[Tomado del periódico El Sur, del 1 y 2 noviembre 2001]
ENTREVISTA A LA CORONEL AURORA
(Maribel Gutiérrez) “Yo estoy aquí porque soy Aurora”, dirigente de una organización armada que lucha por un cambio y por la justicia, reconoce Gloria Arenas Agís, la coronel Aurora del ERPI, en la primera entrevista que da desde que está en prisión, hace casi dos años, pero niega los cargos de terrorismo, sabotaje, conspiración, asociación delictuosa, delincuencia organizada, acopio de armas, rebelión, homicidio, tentativa de homicidio y daños en propiedad ajena de los que está acusada.
Señala que podrá ser sentenciada antes de que termine este año con base sólo en mentiras, en actas inventadas, en declaraciones falsas que ella nunca hizo.
Informa que los primeros días de septiembre denunció penalmente al ex fiscal antidrogas de la PGR y actual procurador general de Justicia de Chiapas, Mariano Herrán Salvati, como uno de los responsables de la tortura a que fue sometida cuando fue detenida el 22 de octubre de 1999, así como de los tormentos a su esposo, Jacobo Silva Nogales, el comandante Antonio, del ERPI. Hizo la denuncia en la ampliación de su declaración en la averiguación previa 18/Ch4/2000.
En la entrevista, habla de temas del momento. Considera que los explosivos colocados por las FARP (Fuerzas Armadas Revolucionarias del Pueblo) en tres sucursales bancarias de la ciudad de México en agosto pusieron nuevamente en la discusión pública la validez de la lucha armada, y dice que ésta es un derecho de los pueblos, pero critica las acciones de los grupos armados con el uso de explosivos, que pueden asociarse a acciones terroristas.
Sobre el momento que vive el mundo, a raíz de los ataques a Nueva York y Washington el 11 de septiembre, comenta: El gobierno de Estados Unidos ha cometido muchos agravios en el mundo, y las víctimas de los ataques son inocentes como personas, pero el hecho es que ese gobierno ha ejercido el terror de Estado.
Gloria Arenas dio la entrevista por teléfono, desde el reclusorio de Neza Bordo en el estado de México.
El 19 de octubre de 1999, en un café de la ciudad de México, fue detenido por agentes de la Policía Federal Preventiva el comandante Antonio del ERPI, Jacobo Silva Nogales. Fue torturado durante tres días, el 22 fue llevado por los grupos policiacos que lo tenían cautivo a la casa donde vivía con su esposa, Gloria Arenas Agís, en San Luis Potosí, donde ella fue detenida.
El mismo día, en Chilpancingo, fuerzas del Ejército y de la PFP allanaron la casa de Fernando Gatica Chino y Felicitas Padilla Nava, arrestaron a los dos.
En los tres casos, las detenciones fueron públicas, ante testigos que declararon a los medios cómo ocurrieron los hechos. Sin embargo, en la versión que difundieron los organismos policiacos a los medios se dijo que los cuatro fueron detenidos el mismo día, el 22 de octubre, en la casa de Chilpancingo de Felicitas Padilla y Fernando Gatica, y que en la operación policiaca participaron la PFP y la Policía Judicial del Estado de Guerrero. A partir de ese hecho, las autoridades fueron fabricando una versión muy diferente a la que dan los testigos y los detenidos.
Ante los medios de comunicación, el hecho fue presentado por altos funcionarios de la Secretaría de Gobernación, de la PFP y de la PGR como el “descabezamiento” del movimiento armado en Guerrero.
Errores, llevaron a su detención
-¿Cómo fue tu detención? Llama la atención la aparente facilidad con que fueron aprehendidos dos de los principales dirigentes del ERPI, ¿esto habla de la capacidad del gobierno para obtener información de las organizaciones armadas?
-Fui detenida de manera muy diferente a como dijeron las autoridades. Fui detenida por fuerzas de la (UEDO) Unidad Especializada contra la Delincuencia Organizada de la (Procuraduría General de la República), iban todos vestidos de negro, con armas de alto poder, entraron a mi casa a balazos en una operación con muchos, muchísimos elementos.
¿De cómo fue, cómo es que lo lograron?, Yo creo que tuvieron la suerte de dar con algún dato, por errores nuestros también y de ahí se fue hasta llegar con mi esposo. A mí me detuvieron por eso. El otro matrimonio (Felicitas Padilla Nava y Fernando Gatica Chino) no tuvo nada qué ver con la detención de nosotros, incluso no nos conocíamos. No sabemos allá (en Chilpancingo) cómo estuvo. Pero yo creo que se conjuntaron la suerte que ellos tuvieron y errores nuestros.
