El Salvador. Huellas de la conciencia (Autoedición, 2021)

RESUMEN: Augusto Vázquez documenta el conflicto fotográficamente, legando una secuencia muy valiosa del cotidiano de la guerra civil. Espacio y tiempo son atrapados por la sensibilidad del artista, quien trasciende el simple documento fotográfico hacia una propuesta poética visual. Sus fundamentos ideológicos son concretados bajo el lente que domina la fuerza espiritual que condiciona los dominios técnicos de su fotografía, en la que encuadra perfectamente segmentos claves, para descifrar todo el proceso de uno de los levantamientos guerrilleros más tenaces y organizados en la historia de la región centroamericana de los ochenta.

 

Su producción dedicada a la guerra se complementa con principios antropológicos que acontecen al interior de una vida encerrada en sacrificio, encierro, tortura, caos, drama desencanto espiritual; sin embargo confrontadas con las euforias colectivas, la fuerza de la libertad existencial, el romanticismo épico, el historicismo idealizante y alineado, la entrega incondicional a la más noble causa. En su obra consagrada al testimonio histórico, estéticamente el claroscuro, la armonía y el estado total visual, le sirvió como útil método para la solución de las exigencias compositivas, cuando esos instantes históricos son abordados por nuestro realizador documental, que debe captar la escena real y no posada. Simplemente a Augusto Vázquez no le fue posible equivocarse. El equilibrio axial le constituyó una estrategia de diseño que fue un auxiliar valiosísimo en el encuadre y la revelación de sus limpias y nítidas obras fotográficas.

 

 

SOBRE EL AUTOR: Nací en la Ciudad de México en 1951. Inicié en la fotografía desde temprana edad de forma autodidacta con lecturas y el método de prueba-error. Formé parte del Club Fotográfico de México (CFM). De adolescente con la técnica del “aventón” y la mochila en el hombro recorrí desde Baja California hasta Yucatán lo que me permitió realizar exploraciones personales que perfilaron mi ojo fotográfico hacia un quehacer del registro y la interpretación de la realidad y los valores propios.

 

Me gradué de Licenciado en Diseño Industrial en la UNAM con mención de honor. Trabajé como maestro investigador de tiempo completo en la Escuela de Diseño Industrial de la Universidad de Guadalajara. Ahí conocí a Mario Martí, arquitecto y pintor salvadoreño, miembro del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), una de las cinco organizaciones político-militares que constituyeron el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). Me habló de la lucha revolucionaria en El Salvador e inmediatamente compatibilizamos nuestras ideas. Una de mis primeras tareas fue llevar de forma clandestina desde México junto con otro compañero mexicano de seudónimo “Albertón” en el año 1979 el transmisor de radio de onda corta para la que sería la mítica Radio Venceremos.

 

Para julio de 1981, estaba en Nicaragua montando la estructura que dio seguimiento al trabajo fotográfico de la guerra desde el exterior: capacitación de personal y montaje de un laboratorio fotográfico. El 15 de marzo de 1982, me integré a los frentes de guerra pasando de la población de Cuscatancingo al Cerro de Guazapa y de ahí a todo el oriente, desde entonces como internacionalista comprometido con el pueblo salvadoreño, con todos los pueblos que luchan por un mundo mejor y sobre todo con mi amado México.

 

Generalmente cuando se refieren a mi trabajo se me ubica como fotoperiodista, sin embargo nunca he trabajado ni colaborado directamente con ningún medio periodístico. En este caso del registro del conflicto salvadoreño fue realizado no sólo como un esfuerzo de carácter informativo para que el mundo lo conociera desde el interior de la guerrilla, sino con una posición política que anula el sentido periodístico de imparcialidad. Es decir, mi actividad como fotógrafo en ese conflicto fue de estar al lado y completamente integrado a la guerrilla. De ahí que considere este trabajo como foto guerrillera y fundamentalmente política. 

 

Año: 2021

Editorial: Autoedición

Páginas: 94 pp.

Más información: augustofoton@hotmail.com