“Que el enemigo nos venza y nos
robe, si tal es nuestro destino,
pero nosotros no debemos
legalizar este atentado,
entregándole voluntariamente lo
que nos exige por la fuerza.”
(Benito Juárez García, enero 26 de 1865.)
Al pueblo de México.
A los pueblos del mundo.
La multitudinaria, entusiasta e indignada protesta popular contra el fraude de estado, y el descrédito de las instituciones republicanas encargadas de organizar y calificar los comicios electorales, constituyen el principal signo político de los tiempos actuales. Pareciera que la liberación de la patria y su transformación radical se encuentran muy cerca del momento político que estamos viviendo… y al mismo tiempo muy lejos.
El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación está a punto de calificar la elección presidencial. La contienda electoral no ha concluido. El fraude de estado y la usurpación del gobierno de la república aún no se han consumado. Por consiguiente, no todo está escrito. Al menos, no en los términos en que los señores del poder y del dinero y sus analistas lo habían maquinado.
Frente a esta situación llamamos a no permitir que la derecha conservadora y reaccionaria imponga un presidente espurio y a no aceptar, bajo ningún concepto, el escamoteo y la burla de que está siendo objeto la mayoritaria voluntad ciudadana depositada en las urnas. ¡Ni siquiera bajo protesta! Y si, a pesar de todo, los señores del poder y del dinero decidiesen consumar la usurpación del gobierno de la república, que no quepa duda… ¡más temprano que tarde tendrán que pagar las consecuencias!
La lucha electoral entre conservadores y liberales, y la de sus respectivos contingentes sociales, en nuestro país, fue rebasada por el pueblo, desde antes del 2 de julio, hasta convertirse en una verdadera lucha de clases. Nunca como ahora había sido puesta en crisis la legitimidad del estado neoliberal, ante la desaseada y facciosa actuación de sus gobernantes, el descrédito de sus instituciones y la protesta social manifestada multitudinariamente en las calles. Desgraciadamente, fue desestimado -en el marco de la coyuntura electoral- el reto de una articulación anticapitalista, y, de nueva cuenta, está brillando por su ausencia una alternativa capaz de reconstituir a la república de manera digna y justa.
Pero no toda la coyuntura se ha ido en pérdidas. Al contrario. El fraude de estado ha puesto al descubierto, ante cada vez más amplios sectores de nuestro pueblo, el secuestro de las instituciones federales, el carácter faccioso de sus operadores neoliberales, las alianzas espurias de los poderes fácticos, la posición reaccionaria de los medios mercantiles, el carácter antidemocrático y tramposo del sistema político mexicano y, por encima de todo esto, el poder del gran capital.
Todo esto ha producido la más ardiente indignación y el aterrizaje de la conciencia popular en la realidad brutal y descarnada de la dominación y apropiación capitalista, multiplicándose los vínculos y el fortalecimiento de nuevas redes sociales y organizaciones democráticas.
Por lo mismo, es urgente llevar hasta sus últimas consecuencias jurídicas y políticas la impugnación de la elección presidencial, la demanda de recuento voto por voto y, sobre todo, no aceptar negociaciones mediatizadoras ni dar por consumado el fraude de estado, a fin de multiplicar fuerzas contra la imposición de un gobierno espurio. Esto significa generalizar la resistencia y la autodefensa popular en todo el territorio nacional, ensayando creativamente formas de lucha que, desde abajo, den paso a la construcción de nuevas relaciones sociales y nuevas fuerzas antisistémicas y anticapitalistas.
No debemos olvidar que, en Cuba, de la resistencia popular contra el golpe de estado propinado en 1952 por Fulgencio Batista, emergió un movimiento social y político que derribó pocos años después a la dictadura militar e instauró un gobierno, un régimen y un estado del pueblo, con el pueblo para el pueblo.
Por todo lo anterior, llamamos a mantener la alerta popular, pues empiezan a manifestarse síntomas de desesperación en los sectores empresariales yunquistas, y en sus huestes clericales panistas, al no poder finiquitar y concluir, sin resistencias ni conflictos, el ansiado plan de usurpación de la presidencia de la república, que sabían perdida desde hace más de un par de años y de la que no se quieren desprender por ningún motivo.
Llamamos a articular las voluntades dispersas en una sola voluntad nacional y a impulsar la unidad de acción de todas las fuerzas democráticas y progresistas, a fin de radicalizar la democracia y restituir la soberanía popular.
Saludamos y nos solidarizamos con el combativo movimiento popular oaxaqueño, de quien habrá que aprender ahora para evitar que la ultraderecha yunquista y proimperialista:
1.- Oculte sus latrocinios 2.- Profundice el neoliberalismo y 3.-Usurpe la presidencia de la república.
¡¡¡DESPIERTA PROLETARIO!!!
¡¡¡CONTRA EL NEOLIBERALISMO, EL PODER POPULAR!!!
¡¡¡POR EL SOCIALISMO, VIVIR, LUCHA, VENCER!!!
¡¡¡SER PUEBLO, HACER PUEBLO, ESTAR CON EL PUEBLO!!!
COMANDO REVOLUCIONARIO DEL TRABAJO MÉXICO BÁRBARO
CRT - MB
COMANDO JARAMILLISTA MORELENSE 23 DE MAYO
CJM - 23M
COMANDO POPULAR REVOLUCIONARIO LA PATRIA ES PRIMERO
CPR - LPEP
TENDENCIA DEMOCRÁTICA REVOLUCIONARIA-EJÉRCITO DEL PUEBLO
TDR-EP
República Mexicana, 29 de Julio de 2006.
Post Data:
Al Heroico Pueblo Palestino.
Al Heroico Pueblo Libanés.
Hoy nuevamente, el silencio cómplice de la ONU y de las diferentes naciones del orbe hacen estallar en mil pedazos la calma y el sosiego.
Hoy, nuevamente, el Eje del mal, los “Tres Chiflados”, los “Tres Cochinitos” - EE.UU., Reino Unido y el gobierno Nazi y Sionista de Israel- imponen el terror de Estado y militar a sus pueblos.
Tan solo esperaron un pretexto vacuo, como lo fue el atinado acto político, contra objetivos militares para negociar la liberación de miles de presos políticos palestinos en Israel, y el gobierno Nazi y Sionista desencadenó una agresión militar contra los territorios palestino y libanés, causando miles de muertes de civiles, niños y mujeres y ancianos.
No cesa la agresión y no cesa el silencio.
Tan sólo se escuchan los ladridos de los perros que vociferan una demanda inadmisible: La rendición del pueblo palestino, la rendición del pueblo libanés, la disolución de sus organizaciones revolucionarias y la deposición de su lucha.
Compartimos la preocupación expresada por intelectuales, personalidades, organizaciones y movimientos sociales mexicanos y nos sumamos a la exigencia del cese a la agresión contra los pueblos palestino y libanés, haciéndoles llegar desde esta patria nuestra solidaridad y nuestro reconocimiento.
TENDENCIA DEMOCRÁTICA REVOLUCIONARIA-EJÉRCITO DEL PUEBLO