“No hay una gran capacidad de investigación como lo trataron de aparentar al comienzo (los funcionarios del gobierno). Por las preguntas que me hicieron, me di cuenta de que en mucho se basan en documentos que encontraron en El Charco (donde tropas del ejército mataron a 11 indígenas mixtecos y guerrilleros del ERPI, el 7 de junio de 1998), datos muy viejos, suposiciones, y no hay un trabajo de ellos que realmente se acerque a la verdad”.
“No fue producto de un seguimiento como manejaron después públicamente. A mi esposo lo detienen cuando estaba platicando con una persona, en un restaurante. Pienso que de alguna manera se enteraron de esa plática y así es como lo detuvieron. Yo siento que sí hay capacidad del Cisen de infiltrar a las organizaciones sociales, donde pueda tener gente que se está enterando y que pasa la información. Creo que esa es la capacidad que tienen. Yo creo que ahí hubo un error de seguridad de parte nuestra, tal vez hubo mucha confianza. Sin embargo, aunque es un error, hay cierta confianza que hay que mantener porque si no tienes confianza en nada ni en nadie tampoco puedes hacer nada.
-¿Se confirmó la versión de una posible delación?
-No, creo que es muy apresurado afirmar algo. Realmente nosotros aquí no hemos tenido oportunidad de investigar o de llegar a más. Pero no podemos decir que hubo una delación directa, pudo haber sido eso, pero también posiblemente que terceras personas se enteraron y hubo por ahí el rumor, la información, hasta que llegó a alguien que tenía la posibilidad de señalarlo. Pero es muy aventurado decir que hubo delación.
El personaje al frente de la tortura
-¿Cuáles son los cargos por los que te procesaron. Cómo van los procesos?
-Son dos procesos en el juzgado de Toluca y uno en Chilpancingo.
“No me voy a extender en detalles pero los delitos que me atribuyen van desde rebelión, asociación, terrorismo, incluso hay un proceso por homicidio.
Pero todo lo que está ahí, desde el comienzo, desde la detención, todo ha sido una farsa, toda la versión ha sido mentira, todo lo que está en los expedientes del proceso, incluso supuestas actas ministeriales, son una mentira.
“La verdadera causa por la que estoy aquí es que soy Aurora, del ERPI, de una organización armada, de una organización que busca el cambio.
“Todas las acusaciones fueron hechas con base en actas que no fueron hechas en mi presencia. Yo he dicho en el proceso que es tan evidente la mentira, que a mí me detuvieron en San Luis Potosí, entraron a mi casa con un gran aparato, a balazos, y hacen aparecer que yo fui detenida en Chilpancingo.
“Entonces desde el inicio todo ha sido falso. Mi esposo fue torturado, yo fui torturada, nos tuvieron en una base aérea, no sé en qué lugar, pero fue en un hangar.
“Han venido a declarar la ahogada que se presentó como defensora de oficio (Erika Dávila) que estuvo cuando se levantaron las actas, y el doctor que supuestamente nos revisó (Arturo Sagahón Figueroa). Han sostenido que ellos efectivamente estuvieron ahí, y que nos revisaron o que declaramos en Chilpancingo.
“Y es una total mentira, yo incluso tengo una demanda penal contra ellos y contra una de las personas que yo reconocí, que fue cuando llegaron con mi esposo a mi casa, que iba completamente torturado.
Este es un dato interesante, es una persona muy conocida, se trata de Mariano Herrán Salvati. Él era uno de los que iban al mando del operativo, en el que llevaban a mi esposo completamente torturado, en el que me sacaron de la casa y en el mismo vehículo que me llevó al hangar, en el que fui torturada, aunque yo no noté que él haya sido torturador directamente, pero sí lo, reconocí como uno de los que iban al mando de ese operativo.
“Es la primera vez que hago público esto, ya presenté demanda penal, y es la primera vez que lo hago público, no había querido hacerlo antes, realmente temo por mi familia, por las represalias que puedan sufrir ellos, y hago responsable precisamente a estas personas de algo que pudiera suceder.
“Por eso digo, que todo es una farsa, lo que salió en esas actas y lo que salió publicado es mentira, incluso en esas actas hay una serie de cosas que distorsionan o dan una fachada de lo que ellos querían saber sobre nosotros como grupo armado o que lucha por un cambio.
