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Michoacán, 5 de diciembre de 1996

MANIFIESTO AL PUEBLO DE MICHOACAN


MICHOACANOS

La lucha que el pueblo de México ha desarrollado a lo largo de nuestra historia, han sido diferentes intentos para lograr mejores condiciones de vida y su emancipación económica, política y social, desarrollando en las diversas etapas de nuestra historia diferentes formas de organización y lucha, que finalmente han desembocado en los levantamientos armados en aras de lograr las transformaciones que nuestra patria ha requerido en sus diferentes momentos de su historia.

En este sentido, el Pueblo de Michoacán ha tenido una importante participación en las diferentes etapas históricas de nuestro país, en donde han destacado hombres de la talla de José Ma. García de Obeso, Mariano Michelena, Ignacio Allende, Vicente de Santa María, Marcos Castellanos, Ignacio López Rayón, Benedicto López, Manuel Muñiz, Sixto Verduzco, Mariano Matamoros y José María Morelos.

Sin olvidar la participación de Melchor Ocampo, Santos Degollado, Justo Mendoza, Aristeo Mercado, Dr. Miguel Silva, Gertrudis Sánchez, lng. Pascual Ortiz Rubio, Nicolás León, Francisco J. Múgica, Lázaro Cárdenas y todos aquellos que contribuyeron a la formación de nuestro estado y de México.

Mención especial merece el heroico Morelos al continuar la lucha armada por la independencia con el Ejército Insurgente del Sur y por los grandes aportes que hizo para lograr la independencia y constituirnos como nación independiente ante el mundo.

Ellos y muchos otros mexicanos dieron su vida en aras de lograr una patria, justicia e igualdad para los mexicanos. En su momento fueron desacreditados, difamados y condenados por asumir la defensa de los intereses del pueblo y empuñar las armas contra el gobierno opresor ligado a los grandes ricos nacionales y extranjeros. Pero en ningún momento desistieron del compromiso de aportar sus esfuerzos en la solución de los problemas de los mexicanos.

Retomando esta tradición y las aspiraciones y ante las necesidades del pueblo históricas y actuales incumplidas por las que los michoacanos han derramado su sangre, hoy nuevamente los mexicanos agrupados en el Partido Democrático Popular Revolucionario (PDPR) y el Ejército Popular Revolucionario (EPR) hemos decidido cambiar nuestras herramientas de trabajo por los fusiles, para enfrentar al gobierno ilegítimo y represor y construir una patria nueva.

Nuestra existencia y las causas que motivan nuestra lucha se deben al terrible atraso en que vive nuestro pueblo; a la falta de servicios sociales; a la marginación y miseria ha que hemos sido condenados la mayoría de los mexicanos; al abandono, opresión y sobre explotación a que han sido sometidos los trabajadores; a la brutal represión, persecución, encarcelamiento, tortura, asesinato y desaparición forzada en contra del pueblo y de los diferentes opositores al sistema; a la negación sistemática de los derechos económicos, políticos y sociales para la mayoría de los mexicanos; y a la falta de solución de las demandas y necesidades históricas de nuestro pueblo.

Causas que originan la toma de conciencia en los diferentes sectores sociales de organizarse y luchar, obteniendo como única respuesta por parte del gobierno la represión masiva y selectiva llevada acabo por las corporaciones policiacas y militares intentando acallar el descontento, destruir la organización popular y evitar el desarrollo de la nueva revolución, que hoy se desarrolla en tierras mexicanas.

Las repercusiones negativas de la aplicación del modelo económico y político neoliberal en México no han dejado exento a los michoacanos de sus graves consecuencias para la población, que ha llevado al permanente deterioro de las condiciones de existencia de la mayoría, en este caso particular, de los michoacanos, el aumento de la pobreza y de la pobreza extrema y la entrega de nuestra soberanía nacional en beneficio de los grandes oligarcas nacionales y extranjeros.

Los efectos de la crisis continúan golpeando gravemente al sector campesino. El encarecimiento de fertilizantes y demás insumos necesarios para la producción agrícola, el agotamiento de las malas tierras que poseen la mayoría del campesinado, la falta de asistencia técnica oportuna, la existencia de créditos usureros, los bajos precios a sus productos como en el caso de los productores de sorgo, maíz, fresa, cebolla, papa, frutas, hortalizas, legumbres, etc., la existencia del intermediarismo, la desleal importación de granos del extranjero, ha ocasionando que el 85% de los productores agrícolas en Michoacán se encuentren endeudados con alguna institución de crédito, el 50% de los pequeños propietarios se encuentra con cartera vencida, lo cual ha conducido a que el agro michoacano se encuentre en el completo abandono, olvido y atraso.

