Al Pueblo Peruano, a Las Organizaciones del Campo Social y Popular a Los Mandos, Militantes y Combatientes:
El MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO TUPAC AMARU (MRTA), al pueblo peruano, a las organizaciones del campo social y popular, a los mandos, militantes y combatientes, hace llegar su saludo fraterno, solidario y combativo, de compromiso con el futuro y nuestra historia, por construir una sociedad sin explotados ni excluidos, con respeto pleno de los derechos fundamentales del hombre, dignidad, paz y soberanía.
Luego de reconocer que en la etapa anterior recibimos golpes muy duros que pusieron a prueba nuestra capacidad como organización revolucionaria, fue necesario estudiar con mayor profundidad la historia de resistencia y lucha de nuestro pueblo, nuestros documentos internos, la experiencia revolucionaria y liberadora mundial en general, así como nuestra experiencia en particular, para poder comprender las nuevas tareas concretas que la realidad nos impone, en el entendido que todo viraje brusco en la historia ofrece contenidos ricos, ya que desarrolla combinaciones originales de formas de lucha.
Por eso es que ahora, cuando vemos evidente el fracaso del modelo neoliberal que sólo ha dejado en nuestro pueblo mas hambre, miseria y exclusión, cuando a diario crece la protesta y la organización social y popular, forjada en históricas jornadas contra la dictadura fujimorista y el entreguismo del gobierno de Alejandro Toledo, señalamos que ahora, se inicia la segunda etapa de la lucha revolucionaria por el socialismo ya que esta primera etapa concluyó en el año de 1993, cuando conjuntamente con nuestro pueblo, decidimos optar por el repliegue activo como táctica de preservación de nuestra estructura militar, del partido como al, desarrollando conciencia y organización en el seno de las organizaciones sociales y populares. Debíamos por tanto, con la experiencia de años de lucha, no conceder una victoria rápida al enemigo de clase y a su estrategia contrarrevolucionaria, desarrollada con apoyo del imperialismo norteamericano.
No se puede negar que mientras los hechos concretos demuestran que el fin de la historia nunca había sido tal, que con el nuevo orden mundial, las contradicciones entre opresores y oprimidos se habían profundizado tanto, las clases dominantes, afiebradas de poder y sumidas en su soberbia, tercamente insisten en comprometer e hipotecar el futuro de nuestro pueblo conculcando el derecho a decidir nuestro destino, imponiendo tratados humillantes y lesivos a todo concepto de dignidad y soberanía, manipulan el verdadero sentimiento popular para firmar el reciente Tratado de Libre Comercio TLC, como instrumento de penetración en su estrategia de dominación.
Todo esto nos lleva a reafirmar que la lucha revolucionaria es absolutamente legítima y vigente, en tanto no consiga sus objetivos; por eso es que nosotros los revolucionarios decimos que debemos mirar la verdad cara a cara, sin dejarnos engañar por la mentira oficial, como lo vienen haciendo algunos compañeros que- confundidos- nos dicen que participar en la coyuntura electoral es una cuestión que no pone en riesgo nuestro derrotero estratégico, que la actual coyuntura electoral se desenvuelve en medio de un importante cuestionamiento al modelo neoliberal, a sus limitaciones reales..., o que al elaborar una estrategia ecléctica, sufrimos una derrota estratégica y por tanto es imprescindible reelaborar un nuevo proyecto revolucionario.
A ellos, al igual que a los enemigos del pueblo, del partido y la revolución, les decimos que no se hagan ilusiones, que no incurramos en el error de quienes vacilan entre revolución y reformismo pequeño burgués, que no podemos fortalecer la institucionalidad burguesa, no podemos rendir tributo ni concesiones a su vieja y manoseada democracia, apoyando candidaturas y poniendo a espadones pseudo- revolucionarios como el torturador y masacrador de luchadores sociales en las zonas denominadas de emergencia como el Frente Huallaga, Ollanta Humala Tasso o el carnicero del Frontón y Cayara, inspirador del paramilitarismo en el Perú, Alan García Pérez. Sería necio creer que el pueblo apoya estas candidaturas, miremos en el espejo de nuestra historia, es solo- no se mientan- un reflejo de la desesperación a que los ha conducido la pobreza, abandono y explotación secular del que son víctimas. No olvidemos que esta democracia donde los Belaúnde, Morales Bermúdez, Ulloa, Kuckynsky, Fujimori, Montesinos, Toledo, García Pérez, figuran como fetiches, sirve solo para engañar al pueblo, pues sólo es la agencia de la oligarquía peruana y las transnacionales.