“(En las actas) ellos me quieren relacionar por ejemplo con personas que son del PRD, personas de organizaciones abiertas, y que para nada ni siquiera las mencionaron cuando me detuvieron, nunca me hablaron de ellas. Recuerdo que entre esas personas que mencionaron había dos mujeres, una expresa política, Ana María Vera Smith, y otra mujer que creo que todavía está presa de las que estuvieron en Puente Grande, Virginia Montes. A ellas las mencionan ahí queriéndolas involucrar con nosotros, lo que es totalmente falso, incluso ni cuando nos tuvieron en el centro de torturas preguntaron por ellas.
“Otra de las cosas en que se ve que hay distorsión, es que nos achacan una serie de secuestros, aunque no tenemos procesos por esos delitos. Pero (en las actas) mencionan, por ejemplo, que yo participé, en el secuestro de Rubén Figueroa Figueroa, en ese tiempo yo era una chiquilla.
“Cosas tan absurdas, algo tan burdamente montado, pero que se están haciendo valer en los procesos. Yo estas actas incluso no las firmé, ahí aparece un garabato que no es mi firma, en las puertas del penal de Almoloya, me hicieron estampar mis huellas a fuerzas. Esto lo dije en mi primera declaración que yo tuve ante el Juzgado, pero no ha servido de nada. No es un juicio justo ni legal el que se está llevando”.
-¿Podrías hablar más de cómo y dónde viste a Mariano Herrán?
-Dentro de mi casa. Fue todo un operativo de película. Después de los primeros balazos yo me quise asomar a la ventana pero no pude porque estaban ya los balazos, quise ir al cuarto donde tenía yo algunas cosas, pero ya a medio camino estaba la casa llena. Viene uno de los que iba al mando, y viene él atrás, entonces el que viene primero lo tapa, pero lo vi bien, de eso estoy segura, no tengo dudas, no hay confusión, no hay equivocación. Lo reconocí después en las imágenes muy frecuentes que pasaban en la televisión.
“Después me suben al vehículo, yo fui golpeada en un vehículo desde el comienzo, querían que diera yo mi nombre. No lo vi pero oía yo hablar a las dos personas que iban al mando, uno de ellos era él (Mariano Herrán), y por la actitud que tenía la otra persona que lo protegió sé que iba al mando, se notaba que él iba al mando, no era cualquier persona.
“Yo hice la denuncia penal ante la PGR. Él era de la PGR. Lo primero que hicieron tal vez es avisarle. No tengo fe, esperanza o confianza en que se haga justicia pero lo hago porque es bueno que se sepa.
“Se habla mucho de los que estuvieron en la guerra sucia de los setentas, pero actualmente no se conocen muchos nombres (de los actores en la represión política), y bueno, si esta persona estaba ahí, iba en ese convoy, en ese operativo que llevaba a mi esposo completamente torturado, desde luego entonces que él tiene la información de dónde estuvimos, qué corporación fue, dónde torturaron a mi esposo y dónde nos tuvieron”.
Contra el terrorismo
-En agosto y septiembre se difundió mucho sobre grupos armados derivados del EPR, con motivo de los explosivos que pusieron las FARP en el DF ¿qué opinas de esas acciones y de la persecución que vino después?
-A mí me da la impresión de que no llevaban la intención de crear terror ni desde luego de emprender una ofensiva militar. Me da la impresión de que fue un acto de propaganda, para decir aquí estamos, somos esta organización, y no estamos de acuerdo con el neoliberalismo, algo así.
“Ahora, en lo personal, yo no comparto la idea de que estas explosiones de baja intensidad, o petardos como se ha dado en llamarle, sean un medio adecuado para una organización armada en el momento actual, para lograr los objetivos que pudiera tener de propaganda armada y mucho menos de legitimación.
-¿Porqué no lo consideras legítimo?
-Se asocia mucho al terrorismo, aunque desde luego ellos no causaron terror porque no tuvieron víctimas. Sin embargo, queda la pregunta en el aire de porqué explosiones, porqué no otro tipo de cosas. La cuestión de las explosiones es algo muy distinto a como yo concibo la lucha armada. Creo que estamos en una etapa en el país, y globalmente, donde esas cuestiones no ayudan, hay muchas más que pueden ayudar si lo que queremos es realmente un cambio.