Situación que se agrava ante la insensibilidad y falta de voluntad del gobierno estatal por resolver las necesidades y demandas de los campesinos michoacanos, los cuales tienen que vivir en condiciones de hambruna y se están convirtiendo paulatinamente en peones de su propia tierra al ser acaparadas éstas por banqueros, agiotistas y sociedades mercantiles, bajo el amparo de las reformas hechas al artículo 27 constitucional.

Los indígenas ancestralmente marginados se encuentran en una lucha ya no por mejorar sus condiciones de vida sino de sobrevivencia, donde la mayoría se encuentra en el total abandono, sin programas económicos reales que les permita salir de su situación. El 60% se encuentran en el desempleo, la mayoría de ellos se ocupan en la producción agrícola de autoconsumo, en la producción de artesanías que les son pagados a bajos precios, y como consecuencia de la pobreza se ven obligados a emigrar a las grandes ciudades y al extranjero donde enfrentan además de la explotación el maltrato y la discriminación racial. Los niños indígenas mueren a temprana edad por enfermedades de la pobreza y por la desnutrición que afecta a la mayoría de ellos.

La única respuesta que han tenido de este gobierno ha sido la demagogia, la represión y la aplicación de programas que sólo sirven de paliativos y no para resolver los problemas de fondo que padecen los indígenas en Michoacán.

Los profesionistas al querer ejercer su profesión no encuentran trabajo que satisfaga las necesidades para una vida digna, por lo que el 70% se ve obligado a emigrar a los EE.UU., o tienen que desempeñar otro tipo de empleo -cuando los encuentran- muy diferentes a su preparación; el 60% de los trabajadores ganan un salario mínimo, el 96% de los jubilados y pensionados se sostienen con $16 pesos al día; aumenta cada día el comercio informal como consecuencia del desempleo; y el número de niños que se ven en la necesidad de trabajar para ayudar al sustento familiar abandonando la escuela se ha incrementado en un 100%.

Es falso que se generen fuentes de empleo, las mínimas que surgen son producto del sistema para satisfacer los necesidades de los grandes inversionistas nacionales y extranjeros y no para satisfacer las necesidades de empleo que la población requiere y donde estas hacen falta. En nuestro estado el 50% de la población económicamente activa (PEA), se encuentra en el desempleo y subempleo y el 60% del PEA gana menos de dos salarios mínimos.

El desempleo es un grave problema que enfrentan los michoacanos. Los cañeros de Puruarán perdieron sus fuentes de trabajo y las diferentes autoridades se empeñan en seguir protegiendo a los dueños del ingenio sin importar la suerte de los habitantes de toda esta región estatal; Los egresados de escuelas normales no son contratados mientras existen aulas sin maestros, aduciendo la falta de presupuesto, mientras que se gastan cifras enormes en la militarización de diferentes partes del estado y se compran más armamento y patrullas para los diferentes cuerpos policiacos.

La falta de fuentes de trabajo bien pagadas y el creciente desempleo provocan el aumento del ejército de los desempleados, trayendo como consecuencia el aumento del comercio ambulante y la emigración, existiendo poblaciones de nuestro estado en donde el 80% de los hombres parte a EE.UU. Constituyendo para ellos una desgracia al abandonar su patria y su familia y una irresponsabilidad y falta de capacidad del gobierno al no garantizar condiciones satisfactorias y dignas de vida de los michoacanos.

En las actuales condiciones el salario no alcanza ni siquiera para satisfacer las más mínimas condiciones de existencia, pues el salario cada vez más se encuentra por debajo de la escalada inflacionaria perdiendo su poder adquisitivo con los constantes aumentos de los precios de los productos de consumo y a los servicios sociales básicos, como los recientes a la carne, el huevo, la leche, azúcar, electricidad, y la gasolina lo que a fin de cuentas repercutirá en un aumento de precios generalizado.

La mayoría de la población se encuentra marginado de los derechos constitucionales de educación, salud, vivienda, etc. Nuestro estado ocupa el 8º lugar en rezago educativo; 350 mil ciudadanos son analfabetas; en el presente año escolar más de 300 mil niños se han quedado sin educación.

Aunado a esto, está la existencia de egresados de las diferentes normales en el estado que no han sido contratados y están desempleados, así como las condiciones de miseria del magisterio michoacano por la falta de un salario más justo.

