Chiapas, 11 de octubre de 2005

AL PUEBLO DE MEXICO.
AL PUEBLO DE CHIAPAS.
A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN NACIONALES E INTERNACIONALES.
A LOS ORGANISMOS DEFENSORES DE LOS DERECHOS HUMANOS.

¡HERMANAS, HERMANOS, CAMARADAS!


Los fenómenos naturales “Katrina” y “Stan” a parte de los destrozos naturales que generaron pusieron al desnudo la miseria humana de la sociedad capitalista y la de sus gobernantes de ultraderecha, como siempre los más afectados son los pobres, tal es la realidad que se vive en los estados de Puebla, Hidalgo, Veracruz, Oaxaca, Tabasco y Chiapas, además de los pueblos hermanos de Guatemala y el Salvador en Centroamérica, donde la miseria es el común denominador.

El desastre natural pone en evidencia la incapacidad e indolencia de los diferentes gobiernos estatales y federal en donde las declaraciones de políticos y gobernantes no se hicieron esperar con los ofrecimientos de siempre: reconstruir lo destruido por la naturaleza, pero desde una visión empresarial neoliberal, esto quiere decir, reconstruir la infraestructura para reactivar la economía, los negocios; y para la gente que lo perdió todo, también hacer negocio con ellos ofreciendo créditos “blandos” para “reponer todo lo material perdido”; porque en plenas campañas políticas los dineros del FONDEN “se pierden” porque van a apuntalar al candidato del presidente en turno o se regatean siempre con un fondo político partidario. Esta catástrofe natural pone al descubierto la miseria en que vivimos, el atraso y el abandono que se vive en Chiapas donde sobrevivimos con sueldos de hambre, pero sobre todo afloró el grado deshumanizado de los gobernantes, que sólo velan por sus intereses, ya que echó por tierra toda la demagogia de Vicente Fox y Pablo Salazar, todos sus programas mediatizadores de “oportunidades”, “para una vida mejor” y sus spots de que “Chiapas es otro Chiapas”, claro el Chiapas de los pobres.

Para Fox y Salazar sólo se trata de construir un nuevo escenario mediático para reposicionar su figura desgastada por la demagogia, la incapacidad política y sus promesas incumplidas por tener un sustento enfermizo, proyectándose con su falso humanismo y la pose asumida ante las cámaras “descargando” la ayuda para los damnificados, junto con su inseparable martita, mientras que en las poblaciones donde no hay cobertura de los medios de comunicación se encuentran en total abandono, porque Chiapas no sólo es Tapachula, también lo es Cd. Hidalgo, Cacahoatán, Tuxtla Chico, Unión Juárez, Suchiate, Mazatán, Huehuetán, Tuzantán, Huixtla, Villa Comaltitlán, Escuintla, Acacoyagua, Mapastepec, Pijijiapan, Tonalá todos ellos de la costa, pero en la sierra Madre es la que está más aislada y los daños son enormes en Motozintla, El Porvenir, Bejucal de Ocampo, La Grandeza, Comalapa, Chicomuselo, Siltepec, Angel Albino Corzo, Monte Cristo de Guerrero, La Concordia, Villacorzo, Villaflores; y en la selva la zona de Marqués de Comillas que está en las mismas condiciones. Salta a la vista también el oportunismo de todo tipo de políticos y oligarcas que ven en esta desgracia social un medio para hacer carrera política e incrementar sus fortunas bajo el falso filantropismo, promoviendo la “solidaridad” para no quedarse al margen de la coyuntura, eludiendo políticos, oligarcas y funcionarios públicos la responsabilidad social del Estado mexicano de atender a nuestros hermanos en desgracia. La única solidaridad real y concreta es la que da nuestro pueblo trabajador y a esa nos atenemos, no a las migajas y el atole con el dedo que pretenden darnos; del gobierno y sus representantes sólo podemos esperar demagogia y represión.

En Chiapas, Pablo Salazar instaura el programa “México Seguro” para combatir a los inconformes, a los revolucionarios, pretendiendo contener el descontento social, para combatir a sus enemigos políticos y para proteger a los verdaderos capos del narcotráfico vinculados a su grupo de poder, lo que ha generado un estado de sitio policíaco militar fascista por toda la geografía chiapaneca peinando barrios y colonias populares, principalmente en la zona fronteriza con miras a extenderlo a todo el estado bajo el argumento infantil de combatir la delincuencia y tomando como bandera la erradicación de los “maras”, cuando éstos son promovidos desde las esferas gubernamentales para justificar la fascistización de la sociedad.

