Al pueblo de México:
Al pueblo de Oaxaca:
A la Sección 22 del SNTE:
Al pueblo de Guerrero:
A la Organización Campesina de la Sierra del Sur:
Compañeras, compañeros:
«Moralejas:
«1) El capitalismo es un gran mercado de poderes
donde sólo comercian los ladrones
y es mortal hablar del verdadero dueño
del único poder: el pueblo.
«2) Para que el verdadero dueño del Poder
tenga en sus manos lo que le pertenece
no deberá tan sólo echar a los ladrones del Templo Comercial
porque se reorganizarían en los alrededores:
por el contrario, deberá derribar
el mercado sobre las cabezas de los mercaderes.»
Fragmento de Reparto de cosa ajena en el mercado de los ladrones, Roque Dalton.
I. El magisterio oaxaqueño
No es una costumbre de las FARP declararse en recurrentes y coloridos estados de alerta por los acontecimientos represivos más sonados que tienen lugar en México. La opresión y la represión acechan día a día en todos los rincones del país. Y sería francamente simplista y hasta oportunista olvidar que en la paz burguesa que priva en el país se cometen las más terribles injusticias y arbitrariedades en contra del pueblo. En todos lados, no hay un solo espacio en donde habite el pueblo, en que no tenga lugar el abuso de los más fuertes sobre los más débiles. Es común que quien no vive entre el pueblo, padeciendo las mismas penurias de éste, olvide esta verdad tan elemental pero contundente. No está demás recordar, porque olvidarlo es común entre muchos “revolucionarios”, que la fraternidad y la paz en el capitalismo no son otras sino aquellas en que la primera es una “fraternidad de ladrones” y la segunda es una paz donde “se lucra más” y donde se lleva “hasta sus últimas consecuencias la hostilidad entre los individuos, la infame guerra de la competencia”.
Tampoco es día para repudiar por medio de un manojo de palabras la represión gubernamental. No nos extraña lo que hace el gobierno, lo conocemos bien y sabemos cuál es su verdadero lenguaje. Sabemos, por ejemplo, que Ulises Ruiz anda por las distintas regiones de Oaxaca y de otros estados como operador político de la campaña de Roberto Madrazo: recabando firmas de apoyo, comprando conciencias y votos a efecto de formar grupos de choque en contra de los profesores oaxaqueños e instrumentar la compra y coacción del voto como siempre lo ha hecho y por lo cual ha sido graduado con altos honores en la escuelas de Mapaches.
Por eso hoy queremos decir, simple y sencillamente, que aprobamos y apoyamos la manera como los compañeros de la sección XXII de la CNTE recuperaron el centro de la Ciudad de Oaxaca. Nos parece importante enfatizarlo porque ese hecho provocó que hoy los profesores tengan políticamente (si utilizan una estrategia adecuada) contra la pared a ese criminal de Ulises Ruiz. De no haberlo hecho, quienes estarían contra la pared (y no sólo política, sino judicial y económicamente) serían los profesores. Eso no puede dejarse de lado en el análisis de la lucha política ya que bajo este contexto, es necesario visualizar las debilidades iniciales del movimiento: había un exceso de confianza de las bases y sus dirigentes por la creencia de la invulnerabilidad del movimiento y de que era prácticamente imposible que Ulises Ruiz se atreviera a ordenar su desalojo. Aparentemente todo marchaba sobre ruedas, pero vino la represión y el magisterio consciente se vio obligado a utilizar la autodefensa de una manera improvisada, sin experiencia y sin organización previa; esta autodefensa producto de la rabia y del coraje culminó posteriormente con una contraofensiva, ahora sí, organizada, con aciertos y defectos; y precisamente en esta contraofensiva se pudo observar que el mayor de los defectos fue que algunos de los liderazgos aparentemente más preclaros y capaces no asumieran una actitud que las bases sí asumieron como nunca antes se había visto en los maestros de Oaxaca.
Ante esto, se debe sacar la experiencia y conclusión de la necesidad de ir construyendo estructuras reales de autodefensa que permitan hacer frente a las fuerzas represivas para no permanecer en la total indefensión; en su defecto, los movimientos sociales y gremiales se verán obligados a organizar la autodefensa como mera necesidad del momento.
Sin embargo, lo más importante por ahora es vislumbrar qué camino seguir, qué estrategia y táctica aplicar; recordemos que el Estado es poderoso, que cuenta con sus estructuras y superestructuras con gran capacidad y poder; esto mismo se ve reflejado en el derroche económico, en la difamación y calumnia hechas por los medios masivos de comunicación; se ve reflejado en el intento de movilizar sus estructuras corporativas, intento que afortunadamente no le funcionó del todo. Si vemos lo anterior, es de prever que en base a ello el magisterio de la sección 22 deba analizar detenidamente, junto con las organizaciones sociales y pueblo de Oaxaca, la ruta más adecuada a seguir; no se trata nada más de ímpetus revolucionarios o de romanticismos subjetivos, la realidad es concreta y en base a ella debemos regirnos; si se plantea lograr la salida del gobernador del estado con todo su aparato represivo y sus colaboradores más cercanos se debe tener clara la necesidad de impulsar una estrategia jurídica, política, organizativa, económica, de propaganda, de autodefensa, etc., la cual permita lograr los objetivos planteados. Destituir a Ulises Ruiz Ortiz y su camarilla no va a ser cosa fácil, no lo van a aceptar tan fácilmente; quienes se favorecen del gobierno de Ulises Ruiz saben que si esto sucede significará, política y económicamente, su muerte como grupos de poder, al menos en Oaxaca; entonces van a luchar con todos los medios a su alcance; incluida la violencia, fundamentalmente selectiva, consistente en el asesinato, detención o desaparición de dirigentes estatales y regionales clave. Recordemos que todavía no han aplicado el método de realizar “levantones” y desapariciones, ya sea permanentes o temporales, a efecto de infundir el miedo y tratar de mediatizar el movimiento; ante todo esto se debe estar preparados.