En materia de vivienda existe un déficit de aproximadamente 150 mil viviendas, el 43% de las existentes carecen de drenaje, el 21% de agua potable y el 13% de energía eléctrica. Situación que contrasta con las lujosas mansiones de los Chávez, los Barragán y los Ramírez, entre otros, "beneficiados" del sistema, que cuentan con todos los servicios.

En salud, la incapacidad de atender a la población es enorme porque la infraestructura material y humana es insuficiente y la que existe opera en condiciones deficientes y de manera inadecuada, existiendo clínicas rurales sin doctores y sin medicamentos.

La descomposición social avanza enormemente, la delincuencia, la prostitución y drogadicción se generalizan sin que el gobierno atienda las verdaderas causas que los generan y aplicando medidas coercitivas y de carácter paliativo.

El drama de los niños de la calle y de la prostitución infantil ha ido en crecimiento en las principales ciudades del estado en complacencia de las diferentes autoridades que pretenden resolver dicho problema con programas y medidas filantrópicas.

Ante la pobreza y pobreza extrema y como parte de la contrainsurgencia el gobierno aplica el ramo 26 de SEDESOL de forma selectiva y de control, no para resolver los graves problemas sociales, sino para tratar de contener el descontento popular en contra del gobierno ilegítimo.

Nuestra cultura esta siendo destruida, nuestras costumbres, tradiciones e identidad están siendo sustituidas y nos son implantadas otras ajenas, principalmente la cultura yanqui que vienen a contribuir al consumo y al mercantilismo.

El saqueo y sobre explotación de nuestros recursos naturales, es una constante por el desmedido afán de las grandes empresas de seguir con su desmedido enriquecimiento, destruyendo las pocas reservas naturales existentes. Siendo un partícipe directo y activo en esto el gobierno del estado el cual sin menoscabo alguno oferta nuestros recursos naturales al mejor postor en el extranjero, ocultándola bajo el supuesto desarrollo económico del estado a través de la atracción de la inversión extranjera, que a final de cuentas solo ha beneficiado a unos cuantos.



No es posible concebir a Michoacán como algo aparte de lo que es México como lo intenta aparentar el gobierno estatal, cuando este se encuentra en crisis, en el estancamiento económico, en la inestabilidad política, el empeoramiento de las condiciones de existencia de la mayoría de la población y en una ascendente movilización y lucha popular en demanda de la solución a sus peticiones.

En Michoacán no existe desarrollo, igualdad, justicia ni democracia. La opresión, la explotación, la marginación y miseria continúa acelerándose de manera alarmante, generando una mayor inconformidad en los diversos sectores del pueblo motivando su organización y lucha en demanda de mejorar sus niveles de vida y cambiar el sistema político mexicano existente por otro que permita avanzar a la democracia, justicia y libertad.

El pueblo se encuentra al margen de la participación de la vida política nacional y local, expresado en la existencia y predominio autoritario de cacicazgos políticos en la toma de las decisiones, como en el caso de los Chávez; la corrupción y la alianza de algunos dirigentes de organizaciones y partidos políticos con el gobierno donde lo único que hacen es buscar su beneficio y prestigio, burlando de esta manera la decisión del pueblo michoacano en los procesos electorales y traficando con sus necesidades; la imposición de funcionarios en las diferentes instancias de gobierno; y la creación de organismos gubernamentales que buscan contener la inconformidad popular y detener el avance de las diferentes fuerzas opositoras al gobierno opresor.

Ante las reiteradas demandas hechas por los diferentes sectores en constantes movilizaciones populares, el gobierno del estado ha respondido con la represión de los diferentes sectores y organizaciones sociales que hoy se manifiestan pacíficamente. Así, estudiantes, maestros, indígenas, colonos, líderes de organizaciones populares y sindicales se les vigila, se les hostiga, detiene y asesina impunemente.