Chiapas sigue siendo el Chiapas del atraso social, el abandonado de siempre, el del corredor de las drogas donde los kaibiles guatemaltecos no son incorporados sólo en el narcotráfico, aquí son contratados por el poder local como guardias blancas y paramilitares; Chiapas sigue siendo el feudo de los caciques de horca y cuchillo, el de las cárceles llenas de gente inocente, pero sobre todo el botín de políticos ladrones y de oligarcas malandrines que viven explotando las riquezas naturales a costa de una mayor miseria.

Chiapas sigue teniendo como en el pasado reciente un gobierno represivo, violador sistemático de los derechos humanos lo que explica la persecución y el encarcelamiento de luchadores sociales, opositores políticos, líderes sociales y sindicales a los cuales se les encarcela en el Amate bajo artilugios legaloides para obligar a las organizaciones sociales y políticas a renunciar a sus derechos, a la lucha justa por sus demandas. Aquí la “paz social” tan cacareada no existe, sólo es discurso mediático porque para este gobierno lo más importante es la defensa a toda costa de los intereses empresariales.

En nuestro estado para los políticos, el atraso social significa una fortuna, pues con ello levantan campañas de esperanzas para los miserables, utilizándolos como escaleras hacia puestos públicos, y ya arriba, los despreciarán y se olvidarán de los que ingenuamente les dieron el voto; en estos tiempos electorales sobresalen los líderes venales oportunistas y los gobernadores en turno para hacer proselitismo político a favor de sus candidatos a costa de las desgracias que padecemos los pobres del campo y la ciudad.

Desde aquí desenmascaramos las campañas gubernamentales que desde la estrategia de Guerra de Baja Intensidad (GBI), pretenden generar cizaña, enconos y desconfianza entre algunas personalidades que apoyan al EZLN y las mismas bases de éste, difundiendo de que nuestro partido y ejército (PDPR-EPR) tiene infiltradas a sus bases y que por eso hay posiciones radicales en sus filas, creer esto no es más que hacerle eco a la GBI, pues ni es nuestro método ni nuestra forma de hacer política, ya que cada organización debe ser responsable de sus actos, de sus aciertos y errores. Bajo este contexto se está preparando el escenario para nuevas masacres desde los aparatos de inteligencia.

Ante la embestida gubernamental debemos redoblar esfuerzos para combatir cualquier forma de la GBI, combatir los ecos de ésta presentada en calumnias, vilipendios y cizaña que socavan los esfuerzos de la unidad, porque la unidad si bien es cierto es una necesidad histórica debe ser construida sobre la base de la congruencia y la persistencia política en la lucha cotidiana contra el capitalismo.

Ante la incapacidad e indolencia gubernamental por resolver las demandas populares, la única salida es seguir organizando la lucha popular revolucionaria, por lo que la lucha de nuestros hermanos indígenas no es ajena al conjunto de la lucha de clases que se vive en México, sacarla de este contexto es contener el estallido social que se gesta a lo largo y ancho del país, el 12 de octubre no sólo es memoria histórica, también debe ser fecha de lucha combativa por construir un México sin explotación, sin opresión capitalista, sin excluidos.

Para nuestros militantes, colaboradores y simpatizantes la tarea es seguir impulsando la solidaridad no sólo a nuestros camaradas en desgracia, sino a todo aquel que la requiera, porque este es un rasgo humano cualitativo del revolucionario y del luchador social que da la solidaridad incondicional a quien la necesite, al tiempo que se debe denunciar por todos los medios posibles la corrupción de políticos y funcionarios que medran con la desgracia humana.

Buscar la relación orgánica con los revolucionarios es un imperativo, como lo es también unificar esfuerzos para avanzar en la lucha por el socialismo.


¡POR NUESTROS CAMARADAS PROLETARIOS!
¡RESUELTOS A VENCER!
¡POR LA REVOLUCION SOCIALISTA!
¡VENCER O MORIR!
¡CON LA GUERRA POPULAR!
¡EL EPR TRIUNFARA!

COMITÉ ESTATAL DEL PARTIDO DEMOCRATICO POPULAR REVOLUCIONARIO
PDPR

COMANDANCIA MILITAR DE ZONA DEL EJÉRCITO POPULAR REVOLUCIONARO
EPR

Chiapas, a 11 de octubre de 2005