A pesar de todo, nos parece que la reacción valiente y consciente de los profesores de Oaxaca los coloca como ejemplos a seguir en la lucha política en México. Junto con lo hecho hace algunos años por los estudiantes y pobladores de la región de El Mexe, Hidalgo, hoy lo realizado por los compañeros maestros demuestra que en la lucha política de las masas se requiere también del coraje, la decisión y la fuerza de la dignidad, ni más ni menos.
II. La OCSS, una historia digna de contarse.
Los años han transcurrido veloces y la justicia nunca ha llegado. Los familiares de los caídos en la masacre del 28 de junio de 1995 no han recibido justicia plena. Pedazos minúsculos de justicia nada más. Promesas extraordinarias nada más. Interesados ofrecimientos de indemnización que vendrían a comprar la conciencia de esos familiares, su silencio. Y, sin embargo, la pobreza de esas familias se ha agudizado abismalmente al no contar desde entonces con quien era el principal sostén económico de la familia. Respuesta nula del gobierno mexicano ante las medidas específicas que le han recomendado diversas organizaciones nacionales e internacionales de derechos humanos. Falta de voluntad política en todos los niveles de gobierno.
En cambio, han recibido del gobierno la propuesta del olvido: “es hora de cerrar las cicatrices”, “es hora de la reconciliación”, “es hora del progreso del Estado de Guerrero”, etcétera. Mientras, los familiares de los asesinados ese 28 de junio, han visto cómo van saliendo de la cárcel cada uno de los autores materiales de la masacre. Los asesinos han pagado con unos cuantos años de prisión y con un buen fajo de billetes los incalculables años de vida que les arrebataron cobardemente a esos militantes de la Organización Campesina de la Sierra del Sur. Los responsables intelectuales jamás han sido tocados.
Desde siempre, la OCSS ha sido una organización vejada por el gobierno, por los caciques y paramilitares de la casta de los Figueroa. Pero no sólo eso. Luego de la masacre de Aguas Blancas, la OCSS sufrió el intento de aislamiento por parte de distintas fuerzas políticas, las cuales sólo querían hacerse cargo de la denuncia de ese crimen artero por el simple prestigio nacional e internacional que ganarían… Cuentan los que saben que cuando la OCSS lo advirtió y rechazó su “ayuda”, entonces se le cerraron las puertas de la “solidaridad” de muchos “compañeros”… Luego vino el desprecio general de los partidos políticos… Luego vino la resistencia, la adversidad de luchar contra la corriente, de desenmascarar a Rubén Figueroa… Y al parecer lo lograron. Pero no fue suficiente.
No bastando todo eso, grupos seudo revolucionarios bajo pretextos y calumnias; escudándose en la argumentación de que pueden y son la verdad, la ley, la autoridad, contra todo elemental principio de lógica, raciocinio y mínima capacidad política, decidieron sin más argumento de por medio, asesinar a uno de sus principales dirigentes; el motivo fundamental y clave: la familia Mesino de Atoyac se ha convertido en un estorbo y un peligro para sus planes de control de la que consideran su zona histórica por derecho de sangre.
No obstante lo anterior, la OCSS ha resistido todo; desde intentos divisionistas provocados por lidercillos sin escrúpulos que creen que la lucha social es de su propiedad y que sólo miran la lucha economicista y se tratan de posicionar cada 28 de junio, hasta intentos por parte del gobierno de cooptar su base, incluidos los familiares de las víctimas por medio de abogados chupatintas y vividores del presupuesto de las viudas. A pesar de los pesares, la lucha en la Costa Grande se mantiene, crecen los liderazgos y las organizaciones sociales, se fortalece la convicción de que hay que luchar contra todos estos enemigos de la razón y del pueblo.
Finalmente nuestro saludo y abrazo solidario a la lucha del pueblo de San Mateo Atenco, obreros de Sicartsa y viudas y familiares de los fallecidos en la mina de Pasta de Conchos. La sangre del pueblo y el sufrimiento de sus seres más queridos no serán vertidas en vano.
Se nos olvidaba; un orate balbuceó la estúpida frase de que la violencia del narcotráfico en Guerrero en su lucha por el control del estado sólo había ocasionado que siete individuos dejaran de votar el próximo dos de julio.
República Mexicana, 28 de junio de 2006.
¡Por la Revolución Socialista y la Liberación Nacional!
¡La Lucha Popular Revolucionaria!