A los luchadores sociales y a los estudiantes se les reprime, encarcela y se les forma expediente; a los productores de sorgo y maíz del Bajío se les reprime y encarcela por el solo hecho de pedir el cumplimiento a los precios de garantía justos para sus productos; a los miembros de la Unión de Comuneros Emiliano Zapata se les reprime, hostiga y encarcela fabricándoles delitos comunes con el intento de tergiversar el carácter de su lucha, teniendo 7 presos políticos y cientos de órdenes de aprehensión contra militantes suyos; a los maestros se les hostiga y enfrenta con grupos de control gubernamental (FEUM y asociación oficial de padres de familia), tratando de destruir su proyecto sindical independiente y negándoles la solución a sus demandas y los acuerdos tomados el 10 de junio; a los trabajadores del ingenio de Puruarán se les niega la apertura de su fuente de trabajo y les asesinan a sus representantes; la constante represión y control de los charros a los obreros de la Cd. Lázaro Cárdenas junto a la presión militar y policiaca cuando se movilizan; el asesinato impune y cobarde de perredistas que solo pedían democracia en sus municipios; los asesinatos impunes de militantes de la organización indígena "Nación Purépecha" y de la UCEZ; y la cotidiana intimidación hacia la población realizada por los diferentes cuerpos policiacos y militares que se caracterizan por su prepotencia e impunidad manteniendo a la sociedad cautiva de sus desmanes.

No es posible afirmar que "existe tranquilidad, paz y un estado de derecho en Michoacán", cuando en la mayoría del territorio estatal, se instalan retenes y realizan operativos anticonstitucionales, donde se agrede a los ciudadanos revisando arbitrariamente sus documentos y pertenencias, violando el derecho constitucional del libre transito y la privacidad. Argumentando "la preservación de la paz, la tranquilidad social y protección a la ciudadanía", lo cual es completamente falso, pues no hay día que los medios de información no den cuenta de la participación y complicidad de funcionarios públicos, policías municipales, policía judicial estatal, policía judicial federal, policía federal de caminos y del ejército federal sobre su participación en robos, asaltos, violaciones, asesinatos, secuestros, tráfico de estupefacientes, protección a la delincuencia, corrupción, lavado de dinero y al narcotráfico local y nacional.

Es necesario mencionar que las enormes cantidades de presupuesto destinadas al consejo estatal y los municipales de seguridad publica, no son con el objeto para combatir la delincuencia, sino para enfrentar al pueblo y sus organizaciones democrático revolucionarias, existiendo en las diferentes regiones del estado y en las principales ciudades de hecho un estado de sitio, como en el caso de Morelia.

Son las condiciones objetivas de existencia que privan en la población las cuales dan origen y sustento a la actual lucha democrático revolucionaria, las cuales están presentes en lo largo y ancho del país no descartando a nuestro estado. Ante estas condiciones el pueblo tiene todo el derecho de buscar la solución por medio de las armas a sus demandas económicas políticas y sociales cuando el gobierno represor, antipopular y entreguista ha cerrado todas las vías legales y pacíficas para lograr una sociedad más justa e igualitaria.

Es por tanto la lucha armada una respuesta necesaria y justa del pueblo a organizarse y emprender la lucha democrático revolucionaria para conquistar y edificar la patria por la que han ofrendado su vida muchos mexicanos.

Ante estas condiciones económicas, políticas y sociales del pueblo michoacano el Partido Democrático Popular Revolucionario (PDPR) y el Ejército Popular Revolucionario (EPR) hace el siguiente llamado a los michoacanos:

A la población michoacana y a todos los sectores sociales a movilizarse por la solución a sus demandas y contra el neoliberalismo aplicado por el gobierno.

A los obreros a sacudiese el control charro y corporativo, luchando por sus demandas como autonomía sindical, aumento salarial, la defensa de sus contratos colectivos de trabajo y exigirlo donde no existe, mejores prestaciones y condiciones laborales, organizándose semiclandestina y clandestinamente preparándose política, ideológica y militarmente para enfrentar las embestidas del patrón y del Estado. A impulsar por lo tanto sindicatos independientes.

A los campesinos e indígenas a organizarse y luchar por: mejores precios para sus productos, insumos a precios accesibles, apoyo financiero sin condiciones, contra el intermediarismo, los cacicazgos, por servicios públicos básicos (vivienda, agua potable, drenaje, energía eléctrica, escuelas, hospitales, carreteras, etc.), la defensa de nuestra cultura, identidad y tradiciones étnicas, denunciar la militarización y ocupación ilegal de nuestras comunidades, instalaciones escolares, ejidales, comunales, etc., por los policías y militares.

A los maestros a continuar la lucha por la democratización del sindicato, por el cumplimiento de los acuerdos del 10 de junio y a organizar grupos de autodefensa popular para enfrentar los ataques de los charros y el gobierno, a impulsar una educación científica, democrática y popular y vincularse con la lucha popular.

