública una dura situación relacionada con este tema y que hasta el día de hoy era sólo reservada entre nuestras organizaciones y la familia de un ex militante nuestro. Sin embargo, dada la actitud ética reprochable y actos de absoluta irresponsabilidad por parte de miembros de esa familia, impulsores de una campaña llena de mentiras e injurias graves que vienen generando una situación que por su naturaleza han aprovechado los aparatos de seguridad del Estado para poner en marcha una siniestra operación contrainsurgente de potenciales trágicas consecuencias, por lo que alertamos sobre esto y declaramos públicamente lo siguiente:

1.- En fecha de diciembre del año 2015 y en territorio insurgente de nuestro continente, el para ese momento militante del MIR-EGP, Jaime Cid Aedo, JCA, fue sometido a un juicio revolucionario de parte de las organizaciones acá firmantes por la causa relacionada con el abuso sexual en contra de tres niños(as). Abusos realizados por un tiempo prolongado y de manera sistemática mientras se resguardaba en casas de seguridad en el exterior, donde debía cumplir tareas internacionalistas de la organización.

2.- Para el proceso del juicio se realizó una investigación recopilando todos los antecedentes, testimonios directos de los niños a los cuales tenía intimidados y obligados al secreto, así como la comprobación científica de dichos abusos sexuales con exámenes físicos y sicológicos en ellos. Una dolorosa y aberrante situación. Hijos de familias de militantes de nuestras organizaciones y de otra continental, es decir, de sus propios compañeros de lucha y clandestinidad.

3.- El juicio se realizó en una zona de guerra bajo las condiciones que ello implica, siempre respetando los derechos del acusado en cuanto a su defensa y trato físico. Finalizado este proceso se sentenció que el delito cometido constituía un crimen de lesa humanidad y una alta traición a sus pares y a los valores más nobles de un revolucionario. A partir de esto se decidió lo que está establecido en nuestros principios y normas en un caso tan deleznable como éste, procediéndose al ajusticiamiento de JCA, bajo los procedimientos establecidos para este efecto y en medio de las condiciones señaladas.

4.- A la familia Cid Aedo se le informó en su momento sobre esta situación y las causas que originaron la pérdida de su familiar, con la salvedad que sólo hasta ahora entregamos el detalle del juicio. Le planteamos además que por estrictas razones de fuerza mayor y ajenas a nuestra voluntad, derivadas de la guerra en aquel territorio, era absolutamente imposible recuperar y entregar el cuerpo de su familiar, entendiendo lo difícil y doloroso también que esto significaba para ellos como familia. Que a pesar de las condiciones y la situación en el territorio había sido enterrado de manera digna.

Le comunicamos también que dada la naturaleza de estos gravísimos y dolorosos hechos para las víctimas de este crimen, era imposible para nosotros mentir y reinvidicarlo como caído en combate. Que por ello habíamos definido dejarlo sólo entre ellos y nosotros por respeto a las víctimas y las familias afectadas.

5.- Manejamos antecedentes sobre una infame campaña que pretende presentar su muerte como una pugna interna y de "ajustes de cuentas" al estilo de mafias. Bajo este argumento se viene forjando una operación contrainsurgente por parte de los organismos de seguridad del Estado que tiene como objetivo capturar y asesinar a militantes nuestros y presentarlos como muertos producto de esa supuesta pugna interna. No sería la primera vez de una operación macabra como ésta por parte del Estado policial chileno en contra del MIR y del FPMR, como está comprobado histórica y judicialmente.

6.- Por último, la decisión tomada por nuestras organizaciones en este caso específico fue un desenlace justo e inevitable, más allá de que se pueda alegar que el victimario era una persona enferma y víctima de abusos en su niñez. Todos nosotros(as) sabemos muy bien que al optar voluntariamente por asumir un compromiso de vida militante en nuestras organizaciones insurgentes y clandestinas se está absolutamente conciente de todo lo que ello significa y toda la historia de sacrificios y costos que la resistencia armada ha significado para todo un pueblo, sus generaciones y sus familias. Por tanto, la única y principal responsable de este desenlace es exclusivamente la traición profunda a los valores más nobles de la vida y del compromiso con la lucha de todo un pueblo. Esto es, en este caso, la miseria humana desatada contra estos niños, miembros de su propia familia revolucionaria.