“Y sobre la detención de los jóvenes universitarios y las otras dos personas, a causa de esto, es evidente para mí que la PGR miente. Creo que el Estado quiso dar es un golpe propagandístico, y aparentar que respondió con eficiencia inmediatamente.
“Esta cuestión de los petardos vino a volver a poner en la discusión la vigencia o la no vigencia de la lucha armada. Yo quisiera opinar, porque soy parte de una organización armada, que el ideal es la paz, y que la lucha armada no fuera necesaria, pero es una realidad que ese ideal no se ha alcanzado, porque las organizaciones armadas existen, cuando no sean necesarias no van a existir.
“Sin embargo, mi concepción de lucha armada es distinta a la que se tenía en décadas pasadas. Yo creo que en esta etapa no es lo más importante, no se trata de emprender una ofensiva, esto no es aceptable, el pueblo no está dispuesto a entrar a una ofensiva militar, no siente esa necesidad, y esa necesidad no se va a crear falsamente. Ahorita hay una necesidad más importante que es seguir desarrollando un fuerte movimiento social, fortalecer la sociedad civil.
“Entonces la concepción de lucha amada debe de cambiar de acuerdo a eso, pero no descartarla, y un ejemplo lo tenemos muy cerca, es el EZLN que precisamente ha llevado a la práctica esto, que le ha dado más importancia a la sociedad civil y al movimiento social que a la lucha armada, pero no ha entregado sus armas.
“Hay pueblos y países que tienen la lucha armada como un recurso de sobrevivencia. La lucha armada es un derecho que tienen los pueblos”.
-Una pregunta obligada es qué visión tienes de los ataques del 11 de
septiembre en Nueva York y Washington.
-Mi posición es de rechazo al terrorismo, por las víctimas. Nosotros (el ERPI) planteamos que una causa por justa que sea no justifica que se utilicen medios injustos, que se utilicen medios criminales. Pero no podemos cerrar los ojos ante el hecho de que hay terror de Estado.
Las víctimas son inocentes como individuos, como personas, pero la sociedad, la conciencia estadunidense no es nada inocente. Hay muchos agravios que se han cometido, y estos actos (los ataques) pueden tener su origen en esos agravios.
“Es deseable que haya voces de esperanza en Estados Unidos, de gente que plantea que (los gobernantes de) ese país deben dejar de sentirse los amos del mundo, el ejemplo de la democracia y la libertad, y con derecho de ir a otros países a imponer su esquema. Esa sería la mejor defensa.
“Y la posición de México no debería ser de apoyo incondicional a lo que diga Estados Unidos, que quedó con una debilitada imagen de poderío”.
Gloria Arenas Agís, la coronel Aurora del ERPI, y Felicitas Padilla Nava, quien no tiene relación con esa organización insurgente, estuvieron presas durante 22 meses en el penal de máxima seguridad de Almoloya de Juárez, un reclusorio donde no hay condiciones para las mujeres, y sus derechos eran doblemente vulnerados.
El 19 de julio de este año fueron trasladadas al reclusorio Neza Bordo, en el estado de México, donde tienen menos restricciones. Sin embargo, su traslado a este lugar fue una decisión desde arriba, ellas no lo pidieron ni fueron consultadas, dice Gloria Arenas, y afirma: “No sé en realidad porqué me pasaron aquí”.
En los medios de comunicación, la Comisión Nacional de Derechos Humanos difundió que debido a su intervención, las mujeres recluidas en los penales de máxima seguridad del país (Centros Federales de Readaptación Social, Ceferesos) habían sido trasladadas a penales donde hubiera espacios para mujeres.
Por vía telefónica, y en varias partes, la coronel Aurora dio una entrevista desde el penal de Neza. A diferencia de Almoloya, aquí puede, al menos, comunicarse por teléfono.
-¿Percibes algún cambio con el gobierno de Fox? Por ejemplo, a Felicitas Padilla Nava y a ti las sacaron del Cefereso de máxima seguridad, donde no hay condiciones para la reclusión de mujeres ¿Crees que tenga que ver con algún cambio favorable relacionado con el gobierno de Fox?
-Realmente siento que no hay ningún cambio. Efectivamente cuando a mí me detienen y me arman este proceso tan burdo, estaba el gobierno de Ernesto Zedillo, estaba el PRI en la Presidencia.