Quién pretenda que el pueblo debe apoyar mediante el voto impuesto bajo la presión de las multas a un determinado candidato en estas próximas elecciones, en nombre de que las masas movilizadas convulsionan la sociedad para concretarse en resonantes triunfos electorales; movimientos sociales con un claro perfil antineoliberal y antisistémico que no rompen totalmente con las reglas de juego de la democracia burguesa, pero que a su vez las instrumentaliza para su favor, traiciona al pueblo, traiciona la causa de la revolución, la causa de la libertad, la justicia y paz con justicia social, porque de hecho este próximo gobierno está; ya atado de pies y manos además de comprometido con el capital imperialista.
No nos engañemos. Las declaraciones del operador de la mafia durante el decenio de la dictadura cívico-militar, Montesinos; la variación de medida por arresto domiciliario a Fujimori por el poder judicial chileno y, el publicitado debate del pasado 20 de mayo entre los dos candidatos del sistema de opresión constituyen las escenas de una misma novela, adaptada a las necesidades de las transnacionales, del imperialismo y del injusto orden social, político y económico que lo sustenta: el capitalista, para seguir engañando al pueblo, manipular su conciencia desplegando una verdadera guerra psico-social, tejiendo con ésto una verdadera cortina de humo a los problemas reales del país, con las promesas de gobernabilidad de una elite, democracia de pocos, derechos humanos para los ricos, constituyente para una minoría privilegiada y ciertos grupos de poder, unión entre empresarios beneficiados con el TLC y paz de los cementerios, los candidatos de los explotadores no hacen mas que velar por los intereses de los grupos de poder económico, intereses de los defensores de la guerra imperialista y de agresión a los pueblos. Con ellos nada cambiará, puesto que ninguno de ellos en lo programático, se diferencian, son hermanos cuya única diferencia es el estilo en que pregonan sus espejuelos.
La única garantía de verdadera democracia de pobres y desposeídos está en conquistar el poder y armar a nuestro pueblo, consolidando, desarrollando y extendiendo el Partido, señalando su importancia histórica. Todo lo demás son frases y mentiras, ilusiones de politiqueros del campo neoliberal, maquinaciones antipopulares.
Nuestra lucha es por una nueva sociedad, mas justa y equitativa, no busca fortalecer la democracia de los ricos y sus candidatos, busca forjar el poder de los desposeídos y explotados, por eso nuestra labor de pedagogía revolucionaria, para que el pueblo abra los ojos y no crea en quienes defienden intereses ajenos a los intereses nacionales, a no creer en palabras de la vieja oligarquía, pero si a confiar en su propia capacidad y fuerza, en su propia organización, en su necesaria unidad.
Ni Alan García ni Ollanta Humala podrán dar al pueblo ni paz, ni pan, ni justicia social, ni mucho menos resolver los problemas que permitan un mayor bienestar, porque será un gobierno de continuación de las políticas de sometimiento, de vasallaje ante el imperio, porque este gobierno es burgués y por tanto dará al pueblo, sólo la organización de su hambre. Por eso la tarea de hoy, es organizarse para preparar la lucha revolucionaria y su triunfo.
La lucha revolucionaria de nuestro pueblo es legítima y justa, lo reiteramos, para poder entender el actual proceso que busca lograr nuestra segunda y definitiva independencia, es necesario comprender su carácter de guerra revolucionaria prolongada y ella exige abnegación, sacrificio y consecuencia política, sólo así podremos contrarrestar las afirmaciones de que la organización del pueblo es terrorista, y toda forma de calificación y sindicación de los enemigos del pueblo y de toda transformación revolucionaria.
Estamos aquí, lo decimos a nuestro pueblo que nos acompaña en este duro caminar, estamos en sus luchas, en sus ideales y sueños como prueba de que no pudieron derrotarnos, abrigados en su calor, tejiendo el manto multicolor de nuestra raza, preparándonos para juntos tomar por asalto el cielo, por eso que consideramos de importancia necesaria dotar a nuestros mandos, militantes y combatientes de una concepción de la teoría de guerra revolucionaria que nos permita avanzar.
Las condiciones actuales son propicias para desarrollar la guerra revolucionaria, demostrando que, a pesar de los deseos del enemigo, es imposible derrotar a un pueblo en armas. Vivimos y atravesamos un momento que requiere de cada uno de nosotros un gran esfuerzo para el desempeño de cada una de las tareas asignadas en la ciudad y el campo.
Necesario es sabernos hermanados en este jirón de la historia, que camina con el corazón y la bandera de nuestros compañeros caídos en combate, resaltando en su ejemplo que su sacrificio no
fue ni será en vano, que ella constituye parte de esta historia que escriben los hijos del pueblo, por la forja de un mundo nuevo, de un Perú; con paz y justicia social.
SIN LUCHAS, NO HAY VICTORIAS
SIN JUSTICIA SOCIAL, NO HABRÁ PAZ
TÚPAC AMARU, VIVE, VUELVE Y VENCERÁ
CON LAS MASAS Y LAS ARMAS,
PATRIA O MUERTE…VENCEREMOS!!!