Debemos decir en razón de la memoria histórica de un pueblo y sus organizaciones insurgentes que JCA formaba parte de una familia con una trayectoria mirista que sin duda ha hecho más dura y compleja toda esta situación. Luciano Aedo Arias, militante del MIR, capturado y asesinado por los aparatos de seguridad de la dictadura militar de Pinochet un 23 agosto de 1984 en Hualpencillo. Carlos Aedo Videla, nuestro querido y siempre recordado hermano de vida y combates, caído en una operación guerrillera urbana el año 2005 en Machalí. Ambos miembros de dirección en el MIR. Honor y gloria a estos dos ejemplares combatientes revolucionarios.

También decir a modo de reflexión, que el problema fundamental no son las armas que empuñamos, sino las razones por las cuales las empuñamos. Los sueños y objetivos por los que luchamos deben ir de la mano firme de nuestras acciones y forma de ser y hacer. Esa es en últimas nuestra gran lucha como individuos durante toda la vida. Cuando esta lucha la desarrollamos en colectivo en torno a una organización insurgente y popular, lo hacemos bajo un compromiso mayor por nuestros pares, sus familias y toda la historia que ella incuba. Convocar a la lucha armada como organización es una responsabilidad histórica que debemos saber asumir y enfrentar en todo momento de la marcha, por dura y desfavorable que ella sea, porque es lo mínimo que se merecen nuestros caídos en esta lucha y todos(as) quienes han creído en organizarse para luchar frontalmente contra el sistema capitalista. La legitimidad y credibilidad de una organización descansa también en esto.

Un gran ejemplo en este sentido para nuestras organizaciones y los revolucionarios en general es el Ejército de Liberación Nacional, ELN. Solidarizamos y apoyamos activamente sus grandes esfuerzos y sacrificios de resistencias sociales y combates insurgentes en contra de la oligarquía y el imperio gringo-israelí, que han desatado una ofensiva sin precedentes que anhela su rendición y aniquilamiento como fuerza social y guerrillera. No lo lograrán, porque tendrán que aniquilar a una corriente popular arraigada y legitimada en el corazón del pueblo pobre colombiano. Esa es y será su principal arma de combate y la de cualquier organización que pretenda ser parte de una revolución social. Como decía Camilo Torres hace ya 55 años: "La oligarquía no deja al pueblo opciones diferentes a la rebelión".

El proceso de negociación para el desarme y fin del conflicto armado de las Farc así lo demuestra. La paz para las clases dominantes en Colombia y en el mundo sólo tiene valor y sentido si el pueblo está desarmado, encadenado y humillado.

Esta es la única paz que le interesa al imperio, por ello en este momento su objetivo central es aniquilar toda resistencia social e insurgente en "su patio trasero" para abrise paso hacia el nuevo despojo colonizador de la modernidad, al igual como lo ha hecho estas últimas decadas inundado de sangre inocente a los pueblos de medio oriente en busca de riquezas y recursos naturales.

La ofensiva global desestabilizadora al gobierno bolivariano de Venezuela por las estratégicas y grandísimas riquezas energéticas, minerales y acuíferas que ahí existen es por tanto el único interés y gran objetivo de ellos. Nuestra solidaridad con el pueblo pobre venezolano, por el derecho a vivir en paz y a su soberanía, así como nuestra condena total a la agresión del imperio norteamericano, del grupo de Lima, de la OEA y de la OTAN. Esta última es la mayor fuerza militar del mundo que cobija en su seno a las fuerzas militares genocidas de Colombia, cabeza de playa para los planes de invasión y despojo en nuestro continente.

En 2002, la OTAN realizó en España una escuela de oficiales superiores y el ejercicio de graduación fue la planificación para invadir a Venezuela y derrocar al presidente Chávez. Dicho diseño se conoció como "El Plan Balboa", nombre de la ciudad sede de esta escuela. Ya han pasado 17 años y el Pentágono ha ensayado todos los métodos que tiene el imperialismo para derrocar los gobiernos que considera hostiles a sus intereses y beneficiosos a sus riquezas. En Venezuela se aplicaron las diferentes etapas del llamado "Golpe Blando": campañas mediáticas de deslegitimación, calentamiento de calle y operaciones paramilitares, sabotaje a infraestructura, fractura institucional y bloqueo económico internacional. Sólo les falta la invasión militar extranjera.

