Vivan los trabajadores y trabajadoras de Chile y el mundo

VIVAN LOS TRABAJADORES Y TRABAJADORAS
DE CHILE Y EL MUNDO

Después de un involuntario receso vuelve a circular El Rodriguista, medio de comunicación escrito del FPMR, en los comienzos del cuarto gobierno concertacionista y con grandes desafíos para la reconstrucción de movimiento popular en nuestro país.

Hemos visto la “luna de miel” al interior del bloque en el poder y su nueva representante Michelle Bachelet, quien se muestra como el rostro más “sensible y humano” del neoliberalismo, gozando de un apoyo nacional e internacional superior, incluso, al que Lagos tuvo en sus inicios.

Es decir, los poderosos mantienen la iniciativa, sin embargo, tarde o temprano deberán hacerse cargo de las expectativas y demandas populares generadas por un modelo explotador e incorregiblemente injusto.

De hecho, para poder crecer electoralmente, todos los sectores se vieron obligados a hacer aunque sea una mínima autocrítica sobre los efectos del neoliberalismo, y prometer mejorar la situación tanto de los llamados sectores medios, así como también de los más pobres, siendo la ultima elección una gran subasta de promesas en que la Concertación y la Derecha, y a su vez cada partido individualmente, buscaron concentrar los votos y recuperar base social en esos sectores, y así también resolver las cuestiones de hegemonía y cuotas internas de poder (pugnas internas en la UDI, la DC y RN).

Por otra parte, los sectores disidentes del sistema, anti capitalistas y anti imperialistas, debieron también hacer un importante esfuerzo por intentar recuperar terreno y claridad luego de 15 años de continuas búsquedas y experimentos electorales, cupulares o bien basistas y movimientistas, cuyo culto permanente a la espontaneidad los han alejado de una dirección coherente y centralizada para la lucha popular, haciendo de la debilidad una virtud.

Por ello, los Rodriguistas, impulsamos el año pasado en el seno de la izquierda, un debate cuyo sentido práctico permitiera abrir la reflexión sobre los objetivos y métodos de construcción de movimiento social, así como también sobre la necesaria convergencia política y trabajo coordinado en pos de la futura unidad de los revolucionarios. Exigencias en el terreno ideológico que seguiremos desarrollando por múltiples vías hasta hoy, aunque lo central, lo urgente y necesario sigue siendo para nosotros involucrarse y ser parte activa de las expectativas, demandas, aspiraciones, organizaciones y luchas de la clase trabajadora, los estudiantes y los pobladores, aportando desde la territorialidad a la creación de un sujeto combativo y transformador.

A pesar del exitismo económico del régimen, o de las maquinaciones partidarias, la organización social en cada sector y territorio, y la lucha social, surgen como la única manera de garantizar un camino de dignidad para nuestro pueblo, sobre todo cuando el supuesto diálogo que impulsa el Gobierno siempre se ve acompañado con la represión o la amenaza de la misma, o bien los intentos de desprestigiar y dividir los movimientos que no puede cooptar tan fácil, como se ha visto en las luchas recientes de los pobladores sin casa, o en relación con el pueblo mapuche, al cual se han aplicado prácticamente todas las técnicas y leyes represivas que esta democracia financiera ha desarrollado.

Esta senda de fortalecimiento de la organización popular la vemos estimulada este año con la conmemoración del 20 aniversario de la Operación Siglo XX, la emboscada al Tirano el 7 de septiembre de 1986, y de los 10 años del “Vuelo de Justicia”, el rescate espectacular de nuestros hermanos Rodriguistas desde la Cárcel de Alta Seguridad, un 30 de diciembre de 1996. Donde, independiente al protagonismo del FPMR en estas operaciones, lo importante es que representan en general las capacidades del pueblo cuando se organiza y lucha por objetivos justos y claros, y son un recordatorio permanente que ningún sistema injusto permanece más allá de lo que el propio pueblo permita.

FRENTE PATRIÓTICO MANUEL RODRÍGUEZ
Santiago, mayo de 2006