“Podría uno pensar que a lo mejor con el cambio de gobierno, estos procesos penales que son algo tan burdo, que es una mentira tan evidente, se invaliden. Cuando menos que acepten que no me detuvieron en Chilpancingo, ya mínimo, que reconozcan que hubo tortura y que invaliden las actas que ellos inventaron, y en las que se ve claramente que no es mi firma.
“Pero no hubo ningún cambio, no hubo disposición a nada de esto, y todo sigue exactamente igual. Entonces, sobre hechos ¿no?
“El traslado de Almoloya para mí no está claro. Públicamente se manejó que nos habíamos quejado ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos, porque no era un lugar adecuado para mujeres. Y que no es un lugar adecuado para mujeres es verdad, pero no hubo tal queja, las compañeras, de hecho la mayoría, no pidieron el traslado, porque tenemos los casos en Toluca, y junto con los compañeros o familiares que se quedaron allá. Y sólo había una compañera que pidió el cambio.
“Dentro del mismo penal nos estuvieron preguntando: ¿usted se quiere cambiar? Como que venía de arriba, como que preguntaban porque estaban ya preparando el cambio. Y nos cambiaron sin pedirnos opinión, sin decirnos a dónde, y ya nosotras nos enteramos días después por los periódicos que esa había sido la causa (la intervención de la CNDH), realmente nosotras percibimos que fue algo que sí vino de arriba. O no sé, si haya habido incluso esa cooperación de la CNDH, y que haya pedido cambiarnos por alguna razón.
“Hubo muchas quejas que nosotros pusimos, y la CNDH no nos hizo caso en realidad, una de ellas es la de tortura. Dieron por cerrado el caso y dijeron que la que se tenía que encargar es la comisión estatal de Guerrero. Pero nosotros no fuimos detenidos en el estado de Guerrero ni nos torturó ninguna corporación estatal, pero la CNDH rechazó el caso.
“Sí nos puso atención en algunas otras quejas, como cuando yo puse una queja porque tenía una cámara de video en la celda, todo el tiempo, que puso el personal de vigilancia, me atendieron, y me dieron derecho a tener una televisión, y no me restringían los periódicos. Esas cuestiones sí las solucionaron.
“También, la CNDH intervino porque a mi esposo (Jacobo Silva Nogales, el comandante Antonio del ERPI) estuvo aislado completamente cinco meses en celdas especiales, y lo pasaron después a un módulo. Pero las quejas mayores ni siquiera las admitieron.
“Entonces hay una situación ambigua, no sabemos cuál haya sido la razón del traslado, pero no puedo asegurar que haya sido lo que difundió en los periódicos la CNDH”.
En la tortura, preguntas sobre el ERPI
Gloria Arenas insiste en aclarar que está sometida a un proceso ilegal e injusto, lleno de irregularidades. Explica que las preguntas que le hicieron cuando fue torturada, los dos días siguientes desde su detención, el 22 de octubre de 1999, trataron sobre el ERPI, mientras que las actas ministeriales que sirven de base para los cargos que le imputan, y la versión que los funcionarios del gobierno dieron a los medios de comunicación se centran en desprestigiar al ERPI y en tratar de involucrar a esta organización en delitos como secuestros y a organizaciones sociales o al PRD con la organización armada. Cuando Gloria Arenas fue presentada en Almoloya, el 24 de octubre, con el comandante Antonio, y Felicitas Padilla y Fernando Gatica, se anunció que se trataba de “peligrosos delincuentes que habían sido detenidos por la Policía Federal Preventiva (PFP)”. Y sin admitir preguntas de los medios, el procurador de Justicia de Guerrero, Carlos Javier Vega Memije, y la vocera de la PFP, Lourdes Martínez, dijeron que los integrantes del ERPI son responsables de los secuestros que han tenido más resonancia en el país, como los de los empresarios Alfredo Harp Helú, Ángel Lozada Moreno y Jorge Sekiguchi.
Gloria Arenas explica: “Quiero precisar la clara intención de distorsionar la información. Después de que nos detienen, dan a los medios una versión, y en las actas ministeriales que ellos fabricaron también hay versiones muy diferentes al interrogatorio que me hicieron bajo tortura.
“El interrogatorio que me hicieron bajo tortura versó sobre cuestiones muy distintas a las que luego ellos dieron a los medios, ni siquiera sobre nada que se le parezca o relacionado con los delitos que nos achacan.