Nuestra política antimperialista e internacionalista nos convoca a luchar contra la invasión militar de las fuerzas imperiales si se concretara en ese país hermano del continente, más allá de nuestras apreciaciones políticas e ideológicas críticas sobre el "socialismo del siglo XXI". La alianza neofacista y lacaya de Trump: Duque, Piñera, Macri y Bolsonaro, responsables directos de estos planes genocidas de invasión militar extranjera. Llamamos a declarar como objetivos para la resistencia a estos gobiernos, su institucionalidad e intereses económicos, así como a movilizarse como pueblos en contra de la guerra criminal de la OTAN.

En el Chile de hoy, estas mismas fuerzas del despojo territorial, aliadas del gobierno de Piñera, tienen su expresión concreta en el Plan Araucanía, mentor del Comando Jungla -responsable del asesinato a mansalva de Camilo Catrillanca-, batallón de fuerzas especiales formado en la nueva "Escuela de las Américas", la General Santander, con sede en Bogotá, Colombia, y "fogueado" en la guerra genocida en contra del pueblo pobre colombiano y sus organizaciones populares en resistencia. Esta estrategia es parte de la nueva política contrainsurgente del imperio y de la política terrorista del Estado chileno junto a los dueños del país que pretenden profundizar el saqueo y despojo para entregarlo a las transnacionales. Este es su verdadero interés estratégico en el Wallmapu y en todos los territorios continentales donde la resistencia popular sea un obstáculo para saquear las riquezas naturales y las ganancias que ellas generan para los más ricos, para el uno por ciento de la población mundial.

A partir de todo esto, nuestra convocatoria es a continuar la lucha de resistencia anticapitalista y antimperialista. La lucha contra la impunidad oligarca y fascista de los criminales de lesa humanidad. La lucha por la memoria y justicia con los detenidos desaparecidos y los mártires del pueblo. La lucha por los derechos sociales, la salud, el trabajo, la educación, las pensiones y viviendas dignas. La lucha por la defensa de los derechos de los niños, de género, de los inmigrantes. La lucha por la defensa de nuestra madre tierra, por sus suelos, aguas, bosques y biodiversidad. La lucha por la vida y libertad de todos(as) los presos políticos, simbolizados en los combatientes internacionalistas y mapuche, Simón Trinidad, Mauricio Hernández, Facundo Jonas Huala y Celestino Córdova. Especial saludo y homenaje a todas las mujeres combatientes y revolucionarias caídas en la lucha y víctimas de la represión de los Estados oligarcas del continente.

La revolución social y libertaria es nuestro objetivo estratégico de lucha en todas sus formas; la alianza de los pueblos pobres y originarios, el nuevo sujeto histórico y la principal arma de la resistencia y construcción del poder popular; la lucha continental, la estrategia fundamental antimperialista contra el despojo y saqueo territorial; el comunismo silvestre, nuestra utopía vital de autonomía e igualdad social.

Para ello y como lo fundamentábamos en nuestro Manifiesto Conjunto convocamos a un parto cosmovisionario que sirva para refundarnos ideológicamente y en nuestras estrategias de luchas políticas, sociales e insurgentes para enfrentar en mejores condiciones esta nueva etapa histórica de la lucha de clases. Continuar la marcha con nuevas fuerzas, ideas y generaciones caminando junto a los que han sobrevivido y se mantienen en pie, unidos en una sola batalla por las calles, urbes, montañas, llanos y selvas de nuestro sur profundo y de nuestro continente. Este, estamos convencidos, es el desafío y la gran tarea de hoy para los jóvenes y viejos combatientes.

¡¡ CONSTRUYENDO FUERZA Y UNIDAD CONTINENTAL, HASTA VENCER O MORIR !!
¡¡ SÓLO LA LUCHA NOS HACE LIBRES !!

FPMR-A
MIR-EGP

Chile, 29 de marzo 2019