A las amas de casa y colonos a organizarse y luchar contra el alza de precios a los productos necesarios para el hogar, los aumentos de la luz eléctrica, el agua potable, impuestos, por servicios públicos y a negarse a pagar los impuestos gravosos.

A los estudiantes normalistas y universitarios: A luchar por el aumento de matriculas, becas y material didáctico. Por trabajo seguro al egresar, a convertir los centros de estudios en tribuna de denuncia, discusión, análisis, y alternativas de los problemas del pueblo y a integrarse a la lucha democrática revolucionaria.

A los cañeros del ingenio de Puruarán a continuar luchando por su fuente de trabajo y exigir la expropiación del ingenio para ser administrado por los propios cañeros.

A todos los presos políticos del estado y del país a seguir luchando por su libertad incondicional, solidarizándonos por su liberación y a convertir en centro de lucha el lugar en que se encuentran.

A los transportistas y operadores les decimos que sigan luchando por mejores condiciones de trabajo y de vida, a luchar contra el alza de la gasolina, refacciones, pasajes, contra el acaparamiento de permisos y el control de los charros y las corporaciones oficiales. A exigir la protección y mejores condiciones laborales y de vida para los trabajadores del volante.

A los chóferes de Tres Estrellas a lograr la solución a su huelga por medio de la movilización y presión popular, exigiendo a las autoridades y a los patrones sus derechos.

A los ahorradores defraudados a continuar con su lucha en la defensa de su patrimonio, incorporándose con otros sectores en la lucha contra los agiotistas y especuladores.

A los pequeños propietarios a no permitir más abusos de los agiotistas y banqueros, impulsando nuevas formas de lucha en defensa de su patrimonio familiar, recuperando sus propiedades por la vía del hecho.

A los emigrantes a organizarse y no permitir abusos de las diferentes instituciones, funcionarios y corporaciones policiacas. A exigir al gobierno la creación de fuentes de trabajo bien pagados, así como el apoyo sin condiciones para sus familias.

A los periodistas a luchar por la libertad de prensa, de información y contra la censura, por mejores condiciones de trabajo profesional, organizarse para enfrentar la represión gubernamental y a generar una corriente de opinión critica y objetiva sobre la realidad.

A los jubilados y pensionados a organizarse incorporándose a la lucha popular exigiendo sus derechos como ciudadanos y a no permitir más la humillación, discriminación y abandono social.

A denunciar la militarización, la violación a los derechos de la población civil exigiendo a las fuerzas militares y al gobierno el respeto a los convenios de Ginebra en lo referente a los conflictos internos.

A desarrollar y generalizar la autodefensa armada porque hoy se hace necesaria por la actitud represiva del gobierno a través de los cuerpos policiacos y militares que sostienen al gobierno ilegítimo y antipopular a punta de los fusiles.

A luchar unificadamente por las transformaciones democrático revolucionarias que requiere nuestro país para lograr un país donde exista democracia, justicia y libertad para todos los mexicanos.

A incorporarse a la lucha democrático revolucionaria por un nuevo gobierno, por una nueva constitución, por la construcción de la República Democrática Popular y un nuevo reordenamiento económico. Reformas constitucionales necesarias para que prevalezca la justicia, la democracia y la libertad en nuestra patria.

Michoacanos, es momento para incorporarnos a la lucha democrático revolucionaria que dé solución a nuestros problemas. El actual gobierno no está interesado, ni dispuesto a transitar por medios pacíficos a la democracia, la justicia y la igualdad de los mexicanos, mucho menos en resolver las necesidades y demandas de los diferentes sectores de la sociedad, de ahí la necesidad de la lucha democrático revolucionaria y del derecho del uso de las armas para hacer valer nuestros derechos económicos, políticos y sociales.

El sustento de nuestra existencia y lucha son las condiciones de miseria, explotación, opresión y marginación de la mayoría de los mexicanos y por lo tanto nuestra lucha no parará hasta que sean resueltas de manera satisfactoria para el pueblo su demandas.


¡POR LA VIA DEMOCRATICA REVOLUCIONARIA TODO EL PUEBLO AL PODER!
¡POR LA REVOLUCION DEMOCRATICO POPULAR EL PUEBLO UNIDO TRIUNFARA!
¡CON LA LUCHA POPULAR EL EPR TRIUNFARA!
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PDPR

COMANDANCIA MILITAR DE ZONA EN MICHOACAN
DEL EJERCITO POPULAR REVOLUCIONARIO
EPR

Michoacán, 5 de diciembre de 1996.