“Todos los interrogatorios que nos hicieron son sobre la estructura, las personas que integran a la organización, sus planteamientos, sus relaciones, en fin, cuestiones internas del ERPI, hacia ello iban dirigidas sus preguntas. Ya cuando ellos fabrican sus actas, mencionan hechos y personas que para nada les interesó saber en el interrogatorio; no preguntaron nada ni de esos sitios ni de esas personas, sino lo inventan como declaraciones nuestras, yo creo que para desorientar. Y la otra es que involucran a gente que no tiene nada que ver, gente de organizaciones sociales o del PRD.
“Creo que otra intención puede ser desprestigiar al ERPI con una larga lista de secuestros. Y mencionan una serie de secuestros sin la intención de levantarnos un proceso por eso, incluyendo el de Rubén Figueroa Figueroa que hizo Lucio Cabañas.
“También mencionan unas explosiones que sucedieron hace tiempo y que nos las achacan a nosotros.
“Creo que esa es la intención que llevan esas actas. Esas actas no fueron arrancadas bajo tortura como mucho tiempo después apareció en un periódico, sino que fueron inventadas, completamente inventadas.
“Y claro, la otra intención que llevaban las actas ministeriales es fincarnos un proceso, fabricar algún delito.
“Como ejemplo, ellos dicen habernos detenido juntos, a los cuatro, en la casa de la señora Felicitas, en un solo día, a una sola hora, cuando que cada quien fue detenido en lugares separados, incluso muy lejos, como San Luis Potosí, Chilpancingo y la ciudad de México, y en días muy distintos. “Otra cuestión burda, que es evidente que no fue así, pero que siguen sosteniendo en el proceso como una verdad, es que ellos dicen que fuimos detenidos por tan sólo ocho judiciales en la ciudad de Chilpancingo, cuando todo mundo vio al ejército cuando llegan a sacar a este matrimonio (Felicitas Padilla y Fernando Gatica), y a mí me detuvo esta unidad que me imagino yo que es de la Unidad Especializada contra la Delincuencia Organizada (de la PGR)”.
Lo legal sería invalidar las actas y dejarnos en libertad
Detalla sobre los cargos que se le hacen sin ningún sustento, y por los que podrá ser sentenciada antes del fin de este año, como el delito de terrorismo, del que la acusan en relación con la colocación de explosivos, a pesar de que el ERPI está en contra de acciones de ese tipo:
“Es burdo que digan que nos detuvieron juntos, sólo ocho judiciales, sin embargo el proceso se basa en eso, y se toma como cierto todas estas actas fabricadas, para acusarnos de terrorismo ahí mencionan en las actas fabricadas que tuvimos que ver con las explosiones, una que fue en Acapulco y una en una torre, no recuerdo ya. Y el ERPI nunca recurrió a eso, no es un método con el que nosotros estemos de acuerdo.
Desde luego que también la detención no fue legal, nunca nos llevaron al Ministerio Público. Fue tortura, nos llevaron a un hangar, y después nos presentaron en el penal de Almoloya.
“Es un juicio no apegado a la legalidad. Yo siento que lo legal, si fuera apegado a la legalidad, tendrían que invalidar las actas y dejarnos en libertad, o reconocer que somos presos políticos, que nos detuvieron por pertenecer a una organización que promueve un cambio social, por la justicia, por el desarrollo económico. Pero no reconocen la realidad, y han sostenido a toda costa las falsedades que están en las actas.
“Tú me preguntabas si veía algún cambio con el gobierno de Fox, y yo creo que ese es el problema planteado a la nueva administración, seguir como se inició con base en esa total ilegalidad, sostenerla hasta el final y sentenciarnos con base en eso, o apegarse a la legalidad, invalidar las actas ministeriales y reconocernos como presos políticos, y que se nos mantiene presos por esa misma situación”.
Sigue en el ERPI
Gloria Arenas aclara que las opiniones que da son personales, porque no tiene contacto alguno con el ERPI: “Nosotros, Jacobo (el comandante Antonio) y yo, hemos estado separados, no hemos tenido oportunidad de platicar, nunca, desde el momento que me detuvieron a mí, a él ya lo traían. Tomamos la decisión individual de reconocer nuestra identidad y militancia en el ERPI, por eso es que estamos presos, y negamos todo lo demás, los delitos que se nos achacan.
“Yo soy dirigente del ERPI, como tal me reconozco. Mi situación actual es un poco rara, porque me considero parte del ERPI, pero no tengo ninguna comunicación, sólo me visitan mis familiares y amigos, y mientras esté aquí no voy a tomar contacto con los compañeros”.